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LISTADO DE DOCUMENTOSEric Toussaint

Crisis de la deuda y globalizacion a final del siglo XX

Eric Toussaint
(autor de " Deuda externa en el tercer Mundo : Las finanzas contra los pueblos ",
Editorial Nueva Sociedad –Caracas-/CADTM –Bruselas-, 1998).
 
La crisis que estalló el año 1997 en Asia, comovio a Rusia en el verano 1998 y que ahora sacude a países de América Latina es una crisis que revela los límites del actual modelo neoliberal.

La crisis que empezó desde el verano de 1997 a sacudir el sureste asiático, en particular Tailandia, Indonesia, Filipinas y Malasia, revela un aspecto complementario de los límites del modelo de "desarrollo" fundado en los bajos salarios, en la apertura de la economía, en un crecimiento dependiendo de las exportaciones dejando al lado el mercado interior. Este modelo se acompaña de una tendencia permanente al crecimiento del déficit del balance corriente. Este último alcanzó un monto considerable, del mismo orden que la que había registrado en México antes de la crisis del peso de 1994. En los dos casos, la explicación nos retorna a una asimetría fundamental: las importaciones crecen más rápido que las exportaciones, por la relación de dependencia mantenida que conduce a importar una buena parte de bienes de inversión y de bienes de consumo de los ricos. Las exportaciones no progresan más que en función de la capacidad de mantener los salarios en un nivel atractivo, teniendo en cuenta la competencia con las filiales descrita anteriormente. El crecimiento puede ser muy fuerte, pero supone una distorsión continua de la estructura socioeconómica. La liberalización total de las entradas y salidas de capitales permite una huida masiva y brutal de una gran cantidad de capitales que buscan bajo otros cielos una ganancia inmediata o que quieren encontrar un lugar más seguro. La huida de capitales aumenta las necesidades inmediatas de divisas por parte de las autoridades públicas y las empresas nacionales de los países que sufren la crisis. El endeudamiento crece muy rápidamente.

El mundo se aproxima hoy a un período de recesión.

El posible detonante de un nuevo crack mundial será una eventual crisis financiera y de liquidez de los grandes bancos, fondos de pensiones y seguros multinacionales que invirtieron tanto en los fondos especulativos (hedge funds) como el Long Term Capital Management (que se habria quebrado a finales de septiembre 98 sin la intervencion de los mayores bancos multinacionales bajo los auspicios de la Reserva federal de EEUU) como en las privatizaciones de América Latina o en sus titulos de deuda externa, en los titulos de la deuda de Rusia, en los productos derivados, en la fiebre bursatil de los mercados financieros del Norte.
Brasil, México, Argentina y Venezuela, las mayores economías de la región, entran en una nueva crisis económica, su deuda externa vuelve a ser impagable. La de todos los paises latino americanos tambien.
En la "periferia del mundo" -considerando a América del Norte, Europa y Japón como el centro de poder-, donde vive 85 por ciento de la población, hay una nueva crisis de deuda externa, a la cual se añade esta vez otra crisis de la deuda interna. En el caso de Brasil, la deuda externa es de 200 mil millones de dólares, mientras que la interna es de 300 mil millones, y se pagan altas tasas para atraer capitales.
Una devaluación en Brasil y Argentina provocaría una crisis no sólo de sus deudas externas, sino también de las internas, porque mediante diversos mecanismos como coberturas cambiarias, están ligadas a la evolución de la paridad con la divisa estadounidense.
Con el libro " Deuda externa en el Tercer Mundo : Las Finanzas contra los pueblos " (Nueva Sociedad –Caracas-/CADTM –Bruselas-, 1998), se trata de buscar herramienta para entender el porque de esta nueva crisis de la deuda externa dentro del marco de la globalizacion neoliberal.
Trataré en seguida de sintetisar una parte del libro retomando unas de las tesis que lo sustentan.

Las premisas de la crisis de la deuda que estallo en la decada 1980 y la globalizacion neoliberal

Existe una relación estrecha entre la crisis del endeudamiento de los países del Tercer Mundo (así como la del ex-bloque de Europa oriental), por una parte, y las primeras etapas de la desregulación de los mercados financieros (segunda mitad de los años 60), por otra parte.
El endeudamiento del Tercer Mundo se desarrolló fundamentalmente a partir de la segunda mitad de los años 60 hasta la finalización de los 70, porque los bancos privados, el Banco Mundial, los gobiernos del Norte (principalmente por créditos para la exportación) practicaron una política activa de préstamos a baja tasa de interés, incluso con una tasa de interés negativa. Para los países del Sur, era entonces muy interesante adquirir préstamos por esta época, en tanto que los ingresos por exportaciones siguieran creciendo (alza de precios de los productos exportados por el Sur). Los gobiernos del Norte favorecieron el endeudamiento del Sur como forma de encontrar salida para los productos del Norte. Los bancos privados, por su lado, disponían de una masa considerable de capitales en depósito que buscaban colocar, incluso asumiendo riesgos.

La crisis que estalló en 1982

La crisis del endeudamiento del Tercer Mundo que estalló en 1982, fue debido al efecto conjugado del alza súbita de las tasas de interés decidida por la Reserva Federal de los Estados Unidos a finales de 1979 (Según S. Edwards "en el caso de América Latina, la tasa de interés real pasó de un promedio de -3,4% (tasa negativa), entre 1970 y 1980, a una tasa de + 19,9% en 1981, +27,5% en 1982 y + 17,4% en 1983" – in Edwards, 1997, Crisis y Reforma en America latina, Emece Editores, Buenos Aires, p. 35 -. Sebastián Edwards tuvo el cargo de economista en jefe de la sección económica del BM para América Latina hasta 1996), de la caída de los ingresos por exportaciones -lo cual entrañó un déficit comercial para los países del Sur- y de la suspensión de los préstamos bancarios.

La gestion de la crisis de la deuda de los ochenta

La crisis del endeudamiento del Tercer Mundo fue gestionada tanto por los gobiernos del Norte como del Sur y por las instituciones financieras internacionales multilaterales (FMI, Banco Mundial) y privadas (grandes bancos privados) de manera de hacer entrar en un ciclo de dependencia agudizada a aquellos países del Tercer Mundo y de Europa Oriental que habían adquirido una verdadera fortaleza industrial, incluso financiera. En cuanto a los países menos desarrollados del Tercer Mundo que no habían conocido un proceso acumulativo de industrialización, su subordinación a los intereses de los principales países industrializados fue acentuada.
Los acreedores internacionales, el FMI, el BM, el Club de París -que reagrupa a gobernantes acreedores del Norte - y el Club de Londres -que reúne a los bancos privados acreedores del Norte - dictan sus condiciones a los países endeudados.
Los planes de ajustes estructurales constituyen una herramienta para domesticar los países del Tercer Mundo y del este europeo. La lógica de estos planes se exporta hacia los países del Norte donde se someten a los planes de austeridad.
Sus efectos son en general desastrosos y han acelerado en algunos casos crisis sociales dramáticas desembocando en el recrudecimiento de conflictos étnicos y religiosos, hasta incluso en el estallido de Estados. La lista ya es larga y el número de muertos, enorme: Somalia, ex-Yugoslavia, Argelia, Ruanda... Los planes de ajuste estructural no constituyen el factor determinante de estas crisis pero sí representan un potente catalizador.

