16 de diciembre del 2002
Quince tesis para la construcción de una izquierda europea de alternativa
Fausto Bertinotti
Rojos y Roges
1. Sabíamos hasta que punto la crisis de la política era
una de las consecuencias específicas de la globalización capitalista.
Sabíamos, además, que en ella confluía el desenlace de
la gran y dramática contienda del siglo XX. Sobre ese conocimiento hemos
fundamentado la idea de la refundación.
2. El análisis crítico de las nuevas formas concretas de alienación
y de explotación del trabajo asalariado, de su modificaciones y de la
ampliación del campo en que ellas operan nos ha llevaron a comprender
el sentido más radical de la "refundación comunista".
3. Las nuevas formas de organización del poder a escala mundial toman
el puesto de los estados nacionales, de las antiguas soberanías, de los
sistemas de alianzas, de los ordenamientos mundiales herederos de la victoria
contra el nazi-fascismo y de la guerra fría.
Estos no han sido cancelados sino transfigurados por la nueva cadena de comando
que alcanza el mundo entero. El problema de la transformación de la sociedad
capitalista no se puede poner más que en el ámbito mundial. Ese
es el fundamento para el renacimiento de la política.
4. El nacimiento y el desarrollo del movimiento de crítica a la globalización
origina un fenómeno de valor estratégico. Ese fenómeno
reclama ser interpretado también a la luz de un relanzamiento del conflicto
social y de trabajo y de otras experiencias de participación conflictiva.
La refundación comunista tiene aquí su principal recurso. Ese
recurso, sin embargo, no es infinito.
5. La guerra infinita e indefinida encuentra en la doctrina Bush su orgánica
y terrible declaración de intenciones y en el gobierno norteamericano
el eslabón de arrastre de la cadena de poder del nuevo ordenamiento imperial.
Así mismo, la guerra de civilizaciones se transforma en la máscara
del pleno despliegue de la globalización capitalista y de su carácter
intrínsecamente regresivo.
6. El nuevo movimiento por la paz debe saber ponerse el objetivo de derrotar
la guerra de la globalización capitalista, combatiendo todo el sistema
de guerra a escala mundial. El carácter extremo de esta guerra produce
muchas oposiciones, resistencias y disensiones incluso en el ámbito de
los estados y de los gobiernos. El movimiento debe relacionarse activamente
con esas contradicciones sin atribuir a éstas la posibilidad de parar
el proceso. Sólo el crecimiento cuantitativo, cualitativo, social, político
y cultural del movimiento tiene esa posibilidad. Ese crecimiento puede desvelar
el nexo entre el modelo social neoliberal y guerra de la globalización
y, por tanto, trabajar para una alternativa de modelo de sociedad. El renacimiento
de la política pasa por la lucha contra la guerra y por la paz. Si no
hay paz sin justicia, no puede haber justicia sin paz.
7. En el interior de la política mundial, Europa es, para nosotros, la
dimensión mínima necesaria para el renacimiento de la política
de las clases subalternas. Su destino y la posibilidad misma de ejercer un protagonismo
pasan por la participación en la construcción de la vía
de salida de la crisis de la política. La conquista de la paz y la transformación
de la actual sociedad capitalista serán los terrenos relacionados, de
esta empresa. Europa es su teatro mínimo, inseparable del mundo.
8. Europa es, sin embargo, solo un caso de la más general globalización
capitalista. Europa no existe políticamente. No es una autónoma
realidad geopolítica ni una original experiencia de democracia y de gobierno.
El fundamento de este estado ( que es tal a pesar de las cultura que lo han
enriquecido y a pesar de su extraordinaria experiencia de la política
como de expresión del conflicto de clases) reside en el modelo social
modelador de la globalización y por eso cada vez menos europeo. Pero
las antíguas culturas europeas y las extraordinarias experiencias políticas
de Europa revelan aún hoy una posibilidad. Estas pueden y deben ser puestas
en relación con un movimiento que marca nuestro tiempo. El salto de tigre
es posible y necesario.
9. Sabíamos que la dos ondas largas y contrapuestas de los nuevos procesos
mundiales, una la de la globalización capitalista y la otra la que propone
otro mundo posible ( y necesario) ponen en crisis dramáticamente la hipótesis
reformista (aunque no necesariamente las formaciones que se refieren a ella).
La quiebra de la última tentativa reformista, la del centro-izquierda,
en los USA como en Europa ha contribuido a la elección, en la segunda
globalización a las derechas como fuerzas de gobierno.
