Hace 70 años, en 1932, un reporte del ejército de la hermana república de El Salvador decía muy escuetamente: "Ciudad de Somsonate, reporte de bajas: Doce mil muertos. Todos bolcheviques".

Se trataba de una de las más crueles matanzas que recuerde la historia. Costó treinta mil muertos en un país que entonces no pasaba los tres millones de habitantes. "Todos bolcheviques", por cierto. Trabajadores rurales del café, que intentaron un movimiento reivindicativo y político-social en todo el país. Los documentos quedan como testimonio de la crueldad humana. De entre los "todos bolcheviques" se secuestró armamento: machetes y palos, las herramientas diarias del trabajador agrícola centroamericano.

De los vencedores, queda la huella de los artículos publicados en los diarios de entonces. Uno de ellos decía que se había llegado a tal extremo.bb.. por haber permitido demasiado que protestaran.

Las palabras de voceros oficiales y chupamedias oficiosos de los medios de masa fueron hoy tan parecidas en estilo.... Puede uno imaginarse que clase de violencia "venga de donde venga" puede haber resultado en dos muertos, 60 heridos reconocidos, todos del mismo lado, 160 detenidos, dos de ellos aún no ubicados a las siete de la tarde en ninguna comisaría. La policía podría incorporar a su museo las armas secuestradas al "enemigo": Palos, piedras y bufandas.

No hace falta decir mucho en este 26 de junio tan triste. Nada expresa más que las miradas de los familiares, los amigos y los compañeros de los chicos muertos. Nada duele más que las palabras de los escribas mediáticos que en la noche de este 26 cubren el horror con palabras técnicas, mezcla de decreto y nota médica. Vergüenza da esta noche decirnos "comunicadores", si el terreno está ganado por estos lameculo del poder económico.

Anoche lleva el broche de oro el programa "A dos voces", de TN, donde a las 22:15 horas llegó a afirmarse que el origen de la violencia que "sólo" se produjo sobre Puente Pueyrredón, podría deberse a que allí estaba la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, cuyos integrantes "son más violentos que los otros" (¡!). El esfuerzo que hicieron para dividir y aislar a los piqueteros fue proporcional a su maldad. El inmoral profesional Haddad, por su parte, cerró la jornada periodística con palabras que resultan familiares: Según él, hubo que llegar a esto con los piqueteros... por haber permitido demasiado hasta ahora...

Por cierto, todos recuerdan hoy a Farabundo Martí, fusilado en aquellas jornadas de 1932. De los escribas de la masacre nada queda.

Darío Santillán y Maximiliano Costeki han mostrado una conducta ejemplar como militantes y como jóvenes argentinos. Mostraron que es posible sobreponerse al acoso de la pobreza y en las peores condiciones materiales ser ricos en lo que tanto falta aún: solidaridad, valor, entereza, humanidad. Aún en medio de este dolor irreparable, ellos se agigantan aún más, y ya son parte de la multidud de muertos que ya no morirán jamás.

Compañeros Dario Santillan y Maximiliano Costeki
¡PRESENTES!
¡Gloria y Honor a los Piqueteros del Pueblo!