Afirman que "los ataques al rotativo son una agresión al conjunto de Euskadi"
Periodistas, escritores y artistas
censuran el intento por cerrar el diario vasco Gara
Acepta tribunal querella de la fiscalía contra Arnaldo Otegi, ex vocero de Batasuna
GARA
Donostia, 6 de julio. Escritores, periodistas, artistas y abogados presentaron ayer un manifiesto en favor de la libertad de prensa en el País Vasco, al tiempo que censuraron los ataques contra el diario Gara, al que Seguridad Social quiere cobrarle la deuda de otro rotativo vasco desaparecido, en el contexto de una ofensiva para "acallar la voz de una sinfonía polifónica".
El mismo día en que finalizaba el plazo impuesto por la Tesorería General de la Seguridad Social a Gara para pagar una deuda de 5.1 millones de euros atribuida a la empresa Orain SA, editora del clausurado Egin, la escritora Laura Mintegi aseveró al presentar el manifiesto que "estamos aquí para hacer un ejercicio práctico de la libertad de expresión.
"Parece que la prensa vasca está afectada por una epidemia. Pero la cuestión no es que tenga debilidad intrínseca o hereditaria. El objetivo que persigue este mal es la muerte de toda la colectividad, y para ello el primer paso es silenciar las voces", remarcó la profesora y escritora al recordar los cierres de Egin, Egin Irratia, Ardi Beltza y Euskaldunon Egunkaria.
"No estamos ante un ataque contra un medio de comunicación que se identifica con una ideología concreta. Se está agrediendo la parte supuestamente más débil de toda una ideología de nación. Por tanto, el ataque a un medio portavoz de parte de la ciudadanía es una agresión al conjunto del país", consideró. Por ello todas las personas nacionalistas y aquellas que se consideren demócratas o simplemente conserven todavía un poco de dignidad tienen que sentir que es contra ellos ese ataque. "Se trata de una tropelía".
De su lado, el abogado Artemio Zarco y el ex preso Mitxel Sarasketa dieron lectura en euskera y castellano al manifiesto, mientras el periodista Iñaki Berazategi recitó un poema del salvadoreño Roque Dalton.
Los abogados de Gara han denunciado que tras la decisión de la Seguridad Social de reclamar el pago de 5.1 millones de euros por la deuda del grupo Orain, dada a conocer el 22 de junio, hay una decisión política que busca la desaparición del diario.
Destacan en este sentido que Seguridad Social tiene la oportunidad de cobrar la deuda, aun cuando esté recurrida la resolución, lo que permitiría embargar los bienes del periódico. Esto argumentando que existe una "sucesión ideológica" entre el diario que adquirió la deuda y fue cerrado y Gara.
En tanto, se informó que la sala de lo civil y penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco admitió a trámite la querella presentada por la fiscalía contra Arnaldo Otegi, quien fue vocero de la proscrita coalición independentista Batasuna, por llamar "jefe de los torturadores" al monarca español Juan Carlos I.
Las declaraciones por las que la fiscalía se ha querellado se remontan a una rueda de prensa que Otegi realizó en Donostia hace más de cuatro meses, con motivo de la presencia de Juan Carlos I en Bilbao para inaugurar unas instalaciones. Calificó entonces de "patético" que el gobierno vasco "inaugure un proyecto con el rey de los españoles, jefe supremo de las fuerzas armadas españolas y, por tanto, mando último de la Guardia Civil". En esta línea, Otegi calificó al monarca de "jefe de los que han torturado a Torrealdai, a Otamendi y a todos los detenidos", en referencia a los directivos de Egunkaria que fueron arrestados en la operación policiaca que supuso el cierre de este periódico.
Por otro lado, una decena de jóvenes del grupo de Gazte Abertzaleak denunció ayer frente a las oficinas de Correos de Bilbao la presencia de símbolos franquistas en ese edificio. La acción sirvió también para la presentación de un nuevo grupo denominado Desobedientea, que busca promover la desobediencia civil para "conseguir la libertad de nuestro pueblo y los derechos que se nos niegan", explicó Iñaki Sánchez.
Finalmente, un artefacto explosivo colocado por la organización armada vasca ETA estalló la madrugada del domingo en una empresa de transportes de la localidad de Bedia, causando sólo daños materiales, indicó la policía española.