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Qué dirá el Santo Padre, que vive en Roma

Grassi

Por segunda vez en menos de diez días, la defensa del cura Julio César Grassi consiguió detener las pericias psiquiátricas a las que ayer debía someterse el sacerdote detenido desde el 24 de octubre por presunto abuso deshonesto y corrupción de menores. Tras haber conseguido el relevo del fiscal Adrián Flores y del juez Alfredo Meade, los abogados del cura solicitaron ayer que se cambie a los peritos oficiales. Las pericias estaban inicialmente programadas para el pasado 6 de noviembre, pero la defensa del sacerdote las impugnó porque la fiscalía –en ese momento la número 4, a cargo de Flores– no le permitía filmar los exámenes. Sin embargo, pese a que la nueva fiscalía designada en la causa había autorizado la grabación, las pericias tampoco pudieron realizarse ayer por la insólita ausencia de los peritos de parte y debido al nuevo planteo de la defensa ante la jueza Mónica López Osorio. "Nos anoticiaron ayer por la tarde y tratamos de comunicarnos con los peritos pero éstos tenían impedimentos para asistir, así que solicitamos una nueva postergación y que nos avisen con 48 horas de anticipación", excusó uno de los defensores de Grassi. Ahora la fiscalía deberá establecer una nueva fecha.