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Israel asesina a más de 30 personas en
los Territorios Ocupados mientras
Simón Peres busca apoyos en España
para relanzar su propuesta de negociación
Nota informativa CSCAweb, 21 de febrero
de 2002
El 'Plan Peres-Abu Ala' contemplaría la creación inmediata
de un Estado palestino independiente reconocido por Israel en la línea
de lo propuesto por la Administración norteamericana el pasado mes de
octubre de 2001: un Estado palestino fragmentado, carente de autonomía
política y económica real, y con los temas clave para la resolución
del conflicto sin determinar (a saber, el desmantelamiento de todos los asentamientos
en los TTOO, el control de fronteras, la capitalidad de Jerusalén, y
la cuestión de los refugiados)
El asesinato de más de 30 palestinos en las últimas 48 horas como
resultado del brutal ataque lanzado por el Ejército israelí sobre
diversas ciudades de los Territorios Ocupados palestinos es la última
manifestación de la política bélica y totalitaria del Ejecutivo
israelí liderado por Ariel Sharon. Solo el pasado día 20, las
fuerzas de ocupación israelíes asesinaron a 18 palestinos e hirieron
a decenas de civiles en el transcurso de los ataques lanzados por tierra, mar
y aire contra diversos enclaves de Gaza y Cisjordania, en el transcurso de los
cuales el Ejército ha vuelto a destrozar los sistemas de transmisión
de la radiotelevisión palestina.
Mientras los ataques contra la población civil y las autoridades palestinas
se suceden sin interrupción y con una violencia cada vez mayor, el gabinete
de Ariel Sharon está siendo sometido a ciertas presiones por parte de
diversos sectores dentro del espectro político israelí que exigen
un "cambio" en la política del actual gobierno. Por un lado, los ministros
situados a la derecha de Sharon han exigido al Primer Ministro que "acabe" de
una vez por todas con el Presidente de la Autoridad Palestina (AP), Yaser Arafat,
o de lo contrario pondrán fin a la coalición que actualmente sostiene
al gobierno de coalición nacional en Israel. La ofensiva de la ultraderecha,
liderada por miembros del gabinete pertenecientes a partidos fundamentalistas
y ultranacionalistas como la Unión Nacional de Yisrael Beituni,
el Partido Nacional Religioso (PNR), y el Herut, tiene sin embargo
a Benjamín Netanyahu moviendo los hilos de la ofensiva contra Ariel Sharon,
en un nuevo intento por recuperar el protagonismo perdido tras la derrota electoral
frente a Ehud Barak en las elecciones de 1999. Netanyahu, que en los últimos
meses se ha erigido en portavoz de los partidos ultranacionalistas y fundamentalistas,
se perfila como el candidato ideal de la ultraderecha para la previsible sucesión
de un Ariel Sharon cada vez más desacreditado en el interior de Israel
y despreciado en el exterior debido a su particular historial como criminal
de guerra.
Sharon, que dentro de una semana conocerá el veredicto definitivo de
los tribunales belgas sobre el curso que habrá de seguir la demanda interpuesta
por la víctimas de las masacres de Sabra y Chatila por crímenes
de guerra y crímenes contra la humanidad, se dirigirá a la población
israelí en un discurso televisado para explicar su "política".
Las fisuras dentro de su gobierno son de tal magnitud que el primer ministro
ya no sabe de dónde vendrá el siguiente ataque; recientemente,
Sharon se ha visto incluso en el brete de tener que desmentir las declaraciones
de un general perteneciente a los servicios de inteligencia del ejército
israelí, Aharon Ze'ev, en las que aseguraba que los misiles Kassam,
instrumento predilecto de los gobiernos israelíes para acusar a la AP
de fomentar el "terrorismo" y los ataques contra los asentamientos ilegales
en Gaza y Cisjordania, no constituyen en realidad ninguna amenaza para Israel.
