Cecilia Remón (Perú)
(Noticias Aliadas, 30 de julio 2003)
Sus dirigentes están presos, pero desde la cárcel continúan dirigiendo el partido, asegura el coronel Benedicto Jiménez, subjefe de la Dirección contra el Terrorismo (DIRCOTE), de la Policía Nacional. A través de familiares y abogados salen mensajes con ideas centrales, condensadas, que dan línea y dirección a los militantes de Sendero Luminoso (SL) en su lucha por tomar el poder.
³En SL no hay nada improvisado², afirma Jiménez, uno de los artífices de la captura en 1992 de Abimael Guzmán (a) Gonzalo, líder máximo del grupo subversivo. ³Sigue una estrategia sistemática y coherente².
Actualmente existen dos tendencias en SL: ³Solución Política², dirigida por Guzmán, que busca un acuerdo con las autoridades que incluya una amnistía general para sus presos, y ³Proseguir² que continúa en la lucha armada, encabezada por Leonardo Huamán Zúñiga (a) Alipio, y ³Artemio², cuya verdadera identidad se desconoce.
Esta última es responsable del secuestro el 9 de junio de unos 70 trabajadores de la empresa argentina Techint ‹a cargo de la construcción del gaseoducto desde Camisea, en el sureño departamento de Cusco, hasta el puerto de Pisco, al sur de Lima‹ en la selva central (NA, Jun. 18, 2003).
³El llamado Œpensamiento Gonzalo¹ no ha variado, como se intenta hacer creer, sino que con su propuesta de un acuerdo de paz busca ganar tiempo y fortalecerse para reingresar a la lucha armada luego de la liberación de sus militantes presos², sostiene Jiménez.
La actual estrategia del grupo Solución Política se desarrolla simultáneamente en tres frentes: político, reivindicativo y jurídico. ³Pero en ningún momento dejan de luchar. Guzmán nunca se ha declarado derrotado. Sólo ha cambiado de estrategia², agrega. No es en vano que unos de sus dichos predilectos sea ³salvo el poder, todo es ilusión².
A nivel político, SL intenta una tregua o negociación con las autoridades, a la vez que realiza un trabajo de convencimiento en sindicatos y sectores populares a los que llama ³la masa². Grupos de apoyo, como las asociaciones de Familiares de Presos Políticos y Prisioneros de Guerra, y de Familiares de Desaparecidos y Víctimas de Genocidio ‹señala Jiménez‹ siguen las consignas de Guzmán, mientras que los abogados buscan la liberación de los presos para que se reintegren a la organización.
Jiménez criticó la decisión tomada por el Tribunal Constitucional (TC) el 3 de enero de anular las sentencias emitidas por cortes militares contra subversivos y ordenar nuevos juicios por tribunales civiles (NA, Ene. 29, 2003).
³SL lo ha asumido como un triunfo moral², afirma Jiménez, porque se derribó el principal obstáculo que constituía la severa legislación antiterrorista dictada en 1992 por el gobierno del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), que incluía largas condenas tras juicios sumarísimos en tribunales militares o por jueces sin rostro. Centenares de inocentes fueron a parar a la cárcel acusados de terrorismo sin pruebas (NA, Mayo 10, 1999).
Actualmente hay unos 1,700 presos sentenciados por ³traición a la patria², eufemismo utilizado por el gobierno de Fujimori para casos de terrorismo.
Carlos Tapia, analista político e integrante de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (NA, Mayo 6, 2002), coincide con Jiménez en que SL nunca fue derrotado. ³Guzmán nunca ha renunciado al camino de la violencia. El acuerdo de paz que propugna Guzmán es una estrategia política de preparación para la guerra².
³En los años 80 y principios de los 90 la fortaleza de SL era su cohesión, pero esa cohesión ahora se ha resquebrajado. La lealtad de Proseguir ya no es con Guzmán, es con el narcotráfico, que financia sus acciones, y con los poderes locales, a los que cobra por protección², agregó.
Aunque fuentes de inteligencia aseguran que Proseguir está confinado en zonas inhóspitas de la selva central del país, recientes acciones del grupo no dejan de preocupar. Desde febrero se han producido 134 acciones senderistas en los valles selváticos de los ríos Apurímac, Ene y Huallaga ‹importantes zonas productoras de coca (NA, Mar. 12, 2003)‹ incluyendo actos de proselitismo, saqueos y tiroteos a destacamentos policiales.
El Ministerio de Defensa ha informado que unos 1,100 efectivos están tras los pasos de los senderistas. Uno de los ataques más violentos de SL ocurrió el 10 de julio en la localidad de Sivia, a orillas del río Apurímac, donde murieron en una emboscada cinco militares y dos guías. Dos semanas antes, el 25 de junio, SL atacó en Viscatán, al oeste de Sivia, a una patrulla de fuerzas gubernamentales, muriendo un efectivo de la Policía.
Los propios pobladores de la zona han reactivado las rondas campesinas, que combatieron a SL en la década del 80 y principios de los 90. Estos comités de autodefensa cuentan con unos 50,000 miembros entre nativos y colonos.
La Policía ha tenido algunos logros en la lucha antisubversiva, como ha sido la captura a principios de julio de Florentino Cerrón Cardoso (a) ³Marcelo², líder histórico de SL y sindicado como principal responsable y mando político del Comité Regional Centro, que opera en la sierra central, que daría más luces sobre las actividades del grupo subversivo.
Isabel Coral, jefa del gubernamental Programa de Apoyo al Repoblamiento (PAR), advirtió que SL ³está empeñado en ganar a jóvenes marginales, pobres y desempleados que no tienen recuerdo de los años de violencia².
Coral agregó que para combatir a SL no basta la ofensiva militar. ³La respuesta policial y militar es importante, pero no significa aniquilar a todos, sino combatirlos en el terreno político e ideológico², dijo Coral. ³Otro límite es creer que luchando contra la pobreza se acabará con el terrorismo. La pobreza no es el único factor de violencia política; también la exclusión económica, social, racial, de género².