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La reinvención de la educomunicación
Roberto Aparici
Desde hace más de 50 años grupos de educomunicadores están desarrollando su 
actividad en diferentes lugares del planeta. Estas actividades han estado 
determinadas y condicionadas por su contexto. Y allí, donde fue difícil el 
ejercicio de una práctica comunicativa por cuestiones políticas autoritarias de 
dictaduras como la española de Franco, la chilena de Pinochet, la argentina de 
Videla , de prácticas apartheid en países como Sudáfrica, estados policiales 
como Brasil, Uruguay o México o países que alardeaban de sus prácticas 
democráticas como los Estados Unidos fueron lugares óptimos para desarrollar y 
poner en ejercicio los ideales de un ejercicio comunicativo basado en la 
práctica de libertad. 
En otras regiones del Este de Europa, de África o de Asia el origen de la 
comunicación educativa va a tener lugar a mediados de los 90. Al mismo tiempo, 
en ese mismo período, el Reino Unido, Australia y Canadá alcanzaron su máximo 
desarrollo. 
Este apogeo de los movimientos vinculados con la educomunicación en el contexto 
internacional ha tenido lugar en los últimos 20 años. 
EL ORIGEN Y DESARROLLO DE LA EDUCOMUNICACIÓN. 
La introducción de la comunicación y sus tecnologías como objeto de estudio es 
un fenómeno educativo del Siglo XX. 
Desde los primeros años del siglo pasado se fomentó el uso del cine con fines 
educativos y durante la Segunda Guerra Mundial se usaron los medios tecnológicos 
de la época para adiestrar -en el menor tiempo posible- a grandes contingentes 
de soldados. El uso de los medios se vinculó en sus orígenes con la eficiencia y 
con modelos educativos basados en la reproducción. 
Los aportes de la Escuela de Frankfurt que iniciaron los estudios de los medios 
como una industria, la de la cultura y los aportes de la semiología francesa 
constituyen, algunos de los pilares, de la perspectiva reflexiva y crítica de lo 
que en la década de los 60 comenzó a llamarse la educación en materia de 
comunicación. 
Durante los años 60 y comienzos de los 70 el fenómeno de la contracultura va a 
dar lugar en los Estados Unidos a la expansión de una nueva disciplina que 
significaba un encuentro entre comunicadores y educadores. En la década de los 
70 se crearon organizaciones no gubernamentales dedicadas específicamente al 
estudio de los medios y a su práctica, reflexión y crítica en la escuela. 
La llegada de Reagan al poder cortó las ayudas y subvenciones a estas 
instituciones que lentamente comenzaron a desaparecer o se reconvirtieron 
adecuándose al nuevo contexto político- económico que les permitiría sobrevivir 
en una época de conservadurismo extremo. Y habiendo sido los Estado Unidos uno 
de los países pioneros en esta práctica educomunicativa, su ejercicio a 
comienzos del siglo XXI es mayoritariamnete instrumental y tecnologicista. 
En los primeros años del nuevo siglo ha comenzado a articularse un movimiento a 
través del Departamento de Estudio de Medios del MIT (Massachussets Institute of 
Technology). Los norteamericanos interesados en este campo suelen acudir para su 
formación, a su vecino país, Canadá que durante toda la década de los 90 se 
destacó a nivel internacional por el nivel alcanzado en la enseñanza crítica de 
los medios en la educación primaria y secundaria.. 
El desarrollo de Canadá en este campo de estudios tuvo su origen en la labor 
realizada por un grupo de educomunicadores que fue formado, a partir de los años 
80, por instituciones y/o profesores ingleses y australianos. Inglaterra y 
Australia fueron dos de los países que consideraron prioritario la introducción 
del estudio de los medios en la escuela y la formación especializada de los 
docentes. 
Los años 70 y 80 ha sido un período caracterizado por la organización , 
formación e intercambio de las diferentes prácticas en el campo de la 
educomunicación y, que van a dar lugar, al nacimiento de movimientos y aciones 
en primer lugar locales, luego regionales y, por último, internacionales. Estos 
últimos, tuvieron lugar, sobre todo, a lo largo de toda la década de los 90. 
Así como en el mundo anglosajón se produjeron vinculaciones entre diferentes 
especialistas , otro tanto ocurrió en el contexto iberoamericano donde se 
desarrollaron propuestas de comunicación y cultura popular a partir de los 
principios pedagógicos sustentados , principalmente, por Paulo Freire. 
Sin vinculaciones ni contactos entre sí, estos dos grupos lingüísticos: los 
latinos y los anglosajones, desarrollaron propuestas y respuestas a las 
necesidades culturales y sociales de sus respectivos contextos. 
Desde los años 70 hasta los 90, el movimiento educomunicativo en Latinoamérica 
se ha desarrollado a través de las prácticas que realizaron educadores y 
comunicadores desde las bases y desde instituciones como el CIESPAL((Centro de 
Indagación y Expresión Cultural y Artística ) de Chile. 
En el contexto español dos grupos promovieron la educación para los medios: el 
Drac Magic en Cataluña y el SOAP en Madrid. Con la llegada de la democracia, las 
actividades se multiplicarony se organizaron asociaciones y grupos de trabajo 
cuyo objetivo principal fue la educación audiovisual. 
