País Vasco: 30.000 detenidos por motivos políticos desde el año 1968
Gara Decenas de miles de personas han estado o están directamente afectadas por el conflicto político que sufre Euskal Herria. Todas tienen un hueco en la publicación «Un mapa (incompleto) del sufrimiento», del periodista Sabino Ormazabal. Por citar un dato que no se había recopilado hasta la fecha, unas 30.000 personas han sido detenidas desde 1968.
El Instituto Manuel Robles-Arangiz ha publicado un libro, titulado «Un mapa (inacabado) del sufrimiento» y que ha sido escrito por el periodista Sabino Ormazabal, en el cual se ofrece «una recopilación abierta de datos sobre la violencia, las violaciones de derechos humanos, las agresiones a las libertades y el padecimiento de las víctimas generado con ocasión del conflicto vasco».
Este trabajo fue presentado ayer en un acto al que, además del propio autor, asistieron el presidente y el director del Instituto Manuel Robles-Arangiz, Germán Kortabarria y Fernando Iraeta, respectivamente.
A lo largo de sus once capítulos el libro recoge datos sobre el número de víctimas mortales, de personas secuestradas o hechas desaparecer, amenazadas, extorsionadas, de aquellas que sufren recortes de libertades democráticas, así como acerca de las torturas, las detenciones, los encarcelados y los exiliados o deportados.
El propio Ormazabal realizó un somero repaso acerca de las cifras referentes a los últimos 35 años: «1.150 muertos, casi 6.000 heridos, 5.300 denuncias de torturas, más de 30.000 detenidos 10.000 de ellos en manifestaciones... Actualmente hay 680 presos. Ha habido 53 secuestrados por ETA, tres militantes siguen desaparecidos, hay 3.000 refugiadosŠ».
Para la realización del trabajo se han usado diversas fuentes, «a veces contradictorias», por lo que los números son en algunos casos aproximativos. A todo ello cabe sumar otros «recortes de libertades» caso de las ilegalizaciones de partidos políticos y plataformas electorales, las inhabilitaciones de cargos municipales, los ataques a periodistas y el cierre de medios de comunicación, o las multas 1.000 millones de pesetas entre 1994 y diciembre de 2000 por participar en manifestaciones.
A través de estos datos, la pretensión del autor es la de «realizar una aportación para humanizar el conflicto, ya que es necesario reconocer el sufrimiento del otro». De esta forma, indicó que «la enumeración cuantitativa de víctimas y sufrimientos sólo tiene sentido si nos acerca a la realidad y sirve para ponernos en los seres humanos que hay tras las cifras».
Germán Kortabarria, quien además de presidir el Instituto Robles-Arangiz es secretario de Comunicación de ELA, destacó la importancia de «socializar el sufrimiento como punto de partida para la solución del conflicto». En este sentido, explicó que «no se trata de extender ese sufrimiento a todas las personas, sino crear en todas ellas la conciencia de que hay mucha gente que sufre y de que hay que mostrarse solidarios». Kortabarria denunció que «en muchas ocasiones se utiliza a las víctimas». «Un punto de partida que recoja todos los sufrimientos».
Ormazabal destacó que son cuatro los objetivos que persigue con la publicación de este «mapa del sufrimiento».
En primer lugar, contribuir a «la toma de conciencia del sufrimiento padecido en nuestro país». Asimismo, contribuir «a la solidaridad activa con todas las víctimas, al reconocimiento público del sufrimiento padecido por todas las víctimas y sus familias, y a la humanización de comportamientos y actitudes para la paz y la reconstrucción de la convivencia».
18.721 detenidos, 4.200 encarcelados, 5.300 denuncias de tortura
Nada menos que 18.721 personas han sido detenidas en Euskal Herria entre 1977 y 2002 por motivos políticos. Mas de 4.200 han pasado por la cárcel y 5.300 han denunciado torturas.
Son cifras impresionantes. Los números oficiales del sufrimiento causado por el conflicto político hacen referencia siempre a los 806 muertos en atentados de ETA y los Comandos Autónomos, a los 2.000 heridos en esas mismas acciones o a un número nunca científicamente cuantificado de amenazados o personas que han abandonado el país por temor a ETA. Pero en pocos lugares figuran los 339 muertos por actuaciones policiales, los 9 fallecidos en la cárcel o las 4 víctimas mortales de la tortura. También se esconden los 3.093 heridos por actuaciones policiales o los millones de pesetas que cuestan cada año las multas por ejercer derechos como el de manifestación.
Sabino Ormazabal ha recogido unos y otros datos en un libro editado por la Fundación Manu Robles-Arangiz. La fuerza de las cifras no reside en su utilización para hacer comparaciones, sino en su utilidad para ofrecer una radiografía más exacta del país y de las magnitudes del conflicto. No se trata, por tanto, de contraponer unos número con otros, sino de que el peso de la información oficial no haga olvidar algunas realidades impresionantes, como que desde 1977 se ha detenido a una media de más de dos personas al día y cada dos días una ha ido a la cárcel y otra ha denunciado torturas.