Mikel JAUREGI

DONOSTIA

Horas después de haberse iniciado el vasto operativo llevado a cabo por las policías española y francesa, el ministro de Interior español, Angel Acebes, declaró ante la prensa que estaba dirigido contra «el aparato de captación e infraestructura» de ETA y aseguró que con los 34 arrestos practicados «se impide la reorganización de la estructura de apoyo» a la organización armada.
Mientras las autoridades francesas se mantenían en silencio respecto a la operación coordinada por el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, y la «juez antiterrorista» parisina Laurence Le Vert, las españolas, como es habitual en estos casos, comparecieron ante la prensa para ofrecer los pormenores de la mis- ma y felicitarse por los resultados. «Es un golpe muy duro que impide la reorganización del aparato de apoyo a los comandos», repitió una y otra vez Acebes en una rueda de prensa ofrecida en la sede del Ministerio de Interior.
Tras calificar el operativo ­que se inició sobre la medianoche y se prolongó hasta el amanecer­ como «un mensaje muy claro» a quienes pudieran estar «en proceso de captación» por parte de ETA, precisó que tratan de ejemplificar que «todos serán detenidos y se les aplicará la legislación que tenemos vigente en materia de lucha contra el terrorismo. Y ésta será una constante», recalcó.
También señaló que los detenidos ­curiosamente, los hay de todos los herrialdes­ «ya tenían asignadas tareas dentro del aparato de apoyo». Entre ellas citó la captación de nuevos miembros, labores de infraestructura y la elaboración de informes «para facilitar la labor de los comandos operativos».
Por otra parte, fuentes policiales citadas por la agencia Europa Press destacaron que entre los arrestados, «además de tareas encomendadas, hay otra distinción: la jerárquica». Así, indicaron que entre ellos hay «jefes en diferentes tareas», «captadores», «captados» y personas a las que se habría ofrecido entrar a formar parte de ETA y que «en una primera cita se habrían negado».
Además de los 34 arrestos ­32 realizados en Euskal Herria, uno en la provincia de Zaragoza y otro más en Burdeos­, los 350 agentes españoles y franceses que participaron en la operación llevaron a cabo 38 registros en los que, según Acebes, «se ha incautado numerosa documentación». Reconoció, no obstante, que no se encontraron ni armas ni explosivos.
De cara a realizar la operación, que ha sido la que ha arrojado un mayor saldo de detenidos de las dirigidas por el juez Garzón, tanto éste como Le Vert contactaron para hacer coincidir los arrestos, según destacaron fuentes policiales. «Ha sido fruto de comisiones rogatorias cruzadas entre ambos magistrados», precisaron.
Respecto a la labor policial que ha desembocado en este amplio operativo, el director general de la Policía española, Agustín Díaz de Mera, negó que «se deba en exclusiva» a documentación supuestamente aprehendida a Ibon Fernández Iradi, detenido en Ahurti el 19 de diciembre de 2002 y que dos días después huyó de la comisaría de Baiona. De hecho, aseguró que parte de la operación emana de papeles presuntamente incautados a Lorena Somoza Chamizo, arrestada aquel mismo día en una localidad francesa, ya que «en la documentación intervenida apare-cían los hoy detenidos con sus identidades y domicilios».