Jorge Caballero
La Jornada
El músico vasco conversó con La Jornada minutos antes de su concierto con Manu Chao en Barcelona
De un humor singular, el músico vasco Fermín Muguruza, a escasos 90 minutos de actuar con Manu Chao en un concierto en la ciudad de Barcelona, que dará fin a la gira conjunta Jai Alai/ Katgumbi Express, dice en entrevista telefónica: "Esto ya se está convirtiendo en la serie a la cacería de Muguruza, porque ayer (viernes) en la noche se hizo una petición al fiscal del Estado para que impidiera a toda costa que actuara en el concierto de hoy (sábado); pero ya estoy acá, listo para cantar. No sabíamos qué iba a pasar, no sabíamos qué iba a hacer la ultraderecha más descarnada para impedirnos tocar".

Como se recordará, en el transcurso de la semana las provincias de Murcia y Málaga cancelaron tres recitales de Manu Chao por negarse a excluir al ex Kortatu Muguruza de los conciertos.

Sobre la lectura que le da a esta censura, el músico vasco agrega: "Manu y yo pensamos que como comenzamos la gira en lugares pequeños y salas chicas, de alguna manera el tremendo miedo que tiene esa derecha fanfarrona, arrogante, fascista y encima asesina, porque ellos son los que han ido a Irak a matar civiles y a promover la guerra... el miedo que tienen es que mientras no salgas del gueto no se preocupan, no les importa demasiado, pero después salimos a Europa y comenzamos a hacer conciertos multitudinarios; e iniciamos la marcha por el Estado español, haciendo tres conciertos multitudinarios en Pamplona, con 14 mil personas cada uno; en Vigo, 25 mil personas, y llegamos a Madrid a llenar la plaza de toros la cubierta de Carabanchel con 16 mil personas; es cuando reaccionaron porque se convirtió, aparte de una fiesta artística y cultural impresionante, en un encuentro de músicos que llevamos un montón de años por la carretera, haciendo colaboraciones y tocando con nuestras bandas; ahora además hemos formado una en la que Manu y yo somos los cantantes, es algo único y que mucha gente esperaba''.

Muguruza agrega: ''Además, este encuentro creativo y musical se convierte en una plataforma para levantar nuestra voz en contra del Partido Popular, le señalamos con el dedo la catástrofe ecológica del Prestige, denunciamos (a Aznar) como colaborador terrorista de George W. Bush, Berlusconi y Tony Blair por participar en la guerra contra Irak, denunciamos además que toda política sobre el País Vasco sea solamente echar gasolina al fuego cerrando periódicos, intentando acallar voces disidentes y ahora cancelando conciertos a músicos. La lectura es que en Madrid gritamos constantemente '¡Madrid resiste!, ¡Madrid resiste!' Seguramente a esa gente de la ultraderecha le dolió mucho, porque nos paramos en el corazón de la bestia. Al día siguiente reaccionaron y dijeron que yo no podía tocar en ningún sitio".

-Parece que esa ultraderecha no sabe diferenciar entre un independentista y un apologista del terrorismo.

-Para ellos es absolutamente lo mismo, de hecho en el más reciente comunicado que han emitido dicen que soy un cantante etarra porque pertenezco a Batasuna; todo el espectro social del País Vasco, el 20 por ciento que está representado por Batasuna, todos somos de la ETA, todos somos terroristas. Pero bueno, no soy la única víctima de la ultraderecha, está ocurriendo en Estados Unidos con la gente que se oponía a la guerra, ya sea Michael Moore por hacer Masacre en Columbine o Susan Sarandon, una de las oponentes más activas; pero ha ocurrido en todas las partes del mundo. Es el regreso del macartismo, pero aquí lo conocemos muy bien con Francisco Franco, cuando estuvo ilegalizado el Partido Populista y todos los partidos vascos; actualmente, una vez que han caído todas las máscaras, esa ultraderecha es tan descarnada que subvenciona a la Fundación Francisco Franco con dinero del Estado español.