Pago de la deuda = bombeo de la riqueza producida por los asalariados y pequenos productores hacia los detentores de capitales

El reembolso de la deuda externa e interna es un formidable mecanismo de bombeo de las riquezas creadas (o de una parte de ellas: el sobreproducto) por los asalariados y los pequeños productores de países del Tercer Mundo (y del ex-bloque de Europa del Este) hacia los poseedores nacionales de capitales (los capitalistas del Sur y de Europa del Este) y hacia los capitalistas del Norte. No se trata de un simple drenaje de riquezas de la Periferia hacia el Centro. Es preciso aplicar un análisis de clase al fenómeno y ver que forma parte de la ofensiva generalizada del Capital contra el Trabajo mencionada anteriormente. Esta ofensiva procura restablecer de manera duradera, la tasa de ganancia de los capitalistas; la "rentabilidad de las empresas" como dicen éstos últimos.

Otros mecanismos de subordinación de los pueblos y los Estados de la Periferia en relación al Centro

El sistema de endeudamiento se añade a otros mecanismos de subordinación de los pueblos y los Estados de la Periferia en relación al Centro, simbolizado por el Grupo de los 7 países más industrializados (G7). Entre otros mecanismos de subordinación, citemos: el intercambio comercial desigual, que se expresa por la degradación de los términos de intercambio en detrimento del Sur; el control del comercio mundial por las multinacionales y los países capitalistas industrializados; la dominación militar de las potencias del Norte; la fuga de capitales del Sur hacia el Norte; la repatriación de los beneficios por las multinacionales del Norte implantadas en el Sur; la fuga de "cerebros" del Sur hacia el Norte; las barreras proteccionistas desplegadas por el Norte contra las mercancías del Sur; las restricciones a la libre circulación y establecimiento de ciudadanos del Sur en países del Norte.
La deuda pública interna de los Estados del Sur está en pleno crecimiento, en particular en América Latina y en Asia. El pago de ella representa igualmente un mecanismo de transferencia de una parte del sobreproducto hacia los poseedores de capitales.

El Banco Mundial y el FMI

El Banco Mundial y el FMI son instituciones controladas por las principales potencias del Centro capitalista. Ellos intervienen todos los días en la vida política de los países endeudados para determinar las grandes orientaciones de las políticas seguidas por las autoridades del Sur (y del Este europeo).
Disponen de un medio de chantaje muy eficaz: si las autoridades no reembolsan según las condiciones dictadas por el FMI, el Banco Mundial, los Clubes de París y Londres, se cortan las líneas de créditos. En este caso la amenaza es grande y puede parar toda fuente de financiación externa.

En realidad el Tercer Mundo ya pago

El Tercer Mundo ha pagado ampliamente la deuda contraída antes de la alza de los tipos de interés en los primeros años de la década de los 80, no siendo en absoluto responsable de esta situación.
A pesar de ello, la deuda del Tercer Mundo se ha triplicado desde la crisis del 82 ya que tuvo que pedir más para poder pagar los intereses más elevados.
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) indica que la transferencia neta (ver léxico) de capitales de América Latina hacia el Norte alcanzó entre 1983 y 1991 mas de 200 mil millones de dólares. Los países de América Latina han transferido entonces a los acreedores del Norte sumas colosales. Entre 1982 y 1996, América Latina pagó por servicio de la deuda 739.900 millones de dólares.
Los ingresos reales por exportaciones de los países del Tercer Mundo disminuyen (aún cuando el volumen de las exportaciones aumentan) ya que los términos de intercambio entre los países del Sur y los países del Norte evolucionan en detrimento de los primeros.

Del plan Brady a la " titularizacion "

Los rasgos de la deuda externa de los más grandes deudores del Tercer Mundo de los años 80 (México, Brasil, Argentina), han sido modificados en provecho de los bancos privados del Norte con la complicidad de los gobiernos de los países deudores. Para alcanzar este objetivo, se necesitó la intervención conjunta de las autoridades de Estados Unidos (plan Baker, plan Brady), del cartel de los bancos privados acreedores (el Club de Londres), del FMI y del BM. Se protegieron de los malos pagadores, beneficiando así en la mayor parte de los países del Norte, exenciones o reducciones de impuestos para una parte de créditos considerados como dudodos. Desde el inicio de los 90, los bancos privados del Norte, cuando otorgan préstamos lo hacen a corto plazo y a altas tasas de interés. Además, otros actores financieros (Fondos de Pensiones, Mutual Funds, Sociedades Aseguradoras...) adquieren sobre todo títulos o bonos de deuda emitidos por los principales deudores actuales (México, Brasil, Argentina, Turquía) bajo la garantía del Estado. Este fenómeno es llamado "titularización" (nota 1) de la deuda. Permite a los actores financieros privados a desprenderse muy rápidamente de títulos de deuda en cuanto algún riesgo se presente o cuando juzguen que una inversión puede ser más rentable en otra rama de actividad o en otro país.
Esta evolución del conjunto debilita la posición de los países endeudados ya que los títulos o bonos que emiten pueden ser fácilmente revendidos. De un día para otro pueden encontrarse incapaces de conseguir las importantes sumas necesarias para el pago de su deuda o para asegurar el equilibrio de la Balanza de Pagos. La crisis mexicana de diciembre de 1994, la de Asia de 1997-98 (el tercer deudor más grande del mundo), la de Brasil a final de 1998 lo demuestran.

Crisis del sistema

La inestabilidad creciente del sistema financiero mundial se acrecienta por la facilidad que tienen los actores financieros para comprar títulos y deshacerse de ellos cuando lo juzgan necesario. Cuando todos los capitalistas quieren deshacerse de los titulos empieza una crisis financiera internacional. Unas grandes multinacionales financieras del Norte pueden entrar en bancarota.
La crisis es sistémica no sólo por la desregulación. Estamos ante una crisis de sobreproducción que además se manifiesta en la excesiva cantidad de capitales sin posibilidad de colocación. Es que la ofensiva fue de tal magnitud que la capacidad de compra de los asalariados y pequeños productores, a nivel mundial, ha bajado tanto en los últimos quince años que las mismas empresas multinacionales no logran vender sus mercancías cuando la mayoría de la población no tiene sus necesidades básicas satisfechas.

El FMI no hace regalos

La crisis financiera de agosto de 1997 que tocó a los "4 tigres" del sudeste asiático, Tailandia, pero también a Filipinas e Indonesia -(sometidos cada uno a los ataques de los actores financieros que han especulado contra las monedas de estos países), y luego, por expansión de la onda de choque, Hong Kong, Corea y Brasil, constituye un indicador de más de esta inestabilidad sistémica. Como en la crisis mexicana de 1994, se necesitó la intervención del FMI para intentar limitar los estragos. Pero el FMI no hace regalos, realiza préstamos con prima de riesgo aumentando así el peso de la deuda externa de los países destinatarios y favoreciendo su dominio sobre ellos.

