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Aboga Fidel Castro por cese de
condicionamientos a fondos para el desarrollo
Monterrey, México, 21de marzo (PL) El presidente de Cuba, Fidel Castro,
afirmó hoy que la asignación de fondos para el desarrollo de los
países debe realizarse con la ayuda democrática de todos y sin
el sacrificio de la independencia y soberanía de los pueblos.
Al intervenir en la Conferencia Internacional sobre Financiamiento para el Desarrollo
el estadista expresó que los recursos para suministrar ayuda directa
a los países deberían estar en manos de Naciones Unidas y no de
funestas instituciones como el Fondo Monetario Internacional.
Consideró que el proyecto de resolución del foro, denominado Consenso
de Monterrey, se nos impone por los amos del mundo en esta conferencia y consiste
en que nos resignemos con una limosna humillante, condicionada e injerencista.
Fidel Castro afirmó que el mundo rico debe condonar la deuda externa
y conceder nuevos prestamos blandos para financiar el desarrollo en tanto las
ofertas tradicionales de ayuda, siempre raquíticas y muchas veces ridículas,
son insuficientes o no se cumplen.
En ese sentido, exhortó a repensar todo lo creado desde Bretón
Woods (organizaciones financieras internacionales) hasta hoy. No hubo una verdadera
visión de futuro, puntualizó, prevalecieron los privilegios y
los intereses del más poderoso.
Subrayó que ante la profunda crisis actual, nos ofrecen un futuro todavía
peor, en el que no se resolvería jamás la tragedia económica,
social y ecológica de un mundo que será cada vez más ingobernable,
donde habrá cada día más pobreza y más hambrientos,
como si una gran parte de la humanidad sobrara.
El mandatario cubano, que llegó anoche a esta ciudad, considerada el
principal polo industrial del norte de México y ubicada a 700 kilómetros
de la capital mexicana, manifestó que es hora de reflexión serena
para los políticos y hombres de Estado.
Expresó que el actual orden económico mundial constituye un sistema
de saqueo y explotación como no ha existido jamás en la historia
y ha conducido al subdesarrollo al 75 por ciento de la población mundial.
Los pueblos, añadió, creen cada vez menos en declaraciones y promesas,
el prestigio de las instituciones financieras internacionales esta por debajo
de cero.
El presidente de Cuba calificó la economía mundial como un gigantesco
casino al argumentar que según análisis recientes, por cada dólar
que se emplea en el comercio mundial, más de 100 se utilizan en operaciones
especulativas que nada tienen que ver con la economía real.
Refirió que la pobreza extrema en el Tercer mundo alcanza ya la cifra
de mil 200 millones de personas mientras el abismo crece y no se reduce. La
diferencia de ingresos entre los países más ricos y los más
pobres que era de 37 veces en 1960 es hoy de 74 veces.
Indicó que se ha llegado a extremos tales que las tres personas más
ricas del mundo poseen activos equivalentes al Producto Interno Bruto (PIB)
combinado de los 48 países más pobres al tiempo que en el 2001
el número de personas con hambre física llegó a 826 millones.
Dijo que en la actualidad existen 854 millones de adultos analfabetos, 325 millones
de niños que no asisten a la escuela, dos mil millones de personas carecen
de medicamentos esenciales de bajo costo y dos mil 400 millones no disponen
de saneamiento básico y no menos de 11 millones de niños menores
de cinco años mueren anualmente por causas evitables y 500 mil quedan
definitivamente ciegos por falta de vitamina A.
Puso énfasis en que los habitantes del mundo desarrollado viven 30 años
más que los de África subsahariana. Un verdadero genocidio, señaló.
Agregó que de esta tragedia no se puede culpar a los países pobres
porque estos no conquistaron ni saquearon durante siglos a continentes enteros,
ni establecieron el colonialismo, ni reimplantaron la esclavitud ni crearon
el moderno imperialismo. Fueron sus víctimas, dijo.
Al respecto, subrayó que la responsabilidad principal de financiar su
desarrollo corresponde a los Estados que hoy, por obvias razones históricas,
disfrutan los beneficios de aquellas atrocidades.
De ahí que propusiera al mundo rico condonar la deuda externa y conceder
nuevos préstamos blandos para financiar el desarrollo.
La creencia de que un orden económico y social que ha demostrado ser
insostenible pueda ser impuesto por la fuerza es una idea loca, enfatizó
al convocar a la humanidad a decir de una vez por todas adiós a las armas,
algo tiene que hacerse para salvar la humanidad, un mundo mejor es posible.
La intervención de Fidel Castro, de alrededor de seis minutos, fue ovacionada
en diversas ocasiones.