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Crisis de la deuda y globalizacion a final del siglo XX
Eric Toussaint
(autor de " Deuda externa en el tercer Mundo : Las finanzas contra
los pueblos ",
Editorial Nueva Sociedad –Caracas-/CADTM –Bruselas-, 1998).
La crisis que estalló el año 1997 en Asia, comovio a Rusia
en el verano 1998 y que ahora sacude a países de América Latina
es una crisis que revela los límites del actual modelo neoliberal.
La crisis que empezó desde el verano de 1997 a sacudir el sureste asiático,
en particular Tailandia, Indonesia, Filipinas y Malasia, revela un aspecto complementario
de los límites del modelo de "desarrollo" fundado en los bajos salarios,
en la apertura de la economía, en un crecimiento dependiendo de las exportaciones
dejando al lado el mercado interior. Este modelo se acompaña de una tendencia
permanente al crecimiento del déficit del balance corriente. Este último
alcanzó un monto considerable, del mismo orden que la que había
registrado en México antes de la crisis del peso de 1994. En los dos
casos, la explicación nos retorna a una asimetría fundamental:
las importaciones crecen más rápido que las exportaciones, por
la relación de dependencia mantenida que conduce a importar una buena
parte de bienes de inversión y de bienes de consumo de los ricos. Las
exportaciones no progresan más que en función de la capacidad
de mantener los salarios en un nivel atractivo, teniendo en cuenta la competencia
con las filiales descrita anteriormente. El crecimiento puede ser muy fuerte,
pero supone una distorsión continua de la estructura socioeconómica.
La liberalización total de las entradas y salidas de capitales permite
una huida masiva y brutal de una gran cantidad de capitales que buscan bajo
otros cielos una ganancia inmediata o que quieren encontrar un lugar más
seguro. La huida de capitales aumenta las necesidades inmediatas de divisas
por parte de las autoridades públicas y las empresas nacionales de los
países que sufren la crisis. El endeudamiento crece muy rápidamente.
El mundo se aproxima hoy a un período de recesión.
El posible detonante de un nuevo crack mundial será una eventual crisis
financiera y de liquidez de los grandes bancos, fondos de pensiones y seguros
multinacionales que invirtieron tanto en los fondos especulativos (hedge funds)
como el Long Term Capital Management (que se habria quebrado a finales de septiembre
98 sin la intervencion de los mayores bancos multinacionales bajo los auspicios
de la Reserva federal de EEUU) como en las privatizaciones de América
Latina o en sus titulos de deuda externa, en los titulos de la deuda de Rusia,
en los productos derivados, en la fiebre bursatil de los mercados financieros
del Norte.
Brasil, México, Argentina y Venezuela, las mayores economías de
la región, entran en una nueva crisis económica, su deuda externa
vuelve a ser impagable. La de todos los paises latino americanos tambien.
En la "periferia del mundo" -considerando a América del Norte, Europa
y Japón como el centro de poder-, donde vive 85 por ciento de la población,
hay una nueva crisis de deuda externa, a la cual se añade esta vez otra
crisis de la deuda interna. En el caso de Brasil, la deuda externa es de 200
mil millones de dólares, mientras que la interna es de 300 mil millones,
y se pagan altas tasas para atraer capitales.
Una devaluación en Brasil y Argentina provocaría una crisis no
sólo de sus deudas externas, sino también de las internas, porque
mediante diversos mecanismos como coberturas cambiarias, están ligadas
a la evolución de la paridad con la divisa estadounidense.
Con el libro " Deuda externa en el Tercer Mundo : Las Finanzas contra
los pueblos " (Nueva Sociedad –Caracas-/CADTM –Bruselas-, 1998), se trata
de buscar herramienta para entender el porque de esta nueva crisis de la deuda
externa dentro del marco de la globalizacion neoliberal.
Trataré en seguida de sintetisar una parte del libro retomando unas de
las tesis que lo sustentan.
Las premisas de la crisis de la deuda que estallo en la decada 1980 y la globalizacion
neoliberal
Existe una relación estrecha entre la crisis del endeudamiento de los
países del Tercer Mundo (así como la del ex-bloque de Europa oriental),
por una parte, y las primeras etapas de la desregulación de los mercados
financieros (segunda mitad de los años 60), por otra parte.
El endeudamiento del Tercer Mundo se desarrolló fundamentalmente a partir
de la segunda mitad de los años 60 hasta la finalización de los
70, porque los bancos privados, el Banco Mundial, los gobiernos del Norte (principalmente
por créditos para la exportación) practicaron una política
activa de préstamos a baja tasa de interés, incluso con una tasa
de interés negativa. Para los países del Sur, era entonces muy
interesante adquirir préstamos por esta época, en tanto que los
ingresos por exportaciones siguieran creciendo (alza de precios de los productos
exportados por el Sur). Los gobiernos del Norte favorecieron el endeudamiento
del Sur como forma de encontrar salida para los productos del Norte. Los bancos
privados, por su lado, disponían de una masa considerable de capitales
en depósito que buscaban colocar, incluso asumiendo riesgos.
La crisis que estalló en 1982
La crisis del endeudamiento del Tercer Mundo que estalló en 1982, fue
debido al efecto conjugado del alza súbita de las tasas de interés
decidida por la Reserva Federal de los Estados Unidos a finales de 1979 (Según
S. Edwards "en el caso de América Latina, la tasa de interés
real pasó de un promedio de -3,4% (tasa negativa), entre 1970 y 1980,
a una tasa de + 19,9% en 1981, +27,5% en 1982 y + 17,4% en 1983" – in Edwards,
1997, Crisis y Reforma en America latina, Emece Editores, Buenos Aires, p. 35
-. Sebastián Edwards tuvo el cargo de economista en jefe de la sección
económica del BM para América Latina hasta 1996), de la caída
de los ingresos por exportaciones -lo cual entrañó un déficit
comercial para los países del Sur- y de la suspensión de los préstamos
bancarios.
La gestion de la crisis de la deuda de los ochenta
La crisis del endeudamiento del Tercer Mundo fue gestionada tanto por los gobiernos
del Norte como del Sur y por las instituciones financieras internacionales multilaterales
(FMI, Banco Mundial) y privadas (grandes bancos privados) de manera de hacer
entrar en un ciclo de dependencia agudizada a aquellos países del Tercer
Mundo y de Europa Oriental que habían adquirido una verdadera fortaleza
industrial, incluso financiera. En cuanto a los países menos desarrollados
del Tercer Mundo que no habían conocido un proceso acumulativo de industrialización,
su subordinación a los intereses de los principales países industrializados
fue acentuada.