Forma de endeudamiento externo de los países más pobres

La forma de endeudamiento externo de los países más pobres ha igualmente cambiado. Los bancos privados no están más interesados a prestarle. Los principales acreedores son los Estados del Norte (deuda bilateral) y las instituciones financieras internacionales (FMI, BM y sus colegas continentales: El Banco Africano para el Desarrollo -BAD-, El Banco Interamericano para el Desarrollo -BID). La mayor parte de los pagos efectuados por los países más endeudados va a las instituciones financieras internacionales, que reciben más dinero del que prestan. Estos países endeudados deben destinar una parte creciente de la Ayuda Pública al Desarrollo que ellos reciben para pagar su deuda multilateral (es decir, lo que se debe al FMI y al BM). El colmo, es que una parte de los préstamos acordados por el IDA (una de las ramas del BM -ver léxico) se utiliza inmediatamente para pagar al BIRD (la rama principal del BM -ver léxico) y al FMI. Lo que sale de una ventanilla del grupo BM se destina oficialmente a mejorar la situación de pueblos de los países endeudados, vuelve al BM por otra ventanilla vía el reembolso de la deuda externa. Generalmente, estos montantes no salen de Washington donde se encuentra la sede del IDA/BIRD (=BM) y del FMI (capítulo 14). Además, la Ayuda Pública al Desarrollo (APD) está cayendo en picado, austeridad presupuestaria del Norte lo exige.
Frente a las numerosas críticas que encuentra por parte de movimientos sociales del Norte y del Sur, el BM decidió mejorar su imagen financiando con préstamos proyectos de salud, de educación, de saneamiento y depuración de las aguas servidas,... Los beneficiarios de los préstamos son cada vez más autoridades locales y organismos no gubernamentales (ONG). Es más, el BM ha puesto en práctica a partir de 1996 un programa de alivio de la deuda de los países más pobres y más endeudados. Este programa se ha beneficiado de una amplia campaña mediática. Se trata de hacer sostenible el pago del servicio de 41 países eventualmente incluidos en el plan. Según el PNUD, la suma que el BM y el FMI esperan reunir es inferior al costo de un sólo ejemplar del nuevo avión bombardero de USA, llamado furtivo. Para tener otro elemento de comparación, esa cifra equivale más o menos al costo de construcción de Euro-Disney en la región parisina (Informe anual PNUD, 1997, p.103). Esta nueva política ha encontrado un éxito real de parte de algunas ONG del Norte y del Sur, de los gobiernos del Sur implicados y de los medios de comunicación. Sin embargo estas medidas no aportan ninguna solución válida a los problemas de endeudamiento y de austeridad drástica a los cuáles son sometidos los presupuestos sociales de los países endeudados.

America latina : gestion de la crisis de la deuda

"La tasa de pobreza disminuyó en los años 50 y más rápidamente lo hizo todavía en los años 1960-70. Los años 80 han sido desastrosos. En los años 90, sólo algunos países han registrado una disminución de la pobreza (Chile, Colombia)" (PNUD, 1997, p. 37).

"Privatizar para ser eficiente es teóricamente tan lógico como decir: hay que poner el horno al sol para calentar el pan" (Ugarteche, 1997, p. 21).

En 1993-1994, casi todos los cronistas financieros así como más de un economista de renombre daría fe a las propuestas autosatisfechas del Banco Mundial y del FMI concernientes a la gran reactivación económica en América Latina : importantes masas de capitales volvián hacia los países de América Latina (como también lo hicieron en junio de 1997 respecto a los "tigres" del Sudeste asiático aunque la crisis había hecho su debut en abril de 1997). Esto ponía un aparente punto final a la década perdida, la de los 80. Pero en verdad, este flujo de inversiones era (y son) volátil. Fueron atraídos por dos cosas principalmente: una política de tasas de interés muy elevada practicada por los buenos alumnos del FMI (Brasil, México, Argentina,...) y una ola de privatizaciones sin precedentes (empresas vendidas por un bocado de pan). Como no se agarran las moscas con vinagre, los gobiernos preocupados por atraer capitales han tenido el cuidado de acordar amnistías fiscales a todos sus capitalistas que se dignaran en repatriar los capitales que habían colocado en el extranjero. Toda esta masa de capitales a la búsqueda de ganancias jugosas no tenía ninguna – o muy poca - intención de reactivar la economía de sus países invirtiendo dinero fresco en empresas públicas compradas baratas. Durante este tiempo, el déficit de la balanza comercial mexicana se agudizaba. Ello cortó la confianza de los invérsionistas privados y los condujo a ir sacando progresivamente su dinero en 1994. Las acciones compradas en la bolsa fueron revendidas. De manera esquemática, esto fue lo que pasó en México. Para intentar evitar que tal aventura suceda, los gobiernos brasileño y argentino practican una política agresiva de altas tasas de interés con lo que pretenden impedir la partida de capitales hacia otros cielos. Las autoridades mexicanas hacen el mismo.
Estatización de las deudas privadas, privatización de las empresas, depresión del mercado interno y dependencia creciente respecto al capital extranjero
Cuando los gobiernos han estatizado la deuda privada, ello se hizo con el más grande provecho de los capitalistas locales, que no contentos con hacer ganancias substanciales, exportaron la mayor parte de sus capitales hacia los mercados financieros del Norte.
Esto no es todo: como el Estado se encargó de las deudas de las empresas privadas, ellas sacaron provecho de la operación usando el capital que les quedó disponible para comprar las empresas públicas progresivamente privatizadas a partir de la segunda mitad de los años 80.
Algunos países, México y Argentina por ejemplo, han privatizado mucho mas que otros: Brasil y Venezuela no han encarado privatizaciones a gran escala hasta el período 1996-1997.
Como mencioné mas arriba, desde el inicio de los años 1980, la mayoría de las autoridades del continente practican una política de interés real elevado de forma de poder atraer capitales extranjeros o de convencer a los capitalistas locales de repatriar una parte de los capitales que habían llevado al Norte. El precio de esta política es altísimo: los pequeños y medianos productores locales, sin hablar de los hogares, no han podido acceder al crédito y una recesión de la producción para el mercado interno se hace presente.
El crecimiento es sostenido para las exportaciones, por una parte, y para las importaciones para satisfacer las necesidades de los capitalistas y las clases medias elevadas. Las altas tasas de interés real practicadas en el interior de la mayoría de los países de América Latina conducen a los poderes públicos nacionales y a los administradores o entidades locales a pedir a los capitalistas locales empréstitos a precios fuertes para pagar la deuda externa y la deuda pública interna que poseen estos mismo capitalistas o capitalistas de centros imperialistos.
El problema fundamental, es que esta política no desemboca en un proceso de desarrollo acumulativo en el curso del cual estos países reducen la distancia que los separan de las potencias industriales del Norte. El desequilibrio comercial se acentúa a pesar de las declaraciones optimistas de los gobiernos. Esto nos vuelve a la estructura de las exportaciones de los países de América Latina hacia el mercado mundial. A pesar de la industrialización alcanzada, estos países están todavía muy lejos atrás de los países del Norte. Según Oscar Ugarteche, habría habido en los últimos años una "reprimarización" de las exportaciones de América Latina. Con respecto al período anterior, América Latina exporta proporcionalmente mas productos de poco valor agregado (Ugarteche, 1997). Simultáneamente, las industrias que producen para el mercado nacional se estancan o retroceden sean que queden bajo control nacional o sean vendidas al capital extranjero. El arribo de capital extranjero implica raramente inversiones que aumenten a la vez la producción y el empleo.

