ETA expresa su disposición a involucrarse en un «proceso democrático sin límites y entre todos», ya que considera que la resolución del conflicto «es posible aquí y ahora». En un comunicado, en el que reivindica nueve acciones, señala que «corresponde a los agentes vascos poner las bases a las nuevas oportunidades que se abrirán».
Euskadi Ta Askatasuna, en un comunicado remitido a GARA y en el que asume nueve acciones armadas (entre ellas la colocación del artefacto que estalló en el Valle de los Caídos, que fue desvinculado por la Guardia Civil de un acto de «terrorismo»), expresa su convencimiento de que «aquí y ahora, la solución del conflicto es posible. Para ello, es necesario construir una paz basada en la justicia». Una opción que, a su juicio, pasa por «el diálogo y la negociación», así como por «el respeto a los derechos que nos corresponden a los vascos. Para ello, es imprescindible abrir un proceso democrático sin límites y entre todos. ETA muestra su total disposición a involucrarse en un proceso así».
En esa línea vuelve a reafirmarse en lo manifestado en el comunicado que hizo público en octubre, al tiempo que considera que la presentada en el Velódromo de Anoeta se trata de «una propuesta que puede ofrecer una solución justa al conflicto» que sufre Euskal Herria.
Y es que, en opinión de la organización armada, «es mucho lo que hemos avanzado:la clave para la resolución del conflicto reside en la autodeterminación; que la palabra y la decisión le corresponde a Euskal Herria, que nuestro futuro lo decidiremos los vascos, es un concepto cada vez más aceptado; cada vez son más los ciudadanos que alzan la voz demandando una solución racional al conflicto; y antes o después, esa realidad se impondrá».
Considera que «corresponde principalmente a los agentes de Euskal Herria poner las bases e impulsar las nuevas oportunidades que se abrirán. Y en eso deben participar todos, todos deben dar pasos». Y es que, para ETA, son tiempos para adoptar «compromisos firmes» y no de «quedarse mirando», ya que «en la medida en que entre los ciudadanos vascos demos pasos decisivos, obligaremos a los estados a moverse y a respetar la palabra de Euskal Herria».
Además de animar a la militancia de la izquierda abertzale a «continuar en la construcción y la defensa de Euskal Herria», advierte que «mientras continúen cerradas las puertas al reconocimiento de los derechos de Euskal Herria y al respeto a la decisión de los vascos, ETA seguirá luchando sin cesar hasta abrir nuevas oportunidades».
La organización armada se muestra rotunda al referirse a la situación actual del Pacto PSOE-PP:«En el Congreso de los Diputados se tocaron campanas de muerte para el OPacto Antiterrorista¹». Y es que, en su opinión, con «su disolución» ha evidenciado «el fracaso de la política de ilegalización, que ha sido superada política y socialmente. Todavía se empecinarán en esa política y en los intentos de arrinconar a la izquierda abertzale, pero su único fruto ha consistido en el sufrimiento que ha provocado y en la prolongación del enfrentamiento».
ETA entiende que detrás del «fracaso del Pacto está la capacidad de resistir y avanzar demostrada por la izquierda abertzale», al tiempo que agrega que «desde San Gil hasta Zabaleta, todos han actuado en su contra, la han golpeado y han intentado hacerla añicos. Pero la izquierda abertzale no ha caído y, una vez más, ha quedado en evidencia la firme proyección del proyecto popular que representa».
«No obstante �prosigue en el comunicado�, la política represiva contra Euskal Herria no ha cesado. Por encima de los talantes, de los seudo-movimientos y de las apariencias, el PSOE no ha estado ni un minuto sin aplicar esa estrategia. Incluso ha dado pasos que nos han recordado los tiempos más oscuros de González». Ante ello, advierte que esa vía no contribuye a la construcción de la solución, sino que «la aleja».
En su reflexión en torno al contexto político actual, censura tanto «el incremento de rumores y filtraciones sin fundamento» como las «peticiones unilaterales de cese a ETA». Pero especialmente denuncia la actitud del PNV, al que acusa de «anteponer el partido a la patria» y no tener «un proyecto político para Euskal Herria».
Por contra, aplaude «los intentos sinceros de solución que están surgiendo», entre los que cita expresamente el Acuerdo Democrático de Bases.