10. La crisis, como la guerra, son parte constituyente de la segunda globalización.
La precariedad y la incertidumbre no sólo asaltan al trabajo y a la vida
de la poblaciones, también afectan a la economía y al desarrollo
capitalista. La inestabilidad y la incertidumbre son la clave del cuadro general
y de clase del capitalismo de nuestro tiempo. La curso breve de la crisis de
la política se confronta al curso largo de la crisis de civilización,
marcada por la tendencial separación entre la innovación y el
progreso social. En este cuadro se profundiza la crisis de la democracia.
11. Debemos temer en cuenta que la crisis de la izquierda reformista en Europa
occidental, evidenciada en el ciclo global de las elecciones y está su
pleno desarrollo y no viene sola. Ella se profundiza y en lugar de encontrar
salidas de la crisis, en Europa como en todos los países, se produce
una divergencia: por un lado la tesis de la gobernabilidad propone un orden
neo- centrista que persigue la globalización y el modelo americano, por
otra parte la búsqueda de un nuevo recorrido reformista pone en tensión
crítica esta tesis con aquella tendencia de fondo. La inestabilidad y
la incertidumbre asaltan a la izquierda reformista. Ella no puede ser considerada
como una realidad sustancialmente inmodificable.
12. Debemos temer en cuenta que la crisis de la izquierda reformista y socialdemócrata
destruye cualquier posibilidad para las fuerzas comunistas de definirse en relación
con ella. La idea de que fijada una identidad histórica heredada del
pasado, se puede construir una fase de transición en la búsqueda
de una alianza de gobierno con los reformistas ha sido golpeada de muerte en
este ciclo. Pero la salvación no se alcanza tampoco del contraste con
la socialdemocracia. En realidad lo que venimos aprendiendo es que a la crisis
de la izquierda reformista, frente a la globalización después
de la derrota del 900, se une la crisis de las formaciones comunistas tradicionales.
Simula stabunt, simul cadent. Sabíamos que la refundación es necesaria
para reconstruir una perspectiva revolucionaria. Ahora nos damos cuenta de que
es necesaria para existir.
13. La palanca para el cambio es, por tanto, la construcción de un nuevo
movimiento obrero.
Europa es uno de los lugares encargados de esta nueva construcción del
sujeto de la transformación de la sociedad capitalista del 2000. Es obligatoriamente,
nuestro lugar prioritario de acción.
14. La construcción en Europa de una izquierda de alternativa como protagonista
política del nuevo ciclo, es cuestión decisiva para el desenlace
general de la confrontación. El carácter plural de los movimientos
exige un sujeto político capaz, por su propia composición, de
entrar en dialéctica con ellos en el marco del proyecto de construcción
de "Otro mundo posible". La crisis de la política requiere salir de ella
a través de la fundación de un nueva relación entre la
política de izquierda, el conflicto social y la sociedad civil. Rifondazione
Comunista es condición necesaria, pero no suficiente de ésta última
redefinición. En el marco de la construcción de una izquierda
alternativa europea la refundación comunista puede ganar un nuevo horizonte
impulsor y contribuir al nacimiento de la subjetividad política necesaria
para hacer creible el objetivo de otra Europa. Una Europa autónoma, puerta
hacia el sur del mundo, portadora de un modelo social y político diferente
del de la globalización.
15. Las fuerzas representadas en el GUE y las fuerzas políticas que se
colocan en Europa a la izquierda de la Internacional Socialista están
llamadas a este tarea para salir de la minoridad.
Pero la izquierda de alternativa no puede nacer sobre una discriminante de geografía
política. Sus discriminantes son la radical oposición a la guerra
y el abandono de las políticas neoliberales. Su colocación prioritaria
es en el interior de los movimientos de lucha de nuestro tiempo con el fin de
construir una alternativa de sociedad. Su razón de ser es la reforma
de la política si quiere devolver la eficacia a la acción colectiva
y hacer renacer la política. Por eso, en la nueva subjetividad europea
deben poder convivir en igualdad partidos, organizaciones sociales, políticas
y culturales diferentes de los partidos. La izquierda de alternativa para operar
la transformación debe transformar su propio modo de ser en la dirección
de la participación, del pluralismo, de la valorización de las
diferencias y del autogobierno.
(traducción Joan Tafalla) Agrupación de Profesionales y Técnic@s
del Partido Comunista de Madrid - http://www.profesionalespcm.org