Nuevo ciclo de endeudamiento para América latina

América Latina se encuentra en un nuevo ciclo de endeudamiento desde el inicio de los años 90 ya que la apertura neoliberal a los capitales extranjeros a encontrado un éxito real. Los poseedores de capitales del Norte están de nuevo interesados a colocar una parte de su líquido en forma de títulos o comprando acciones en la bolsa (inversiones de portafolios) ¿El precio de esta política para el continente? : la venta de empresas estratégicas, la dependencia agudizada con relación a los capitales volátiles y un déficit estructural de la balanza comercial que de nuevo ha alcanzado a final de los 90 el nivel de 1980-81 justo antes de la eclosión de la precedente crisis de la deuda.
Comparto este juicio de Oscar Ugarteche : "Virtualmente todos los países de América Latina han aplicado políticas de ajuste estructural basadas en la teoría neoclásica de la perfección de los mercados y la distorsión de éstos por el Estado. El modo como vino a ocurrir este cambio de sentido común, del desarrollo liderado por el Estado al desarrollo dirigido por el mercado, es directamente atribuible a presiónes de los organismos internacionales (...). La evidencia muestra que las políticas de apertura han resultado en déficits crecientes de la balanza en cuenta corriente que son cubiertos en parte con capitales de corto plazo, inversiones en Bolsa y créditos de corto plazo; y en parte, por capitales de largo plazo atraídos por las privatizaciones, centralmente. No hay evidencia aún de que la tasa de inversión real se recupere como fruto de las inversiones extranjeras que son cuantiosas. Los créditos de largo plazo exitentes son básicamente para el sector privado, no habiendo una recuperación sustantiva de los créditos al sector público (...). Las críticas al modelo neoclásico implementado en la región son de diverso corte pero, en esencia, la cuestión del Estado está en el centro .Mientras no se reconsidere la función del Estado y se deje al mercado la delimitación de la marcha económica,es posible que permanezcan inciertos los niveles de producción actuales. Una lógica perversa está en marcha. (...) La liberalización se promueve en una economía mundial que no es particularmente liberal, pero que es uniformemente capitalista, con mercados todavía dominados por transnacionales (...). El proceso de transnacionalización del capital regresa a America Latina en la década del 90, a través de las privatizaciones y de los préstamos al sector privado, siendo el sector público el que paga su deuda para permitirle al sector privado endeudarse.. (...) No hay economiá que pueda desarrollarse sin una consolidación del mercado interno y esto es fruto de mayores niveles de equdad que el modelo neoclósico ni siquiera toma en consideración" (Ugarteche, 1997, p. 145 a 147).
Tras la crisis del 29, catorce países latinoamericanos dejaron de pagar la deuda y eso posibilitó el proceso de industrialización hacia el mercado interno. ¿Qué está impidiendo que los deudores hagan un frente común para anular la deuda?
En los años treinta el debilitamiento de los países imperialistas era más fuerte que en los ochenta, y los países latinoamericanos aprovecharon esa debilidad. En los ochenta, Estados Unidos había aprendido la lección e inmediatamente propuso una forma de financiación de la deuda a través del plan Baker y luego del plan Brady. Estaba, además, en plena ofensiva mundial tras sus derrotas en Vietnam, Irán y Nicaragua para afirmarse como principal potencia económica y militar. Pero, sobre todo, hubo una gran complicidad de los gobernantes del Tercer Mundo ya que promovieron la socialización de la deuda a través de la responsabilización del Estado de toda la deuda, pública y privada. Las dictaduras militares de América
Latina jugaron un papel en el desvío de los préstamos a cuentas bancarias del Norte, o sea que una parte del dinero ni siquiera llegó al destino y se quedó en los bancos del Norte. El país se empobrece pero la clase capitalista se enriquece y el personal político también se enriquece a través de la corrupción.
Fue entonces que surgieron los planes de ajuste estructural.

Pasan a aplicarse planes de ajuste privatizando empresas públicas. El Estado pierde margen de maniobra económica pero la clase política se enriquece. La corrupción y el divorcio de la clase dominante de sus pueblos impiden que haya un frente para el no pago de la deuda porque además se entregaron ejes de la soberanía nacional.
Lo curioso para la izquierda es que en los años sesenta y setenta había un radicalismo contra la burguesía nacional que contrasta con la situación actual, porque ahora tenemos una crisis mucho más profunda que en los ochenta. Surge un nuevo reto para la izquierda latinoamericana que debería llevarla a reactualizar la propuesta de Fidel Castro de 1985 (un frente continental en favor del no pago de la deuda) completandola con politicas nacionales incluyendo : la aplicación de impuestos progresivos a los ingresos y el patrimonio, un mayor gasto social que genere empleos, controles a los movimientos de capitales y acciones conjuntas, reforma agraria radical.

Volviendo al proceso de globalizacion en su conjunto

Desde la década de los 80, se asiste en el ámbito mundial a un empobrecimiento masivo como resultado de políticas deliberadas bajo el nombre de "neo-liberalismo". La mayoria de poblacion mundial vive peor que hace 20 anos.
La mundialización/globalización va a la par de una ofensiva planetaria del Capital contra el Trabajo de los asalariados y de los pequeños productores.
La globalización es inseparable de la desregulación de los mercados de capitales decididos por los gobiernos de las principales potencias económicas y por las instituciones financieras multilaterales (Banco Mundial, FMI, Banco de Pagos Internacionales) que están a su servicio.
La riqueza es producida por el trabajo humano y la naturaleza. Una parte creciente del sobreproducto del trabajo humano es desviado hacia la esfera financiera por los poseedores de capitales que invierten una fracción decreciente de este sobreproducto en la esfera productiva. Este proceso no es que no tenga fin, sino que sólo lo tendrá gracias a la acción de los oprimidos, a riesgo de no hacerlo de recaer en crisis financieras (crash) cada vez mas frecuentes y de amplitud multiplicada.
La globalización implica una financierización creciente de la economía de todos los países del planeta, al punto que algunos autores hablan de una "tiranía" de los mercados financieros que reduce enormemente el margen de maniobra de las políticas gubernamentales. Pero atención, no se puede deducir de esto que se llegó a un punto de no retorno. Los mercados financieros pueden ser nuevamente disciplinados si el poder político lo decide.
La globalización no es un proceso puramente económico. Las políticas llevadas a cabo por un número creciente de gobiernos que han seguido la vía abierta por la administración Reagan y el gobierno de Thatcher, en el inicio de los 80, la han acelerado poderosamente. Ellos han reducido deliberadamente la posibilidad de intervención de los poderes públicos.
Luego de 20 años de políticas neoliberales, el crecimiento económico no ha alcanzado el nivel de las tres décadas que siguieron a la segunda guerra mundial. El desarrollo no está solamente retardado sino que implica, en el cuadro neoliberal, un aumento de las desigualdades tanto al interior de cada país como entre los países del Centro y de la Periferia.
El desempleo del Norte no es debido al traslado masivo de centros de producción del Norte hacia el Sur y el este europeo. Es interesante citar los claros resultados de un trabajo de fondo que es el objeto de dos documentos de trabajo del muy serio NBER (National Bureau of Economic Research, 1997). La base del trabajo está asentada en un enorme panel de multinacionales de USA con sus filiales, estudiadas durante diez años, de 1983 a 1992. El reemplazo del empleo de las casas matrices de los países industrializados por el empleo en sus filiales implantadas en el Tercer Mundo es marginal. Por el contrario, existe una fuerte substitución entre las diferentes filiales. Los autores notan que "el desarrollo de la inversión en países como Brasil amenaza mucho menos el empleo en las casas matrices de los Estados Unidos que el empleo en las filiales de países en desarrollo de Asia". En segunda instancia, los minuciosos económetros comparan las diferentes filiales entre ellas y amplían este resultado, para mostrar que "las actividades de las filiales en los países en desarrollo son más complementarias que sustitutas con las de filiales de los países desarrollados". Aún entre filiales nos encontramos con la misma idea, la de la competencia entre trabajadores de diferentes filiales, pero entre filiales pertenecientes a países comparables desde el punto de vista de la calificación del trabajo. Nike nos da una ilustración práctica a este estudio. Uno de sus principales subcontratistas en Indonesia aprobó en 1996 un aumento del 10,7% a sus salarios. Esto preocupa a un portavoz de Nike que se pregunta si Indonesia no está en tren de "transformarse en muy cara con relación al mercado". Misma cuestión respecto a Vietnam, donde el grupo despidió a 447 asalariados sobre un total de 6.000: ellos tuvieron la osadía de luchar por un aumento salarial que les permitiera sobrepasar el salario mínimo de U$S 45 por mes (Le Monde, 24 de junio de 1997).
La globalización en curso implica una recolocación de las inversiones, de la producción y del intercambio en los tres polos principales en el plano industrial, financiero, comercial y militar: la tríada América del Norte-Europa Occidental-Japón.
El Tercer Mundo y el ex-bloque del Este son marginalizados, con algunas excepciones. En el interior de estas dos regiones del mundo, que abarcan el 85% de la población mundial, se asiste asimismo a una marginalización creciente de la mayoría de la población, concentrada en las regiones más pobres.
En los países del Norte, una minoría creciente es excluida de la actividad productiva y vive gracias a los mecanismos de solidaridad colectiva conquistados por la lucha de las oprimidas/dos a lo largo del siglo XX (Sistema de Seguridad Social).
La globalización implica a la vez, en la fase actual, una apertura de fronteras a los movimientos de capitales y un cierre de fronteras de los países industrializados contra los pobladores del Tercer Mundo y del ex-bloque llamado socialista.
La mundialización/globalización acelera el movimiento de concentración de los capitales en manos de algunos centenares de empresas. El poder de las multinacionales se agranda y converge en una situación de oligopolio.
No obstante es preciso no exagerar el proceso. La competencia entre las multinacionales es vigorosa, lo que les impide constituirse en una suerte de cartel mundial. Además, como indicación de los límites de la mundialización/globalización, las multinacionales no se han emancipado de los Estados. Como regla general, ellas se apoyan en el Estado del país del cual son originarias.
Es necesario procesar un nuevo giro que coloque la satisfacción de las necesidades humanas en el centro de las políticas aplicadas. En este sentido, es preciso tomar medidas contra los detentores de capitales. Los oprimidos/das pueden transformarse en actores de un cambio revolucionario. La mundialización no es una barrera infranqueable y aquellos que afirman que sí lo es, deberían pensar que son ellos los que pueden ser sobrepasados por la realidad o derumbados por los oprimidos.