Los acreedores internacionales, el FMI, el BM, el Club de París -que
reagrupa a gobernantes acreedores del Norte - y el Club de Londres -que reúne
a los bancos privados acreedores del Norte - dictan sus condiciones a los países
endeudados.
Los planes de ajustes estructurales constituyen una herramienta para domesticar
los países del Tercer Mundo y del este europeo. La lógica de estos
planes se exporta hacia los países del Norte donde se someten a los planes
de austeridad.
Sus efectos son en general desastrosos y han acelerado en algunos casos crisis
sociales dramáticas desembocando en el recrudecimiento de conflictos
étnicos y religiosos, hasta incluso en el estallido de Estados. La lista
ya es larga y el número de muertos, enorme: Somalia, ex-Yugoslavia, Argelia,
Ruanda... Los planes de ajuste estructural no constituyen el factor determinante
de estas crisis pero sí representan un potente catalizador.
Pago de la deuda = bombeo de la riqueza producida por los asalariados y pequenos
productores hacia los detentores de capitales
El reembolso de la deuda externa e interna es un formidable mecanismo de bombeo
de las riquezas creadas (o de una parte de ellas: el sobreproducto) por los
asalariados y los pequeños productores de países del Tercer Mundo
(y del ex-bloque de Europa del Este) hacia los poseedores nacionales de capitales
(los capitalistas del Sur y de Europa del Este) y hacia los capitalistas del
Norte. No se trata de un simple drenaje de riquezas de la Periferia hacia el
Centro. Es preciso aplicar un análisis de clase al fenómeno y
ver que forma parte de la ofensiva generalizada del Capital contra el Trabajo
mencionada anteriormente. Esta ofensiva procura restablecer de manera duradera,
la tasa de ganancia de los capitalistas; la "rentabilidad de las empresas" como
dicen éstos últimos.
Otros mecanismos de subordinación de los pueblos y los Estados de la
Periferia en relación al Centro
El sistema de endeudamiento se añade a otros mecanismos de subordinación
de los pueblos y los Estados de la Periferia en relación al Centro, simbolizado
por el Grupo de los 7 países más industrializados (G7). Entre
otros mecanismos de subordinación, citemos: el intercambio comercial
desigual, que se expresa por la degradación de los términos de
intercambio en detrimento del Sur; el control del comercio mundial por las multinacionales
y los países capitalistas industrializados; la dominación militar
de las potencias del Norte; la fuga de capitales del Sur hacia el Norte; la
repatriación de los beneficios por las multinacionales del Norte implantadas
en el Sur; la fuga de "cerebros" del Sur hacia el Norte; las barreras proteccionistas
desplegadas por el Norte contra las mercancías del Sur; las restricciones
a la libre circulación y establecimiento de ciudadanos del Sur en países
del Norte.
La deuda pública interna de los Estados del Sur está en pleno
crecimiento, en particular en América Latina y en Asia. El pago de ella
representa igualmente un mecanismo de transferencia de una parte del sobreproducto
hacia los poseedores de capitales.
El Banco Mundial y el FMI
El Banco Mundial y el FMI son instituciones controladas por las principales
potencias del Centro capitalista. Ellos intervienen todos los días en
la vida política de los países endeudados para determinar las
grandes orientaciones de las políticas seguidas por las autoridades del
Sur (y del Este europeo).
Disponen de un medio de chantaje muy eficaz: si las autoridades no reembolsan
según las condiciones dictadas por el FMI, el Banco Mundial, los Clubes
de París y Londres, se cortan las líneas de créditos. En
este caso la amenaza es grande y puede parar toda fuente de financiación
externa.
En realidad el Tercer Mundo ya pago
El Tercer Mundo ha pagado ampliamente la deuda contraída antes de la
alza de los tipos de interés en los primeros años de la década
de los 80, no siendo en absoluto responsable de esta situación.
A pesar de ello, la deuda del Tercer Mundo se ha triplicado desde la crisis
del 82 ya que tuvo que pedir más para poder pagar los intereses más
elevados.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) indica
que la transferencia neta (ver léxico) de capitales de América
Latina hacia el Norte alcanzó entre 1983 y 1991 mas de 200 mil millones
de dólares. Los países de América Latina han transferido
entonces a los acreedores del Norte sumas colosales. Entre 1982 y 1996, América
Latina pagó por servicio de la deuda 739.900 millones de dólares.
Los ingresos reales por exportaciones de los países del Tercer Mundo
disminuyen (aún cuando el volumen de las exportaciones aumentan) ya que
los términos de intercambio entre los países del Sur y los países
del Norte evolucionan en detrimento de los primeros.
Del plan Brady a la " titularizacion "
Los rasgos de la deuda externa de los más grandes deudores del Tercer
Mundo de los años 80 (México, Brasil, Argentina), han sido modificados
en provecho de los bancos privados del Norte con la complicidad de los gobiernos
de los países deudores. Para alcanzar este objetivo, se necesitó
la intervención conjunta de las autoridades de Estados Unidos (plan Baker,
plan Brady), del cartel de los bancos privados acreedores (el Club de Londres),
del FMI y del BM. Se protegieron de los malos pagadores, beneficiando así
en la mayor parte de los países del Norte, exenciones o reducciones de
impuestos para una parte de créditos considerados como dudodos. Desde
el inicio de los 90, los bancos privados del Norte, cuando otorgan préstamos
lo hacen a corto plazo y a altas tasas de interés. Además, otros
actores financieros (Fondos de Pensiones, Mutual Funds, Sociedades Aseguradoras...)
adquieren sobre todo títulos o bonos de deuda emitidos por los principales
deudores actuales (México, Brasil, Argentina, Turquía) bajo la
garantía del Estado. Este fenómeno es llamado "titularización"
(nota 1) de la deuda. Permite a los actores financieros privados a desprenderse
muy rápidamente de títulos de deuda en cuanto algún riesgo
se presente o cuando juzguen que una inversión puede ser más rentable
en otra rama de actividad o en otro país.
Esta evolución del conjunto debilita la posición de los países
endeudados ya que los títulos o bonos que emiten pueden ser fácilmente
revendidos. De un día para otro pueden encontrarse incapaces de conseguir
las importantes sumas necesarias para el pago de su deuda o para asegurar el
equilibrio de la Balanza de Pagos. La crisis mexicana de diciembre de 1994,
la de Asia de 1997-98 (el tercer deudor más grande del mundo), la de
Brasil a final de 1998 lo demuestran.
Crisis del sistema
La inestabilidad creciente del sistema financiero mundial se acrecienta por
la facilidad que tienen los actores financieros para comprar títulos
y deshacerse de ellos cuando lo juzgan necesario. Cuando todos los capitalistas
quieren deshacerse de los titulos empieza una crisis financiera internacional.
