18 de junio del 2003
Dinero y negocios éticos: Financiación solidaria en el País Vasco
Adriana Pérez Pesce
Noticias Positivas
Rezikleta, Emaús, Keima y Landare son sólo algunas de las asociaciones
que han sido financiadas a través de préstamos solidarios, en
el marco de Reas Euskalerría, una asociación que tiene como objetivo
invertir sus recursos en "iniciativas y proyectos que favorezcan el desarrollo
de unas relaciones humanas y económicas solidarias".
"Nuestra propuesta es la creación de un servicio complementario, inicialmente,
a la oferta financiera convencional, pero sin renunciar a ser un servicio totalmente
alternativo a largo plazo", expresa Reas Euskalerría. Este servicio no
renuncia a los principios de rentabilidad, seguridad y liquidez necesarios para
la propia supervivencia, pero sus métodos obedecen a principios de rentabilidad
social, solidaridad y respeto por las prioridades de inversión de los
ahorradores.
La primera experiencia de Reas Euskalerría se inició en 1994 con
la emisión de préstamos solidarios por valor de 500 mil pesetas
para la Ecomensajería Oraintxe, de Pamplona. Más tarde, se crea
un Fondo Solidario para poder avalar económicamente las emisiones de
préstamos, multiplicar la confianza de la sociedad, y poder devolver
el dinero, aún en el caso de que algún proyecto fracase. Además,
con la reciente creación del Fondo Solidario de Garantía, Reas
busca abordar una serie de cuestiones básicas para el desarrollo de útiles
financieros alternativos.
Las funciones de Reas Euskalerría son:
- Receptora de las iniciativas económicas que necesiten financiación;
- Analiza el cumplimiento con las características de la Carta Solidaria,
basada en seis principios: igualdad, empleo, medioambiente, cooperación,
sin carácter lucrativo, y compromiso con el entorno; - Revisa la viabilidad
del proyecto; - Apoya a los proyectos de nueva creación en su iniciación
y seguimiento, y asesora también a empresas que ya estén en funcionamiento;
- Realiza campañas de promoción para dar a conocer esta alternativa
a todos los sectores sensibles que opten por dar un sentido solidario a su dinero;
- Se encarga de realizar un seguimiento de cada proyecto para asegurar la devolución
de los préstamos recibidos.
En este marco, nace en 1990 Rezikleta en Basauri (Bizkaia) como Asociación
para la promoción de la ecología social, con tres objetivos: en
el ámbito social, como plataforma de inserción para personas con
dificultades de adaptación social; en el laboral, como estructura económica
capaz de crear puestos de trabajo; y en el ecológico, en la defensa del
medio ambiente, a través de la recuperación y el reciclaje de
residuos sólidos urbanos.
Algunas de las actividades que Rezikleta ha llevado adelante son la recogida
selectiva de enseres como muebles, electrodomésticos, ropa, y libros,
de personas que quieren deshacerse de ellos, o por medio de convenios con municipios.
Asimismo, cuentan con una red de tiendas para la comercialización de
productos recuperados y ecológicos; y realizan la recogida selectiva
de papel y cartón usado, a través de contenedores instalados en
la vía pública.
Asimismo, Emaús tiene tres propósitos: en la acción solidaria,
promueve la inserción social y laboral en igualdad de condiciones de
hombres y mujeres; en la ecológica, busca prolongar la vida útil
de una parte de la basura; y en la acción económica, impulsa la
creación de empleo para las personas más desfavorecidas.
Keima, en tanto, es una empresa de servicios que nace como resultado de un programa
de empleo y formación subvencionado en 1999 por el Gobierno Vasco y gestionado
por la asociación Gaztaroa-Sartu.
Esta asociación ofrece servicios -tanto en castellano como en euskera-
de ocio, medio ambiente y animación.
Por su parte, Landare es una asociación de consumidores de productos
ecológicos que asumen un cambio a la hora de realizar sus compras. Sus
objetivos son: proporcionar a las personas asociadas alimentos ecológicos
garantizados y productos que respeten el medio ambiente; contribuir a la consolidación
de una red de comercialización de productos agrícolas y ganaderos
ecológicos y de comercio justo; fomentar el consumo consciente y responsable;
y poner en contacto a las personas que producen y a las que consumen.