Frente a la Globalizacion neoliberal, hace falta globalizar las respuestas

El pensamiento neoliberal desarrolla la noción de ineluctabilidad: el sistema que está, debe ser porque él está; la mundialización/globalización tal y como ella se desenvuelve es insoslayable, y todos y todas deben ajustarse a ello.
Se sume así en el misticismo y el fatalismo. No obstante, una mirada atenta sobre la historia, demuestra la incongruencia de la idea de "irreversibilidad". Pongamos el ejemplo del dominio financiero. A comienzos del siglo XX, la libertad de los movimientos de capitales asegurada por el patrón oro, y la libertad de cambios garantizada por los tratados de comercio e inversiones, parecían irreversibles. La primera guerra mundial vino a barrer con todo esto. En los años 20, la potencia de los mercados financieros parecía tan irreversible como lo pretende ser actualmente. El crack de 1929 y la larga crisis que lo siguió, han obligado a los gobiernos a supervisar estrechamente las actividades bancarias y financieras. Al finalizar la segunda guerra mundial, los gobiernos de los principales países capitalistas vencedores se pusieron de acuerdo para dotarse de instrumentos de control financiero a nivel internacional, el FMI tenía fundamentalmente por objetivo velar por este control (su artículo VI lo estipula explícitamente). Varios gobiernos de Europa Occidental emprendieron a partir de 1945, bajo la presión del mundo del trabajo, amplios programas de nacionalizaciones, incluyendo a bancos.
Las certidumbres teóricas neoliberales manifestadas hoy día no valen apenas más que las de los liberales o conservadores en el poder en los años 1920 antes del crack financiero. El fracaso económico y el desastre social provocados por los neoliberales de hoy podrían desembocar en nuevos grandes cambios políticos y sociales. La mundialización no es un bulldozer que aplasta todo a su paso: las fuerzas de resistencia son reales y vivas. La mundialización está lejos de haber logrado un sistema económico coherente: las contradicciones en el seno de la Tríada son múltiples (contradicciones entre potencias imperialistas, contradicción entre empresas, descontento social, crisis de legitimidad de los regímenes en el poder, criminalización del comportamiento de los grandes actores económicos). Es más, las contradicciones entre el Centro y la Periferia se refuerzan ya que la dinámica actual de la mundialización es excluyente. Los pueblos de la Periferia constituyen más del 85% de la población mundial: los que creen que van a dejarse marginar sin reaccionar cometen una gran equivocación, como los gobiernos que en los años 40 y 50, creían todavía en la estabilidad de sus dominios coloniales en Africa y en gran parte de Asia. Finalmente en el interior de la Periferia, las autoridades que aceptan la vía neoliberal pierden progresivamente elementos de legitimidad (ver lo de Indonesia en 1998). En general, las clases dominantes en estos países no tienen muchas perspectivas de progreso que ofrecer a la gran masa de la población.
¿Por qué excluir que el descontento social se exprese de nuevo a través de proyectos emancipadores? No hay que dar por sentado que el descontento social deba tomar la vía de lo "étnico" o religioso. En medio de situaciones tan dramáticas como las de Argelia, Ruanda, Indonesia, fuerzas significativas actúan con un proyecto progresista.
No hay ni fatalidad económica ni situación política que no pueda modificarse bajo la acción de las fuerzas sociales.
Hoy todas las respuestas a la globalización son fragmentadas a pesar del fracaso del modelo neoliberal. Quizá lo positivo es que en los países centrales hay una radicalización
evidente. En comparación con el período de Reagan, cuando logró desarticular al movimiento obrero, ahora hay triunfos como en el correo privado ups y General Motors, pero sobre todo impresiona la simpatía social que despiertan esas luchas, así como la reactivación de los movimientos sociales en Europa, sobre todo en Francia. Asistimos a una respuesta de sectores sociales que logran algunos resultados en base a una nueva alianza entre trabajadores sindicalizados y desocupados, sin techo, indocumentados, antirracistas, movimientos feministas y ecologistas. Para los que pertenecemos a la generación del 68 aparecen nuevos actores que convergen con sectores del Tercer Mundo y los excluidos del primero. Demandan desde la anulación de la deuda externa hasta la solución de los problemas de los sectores marginalizados. Tal vez sea el comienzo de un cambio.

En el presente una alternativa debe comprender diferentes dimensiones:

La evolución del capitalismo hoy día pone otra vez en el orden del día el debate sobre una nueva radicalidad. En efecto, las formas anteriores de compromiso han sido barridas por la crisis económica y la ola neoliberal.
El compromiso social fordista en el Norte, el compromiso desarrollista en el Sur, el control burocrático en el Este, donde existieron, no habían hecho desaparecer el uso de la fuerza por parte de los poseedores del poder, todo lo contrario, pero la vía seguida iba a la par con algunos elementos de progreso social. Fue este último elemento lo que permitió en algunos casos los compromisos. Estos compromisos fueron rotos por la lógica actual del Capital y por las decisiones de los gobernantes. Es preciso oponer una nueva marcha rupturista, antisistémica. Ello implica que los de abajo se transforman en actores auténticos de los cambios y de la gestión de estos cambios. Esto implica, de manera necesaria, que los movimientos sociales sean fieles a los intereses de aquellos y aquellas a quienes representan; que tengan una independencia rigurosa en relación a los poderes políticos. No podrán asegurar esta fidelidad mas que desarrollando una verdadera democracia interna privilegiando la expresión de la gente día tras día, favoreciendo la elaboracion de alternativas, estimulando la concreción de las estrategias para alcanzarlas.

Una acción concertada de los trabajadores y de los movimientos sociales

La ofensiva neoliberal es tal que se necesita una ación concertada de los asalariados(das), de los oprimidos/das en general, del mundo entero. Es necesario para abolir el desempleo. Para hacerlo desaparecer se precisa una reducción generalizada del tiempo de trabajo, sin pérdida salarial y con contratación de trabajadores compensatoria; es necesaria esta acción para hacer frente a las deslocalizaciones y los despidos. El apoyo de los trabajadores del Norte a los trabajadores del Sur es indispensable para que éstos obtengan aumentos salariales y, de forma general, los derechos sindicales que les permitan lograr el nivel de las condiciones de vida de los trabajadores del Norte.
En la hora actual, si el mundo del trabajo es todavía la palanca más poderosa para intervenir en la lucha política, es vital asociarse lo más estrechamente posible con todas y todos que están al margen de la producción. Se necesita también asociar a todos los movimiento sociales que luchan contra la opresión sea cual sea las formas que tomen.

