La
paz surgirá con un Nuevo Orden Mundial,
afirma líder brasileño
La Habana, 4 dic (PL) El líder del Partido
de los Trabajadores (PT) de Brasil, Luis Inacio "Lula" da Silva,
afirmó hoy aquí que la paz surgirá en el mundo
cuando haya un Nuevo Orden Internacional y la riqueza sea distribuida
de forma justa e igualitaria.
Al intervenir en la inauguración del X Encuentro del Foro
de Sao Paulo, Lula apuntó que esta cita no puede concluir
sin que tengamos mucha claridad y firmeza de que la izquierda en
el mundo entero necesita reafirmar su discurso por la paz.
"No queremos el Plan Colombia, no queremos la invasión a
Afganistán ni la amenaza de un país sobre cualquier
otro como hace Estados Unidos ahora, pero tampoco queremos el terrorismo,
que no ayuda a la izquierda en ningún lugar del mundo ni
en ningún momento", aseveró.
Tampoco, indicó, podemos aceptar que en nombre de combatirse
el terrorismo, tengamos una verdadera práctica terrorista
de Estado impuesta por Washington sin el menor respeto a cualquier
decisión de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Lula insistió en que las agrupaciones de izquierda y progresistas
del mundo necesitan reafirmar que quieren la paz.
Asimismo, el líder del PT señaló que algunos
gobernantes, movidos por la quiebra de sus políticas económicas
y subordinados a la orientación del Fondo Monetario Internacional
(FMI) intentan decir a sus sociedades que el Acuerdo de Libre Comercio
de las Américas (ALCA) será la salvación de
nuestro continente.
Al respecto, subrayó que el ALCA no es un proyecto de integración,
porque no tiene en cuenta la creación de un parlamento, un
banco, una moneda única, ni ayuda a las naciones más
pobres para que se conviertan en competitivas.
"La desfachatez de quienes proponen ese acuerdo es tan grande que
ellos fingen que no existe en el mapa de América Latina y
el Caribe un país denominado Cuba y quieren hacer eso dejándola
fuera", refirió.
Por eso, puntualizó, corresponde a la izquierda latinoamericana
y de todo el mundo mostrar que Cuba existe y que tiene todo el derecho
de participar en una verdadera integración, y no del proceso
de anexión económica que Estados Unidos quiere imponernos
con el ALCA.
De ahí, destacó, la necesidad de manifestar nuestra
oposición a la implantación del ALCA.
Sobre el Foro, Lula recordó que lleva más de 11 años
de proezas, en los cuales ha logrado avanzar mucho, aunque no cuanto
quisiéramos.
Cuando efectuamos nuestro primer encuentro en Sao Paulo, en julio
de 1990, el neoliberalismo estaba viviendo su mejor momento, por
lo que era casi imposible manifestarse en su contra, rememoró.
Por ello, sostuvo, no fueron pocos los compañeros que sintieron
vergüenza de decir que eran militantes de izquierda, al igual
que fueron muchos los que pensaban que el neoliberalismo no era
tan malo como algunos afirmábamos.
Sin embargo, 11 años después vemos que el resultado
de esa política es el mayor empobrecimiento de la región,
recalcó.
El Foro, pidió, debe crear un espacio para que la izquierda
de la región no sólo discuta sus virtudes, sino también
sus debilidades, porque las cosas no suceden como nos gustaría,
y al respecto -preguntó- por qué no ganamos todas
las elecciones presidenciales, si consideramos que tenemos la verdad
y las mejores propuestas.
También, agregó, tenemos que analizar por qué
el pueblo no siempre comprende lo que decimos.
Lula agradeció al pueblo cubano, al Partido Comunista de
Cuba y al presidente Fidel Castro por su existencia y por dar una
demostración de que es mejor hacer menos de lo que podría
hacerse con la cabeza en alto y respetando nuestros ideales, que
ceder en el sagrado derecho del ser humano a la autoestima.
Al referirse al mandatario cubano, Lula apuntó que "la vejez
es implacable, arruga nuestra piel, nuestro rostro y arruga nuestra
alma, y usted Fidel puede estar convencido de que aunque su rostro
tenga ya algunas arrugas, su alma está limpia porque siempre
ha tenido un ideal fijo".
En el X Encuentro del Foro de Sao Paulo, que sesionará en
el capitalino Palacio de Convenciones hasta el próximo viernes,
participan más de 400 delegados e invitados de más
de 150 partidos y movimientos de izquierda del mundo, unos 80 de
ellos miembros de esa agrupación progresista de América
Latina y el Caribe.