Unas grandes multinacionales financieras del Norte pueden entrar en bancarota.
La crisis es sistémica no sólo por la desregulación. Estamos
ante una crisis de sobreproducción que además se manifiesta en
la excesiva cantidad de capitales sin posibilidad de colocación. Es que
la ofensiva fue de tal magnitud que la capacidad de compra de los asalariados
y pequeños productores, a nivel mundial, ha bajado tanto en los últimos
quince años que las mismas empresas multinacionales no logran vender
sus mercancías cuando la mayoría de la población no tiene
sus necesidades básicas satisfechas.
El FMI no hace regalos
La crisis financiera de agosto de 1997 que tocó a los "4 tigres" del
sudeste asiático, Tailandia, pero también a Filipinas e Indonesia
-(sometidos cada uno a los ataques de los actores financieros que han especulado
contra las monedas de estos países), y luego, por expansión de
la onda de choque, Hong Kong, Corea y Brasil, constituye un indicador de más
de esta inestabilidad sistémica. Como en la crisis mexicana de 1994,
se necesitó la intervención del FMI para intentar limitar los
estragos. Pero el FMI no hace regalos, realiza préstamos con prima de
riesgo aumentando así el peso de la deuda externa de los países
destinatarios y favoreciendo su dominio sobre ellos.
Forma de endeudamiento externo de los países más pobres
La forma de endeudamiento externo de los países más pobres ha
igualmente cambiado. Los bancos privados no están más interesados
a prestarle. Los principales acreedores son los Estados del Norte (deuda bilateral)
y las instituciones financieras internacionales (FMI, BM y sus colegas continentales:
El Banco Africano para el Desarrollo -BAD-, El Banco Interamericano para el
Desarrollo -BID). La mayor parte de los pagos efectuados por los países
más endeudados va a las instituciones financieras internacionales, que
reciben más dinero del que prestan. Estos países endeudados deben
destinar una parte creciente de la Ayuda Pública al Desarrollo que ellos
reciben para pagar su deuda multilateral (es decir, lo que se debe al FMI y
al BM). El colmo, es que una parte de los préstamos acordados por el
IDA (una de las ramas del BM -ver léxico) se utiliza inmediatamente para
pagar al BIRD (la rama principal del BM -ver léxico) y al FMI. Lo que
sale de una ventanilla del grupo BM se destina oficialmente a mejorar la situación
de pueblos de los países endeudados, vuelve al BM por otra ventanilla
vía el reembolso de la deuda externa. Generalmente, estos montantes no
salen de Washington donde se encuentra la sede del IDA/BIRD (=BM) y del FMI
(capítulo 14). Además, la Ayuda Pública al Desarrollo (APD)
está cayendo en picado, austeridad presupuestaria del Norte lo exige.
Frente a las numerosas críticas que encuentra por parte de movimientos
sociales del Norte y del Sur, el BM decidió mejorar su imagen financiando
con préstamos proyectos de salud, de educación, de saneamiento
y depuración de las aguas servidas,... Los beneficiarios de los préstamos
son cada vez más autoridades locales y organismos no gubernamentales
(ONG). Es más, el BM ha puesto en práctica a partir de 1996 un
programa de alivio de la deuda de los países más pobres y más
endeudados. Este programa se ha beneficiado de una amplia campaña mediática.
Se trata de hacer sostenible el pago del servicio de 41 países eventualmente
incluidos en el plan. Según el PNUD, la suma que el BM y el FMI esperan
reunir es inferior al costo de un sólo ejemplar del nuevo avión
bombardero de USA, llamado furtivo. Para tener otro elemento de comparación,
esa cifra equivale más o menos al costo de construcción de Euro-Disney
en la región parisina (Informe anual PNUD, 1997, p.103). Esta nueva política
ha encontrado un éxito real de parte de algunas ONG del Norte y del Sur,
de los gobiernos del Sur implicados y de los medios de comunicación.
Sin embargo estas medidas no aportan ninguna solución válida a
los problemas de endeudamiento y de austeridad drástica a los cuáles
son sometidos los presupuestos sociales de los países endeudados.
America latina : gestion de la crisis de la deuda
"La tasa de pobreza disminuyó en los años 50 y más rápidamente
lo hizo todavía en los años 1960-70. Los años 80 han sido
desastrosos. En los años 90, sólo algunos países han registrado
una disminución de la pobreza (Chile, Colombia)" (PNUD, 1997, p. 37).
"Privatizar para
ser eficiente es teóricamente tan lógico como decir: hay que poner
el horno al sol para calentar el pan" (Ugarteche, 1997, p. 21).
En 1993-1994, casi todos
los cronistas financieros así como más de un economista de renombre
daría fe a las propuestas autosatisfechas del Banco Mundial y del FMI
concernientes a la gran reactivación económica en América
Latina : importantes masas de capitales volvián hacia los países
de América Latina (como también lo hicieron en junio de 1997 respecto
a los "tigres" del Sudeste asiático aunque la crisis había hecho
su debut en abril de 1997). Esto ponía un aparente punto final a la década
perdida, la de los 80. Pero en verdad, este flujo de inversiones era (y son)
volátil. Fueron atraídos por dos cosas principalmente: una política
de tasas de interés muy elevada practicada por los buenos alumnos del
FMI (Brasil, México, Argentina,...) y una ola de privatizaciones sin
precedentes (empresas vendidas por un bocado de pan). Como no se agarran las
moscas con vinagre, los gobiernos preocupados por atraer capitales han tenido
el cuidado de acordar amnistías fiscales a todos sus capitalistas que
se dignaran en repatriar los capitales que habían colocado en el extranjero.
Toda esta masa de capitales a la búsqueda de ganancias jugosas no tenía
ninguna – o muy poca - intención de reactivar la economía de sus
países invirtiendo dinero fresco en empresas públicas compradas
baratas. Durante este tiempo, el déficit de la balanza comercial mexicana
se agudizaba. Ello cortó la confianza de los invérsionistas privados
y los condujo a ir sacando progresivamente su dinero en 1994. Las acciones compradas
en la bolsa fueron revendidas. De manera esquemática, esto fue lo que
pasó en México. Para intentar evitar que tal aventura suceda,
los gobiernos brasileño y argentino practican una política agresiva
de altas tasas de interés con lo que pretenden impedir la partida de
capitales hacia otros cielos. Las autoridades mexicanas hacen el mismo.