Pesimismo de la razón y optimismo de la voluntad

Si es necesario tener un "pesimismo de la razón" para comprender plenamente la magnitud del ataque neoliberal, de la fuerte organización de sus promotores, hay que actuar también con el "optimismo de la voluntad" que anima a sectores enteros de la población mundial.
Sin la resistencia que hemos visto, pertinaz, determinada, valiente, en los cuatro rincones del planeta, las fuerzas motrices y los nuevos conversos de la mundialización habrían marcado puntos mucho mas significativos de lo que lo han hecho. Es ya un resultado, aunque no sea suficiente.

Romper el aislamiento de las luchas

Ya se ha dicho, la clase capitalista obstenta un inmenso control sobre los medios periodísticos, sobre todo televisivos. No es de su interés propagar en el mundo las imágenes de las luchas mostrando la creatividad de los oprimidos(as).
Ocurre frecuentemente que nos muestran los enfrentamientos con la policía o el ejército, pero es más raro que se nos dé el detalle de la lucha, la ingeniosidad de los trabajadores, los hallazgos de los manifestantes, las actividades que dieron sus frutos. Esto sería un riesgo en efecto, pues daría ideas a otros movimientos lo que representa un peligro para la clase capitalista. Por el contrario, se puede medir el enorme impacto de movilización que representan los medios cuando informan sobre la amplitud e inteligencia de un movimiento. Un ejemplo: el movimiento huelguístico de noviembre-diciembre de 1995 en Francia suscitó tal simpatía que los medios no pudieron minimizarlo y la expresión de esta simpatía revelada a una escala importantísma sirvió para ampliar el movimiento.
Las luchas no decaen, tienen tendencia a multiplicarse en proporción a los ataques. Uno de los problemas más duros que la resistencia encuentra, es este sentimiento de aislamiento y ciertamente, una de las apuestas más importantes para los progresistas es romper este aislamiento y trabajar por la convergencia de las luchas.
En todas partes el mundo se estremece, desgarrado por el sentimiendo de una indignidad forzada, empujado por el deseo de vivir mejor, sublevado por la injusticia y la violencia de un sistema que quiere presentarse como el nec plus ultra, como el fin de la historia. En diferentes recodos del planeta, las medidas de los "sangradores de la tierra" no caen en la apatía. Es importante saberlo.

"Las Otras Voces del Planeta": unos ejemplos de convergencias

Se organizan redes a escala internacional apuntando al enemigo común: el G7 y las instituciones de Bretton Woods, guiadas por las multinacionales y el Capital en general. Los movimientos progresistas de Alemania marcaron el tono en 1982 en ocasión de las reunión anual del G7. En Francia, siete años más tarde, numerosos movimientos sociales, partidos de la izquierda radical y artistas franceses prosiguieron. En efecto, en julio de 1989, en el momento del bicentenario de la Revolución, centenares de miles de personas protestaron contra la sesión que tenía el G7 a dos pasos de la Bastilla, en esta fecha simbólica. Y luego las contra cumbres se multiplican. No hay reunión internacional, hecha bajo el signo de la mundialización, que pueda reunirse tranquilamente: la resistencia se manifiesta. Rio, 1992; El Cairo, 1994; Madrid, 1994, cuando las instituciones de Bretton Woods festejaron con un fasto incongruente, la lógica mortal de sus cincuenta años de existencia. "50 años, ¡ya basta!", el grito lanzado por las "Otras Voces del Planeta", se transforman en el signo de reunión de una serie de movimientos en el mundo, en los Estados Unidos, en Canadá, en Sudáfrica, en la India, ... Copenhague y Bruselas en marzo de 1995 cuando la ONU se inclinaba ceremoniosamente por el desarrollo social. Halifax, junio de 1995, el G7 otra vez. Pekín, 1995, cuando la Onu se ocupa del porvenir de las mujeres; Ginebra, noviembre de 1995, simposio internacional contra la OMC. Lille y Lyon, 1996, el G7 otra vez; Chiapas, 1996, primer encuentro intercontinental "contra el neoliberalismo, por la humanidad" convocado por los zapatistas; Manila, noviembre de 1996, cuando se reúne la cumbre de la APEC (cumbre de 18 jefes de Estado del conjunto Asia-Pacífico); Port Louis, Isla Mauricio, abril de 1997, 1.200 sindicalistas analizan y denuncian la mundialización bajo todas sus formas; Amsterdam, junio de 1997, cuando el Consejo de Ministros Europeos prueba consolidar una Europa anti-social: 50.000 personas en la calle por una Europa de fronteras abiertas, por una Europa de los pueblos... Caracas, julio de 1997, cumbre del continente latinoamericano para intentar definir una estrategia para el 3er. milenio sobre la cuestión de la deuda externa; Estado Español, fines de julio de 1997, segundo encuentro internacional contra el neoliberalismo; La Habana, fines de julio-inicio de agosto de 1997, 18vo. Festival Mundial de la Juventud: 9.000 jóvenes del mundo entero se burlan de la ley Helms-Burton; Hong Kong, setiembre de 1997, los movimientos sociales organizan una contra cumbre durante la reunión anual del BM y del FMI, Ginebra, febrero 1998, primer encuentro mundial de la "Accion Mundial de los Pueblos"; en Birmingham, mayo 1998, cadena humana de 80000 persona contra la cumbre del G7 + 1...; Junio 1998: creacion en Francia de la asociacion ATTAC (Accion para una Taxa sobre las Transferencias especulativas para Ayudar al Ciudadano); 1999: las mobilaziones al nivel mundial para la anulacion de la deuda externa bajo el lema Jubileo 2000…

Pistas para algunas alternativas

Presentamos algunas alternativas para el debate. Algunas propuestas que se encontrarán en esta última parte son planteadas por movimientos sociales de diferentes países. Son producto de su reflexión o el resultado de trabajos realizados en instituciones internacionales de investigación. Lo que reunimos aquí no constituye ni un programa exhaustivo, ni un conjunto para tomar o dejar. Son propuestas, pistas. A lo mejor son condiciones necesarias pero no suficientes. Se trata de contribuir a la preparación de un debate inprescindible sobre las alternativas

Partir de las necesidades prioritarias

A nivel del conjunto del Tercer Mundo
Según los documentos oficiales de UNICEF, de PNUD y del Banco Mundial (PNUD, 1994), serían suficientes 90 mil millones de dólares en diez años para:
A nivel mundial
En el Norte, el debate sobre la reducción del tiempo de trabajo está en plena ebullición. Se trata, si se realiza radicalmente y de forma generalizada, sin pérdida de salario, de una palanca potente para garantizar a cada uno y cada una un empleo. "Es preciso explícitamente apuntar a la abolición del desempleo, que es el instrumento principal de una formidable discriminación social. Todos los debates sobre la desaparición del trabajo asalariado, las maravillas de la plena actividad y del tiempo libre no deben ser obstáculos, ya que ellos no podrán plantearse correctamente mientras no participe todo el mundo en la discusión.. Es por ésto que la reducción generalizada del tiempo de trabajo es el eje de una salida igualitaria de la crisis social" (Husson, 1996, Misere du Capital, Edition Syros, Paris, p. 220).
Tal proyecto implica la puesta en práctica del control obrero sobre el ritmo y la organización del trabajo (prohibición total de las horas extras, no a la aceleración del ritmo de trabajo) para garantizar la plena aplicación de estas medidas. En el Sur y en Este, la reducción del tiempo de trabajo es igualmente prioritaria. Además de tratar alcanzar la justicia social, esta medida que implica un aumento de los ingresos de las mayorias permitiría reactivar una demanda interna cada vez más desfalleciente.
La tierra para aquellos y aquellas que la trabajan es una reivindicación que guarda toda su actualidad. Para una gran parte del Tercer Mundo, la cuestión de fondo para un despegue de un desarrollo durable y socialmente equitativo, es la cuestión de la tierra. Garantizar el acceso individual o colectivo a la tierra así como los medios para valorizarla (créditos baratos, infraestructura, medios de comunicación), es un objetivo fundamental a comienzos del 3er. milenio. La necesidad de las reformas agrarias profundas se hace sentir en numerosos países. Para no considerar más que dos países importantes en población, India y Brasil, decenas de millones de campesinos sin tierra están implicados. Permitir que aquellos y aquellas que quieren trabajar la tierra tengan acceso a la misma, limitará fuertamente el éxodo rural hacia las megalópolis del Tercer Mundo.
Ello permitirá también reducir el aumento del ejército de reserva industrial. En consecuencia, se disminuirá la presión hacia la baja en los salarios en las industrias de estos países (tendría un efecto similar en el plano internacional). Esta cuestión del acceso a la tierra tiene igualmente actualidad en varios países del Norte.

