Joseba Alvarez (parlamentario de la Izquierda Independentista Vasca )

Las elecciones municipales y regionales del 25 de mayo que se acaban de celebrar en el País Vasco (Sur) se han caracterizado por su evidente desarrollo antidemocrático.
El gobierno del Partido Popular ha intentado por todos los medios condenar al ostracismo más duro a la izquierda independentista vasca: ilegalización de Batasuna, detención de los miembros ejecutivos de la institución intercomunal Udalbiltza, suspensión legal de las candidaturas populares (avaladas por más de 88.000 ciudadanos y ciudadanas), requisición de las papeletas de voto por la policía, prohibición de los mítines, manifestaciones y de la propaganda política.
Además, por medio de esta ilegalización, la izquierda abertzale ha sido marginada de todos los debates electorales oficiales.
Pero a pesar de ello, por encima del boicot mediático, por encima de la dificultad de distribuir y encontrar las papeletas de voto, por encima de la tentación alimentada por los ultra-nacionalistas españoles y los regionalistas vascos en torno al voto util, 168.000 ciudadanos y ciudadanas han depositado su voto en las urnas en favor de las candidaturas populares ilegalizadas.
A pesar de saber que el voto que emitían sería contabilizado oficialmente como nulo, 168.000 personas, es decir el 11% de la populación han defendido la opción política de izquierdas y de la autodeterminación.
Ha sido un verdadero acto de desobediencia civil masiva en la que 168.000 personas han reafirmado su determinación por vivir en una sociedad realmente democrática en donde todas las expresiones políticas de todos y todas las ciudadanas del País Vasco así como la defensa de sus proyectos estuvieran totalmente garantizados.
¿Como se pueden considerarse legítimas estas elecciones ? ¿A caso se ha podido votar en libertad ? La apuesta realizada por la izquierda abertzale no hace sino subrayar el carácter absurdo y arbitrario de las medidas político judiciales antidemocráticas a los que se ve sometida la ciudadanía vasca.
En espera de conocer los resultados definitivos propuestos por la Comisión de Garantías y de las instituciones oficiales para realizar un análisis en profundiad sobre la situación creada después de las elecciones, hacemos un llamamiento a todas las formaciones políticas que defienden la democracia para que respeten la voluntad popular expresada en las urnas y, en ese sentido, rechacen las reglas partidistas impuestad por Madrid.