Estatización de las deudas privadas, privatización de las empresas,
depresión del mercado interno y dependencia creciente respecto al capital
extranjero
Cuando los gobiernos han estatizado la deuda privada, ello se hizo con el más
grande provecho de los capitalistas locales, que no contentos con hacer ganancias
substanciales, exportaron la mayor parte de sus capitales hacia los mercados
financieros del Norte.
Esto no es todo: como el Estado se encargó de las deudas de las empresas
privadas, ellas sacaron provecho de la operación usando el capital que
les quedó disponible para comprar las empresas públicas progresivamente
privatizadas a partir de la segunda mitad de los años 80.
Algunos países, México y Argentina por ejemplo, han privatizado
mucho mas que otros: Brasil y Venezuela no han encarado privatizaciones a gran
escala hasta el período 1996-1997.
Como mencioné mas arriba, desde el inicio de los años 1980, la
mayoría de las autoridades del continente practican una política
de interés real elevado de forma de poder atraer capitales extranjeros
o de convencer a los capitalistas locales de repatriar una parte de los capitales
que habían llevado al Norte. El precio de esta política es altísimo:
los pequeños y medianos productores locales, sin hablar de los hogares,
no han podido acceder al crédito y una recesión de la producción
para el mercado interno se hace presente.
El crecimiento es sostenido para las exportaciones, por una parte, y para las
importaciones para satisfacer las necesidades de los capitalistas y las clases
medias elevadas. Las altas tasas de interés real practicadas en el interior
de la mayoría de los países de América Latina conducen
a los poderes públicos nacionales y a los administradores o entidades
locales a pedir a los capitalistas locales empréstitos a precios fuertes
para pagar la deuda externa y la deuda pública interna que poseen estos
mismo capitalistas o capitalistas de centros imperialistos.
El problema fundamental, es que esta política no desemboca en un proceso
de desarrollo acumulativo en el curso del cual estos países reducen la
distancia que los separan de las potencias industriales del Norte. El desequilibrio
comercial se acentúa a pesar de las declaraciones optimistas de los gobiernos.
Esto nos vuelve a la estructura de las exportaciones de los países de
América Latina hacia el mercado mundial. A pesar de la industrialización
alcanzada, estos países están todavía muy lejos atrás
de los países del Norte. Según Oscar Ugarteche, habría
habido en los últimos años una "reprimarización" de las
exportaciones de América Latina. Con respecto al período anterior,
América Latina exporta proporcionalmente mas productos de poco valor
agregado (Ugarteche, 1997). Simultáneamente, las industrias que producen
para el mercado nacional se estancan o retroceden sean que queden bajo control
nacional o sean vendidas al capital extranjero. El arribo de capital extranjero
implica raramente inversiones que aumenten a la vez la producción y el
empleo.
Nuevo ciclo de endeudamiento para América latina
América Latina se encuentra en un nuevo ciclo de endeudamiento desde
el inicio de los años 90 ya que la apertura neoliberal a los capitales
extranjeros a encontrado un éxito real. Los poseedores de capitales del
Norte están de nuevo interesados a colocar una parte de su líquido
en forma de títulos o comprando acciones en la bolsa (inversiones de
portafolios) ¿El precio de esta política para el continente? : la venta
de empresas estratégicas, la dependencia agudizada con relación
a los capitales volátiles y un déficit estructural de la balanza
comercial que de nuevo ha alcanzado a final de los 90 el nivel de 1980-81 justo
antes de la eclosión de la precedente crisis de la deuda.
Comparto este juicio de Oscar Ugarteche : "Virtualmente todos los países
de América Latina han aplicado políticas de ajuste estructural
basadas en la teoría neoclásica de la perfección de los
mercados y la distorsión de éstos por el Estado. El modo como
vino a ocurrir este cambio de sentido común, del desarrollo liderado
por el Estado al desarrollo dirigido por el mercado, es directamente atribuible
a presiónes de los organismos internacionales (...). La evidencia muestra
que las políticas de apertura han resultado en déficits crecientes
de la balanza en cuenta corriente que son cubiertos en parte con capitales de
corto plazo, inversiones en Bolsa y créditos de corto plazo; y en parte,
por capitales de largo plazo atraídos por las privatizaciones, centralmente.
No hay evidencia aún de que la tasa de inversión real se recupere
como fruto de las inversiones extranjeras que son cuantiosas. Los créditos
de largo plazo exitentes son básicamente para el sector privado, no habiendo
una recuperación sustantiva de los créditos al sector público
(...). Las críticas al modelo neoclásico implementado en la región
son de diverso corte pero, en esencia, la cuestión del Estado está
en el centro .Mientras no se reconsidere la función del Estado y se deje
al mercado la delimitación de la marcha económica,es posible que
permanezcan inciertos los niveles de producción actuales. Una lógica
perversa está en marcha. (...) La liberalización se promueve en
una economía mundial que no es particularmente liberal, pero que es uniformemente
capitalista, con mercados todavía dominados por transnacionales (...).
El proceso de transnacionalización del capital regresa a America Latina
en la década del 90, a través de las privatizaciones y de los
préstamos al sector privado, siendo el sector público el que paga
su deuda para permitirle al sector privado endeudarse.. (...) No hay economiá
que pueda desarrollarse sin una consolidación del mercado interno y esto
es fruto de mayores niveles de equdad que el modelo neoclósico ni siquiera
toma en consideración" (Ugarteche, 1997, p. 145 a 147).
Tras la crisis del 29, catorce países latinoamericanos dejaron de pagar
la deuda y eso posibilitó el proceso de industrialización hacia
el mercado interno. ¿Qué está impidiendo que los deudores hagan
un frente común para anular la deuda?
En los años treinta el debilitamiento de los países imperialistas
era más fuerte que en los ochenta, y los países latinoamericanos
aprovecharon esa debilidad. En los ochenta, Estados Unidos había aprendido
la lección e inmediatamente propuso una forma de financiación
de la deuda a través del plan Baker y luego del plan Brady. Estaba, además,
en plena ofensiva mundial tras sus derrotas en Vietnam, Irán y Nicaragua
para afirmarse como principal potencia económica y militar. Pero, sobre
todo, hubo una gran complicidad de los gobernantes del Tercer Mundo ya que promovieron
la socialización de la deuda a través de la responsabilización
del Estado de toda la deuda, pública y privada. Las dictaduras militares
de América
Latina jugaron un papel en el desvío de los préstamos a cuentas
bancarias del Norte, o sea que una parte del dinero ni siquiera llegó
al destino y se quedó en los bancos del Norte. El país se empobrece
pero la clase capitalista se enriquece y el personal político también
se enriquece a través de la corrupción.
Fue entonces que
surgieron los planes de ajuste estructural.