Las mujeres son las primeras víctimas de las políticas de austeridad, tanto en el Sur como en el Norte. Ya oprimidas en la sociedad patriarcal, ellas sufren de lleno los ataques al nivel del empleo, de los ingresos, de los derechos adquiridos. Ello restringe aún más su participación en la vida económica, social y política. Sin embargo su actividad es tal que ignorar la dimensión femenina significa negar toda idea de desarrollo. El Informe 1995 del PNUD estima en 16 billones de dólares ( o sea 16.000.000.000.000 dolares) la actividad humana que no está evaluada en función salarial (o sea cerca del 70% de la producción mundial, oficialmente estimada en 23 billones de dólares).
De esta suma, 11 billones de dólares corresponden a la contribución "invisible" de las mujeres. Reconocer este aporte, y sobre todo, inscribirlo en las relaciones sociales reales entre los hombres y las mujeres está todavía por realizarse. En los siglos XIX y XX, en los países industrializados, las mujeres lucharon para conquistar sus derechos y reducir la distancia que les separa de la igualdad con los hombres. En momentos en que el Banco Mundial juega con la promoción de las mujeres para utilizarlas como vector del capitalismo, es muy importante que las mujeres del Sur y del Norte se emancipen según su propia agenda.
Quién puede poner en marcha las medidas necesarias para alcanzar estos objetivos prioritarios ?
François Chesnais tiene razón cuando escribe: "Con formas que habrá que inventar y que integren todas las lecciones de este siglo, es difícil de ver como la humanidad podrá evitar tomar medidas de expropiación del capital. Puede ser, una vez más, que subestimemos la flexibilidad del modo dominante así como la capacidad de los que lo gobiernan. Puede ser que los acontecimientos nuevamente nos quiten la razón. Pero dudamos, por ejemplo que los Estados del G7 restablezcan próximamente su control sobre los mercados financieros y los sometan a una regulación estricta, que se pronuncien por la anulación de la deuda del Tercer Mundo y del Cuarto Mundo, o que las empresas de la mayor parte de los países de la OCDE aceptarán por el simple efecto de la persuasión intelectual pasar a la semana de 35 o 30 horas,... Es entonces a la discusión con "los de abajo" y con todos los que se identifican con ellos que este libro quiere contribuir" (Chesnais, La Mondialisation du Capital, edition Syros, paris, 1994).
En lo que concierne al FMI y al Banco Mundial, ¿son estas instituciones reformables? Es legítimo dudarlo. ¿No deberían ser reemplazadas por otros organismos que aseguren la regulación de las transferencias de capitales, ofreciendo créditos a bajo interés sin ligarlos a una condicionalidad monetarista, neoliberal, devolviendo a los países de la periferia una parte de lo que se les ha robado? ¿No tendría la humanidad que dotarse de instituciones internacionales mediante las cuales los pueblos se reconozcan verdaderamente? Instituciones donde los mandatarios nacionales podrían debatir de manera pública (con retransmisiones radiales y televisivas) las cuestiones centrales de la humanidad? Instituciones donde no sería el peso del PNB o la fuerza militar de algunos países -cuando no de un país- los que determinen las decisiones?

Cómo financiar la satisfacción de las necesidades sociales a nivel mundial ?
A nivel de todo el Tercer Mundo
La anulación de la deuda

La deuda externa del Tercer Mundo en su globalidad se eleva a 1.940 mil millones de dólares a fines del año 95 (OCDE, 1996). Esta cifra, a primera vista impresionante, representa menos del 10% de todas las deudas contraídas a nivel mundial. Esta cifra está todavía más relativizada cuando se tiene en cuenta que implica al 85% de la población mundial. El Norte industrial con su 15% de la población está mucho más endeudado que el Tercer Mundo.
Respecto a Africa Subsahariana, la demostración es aún más explícita: su deuda representa solamente el 1% de todas de las deudas contratadas en dólares y en monedas fuertes en el mundo, aunque su población -590 millones de habitantes- representa más del 10% de la población mundial. Por el contrario, el peso que el pago de esta deuda representa en sufrimientos para las poblaciones locales, es ciertamente el más pesado del planeta. El servicio de la deuda que Africa Subsahariana paga anualmente representa mas de cuatro veces el conjunto de los presupuestos de la salud y la educación de los países en cuestión.
La anulación de la deuda, de Africa Subsahariana en particular, no representaría entonces ningún riesgo para la economía mundial. Rehusar anularla equivale rehusar dar asistencia a un pueblo en riesgo de muerte.
Mas generalmente, se podría anular enteramente la deuda del Tercer Mundo. Ya fue reembolsada bajo distintas formas.

La expropiación de los haberes adquiridos robando al pueblo y depositados en el exterior por los capitalistas

En 1995, la deuda externa de America latina y el Caribe llegaba a 529 mil milones de dolares mientras que los depositos en el estranjero perteneciendo a ciudadanos latino-americanos se elevaba a 366 mil milones de dolares. Estos depositos equivalian entonces a mas de dos tercios de la deuda externa. Cual parte de estos depositos son producto del desvio del dinero de la deuda, del robo de los bienes nacionales, del comercio de drogas, de armas?
Vista la importancia de los depósitos en el extranjero de los poseedores de capitales del Sur que se enriquecieron sobre las espaldas del pueblo por el robo puro y simple y/o por la fuga organizada de sus capitales, es necesario realizar un catastro de las fortunas poseídas en el país y en el extranjero. Esto implica que las autoridades de cada país, bajo presión de los movimientos sociales, tomen disposiciones legales levantando el secreto bancario tanto en el plano nacional como en el internacional.
Que enseguida de obtenido esto, se envíen requisitorias ante los bancos extranjeros privados e informaciones necesarias sobre la identidad de estos poseedores de capitales y sobre las sumas en cuestión a fin de estimar las multas fiscales, las que volverán a las cajas del Estado las partidas que de facto les son debidas.
Como los poseedores de capitales en el extranjero son propietarios de fondos en su país de origen, estos fondos pueden ser secuestrados en tanto las multas no sean pagadas. Si ellas no lo son, una parte de los bienes en el país podrían ya ser recuperados y transferidos al dominio público.
De la misma forma, para calcular el impuesto excepcional sobre la fortuna (otra medida que no hay que confundir con la multa), habría que tomar en cuenta los fondos establecidos en el extranjero.
Es preciso que los haberes mal adquiridos, depositados en el extranjero por los capitalistas y sus amigos gobernantes sean devueltos a sus pueblos y sirvan de un fondo de desarrollo controlado democráticamente por las organizaciones populares.

