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Operación Masacre en Avellaneda

Partes de guerra.

Ayer, en una nota difundida electronicamente, que se titulaba: " El Reclamo, la represión, el crimen" afirmé textualmente:
"Estoy convencido que a Darío- que con sus frescos 21 años era uno de los principales dirigentes del MTD de Lanus (Ctd Anibal Verón)- no lo mató una bala perdida. Lo mataron porque era Darío, de la misma forma que mataron en Rosario a Pocho Lopresti, otro destacadísimo dirigente social de la CTA, en los hechos de diciembre pasado.
En la Argentina han vuelto a funcionar las tres A y sus blancos son dirigentes sociales".
La nota fue publicada en Madrid en Rebelión y traducida por Indymedia para ser difundida en distintos países.
En las redes y publicaciones locales no tuvo eco, supongo porque quien es manejan esas redes alternativas la habrán juzgado
como tremendista o poco seria.
Hoy el testimonio oral y fotográfico de Sergio Kovaleski confirman esas apreciaciones.
No fue una bala perdida, no fue un agente inexperto al que se le escapó una bala, fueron un comisario y un oficial. El mismo comisario que se presentó como máximo responsable del operativo. A Darío lo mataron porque era Darío.
Y este comentario viene a cuento, no por una cuestión de vanidad periodística - al fin de cuentas somos apenas militantes sociales que escribimos - sino porque desnuda como se manejan los medios periodísticos, frente a hechos como los ocurridos
este tragíco 26 de junio.
No voy a ocuparme de Hadad, Grondona y compañía, incansables fogoneros de la represión al pueblo, que ya tienen un público propio, sino a los principales informativos televisivos que atrapan al gran público.
La observación durante unos cuantos años me conduce a la conclusión que ante hechos de gran conmoción politica estos "informativos" actuan en cadena y no trasmiten noticia, trasmiten partes de guerra.
Esos partes de guerra son difundidos sin el menor reparo de veracidad y con el objetivo preciso de convencer al gran público de la versión oficial.. Pasados unos días relativizan esos dichos y abren paso a otras campanas. Pero que nadie piense que esto tiene un sentido autocrítico. El gran público ya ha cambiado el foco de atención y el tema solo presenta interes para el sector de la población mas informada . Que son precisamente los que de antemano sospechan, por ejemplo, que los muertos civiles, no son producto del enfrentamiento entre ellos, sino producto de las balas de la gendarmería o la policía.
Por casualidad o causalidad estuvimos General Mosconi, Salta, cuando se produjeron los asesinatos de Barrios y Santillan. Acompañamos allí al periodista salteño Diaz Muñoz que filmó a los gendarmes disparando contra el pueblo ( aquello mas que un piquete fue una pueblada).
En esas horas, todos los medios televisivos difundían partes de guerra que afirmaban que los muertos eran víctima de francotiradores piqueteros que disparaban desde el monte. Y siguieron repitiendo la versión - que daban Mathov, Mestre y el gobernador Romero - durante los primeros tres días, cuando un relevamiento elemental del mapa de Mosconi, demuestra que afirmar eso es tan disparatado como decir que francotiradores subidos a los arboles de Parque Lezama asesinaron a manifestantantes en Plaza Constitución.
En virtud de lo anterior creo que cuando atribuimos responsabilidades criminales a periodistas que echan nafta al fuego de la represión, habría que extender esa acusación a periodistas que difunden partes de guerra.
En ese sentido creo que la participación de Alberto Spagnolo del MTD Solano (CTD VERÖN) y Nestor Pitrola ( Bloque Piquetero) en el programa de Lanata, para explicar lo ocurrido el mismo día de los hechos, fue un sacrilegio que alguna vez le hará pagar a este periodista, que se animó a romper la cadena de censura televisiva. Y aclaro que no me simpatiza Lanata.
Por último creo que en el marco de brutales campañas de desinformación, hay peridistas progres - a los que muchas veces hemos visto destripar la manipulación informativa - que terminan creyendole finalmente a los medios y entrampados en la
maraña de mentiras.
El 26 de Junio la cuestión central no era la disputa de una interna piquetera. Se estaba discutiendo si el gobierno iba a poder imponer o no su decisión de que se acabaran los cortes de ruta y los bloqueos de los puentes. Hubo represión abierta y crimen politico selectivo.
Va a ser muy doloroso, especialmente para los compañeros del Mtd Lanus y Mtd Guernica, remontar estas caídas. Para quienes lo conocimos, va ser muy doloroso convencernos de que Dario y Maxi no estan, alentandos con su enorme humanidad. Y hasta parece demasiada carga para pequeños movimientos integrados mayoritariamente por jovenes y madres jefas de hogar, asumir todo el peso de mantener abierto los nuevos caminos de la protesta popular, con todas sus consecuencias
Concentraciones en Capital, La Plata y Rosario el mismo día de los hechos, y las mas de veinticinco mil personas reunidas ayer en Plaza de Mayo - donde abundaron las asambleas y los que fueron sueltos - demuestran que los ideologos de la represión, los asesinos y los que difunden partes de guerra volvieron a perder la batalla.
Queda pendiente la denuncia de una voluntad organizada dispuesta a la eliminacion selectiva de militantes populares, que en el 74 se llamó 3 A, y que era dirigida por el Ministro Lopez Rega, cuando mucho de los actuales gobernantes eran funcionarios.
El Gobernador Solá parece no querer hacerse cargo de amparar esa decisión en su territorio. Lo que no impide que
se amenaze al Ruso Kovaleski y a los demás testigos de los asesinatos.
De lo que estamos seguros es que cuando en otra movilización "una bala perdida" impacte a otro dirigente popular,
Mónica y Cesar , repetiran muy serios " el trágico incidente parece ser motivado por diferencias entre organizaciones piqueteras".
Guillermo Cieza
Retruco

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