Pasan a aplicarse planes de ajuste privatizando empresas públicas. El
Estado pierde margen de maniobra económica pero la clase política
se enriquece. La corrupción y el divorcio de la clase dominante de sus
pueblos impiden que haya un frente para el no pago de la deuda porque además
se entregaron ejes de la soberanía nacional.
Lo curioso para la izquierda es que en los años sesenta y setenta había
un radicalismo contra la burguesía nacional que contrasta con la situación
actual, porque ahora tenemos una crisis mucho más profunda que en los
ochenta. Surge un nuevo reto para la izquierda latinoamericana que debería
llevarla a reactualizar la propuesta de Fidel Castro de 1985 (un frente continental
en favor del no pago de la deuda) completandola con politicas nacionales incluyendo :
la aplicación de impuestos progresivos a los ingresos y el patrimonio,
un mayor gasto social que genere empleos, controles a los movimientos de capitales
y acciones conjuntas, reforma agraria radical.
Volviendo al proceso de globalizacion en su conjunto
Desde la década de los 80, se asiste en el ámbito mundial a un
empobrecimiento masivo como resultado de políticas deliberadas bajo el
nombre de "neo-liberalismo". La mayoria de poblacion mundial vive peor que hace
20 anos.
La mundialización/globalización va a la par de una ofensiva planetaria
del Capital contra el Trabajo de los asalariados y de los pequeños productores.
La globalización es inseparable de la desregulación de los mercados
de capitales decididos por los gobiernos de las principales potencias económicas
y por las instituciones financieras multilaterales (Banco Mundial, FMI, Banco
de Pagos Internacionales) que están a su servicio.
La riqueza es producida por el trabajo humano y la naturaleza. Una parte creciente
del sobreproducto del trabajo humano es desviado hacia la esfera financiera
por los poseedores de capitales que invierten una fracción decreciente
de este sobreproducto en la esfera productiva. Este proceso no es que no tenga
fin, sino que sólo lo tendrá gracias a la acción de los
oprimidos, a riesgo de no hacerlo de recaer en crisis financieras (crash) cada
vez mas frecuentes y de amplitud multiplicada.
La globalización implica una financierización creciente
de la economía de todos los países del planeta, al punto que algunos
autores hablan de una "tiranía" de los mercados financieros que reduce
enormemente el margen de maniobra de las políticas gubernamentales. Pero
atención, no se puede deducir de esto que se llegó a un punto
de no retorno. Los mercados financieros pueden ser nuevamente disciplinados
si el poder político lo decide.
La globalización no es un proceso puramente económico. Las políticas
llevadas a cabo por un número creciente de gobiernos que han seguido
la vía abierta por la administración Reagan y el gobierno de Thatcher,
en el inicio de los 80, la han acelerado poderosamente. Ellos han reducido deliberadamente
la posibilidad de intervención de los poderes públicos.
Luego de 20 años de políticas neoliberales, el crecimiento económico
no ha alcanzado el nivel de las tres décadas que siguieron a la segunda
guerra mundial. El desarrollo no está solamente retardado sino que implica,
en el cuadro neoliberal, un aumento de las desigualdades tanto al interior de
cada país como entre los países del Centro y de la Periferia.
El desempleo del Norte no es debido al traslado masivo de centros de producción
del Norte hacia el Sur y el este europeo. Es interesante citar los claros resultados
de un trabajo de fondo que es el objeto de dos documentos de trabajo del muy
serio NBER (National Bureau of Economic Research, 1997). La base del trabajo
está asentada en un enorme panel de multinacionales de USA con sus filiales,
estudiadas durante diez años, de 1983 a 1992. El reemplazo del empleo
de las casas matrices de los países industrializados por el empleo en
sus filiales implantadas en el Tercer Mundo es marginal. Por el contrario, existe
una fuerte substitución entre las diferentes filiales. Los autores notan
que "el desarrollo de la inversión en países como Brasil amenaza
mucho menos el empleo en las casas matrices de los Estados Unidos que el empleo
en las filiales de países en desarrollo de Asia". En segunda instancia,
los minuciosos económetros comparan las diferentes filiales entre ellas
y amplían este resultado, para mostrar que "las actividades de las filiales
en los países en desarrollo son más complementarias que sustitutas
con las de filiales de los países desarrollados". Aún entre filiales
nos encontramos con la misma idea, la de la competencia entre trabajadores de
diferentes filiales, pero entre filiales pertenecientes a países comparables
desde el punto de vista de la calificación del trabajo. Nike nos da una
ilustración práctica a este estudio. Uno de sus principales subcontratistas
en Indonesia aprobó en 1996 un aumento del 10,7% a sus salarios. Esto
preocupa a un portavoz de Nike que se pregunta si Indonesia no está en
tren de "transformarse en muy cara con relación al mercado". Misma cuestión
respecto a Vietnam, donde el grupo despidió a 447 asalariados sobre un
total de 6.000: ellos tuvieron la osadía de luchar por un aumento salarial
que les permitiera sobrepasar el salario mínimo de U$S 45 por mes (Le
Monde, 24 de junio de 1997).
La globalización en curso implica una recolocación de las inversiones,
de la producción y del intercambio en los tres polos principales en el
plano industrial, financiero, comercial y militar: la tríada América
del Norte-Europa Occidental-Japón.
El Tercer Mundo y el ex-bloque del Este son marginalizados, con algunas excepciones.
En el interior de estas dos regiones del mundo, que abarcan el 85% de la población
mundial, se asiste asimismo a una marginalización creciente de la mayoría
de la población, concentrada en las regiones más pobres.
En los países del Norte, una minoría creciente es excluida de
la actividad productiva y vive gracias a los mecanismos de solidaridad colectiva
conquistados por la lucha de las oprimidas/dos a lo largo del siglo XX (Sistema
de Seguridad Social).
La globalización implica a la vez, en la fase actual, una apertura
de fronteras a los movimientos de capitales y un cierre de fronteras
de los países industrializados contra los pobladores del Tercer Mundo
y del ex-bloque llamado socialista.
La mundialización/globalización acelera el movimiento de concentración
de los capitales en manos de algunos centenares de empresas. El poder de las
multinacionales se agranda y converge en una situación de oligopolio.
No obstante es preciso no exagerar el proceso. La competencia entre las multinacionales
es vigorosa, lo que les impide constituirse en una suerte de cartel mundial.
Además, como indicación de los límites de la mundialización/globalización,
las multinacionales no se han emancipado de los Estados. Como regla general,
ellas se apoyan en el Estado del país del cual son originarias.