En el plano mundial
El impuesto sobre la fortuna propuesto por la CNUCED

La CNUCED propone, en su informe de 1995, imponer un importante impuesto único y no renovable sobre la riqueza para reducir los déficits presupuestarios.
El impuesto sobre el patrimonio representa una tasa sobre la fortuna de los poseedores de capitales y debería ser aplicado en todo el mundo.

Finanza internacional.
La propuesta Tobin de tasar las transacciones internacionales

James Tobin, ex- consejero de J.F. Kennedy, economista keynesiano, premio Nobel de economía en 1981, demostró que el monto de movimientos de capitales realizados tiene fines puramente especulativos y equivalen diariamente más del 90% de las transacciones financieras internacionales. En 1995, según el BPI, estas transacciones cotidianas llegaban a 1.400 mil millones de dólares. Se calcula que una tasa del 0,5% sobre estas transacciones especulativas reportaría el primer año de su puesta en escena más de 1,8 billones de dólares (la medida no puede ser recurrente ya que tiene un efecto disuasivo). Esta demostración permite comprender que es posible encontrar dinero aplicando una medida de simple justicia social. Esta medida presenta otras ventajas : frena la especulación, refuerza la autonomía de las políticas monetarias nacionales.

Otras prioridades y temas a debatir

La dimensión ecológica

La crítica de las actividades del Banco Mundial y del FMI pone en evidencia los desastres ecológicos que han contribuido a provocar, a niveles local y mundial. Toda alternativa seria debe incluir la dimensión ecológica. Se nos dice ahora que el único crecimiento que vale es el del consumo y/o producción. Un mundo ecológicamente viable implica al contrario una disociación entre el crecimiento del consumo mercantil y una mejora en la calidad de vida. Es aberrante que la gestión de los Fondos para el Medio Ambiente (FMA) haya sido atribuida, luego de la conferencia de Río en 1992, al Banco Mundial. Las consecuencias negativas de esta decisión fueron inmediatamente visibles. Ningún progreso serio fue realizado en la realización de los objetivos fijados por la conferencia de Río: la evaluación que tuvo lugar en New York en julio 1997 confirmó los enormes obstaculos existentes fundamentalmente por parte de los Estados Unidos.

Derechos de propiedad intelectual

Entre las grandes medidas a tomar, figura también la protección de los derechos de propiedad intelectual, entre otros los de los campesinos de los países del Tercer Mundo. Son ellos en efecto, quienes a lo largo de centenares de años han producido una selección de productos agrícolas que actualmente les son robados por las multinacionales (Shiva, 1994). No solamente roban el código genético de estos productos sino que los hacen patentar y exigen en consecuencia retribuciones por el uso de esos productos.

Productos con alto valor agregado del Sur

En relación a otros tipos de productos, los de alto valor agregado, es preciso permitir a los países del Tercer Mundo producirlos en toda su gama. La política de la nueva Organización Mundial del Comercio va en contra de esta libertad. De hecho, por presión de los Estados Unidos, por ejemplo multiplica las trabas al desarrollo de la industria farmacéutica (en India y en Colombia), y de la industria informática (en Brasil). Los Estados Unidos con su bloqueo a Cuba obstaculizan las exportaciones de productos farmaceuticos cubanos, que son reconocidos como de alto valor y de alta calidad, al resto del mundo.

Proteccionismo del Sur, desconexión parcial e intercambio Sur-Sur

Es normal que los países de la Periferia deseen satisfacer las necesidades prioritarias de sus pueblos y, para hacerlo, realizar un despegue económico -fundamentalmente industrial- tomando medidas proteccionistas contra el mercado mundial y los países del Norte en particular. La aplastante mayoría de las naciones modernas, en un momento clave de su historia, aplicaron medidas proteccionistas fuertes para preparar o acelerar su despegue económico (por no mencionar más algunos ejemplos: Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón y más recientemente, Corea del Sur). Una desconexión parcial es de considerar en este caso. Es necesario volver al debate sobre esta cuestión que ha sido subestimada bajo la presion de la rapidez del movimiento de desregulación internacional en las dos últimas décadas.
Se precisa igualmente desarrollar los intercambios y las complementariedades entre los países del Sur. En suma, se trata de que ellos organicen una coexistencia entre zonas diferenciadas de manera de evitar la marginación y el despojo. Esto supone introducir "compuertas", regulaciones, en fin, una suerte de proteccionismo de forma de no exigir de hoy para mañana que los pequeños campesinos del Sur sean obligados a pelearse con la hipercompetitividad de los grandes productores del Norte que además, están subvencionados. Hay que reivindicar este proteccionismo como herramienta de planificación de las diferentes zonas de la economía mundial, lo que no supone la autarquía sino la regulación (estabilización, contratos de intercambios durante períodos largos, precios garantizados, tasa de interés desconectadas del mercado, etc.).

El comercio de armas

Pretender que anular la deuda sería una catástrofe para la economía mundial es pura hipocresía e implica negarse a buscar en otra parte, a costa de los capitalistas, soluciones de fondo. Sin embargo estas no faltan. Falta agregar otra sobre la cual se han escrito muchos artículos y hecho muchas exposiciones: la necesidad de reducir drásticamente el comercio de armas.
La inmensa mayoría de la producción armamentista es realizada en los países industrializados del Norte. Estos países, mediante el otorgamiento de créditos a la exportación, fomentan en los países del Tercer Mundo la compra de armas a pesar del discurso hipócrita que pretende lo contrario. Como prueba, los Estados Unidos hacen la corte a los gobernantes de América Latina para convencerlos de renovar sus armamentos, fundamentalmente sus flotas aéreas. Reducir de forma drástica los gastos en armamentos y encaminarse en la vía del desarme integral permitiría recolectar los enormes dividendos de la paz y repartir el beneficio entre todos. Esta manera de recuperar fondos para un verdadero desarrollo acompaña entonces las reivindicaciones por el desarme integral y la reconversión de las industrias de guerra.
Medidas complementarias indispensables
Las líneas principales de las soluciones se acompañan de una serie de medidas que contribuyen estrechamente al éxito de las mismas:

Medidas internacionales
La aplicación de estas últimas medidas (así como la anulación de la deuda del Tercer Mundo, la aplicación a nivel mundial de un impuesto sobre las transacciones financieras internacionales, la reducción drástica de la producción y el comercio de armas), implica evidentemente un amplio movimiento intercontinental puesto que no están al alcance de las autoridades de uno o aún varios países aislados.

NOTAS
"Titularización" (ver Adda, p. 101, t.1, 1996)
Esta noción describe la preponderancia nueva de las emisiones de los títulos -obligaciones internacionales clásicas emitidas por cuenta de un prestatario extranjero en la plaza financiera y en la moneda del país prestador, euro obligaciones liberadas en una moneda diferente a la del lugar donde ellos son emitidos, acciones internacionales- en la actividad de los mercados. A lo cual se agrega la transformación de viejos créditos bancarios en títulos negociables, técnica que permitió a los bancos acelerar su desprendimiento de créditos respecto de los países en vía de desarrollo luego de la irrupción de la crisis de la deuda.
La característica principal de esta lógica de titularización es la difusión del riesgo que permite. Difusión numérica en principio, ya que el riesgo de quiebra de los prestatarios cesa al estar concentrado en un pequeño número de bancos multinacionales con relaciones estrechas entre ellos. Difusión cualitativa a seguir, ya que cada uno de los componentes de riesgo que afectean a un título en particular puede dar lugar a la creación de instrumentos específicos de protección negociable en un mercado: contratos a término para preservarse del riesgo de cambios, contratos de tasa de interés para hacer frente al riesgo de variación de tasas, mercados de opción negociables, etc. Esta proliferación de instrumentos financieros y de mercados derivados dan a los mercados internacionales el sego de una feria de riesgos, según la expresión de Charles Goldfinger