País Vasco: Ibarretxe descarta ejercer la libre determinación unilateralmente
Gara El proyecto de nuevo Estatuto adelantado ayer por Juan José Ibarretxe incorpora en su preámbulo el derecho de los vascos, como pueblo, a decidir su futuro, pero con un matiz fundamental: «Se incorpora el compromiso de no ejercer unilateralmente el derecho de autodeterminación y el reconocimiento explícito de la obligación de abrir un proceso de negociación y pacto con el Estado». Sobre esta clave se sitúa el proyecto que desarrolló el lehendakari ante una gran expectación. El reconocimiento de la nacionalidad vasca o el Poder Judicial propio aparecen como puntos más llamativos.
Juan José Ibarretxe dio ayer un nuevo paso con su propuesta de nuevo Estatuto con el Estado español presentando en el Parlamento las bases y varias concreciones del texto que se aprobará el 25 de octubre. La piedra angular del mismo se puede encontrar en la «declaración política» inicial, que establece que los ciudadanos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, «en el ejercicio de nuestra voluntad democrática y del respeto y actuali- zación de nuestros derechos históricos recogidos en el Estatuto y en la Constitución», manifiestan su voluntad de formalizar un «pacto político de con- vivencia» con el Estado español «basado en la libre asociación».
El proyecto de Juan José Ibarretxe apuntala esta idea con otra que extrae de la sentencia del Tribunal Supremo de Canadá, emitida para el conflicto de Quebec y «que interpreta el derecho internacional vigente», según Lakua. El proyecto de Estatuto incorpora así «el compromiso de no ejercer unilateralmente el derecho de autodeterminación» y reconoce como obligatorio «abrir un proceso de negociación y pacto con el Estado español».
La aceptación de Euskal Herria y de la autodeterminación ocupan el «preámbulo» del texto avanzado ayer, en el que se remarca la existencia de un pueblo asentado en siete territorios, y se recuerda que el derecho a decidir ya fue aprobado en Gasteiz en 1990 y que es reconocido internacionalmente, entre otras normas, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Político. En la práctica, sin embargo, el proyecto delimita la soberanía y la comparte con el Estado español. En su concreción, el proyecto se ajusta a algunas filtraciones conocidas en las últimas semanas. Uno de los aspectos más llamativos es el compromiso de reconocer la nacionalidad vasca, pero compartida con la española y sólo para los ciudadanos que vivan en Araba, Biz- kaia y Gipuzkoa o para los vascos de la diáspora que hayan tenido ahí su anterior residencia.
Por lo que respecta a las relaciones con el resto de herrialdes, se apuesta por «establecer vínculos políticos y relaciones internas a nivel municipal y territorial» con Nafarroa, sin trabas legales por parte del Estado. En este punto, Ibarretxe criticó la previsión de «incorporación» de este herrialde a la CAV a través de la Disposición Transitoria de la Constitución: «Si decidimos construir proyectos políticos o estructuras políticas conjuntas, será única y exclusivamente porque así lo habremos decidido, primero cada uno en su casa y, después, todos juntos», resumió.
Destaca también la apuesta por un Poder Judicial propio. Según explicó el lehendakari, este esquema incluiría las actuales competencias de la Audiencia Nacional, al tiempo que sí se reconocería la capacidad del Tribunal Constitucional español para asuntos de derechos fundamentales y la del Supremo para «unificación de doctrina» y «conocimiento de los conflictos de competencias».
En el ámbito competencial, la iniciativa de Ibarretxe supone un avance, pero deja al Estado español, además de las atribuciones en Defensa, moneda o relaciones internacionales, la capacidad de seguir legislando en múltiples campos, como el penal y el penitenciario.
Plantea además, como remate, articular un sistema de garantías para que nadie pueda modificar unilateralmente el pacto, lo que incluiría la creación de una «Comisión Euskadi-Estado» que gestionaría el reparto de competencias.
Llamamientos
Ibarretxe al PP
«Por favor, les pido que sean coherentes. Si lo que pretenden es cercenar nuestro autogobierno, no lo hagan por la 'puerta de atrás'. Lo que deben hacer es plantear con claridad una modificación del Estatuto» Al PSOE «Deseo saludar con respeto la iniciativa del PSOE como aportación al diálogo.
Sólo le pido el mismo respeto y consideración hacia nuestra propuesta» A la izquierda abertzale «No se queden en el recurso demagógico y fácil del 'no'. Sean valientes y presenten su alternativa, tienen la legitimidad de 143.139 votos»