País Vasco
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República, Estatut y otros
José Luis Pitarch
Cartelera Turia
¡Temible disyuntiva, cada artículo, elegir de qué asunto hablar! Elegir es
vivir, y siempre es morir, tirar a la basura algo que quieres, y no querrías
perder, con frecuencia no algo sino "algos". Creo que el ser humano es trágico
porque es un ser continuamente optante, eligiente. Les diré de qué amaría yo,
hoy, hablarles no poco. (Mas, incluso: ¿por dónde empiezo el catálogo, y en
qué orden?). Quisiera analizar cómo Irak, tumba de Aznar, lo será de
Berlusconi (quizá más que sus inmensos latrocinios) ...y puede que de Blair.
Desearía extenderme al cercano referéndum galo sobre el Tratado Constitucional
Europeo, donde, otra vez, destaca la espléndida, histórica especificidad de
Francia, que la hizo gran laboratorio de cualesquiera ideas en Europa,
imposibles de ensayar en sus autocráticos países de origen, la Francia de los
noes al imperialismo anglosajón (en la OTAN, en Serbia, en Irak), la de la
"excepción cultural". Y también hablaría de la reaparición de Jospin.
Y el nuevo Parlamento vasco, que confirma la imposibilidad de silenciar, en
democracia, a más del diez por ciento del electorado, o de la sociedad, ojo.
Olvidada la amenaza Mayor Oreja-Aznar, dejada por el PSOE la absurda línea
Redondo, vuelven las aguas a cauces, que a la larga serán los de Canadá o
Irlanda. Y la "ley de partidos", dudosamente constitucional en cuanto a
seguridad jurídica, demasiado "política", muestra, repetimos, que no es
posible ilegalizar las ideas; en democracia, repetimos. Es dar patadas contra
el aguijón. Por más que el PP rabie y engañe sobre la no ilegalización de EHAK.
Si en septiembre --escribimos tantas veces en años lóbregos-- olía a Chile, en
abril, cada año más, huele a República. He hablado de ello de Requena a
Alberic o Castelló o Torrent. Pero quedé particularmente impresionado al
presentar Unidad Cívica por la República en Zaragoza y, sobre todo, en el
Centro San Cernin (San Saturnino) de Pamplona. Estaba allí la otra Navarra, no
la de matar al grito de ¡viva Cristo Rey! Decididamente, el rancio pensamiento
nacional-católico no ha logrado aniquilar el pensamiento
liberal-popular-republicano. Aunque la II República fuera quemada por una
nueva Inquisición o coyunda de armas africanas, incultura y egoísmo feroz.
¿Y l’Estatut, que pretenden blindar aún más (mayorías de dos tercios, etc), en
lo que es un fraude de democracia, pues el ordenamiento constitucional quiere
igualdad, participación, representación (ver, por ejemplo, Art. 14, 23.2, 9.2
de la Constitución)? Ya lo del 5% es una aberración democrática (el Bloc,
verbigracia, no obtiene ningún diputado en una provincia donde sí lo obtiene
un partido con menos votos), mas aún quieren profundizar en ello, dejar todo
atado y bien atado.
Dejamos cien temas, como los continuos genocidios en Colombia (así, San José
de Apartadó), las ventas militares del PP a Chávez (mas ahora hay que denigrar
a ZP, porque van a perder Galicia, y lo que vendrá. Cómo se frotará las manos
Aznar, pensando en volver. Hay quienes se alimentan del terrorismo y otras
carroñas). O las bodas homosexuales. O el Papa fundamentalista que habla poco
de la paz.