Es necesario procesar un nuevo giro que coloque la satisfacción de las
necesidades humanas en el centro de las políticas aplicadas. En este
sentido, es preciso tomar medidas contra los detentores de capitales. Los oprimidos/das
pueden transformarse en actores de un cambio revolucionario. La mundialización
no es una barrera infranqueable y aquellos que afirman que sí lo es,
deberían pensar que son ellos los que pueden ser sobrepasados por la
realidad o derumbados por los oprimidos.
Frente a la Globalizacion neoliberal, hace falta globalizar las respuestas
El pensamiento neoliberal desarrolla la noción de ineluctabilidad: el
sistema que está, debe ser porque él está; la mundialización/globalización
tal y como ella se desenvuelve es insoslayable, y todos y todas deben ajustarse
a ello.
Se sume así en el misticismo y el fatalismo. No obstante, una mirada
atenta sobre la historia, demuestra la incongruencia de la idea de "irreversibilidad".
Pongamos el ejemplo del dominio financiero. A comienzos del siglo XX, la libertad
de los movimientos de capitales asegurada por el patrón oro, y la libertad
de cambios garantizada por los tratados de comercio e inversiones, parecían
irreversibles. La primera guerra mundial vino a barrer con todo esto. En los
años 20, la potencia de los mercados financieros parecía tan irreversible
como lo pretende ser actualmente. El crack de 1929 y la larga crisis que lo
siguió, han obligado a los gobiernos a supervisar estrechamente las actividades
bancarias y financieras. Al finalizar la segunda guerra mundial, los gobiernos
de los principales países capitalistas vencedores se pusieron de acuerdo
para dotarse de instrumentos de control financiero a nivel internacional, el
FMI tenía fundamentalmente por objetivo velar por este control (su artículo
VI lo estipula explícitamente). Varios gobiernos de Europa Occidental
emprendieron a partir de 1945, bajo la presión del mundo del trabajo,
amplios programas de nacionalizaciones, incluyendo a bancos.
Las certidumbres teóricas neoliberales manifestadas hoy día no
valen apenas más que las de los liberales o conservadores en el poder
en los años 1920 antes del crack financiero. El fracaso económico
y el desastre social provocados por los neoliberales de hoy podrían desembocar
en nuevos grandes cambios políticos y sociales. La mundialización
no es un bulldozer que aplasta todo a su paso: las fuerzas de resistencia son
reales y vivas. La mundialización está lejos de haber logrado
un sistema económico coherente: las contradicciones en el seno de la
Tríada son múltiples (contradicciones entre potencias imperialistas,
contradicción entre empresas, descontento social, crisis de legitimidad
de los regímenes en el poder, criminalización del comportamiento
de los grandes actores económicos). Es más, las contradicciones
entre el Centro y la Periferia se refuerzan ya que la dinámica actual
de la mundialización es excluyente. Los pueblos de la Periferia constituyen
más del 85% de la población mundial: los que creen que van a dejarse
marginar sin reaccionar cometen una gran equivocación, como los gobiernos
que en los años 40 y 50, creían todavía en la estabilidad
de sus dominios coloniales en Africa y en gran parte de Asia. Finalmente en
el interior de la Periferia, las autoridades que aceptan la vía neoliberal
pierden progresivamente elementos de legitimidad (ver lo de Indonesia en 1998).
En general, las clases dominantes en estos países no tienen muchas perspectivas
de progreso que ofrecer a la gran masa de la población.
¿Por qué excluir que el descontento social se exprese de nuevo a través
de proyectos emancipadores? No hay que dar por sentado que el descontento social
deba tomar la vía de lo "étnico" o religioso. En medio de situaciones
tan dramáticas como las de Argelia, Ruanda, Indonesia, fuerzas significativas
actúan con un proyecto progresista.
No hay ni fatalidad económica ni situación política que
no pueda modificarse bajo la acción de las fuerzas sociales.
Hoy todas las respuestas a la globalización son fragmentadas a pesar
del fracaso del modelo neoliberal. Quizá lo positivo es que en los países
centrales hay una radicalización
evidente. En comparación con el período de Reagan, cuando logró
desarticular al movimiento obrero, ahora hay triunfos como en el correo privado
ups y General Motors, pero sobre todo impresiona la simpatía social que
despiertan esas luchas, así como la reactivación de los movimientos
sociales en Europa, sobre todo en Francia. Asistimos a una respuesta de sectores
sociales que logran algunos resultados en base a una nueva alianza entre trabajadores
sindicalizados y desocupados, sin techo, indocumentados, antirracistas, movimientos
feministas y ecologistas. Para los que pertenecemos a la generación del
68 aparecen nuevos actores que convergen con sectores del Tercer Mundo y los
excluidos del primero. Demandan desde la anulación de la deuda externa
hasta la solución de los problemas de los sectores marginalizados. Tal
vez sea el comienzo de un cambio.
En el presente una alternativa debe comprender diferentes dimensiones:
Pistas para algunas alternativas
Presentamos algunas alternativas para el debate. Algunas propuestas que se encontrarán en esta última parte son planteadas por movimientos sociales de diferentes países. Son producto de su reflexión o el resultado de trabajos realizados en instituciones internacionales de investigación. Lo que reunimos aquí no constituye ni un programa exhaustivo, ni un conjunto para tomar o dejar. Son propuestas, pistas. A lo mejor son condiciones necesarias pero no suficientes. Se trata de contribuir a la preparación de un debate inprescindible sobre las alternativasLas mujeres son las primeras
víctimas de las políticas de austeridad, tanto en el Sur como
en el Norte. Ya oprimidas en la sociedad patriarcal, ellas sufren de lleno los
ataques al nivel del empleo, de los ingresos, de los derechos adquiridos. Ello
restringe aún más su participación en la vida económica,
social y política. Sin embargo su actividad es tal que ignorar la dimensión
femenina significa negar toda idea de desarrollo. El Informe 1995 del PNUD estima
en 16 billones de dólares ( o sea 16.000.000.000.000 dolares) la actividad
humana que no está evaluada en función salarial (o sea cerca del
70% de la producción mundial, oficialmente estimada en 23 billones de
dólares).
De esta suma, 11 billones de dólares corresponden a la contribución
"invisible" de las mujeres. Reconocer este aporte, y sobre todo, inscribirlo
en las relaciones sociales reales entre los hombres y las mujeres está
todavía por realizarse. En los siglos XIX y XX, en los países
industrializados, las mujeres lucharon para conquistar sus derechos y reducir
la distancia que les separa de la igualdad con los hombres. En momentos en que
el Banco Mundial juega con la promoción de las mujeres para utilizarlas
como vector del capitalismo, es muy importante que las mujeres del Sur y del
Norte se emancipen según su propia agenda.
