LE ADVIERTEN QUE SI HABLA DE LOS CHICOS VA PRESO
Grassi, otra vez procesado La jueza volvió a dictar el procesamiento
por abuso deshonesto y corrupción de menores en perjuicio del menor "Gabriel".
Por ahora, la jueza volvió a optar por la libertad vigilada. Pero le
advirtió que si viola las condiciones vuelve a prisión.
Por Mariana Carbajal
La situación del padre Julio César Grassi se complica cada vez
más. Ayer, la jueza de Garantías de Morón, Mónica
López Osornio, volvió a dictarle el procesamiento en relación
a los dos hechos de abuso deshonesto y uno de corrupción de menores agravada
en perjuicio del adolescente "Gabriel". En su resolución, la
magistrada incluyó una severa advertencia: si el sacerdote hace una nueva
alusión pública sobre alguno de los chicos damnificados, le aplicará
prisión preventiva y tendrá que volver tras las rejas. López
Osornio prohibió, además, la difusión en los medios de
comunicación de "todo dato que pueda conducir a revelar la identidad
de personas que ya hubieran declarado en la causa y la de cualquier menor que
hubiera estado alojado en la Fundación Felices los Niños",
con el fin de proteger la intimidad y la salud física y psíquica
de eventuales víctimas o testigos que quieran declarar contra el religioso.
Las novedades judiciales dejaron sin palabras a la defensa de Grassi. Página/12
se comunicó con el abogado Jorge Sandro, pero el letrado prefirió
no opinar sobre las resoluciones de la jueza.
La fiscal de la UFI 7, Rita Bustamante, había pedido el procesamiento
con prisión preventiva de Grassi por los hechos que le imputa el testigo
"Gabriel", pero la jueza volvió a optar por el régimen
de libertad con restricciones que mantenía el sacerdote. No obstante,
volvió a procesarlo por abuso deshonesto y corrupción de menores
agravada, delitos que podrían depararle una pena de más de 25
años de cárcel. Además, López Osornio le advirtió
a Grassi que "se abstenga de formular cualquier nueva apreciación
que pueda llevar a equívocos o permita relacionar sus expresiones con
alguno de los damnificados, directa o indirectamente, de manera concreta o mediante
abstracciones". De lo contrario, la magistrada le comunicó que le
dictará la prisión preventiva y volverá a un calabozo mientras
prosigue la investigación.
Grassi ya había sido procesado por los mismos hechos. Pero, a pedido
de la defensa, la Cámara de Apelaciones había anulado esa medida
por considerar que el cura no había podido ejercer su legítima
defensa al desconocer quién lo acusaba. El tribunal ordenó, entonces,
levantar la reserva de identidad vigente sobre "Gabriel" y que en
esas condiciones el sacerdote volviera a ser indagado.
El procesamiento no fue el único revés para la defensa de Grassi.
Ayer, López Osornio hizo lugar a un recurso de amparo presentado por
el Comité de Seguimiento de la Convención de los Derechos del
Niño, una entidad presidida por Estela de Carlotto, para preservar la
intimidad de eventuales víctimas de Grassi que se presenten a declarar
en la causa. En ese sentido, la magistrada prohibió "la difusión
pública de todo dato que pueda conducir a revelar la identidad de personas
que ya hubieran declarado en la causa Grassi y la de cualquier menor que hubiera
estado o esté alojado y/o al cuidado de cura, y/o en la Fundación
Felices los Niños y/o de cualquier persona de su dependencia". "Ahora,
los menores que eventualmente puedan considerarse víctimas tendrán
las garantías para testimoniar sin ver afectadas su intimidad ni su salud
física ni mental", explicó a Página/12 el abogado
de la ONG, Juan Pablo Gallego