-¿Cómo has pasado estos días? ¿Qué muestras de solidaridad has recibido?

-Estamos muy contentos porque las muestras de solidaridad han sido tan grandes que eso te ayuda a caminar para adelante, te sientes parte de todo ese calor humano que la gente te demuestra en la calle, por supuesto del País Vasco pero en toda Catalunya, de todo el Estado español, de Francia y de México, con todo eso que ha publicado La Jornada, nos animó muchísimo.

-¿Qué hay de cierto en que en cada concierto donde te paras hay desmadre?

-En todos los conciertos la gente baila y disfruta de la música, en ningún momento hay incidentes. Es falso eso de que cuando aparezco hay incidentes entre el público del concierto.

-¿Piensas que esta persecución es un síntoma del momento político que vive España?

-Es de los tiempos que corren en todo el mundo. Esto ya me pasó en México por apoyar a los zapatistas: estuvimos expulsados y con la prohibición de entrar a México durante dos años, a una tierra donde tengo tantos amigos y compañeros; también me pasó el año anterior en Palestina, donde estuve con un grupo de resistencia civil, donde pudimos romper el cerco que tenía el ejército israelí en el palacio presidencial de Arafat, entramos llevando medicinas y nos expulsó el gobierno de Sharon. Entonces es normal que el Estado español cada vez que estemos en algún sitio donde digamos lo que pensamos, mostrándonos como somos, esto va a seguir ocurriendo, pero también es un momento donde hay un montón de voces que critican esas posturas. Nos prohibirán cantar, pero seguiremos ejerciendo nuestro derecho a expresarnos de la manera que sea y cada vez que podamos.

Total apoyo en Barcelona

-¿Cómo está el ambiente en Barcelona?

-Hay una sensación de indignación terrible entre toda la gente, estamos recibiendo muchas muestras de solidaridad. Hoy mismo acaba de salir un comunicado que ha firmado un montón de gente del mundo del cine, como Fernando León de Aranoa, escritores como Vázquez Montalbán... se está moviendo un montón de gente que ha cambiado el texto de Bertolt Brecht: "Primero fueron por los de Batasuna, pero como no soy de Batasuna no dije nada; después cerraron el periódico Egunkaria, pero como no leía en euskera no dije nada; después fueron por Fermín Muguruza, pero como yo quería ver a Manu Chao pues no protesté", creo que es lo que comenta la gente. Tengo que reconocer que aquí, pese a que es un ayuntamiento del Partido Socialista Catalán, ha venido la alcaldesa a saludarme y a darnos su apoyo, diciendo que toquemos y nos olvidemos de lo demás. Esas son las cosas que te animan, y parece que esta izquierda que estaba adormecida, prácticamente noqueada, pues quizás reaccione de alguna manera, esperemos. Aquí hay un calor humano muy fuerte, en el Metro la gente me saluda, dice "vamos Fermín", es muy emocionante.

-¿Cómo has sorteado esta resistencia en todos estos años?

-Cuando estás convencido de defender con dignidad las cosas en las que crees te da mucha fuerza moral, hay que echar para adelante. En el País Vasco existe mucha gente que resiste y da mucho calor a la gente que estamos en la lucha, esto te da mucha fuerza; además, el hecho de que no pudiera crecer con la lengua de mis padres y que después la aprendiera, entonces cuando canto en euskera me doy cuenta que a través de mi voz están cantando todos mis antepasados vascos que mantuvieron la lengua viva; esto para mí es importante, me da fuerza, es algo superior que me lleva para adelante. Por último, conocer gente de otros países que está en la resistencia y luchando por que otro mundo sea posible, un mundo donde quepan muchos mundos, como dice Marcos, todo esto me da aire para seguir haciendo música y resistiendo.

-¿Qué mensaje les darías a estos grupos que te censuran?

-Que están completamente equivocados, que a través de la educación vamos a romper sus cadenas de ignorancia e intolerancia.