Quién puede poner en marcha las medidas necesarias para alcanzar estos
objetivos prioritarios ?
François Chesnais tiene razón cuando escribe: "Con formas que
habrá que inventar y que integren todas las lecciones de este siglo,
es difícil de ver como la humanidad podrá evitar tomar medidas
de expropiación del capital. Puede ser, una vez más, que subestimemos
la flexibilidad del modo dominante así como la capacidad de los que lo
gobiernan. Puede ser que los acontecimientos nuevamente nos quiten la razón.
Pero dudamos, por ejemplo que los Estados del G7 restablezcan próximamente
su control sobre los mercados financieros y los sometan a una regulación
estricta, que se pronuncien por la anulación de la deuda del Tercer Mundo
y del Cuarto Mundo, o que las empresas de la mayor parte de los países
de la OCDE aceptarán por el simple efecto de la persuasión intelectual
pasar a la semana de 35 o 30 horas,... Es entonces a la discusión con
"los de abajo" y con todos los que se identifican con ellos que este libro quiere
contribuir" (Chesnais, La Mondialisation du Capital, edition Syros, paris,
1994).
En lo que concierne al FMI y al Banco Mundial, ¿son estas instituciones reformables?
Es legítimo dudarlo. ¿No deberían ser reemplazadas por otros organismos
que aseguren la regulación de las transferencias de capitales, ofreciendo
créditos a bajo interés sin ligarlos a una condicionalidad monetarista,
neoliberal, devolviendo a los países de la periferia una parte de lo
que se les ha robado? ¿No tendría la humanidad que dotarse de instituciones
internacionales mediante las cuales los pueblos se reconozcan verdaderamente?
Instituciones donde los mandatarios nacionales podrían debatir de manera
pública (con retransmisiones radiales y televisivas) las cuestiones centrales
de la humanidad? Instituciones donde no sería el peso del PNB o la fuerza
militar de algunos países -cuando no de un país- los que determinen
las decisiones?
Cómo financiar la satisfacción de las necesidades sociales a nivel
mundial ?
A nivel de todo el Tercer Mundo
La anulación de la deuda
La deuda externa del Tercer Mundo en su globalidad se eleva a 1.940 mil millones
de dólares a fines del año 95 (OCDE, 1996). Esta cifra, a primera
vista impresionante, representa menos del 10% de todas las deudas contraídas
a nivel mundial. Esta cifra está todavía más relativizada
cuando se tiene en cuenta que implica al 85% de la población mundial.
El Norte industrial con su 15% de la población está mucho más
endeudado que el Tercer Mundo.
Respecto a Africa Subsahariana, la demostración es aún más
explícita: su deuda representa solamente el 1% de todas de las deudas
contratadas en dólares y en monedas fuertes en el mundo, aunque su población
-590 millones de habitantes- representa más del 10% de la población
mundial. Por el contrario, el peso que el pago de esta deuda representa en sufrimientos
para las poblaciones locales, es ciertamente el más pesado del planeta.
El servicio de la deuda que Africa Subsahariana paga anualmente representa mas
de cuatro veces el conjunto de los presupuestos de la salud y la educación
de los países en cuestión.
La anulación de la deuda, de Africa Subsahariana en particular, no representaría
entonces ningún riesgo para la economía mundial. Rehusar anularla
equivale rehusar dar asistencia a un pueblo en riesgo de muerte.
Mas generalmente, se podría anular enteramente la deuda del Tercer Mundo.
Ya fue reembolsada bajo distintas formas.
La expropiación de los haberes adquiridos robando al pueblo y depositados
en el exterior por los capitalistas
En 1995, la deuda
externa de America latina y el Caribe llegaba a 529 mil milones de dolares mientras
que los depositos en el estranjero perteneciendo a ciudadanos latino-americanos
se elevaba a 366 mil milones de dolares. Estos depositos equivalian entonces
a mas de dos tercios de la deuda externa. Cual parte de estos depositos son
producto del desvio del dinero de la deuda, del robo de los bienes nacionales,
del comercio de drogas, de armas?
Vista la importancia de los depósitos en el extranjero de los poseedores
de capitales del Sur que se enriquecieron sobre las espaldas del pueblo por
el robo puro y simple y/o por la fuga organizada de sus capitales, es necesario
realizar un catastro de las fortunas poseídas en el país y en
el extranjero. Esto implica que las autoridades de cada país, bajo presión
de los movimientos sociales, tomen disposiciones legales levantando el secreto
bancario tanto en el plano nacional como en el internacional.
Que enseguida de obtenido esto, se envíen requisitorias ante los bancos
extranjeros privados e informaciones necesarias sobre la identidad de estos
poseedores de capitales y sobre las sumas en cuestión a fin de estimar
las multas fiscales, las que volverán a las cajas del Estado las partidas
que de facto les son debidas.
Como los poseedores de capitales en el extranjero son propietarios de fondos
en su país de origen, estos fondos pueden ser secuestrados en tanto las
multas no sean pagadas. Si ellas no lo son, una parte de los bienes en el país
podrían ya ser recuperados y transferidos al dominio público.
De la misma forma, para calcular el impuesto excepcional sobre la fortuna (otra
medida que no hay que confundir con la multa), habría que tomar en cuenta
los fondos establecidos en el extranjero.
Es preciso que los haberes mal adquiridos, depositados en el extranjero por
los capitalistas y sus amigos gobernantes sean devueltos a sus pueblos y sirvan
de un fondo de desarrollo controlado democráticamente por las organizaciones
populares.
En el plano mundial
El impuesto sobre la fortuna propuesto por la CNUCED
La CNUCED propone, en su informe de 1995, imponer un importante impuesto único
y no renovable sobre la riqueza para reducir los déficits presupuestarios.
El impuesto sobre el patrimonio representa una tasa sobre la fortuna de los
poseedores de capitales y debería ser aplicado en todo el mundo.
Finanza internacional.
La propuesta Tobin de tasar las transacciones internacionales
James Tobin, ex- consejero de J.F. Kennedy, economista keynesiano, premio Nobel
de economía en 1981, demostró que el monto de movimientos de capitales
realizados tiene fines puramente especulativos y equivalen diariamente más
del 90% de las transacciones financieras internacionales. En 1995, según
el BPI, estas transacciones cotidianas llegaban a 1.400 mil millones de dólares.
Se calcula que una tasa del 0,5% sobre estas transacciones especulativas reportaría
el primer año de su puesta en escena más de 1,8 billones de dólares
(la medida no puede ser recurrente ya que tiene un efecto disuasivo). Esta demostración
permite comprender que es posible encontrar dinero aplicando una medida de simple
justicia social. Esta medida presenta otras ventajas : frena la especulación,
refuerza la autonomía de las políticas monetarias nacionales.