El 'Plan Peres-Abu Ala'
Mientras la ultraderecha, con el ministro de Turismo a la cabeza, exige una
reocupación total de los TTOO palestinos y en numerosos círculos
políticos se discute la pertinencia de iniciar una campaña de
expulsión masiva de población palestina de Gaza y Cisjordania,
el laborismo israelí intenta aprovecharse de la debilidad de Sharon a
través de la figura del actual ministro de Asuntos Exteriores, Simón
Peres. La revitalización de la figura de la "paloma" Peres podría
interpretarse como un nuevo (y enésimo) intento del desacreditado político
de erigirse en líder del laborismo sionista israelí en lo que
se perfila ya como una nueva carrera electoral. Peres ha llegado a España
para reunirse con carácter de urgencia con el presidente del gobierno,
José María Aznar, que ostenta la presidencia de la UE en este
semestre, y con quien previsiblemente discutirá la posible revitalización
del denominado 'Plan Peres-Abu Ala'. Dicho Plan contempla una intensificación
de la represión contra los grupos opositores a la Autoridad Palestina
(como Hamas, Jihad, o el Frente Popular para la Liberación de Palestina),
al tiempo que propone una serie de medidas conducentes a la "revitalización
de la vida económica en los Territorios Ocupados" junto con la reanudación
de las negociaciones de paz bajo los presupuestos de las propuestas de Tenet
y Mitchel para la región. Según el diario israelí Ha'aretz,
las propuestas de Peres se articularían e torno a una acción múltiple:
continuación de las "acciones militares" bajo la dirección del
Ejército israelí, reanudación de las reuniones de "seguridad"
con el entorno palestino, activación de un plan de reflote de la economía
palestina en los TTOO, y restablecimiento del "diálogo político"
con los palestinos.
El 'Plan Peres-Abu Ala' contemplaría la creación inmediata de
un Estado palestino independiente reconocido por Israel en la línea de
lo propuesto por la Administración norteamericana el pasado mes de octubre
de 2001: un Estado palestino fragmentado, carente de autonomía política
y económica real, y con los temas clave para la resolución del
conflicto sin definir (a saber, el desmantelamiento de todos los asentamientos
en los TTOO, el control de fronteras, la capitalidad de Jerusalén, y
la cuestión de los refugiados). Políticamente, sería previsible
pensar en una sustitución del actual presidente de la AP, Yaser Arafat,
por una figura política próxima a las tesis israelíes,
caso del actual director de las fuerzas de seguridad palestinas Jibril Rajoub
o una figura alternativa.
La postura europea y la comunidad internacional
Después del rotundo fracaso de la UE para elaborar un plan viable que
sirva de alternativa al actual estancamiento, que pueda poner fin a más
de un año y medio de brutal represión contra la población
civil palestina y que despeje el más grave obstáculo para la preparación
de la próxima Cumbre Euromediterránea de Abril en Valencia, pocas
expectativas quedan para que la comunidad internacional puede intervenir en
el actual contexto de "guerra total contra el terrorismo" que ha impuesto Israel
a la totalidad del pueblo palestino. A pesar de que el Consejo de Seguridad
de NNUU ha anunciado, tras la petición palestina, la celebración
de una reunión prevista para el jueves 21 de febrero, no es previsible
que se produzca ninguna votación ni se elabore propuesta concreta de
intervención. Desde que comenzase la Intifada en octubre de 2000, EEUU
ha bloqueado permanentemente una resolución de condena del CS contra
Israel y ha impedido la intervención de NNUU en el conflicto palestino-israelí.
Durante el último año y medio de Intifada, partidos políticos
y organizaciones de la sociedad civil palestina han reclamado, sin éxito,
el envío de una fuerza de protección internacional a los TTOO
como medida inicial de protección para la población civil. palestina
Es previsible que la petición vuelva a formularse por parte palestina
en la próxima reunión del CS. Vista la inoperancia de la UE y
de la comunidad internacional, así como su incapacidad de adoptar una
postura unificada frente a las tesis de la Administración Bush, el gobierno
de Sharon seguirá gozando de impunidad dando vía libre al Ejército
israelí en la oleada represiva contra la población palestina en
los Territorios Ocupados.