sebastian hacher

Acaba de terminar una muy masiva movilizacion en neuquen. Contra la guerra en Irak, en defensa de Zanon y por el castigo a los genocidas. Primeras fotos

Organizada por las Madres de Plaza de Mayo y todos los organismos de derechos humanos, protagonizada por los trabajadores de Zanon y miles de personas sueltas, acaba de terminar en Neuquén una muy masiva movilización a 27 años del golpe de estado.-
Este año la movilización tenía que ser diferente. Las bombas llueven sobre Irak y aquí en Neuquén la fábrica Zanon , bajo control obrero desde hace un año y medio, está amenazada de desalojo.
A las 7 de la tarde, los organismos ofrecian una radio abierta y música. Grupos de jóvenes esperaban sentados en los alrededores del monumento a San Martín, el clásico lugar de concentración de todas las movilizaciones.
Mientras caía el sol, se sintieron los primeros estruendos; por una diagonal bajaba una columna de obreros y obreras de Zanon, tan colorida y ruidosa como de costumbre. Con ellos venian los desocupados del MTD y la mayoría de los partidos de izquierda. Encabezaba la movilización la bandera de la Coordinadora regional del Alto Valle.
Los obreros no venían solamente con sus banderas; llevaban estandartes contra la guerra, banderas de las Madres de Plaza de Mayo, banderas de sindicatos extranjeros y hasta una bandera Palestina que durante toda la jornada enarbolo la columna.
Cuando llegaron al monumento comenzó la movilización. Los sindicatos docentes de ATEN Capital y Plottier, UNTER Cipolletti, el Polo Obrero, Barrios de Pie, la CCC y los estudiantes del Comahue llegaron, cada uno por su lado, a los pocos minutos.
Fue una marcha de columnas nutridas, pero también de mucha gente suelta; familias con niños en brazos, jóvenes y hombres y mujeres sueltos o en pequeños grupos sueltos fueron, junto con los ceramistas los mas convocantes.
La movilización partió cuando ya era de noche hacia el comando del ejército, que estaba custodiado por cientos de policias, que según algunos cálculos eran mas de 100.
Al llegar al comando y mientas la mayoría de las columnas ya habían pasado se produjeron algunos incidentes; a la tradicional quema de banderas yanquis se les sumaron algunas molotov, una de las cuales incendió a un agente del orden.
Apagado el oficial, el comisario a cargo (un señor notablemente gordo) ordenó fuego, esta vez contra el grupo manifestantes que dudaban entre festejar el hecho o salir del lugar.
Finalmente, luego de una intensa balacera oficial, piedras de algunos manifestantes y algún que otro gas lanzado al viento patagónico, las cosas se calmaron y la marcha siguió su curso con algunos contusos.
No hubo detenidos ni heridos graves que lamentar.

El acto de cierre fue bastante emotivo. Habló primero Gladys Rodriguez, de Sainuco, una de las principales agrupaciones de DDDHH de la región, seguida de una de las Madres de Plaza de Mayo del grupo local de la asociación.
Para cerrar el acto, y haciendo una ecepción en la tradición de que en los 24 de Marzo hablen solo los organismos, habló Raúl Godoy en nombre de los trabajadores Ceramistas.
Fue una movilización masiva y colorida, pero con dos colores fundamentales; el blanco del pañuelo de las Madres y el marrón de las camisas de los obreros de Zanon.