Otras prioridades y temas
a debatir
La dimensión ecológica
La crítica de las actividades del Banco Mundial y del FMI pone en evidencia
los desastres ecológicos que han contribuido a provocar, a niveles local
y mundial. Toda alternativa seria debe incluir la dimensión ecológica.
Se nos dice ahora que el único crecimiento que vale es el del consumo
y/o producción. Un mundo ecológicamente viable implica al contrario
una disociación entre el crecimiento del consumo mercantil y una mejora
en la calidad de vida. Es aberrante que la gestión de los Fondos para
el Medio Ambiente (FMA) haya sido atribuida, luego de la conferencia de Río
en 1992, al Banco Mundial. Las consecuencias negativas de esta decisión
fueron inmediatamente visibles. Ningún progreso serio fue realizado en
la realización de los objetivos fijados por la conferencia de Río:
la evaluación que tuvo lugar en New York en julio 1997 confirmó
los enormes obstaculos existentes fundamentalmente por parte de los Estados
Unidos.
Derechos de propiedad intelectual
Entre las grandes medidas a tomar, figura también la protección
de los derechos de propiedad intelectual, entre otros los de los campesinos
de los países del Tercer Mundo. Son ellos en efecto, quienes a lo largo
de centenares de años han producido una selección de productos
agrícolas que actualmente les son robados por las multinacionales (Shiva,
1994). No solamente roban el código genético de estos productos
sino que los hacen patentar y exigen en consecuencia retribuciones por el uso
de esos productos.
Productos con alto valor agregado del Sur
En relación a otros tipos de productos, los de alto valor agregado, es
preciso permitir a los países del Tercer Mundo producirlos en toda su
gama. La política de la nueva Organización Mundial del Comercio
va en contra de esta libertad. De hecho, por presión de los Estados Unidos,
por ejemplo multiplica las trabas al desarrollo de la industria farmacéutica
(en India y en Colombia), y de la industria informática (en Brasil).
Los Estados Unidos con su bloqueo a Cuba obstaculizan las exportaciones de productos
farmaceuticos cubanos, que son reconocidos como de alto valor y de alta calidad,
al resto del mundo.
Proteccionismo del Sur, desconexión parcial e intercambio Sur-Sur
Es normal que los países de la Periferia deseen satisfacer las necesidades
prioritarias de sus pueblos y, para hacerlo, realizar un despegue económico
-fundamentalmente industrial- tomando medidas proteccionistas contra el mercado
mundial y los países del Norte en particular. La aplastante mayoría
de las naciones modernas, en un momento clave de su historia, aplicaron medidas
proteccionistas fuertes para preparar o acelerar su despegue económico
(por no mencionar más algunos ejemplos: Gran Bretaña, Estados
Unidos, Japón y más recientemente, Corea del Sur). Una desconexión
parcial es de considerar en este caso. Es necesario volver al debate sobre esta
cuestión que ha sido subestimada bajo la presion de la rapidez del movimiento
de desregulación internacional en las dos últimas décadas.
Se precisa igualmente desarrollar los intercambios y las complementariedades
entre los países del Sur. En suma, se trata de que ellos organicen una
coexistencia entre zonas diferenciadas de manera de evitar la marginación
y el despojo. Esto supone introducir "compuertas", regulaciones, en fin, una
suerte de proteccionismo de forma de no exigir de hoy para mañana que
los pequeños campesinos del Sur sean obligados a pelearse con la hipercompetitividad
de los grandes productores del Norte que además, están subvencionados.
Hay que reivindicar este proteccionismo como herramienta de planificación
de las diferentes zonas de la economía mundial, lo que no supone la autarquía
sino la regulación (estabilización, contratos de intercambios
durante períodos largos, precios garantizados, tasa de interés
desconectadas del mercado, etc.).
El comercio de armas
Pretender que anular la deuda sería una catástrofe para la economía
mundial es pura hipocresía e implica negarse a buscar en otra parte,
a costa de los capitalistas, soluciones de fondo. Sin embargo estas no faltan.
Falta agregar otra sobre la cual se han escrito muchos artículos y hecho
muchas exposiciones: la necesidad de reducir drásticamente el comercio
de armas.
La inmensa mayoría de la producción armamentista es realizada
en los países industrializados del Norte. Estos países, mediante
el otorgamiento de créditos a la exportación, fomentan en los
países del Tercer Mundo la compra de armas a pesar del discurso hipócrita
que pretende lo contrario. Como prueba, los Estados Unidos hacen la corte a
los gobernantes de América Latina para convencerlos de renovar sus armamentos,
fundamentalmente sus flotas aéreas. Reducir de forma drástica
los gastos en armamentos y encaminarse en la vía del desarme integral
permitiría recolectar los enormes dividendos de la paz y repartir el
beneficio entre todos. Esta manera de recuperar fondos para un verdadero desarrollo
acompaña entonces las reivindicaciones por el desarme integral y la reconversión
de las industrias de guerra.
Medidas complementarias indispensables
Las líneas principales de las soluciones se acompañan de
una serie de medidas que contribuyen estrechamente al éxito de las mismas:
NOTAS
"Titularización" (ver Adda, p. 101, t.1, 1996)
Esta noción describe la preponderancia nueva de las emisiones de los
títulos -obligaciones internacionales clásicas emitidas por cuenta
de un prestatario extranjero en la plaza financiera y en la moneda del país
prestador, euro obligaciones liberadas en una moneda diferente a la del lugar
donde ellos son emitidos, acciones internacionales- en la actividad de los mercados.
A lo cual se agrega la transformación de viejos créditos bancarios
en títulos negociables, técnica que permitió a los bancos
acelerar su desprendimiento de créditos respecto de los países
en vía de desarrollo luego de la irrupción de la crisis de la
deuda.
La característica principal de esta lógica de titularización
es la difusión del riesgo que permite. Difusión numérica
en principio, ya que el riesgo de quiebra de los prestatarios cesa al estar
concentrado en un pequeño número de bancos multinacionales con
relaciones estrechas entre ellos. Difusión cualitativa a seguir, ya que
cada uno de los componentes de riesgo que afectean a un título en particular
puede dar lugar a la creación de instrumentos específicos de protección
negociable en un mercado: contratos a término para preservarse del riesgo
de cambios, contratos de tasa de interés para hacer frente al riesgo
de variación de tasas, mercados de opción negociables, etc. Esta
proliferación de instrumentos financieros y de mercados derivados dan
a los mercados internacionales el sego de una feria de riesgos, según
la expresión de Charles Goldfinger