En otros países europeos ocurrió un proceso similar. En Francia a través del 
CLEMI, en Austria a través de su Ministerio de Educación, en Italia a través de 
asociaciones y universidades. Es importante destacar en el Reino Unido la 
actividad desarrollada por el British Film Institute y por algunas universidades 
como la de Birmingham, Nottingham o el Instituto de Educación de la Universidad 
de Londres. 
A fines de la década de los 90 y comienzos del nuevo siglo se inicia un nuevo 
proceso en la corta vida de este campo de estudios. La incorporación de las 
tecnologías digitales al campo de la enseñanza comienza a asociarse con el uso 
de modelos eficientistas y la práctica cada vez más aislada de modelos 
reflexivos y críticos. 
El estudio de la comunicación entre los años 70 y comienzos del milenio es 
inversamente proporcional con la expansión de las nuevas tecnologías y el 
desarrollo del paradigma economicista que se traslada al mundo de la educación.
Los audiovisuales, el estudio de la televisión, el cómic, la prensa, el vídeo 
comienzan a ser sustituidos por "Aulas de Informática" y los modelos de 
formación, predominantes, en estos momentos, no van más allá de los que 
realizaban muchas academias en los años 40 y 50 del siglo pasado cuando 
"enseñaban a escribir a máquina". 
MODELOS DE EDUCOMUNICADORES 
Podemos caracterizar diferentes modelos de educomunicadores: 
PRIMER MODELO: los que se dedican, sobre todo, a la enseñanza de la tecnología y 
de los medios, con el fin de convertir a su alumnado en operadores técnicos. 
Esta modalidad no deconstruye la trama del poder ni tampoco el lugar que ocupa 
la tecnología en la reproducción de los modelos establecidos. Se basa en el 
mito: ·quien conoce la tecnología puede controlar todo o casi todo". 
En este modelo se integran los educomunicadores que se dedican a la enseñanza 
del vídeo, de la radio o de Internet. Dejan de lado en sus enseñanzas aspectos 
fundamentales como el falso paradigma de la neutralidad tecnológica o que el 
conocimiento tecnológico no determina lo que se va a mostrar, cómo se va a 
mostrar, para qué, qué se omite y por qué. En resumen, se puede decir que como 
en los años 40 o 50 con este modelo se pueden llegar a ser "buen@ mecanograf@".
SEGUNDO MODELO: educomunicadores que utilizan técnicas de "rol playing" y 
realizan con cada alumno el simulacro de un periodista, director de cine o 
presentador de radio o televisión. Este modelo está tan extendido como el 
anterior y fue utilizado en los proyectos de prensa y escuela, vídeo, radio y 
televisión en la escuela. Ahora se ha extendido al campo de la informática: el 
objetivo es clonar cada alumno en un informático. El hecho de que cada alumno o 
grupo de alumnos haga de reportero, entrevistador, productor de un periódico o 
webmaster no pasa de ser un juego basado en la teoría de la reproducción donde 
se asumen situaciones preestablecidas y se reproducen los modelos estandarizados 
de la representación. 
Este modelo puede ser interesante si se utiliza como una propuesta 
demistificadora del mundo representacional mediático y se establecen normas para 
hacer visibles los estereotipos dominantes y construir otros modelos y otras 
formas de organización en un medio. 
TERCER MODELO: los educomunicadores centran su trabajo en el análisis de medios. 
El objetivo es formar un analista como si se tratara de un crítico de cine, 
televisión, radio, multimedia….Se utilizan desde métodos sencillos de análisis 
de contenidos hasta estudios más complejos que incluyen análisis de audiencias, 
las empresas de los medios, las agencias. 
Este modelo puede ser interesante si también se incluye un análisis de carácter 
económico y político con el fin de conocer la trama organizacional de las 
comunicaciones y las tecnologías. Un tema fundamental es el estudio de la 
consecuencias de la concentración de medios y empresas financieras , telefonías, 
etc. , y el desarrollo organizacional de estrategias ciudadanas ante estas 
nuevas situaciones que se dan a escala mundial. 
CUARTO MODELO: se caracteriza por integrar en sus planteamientos aspectos de los 
tres anteriores o partes de algunos de ellos. 
Cada uno de estos modelos entretienen, a su manera al alumnado, y dejan de lado 
el desarrollo de competencias fundamentales: ser gestores de acciones 
comunicativas, organizadores de grupos, animadores, etc. Actividades que pueden 
tener cabida en la escuela, en asociaciones de vecinos así como en el 
ciberespacio. 
La actividad en la red suele convertirse en un juego, pero también puede ser un 
canal para desarrollar movimientos cooperativos y solidarios en el ciberespacio 
que sean algo más que un intercambio, un trueque o una ayuda para una duda 
puntual. Muchos de nuestros alumnos realizan, a veces, actividades como hackers 
cooperando con otros grupos o intercambiando software o luchando contra una 
injusticia local o planetaria. Este modelo de hacker no se adecua al estereotipo 
que muestran los medios y que los identifican sólo como terroristas 
ciberespaciales. 
Esto significa que el educomunicador del Siglo XXI tiene que conocer cuestiones 
vinculadas a la organización, a la dinámica de grupos en contextos reales como 
virtuales y aprender y conocer las dinámicas que se dan en el ciberespacio en 
estrecha conexión con lo que ocurre en los escenarios reales. En resumen, 
significa conocer las diferentes dinámicas de organización social que se 
establecen en la red. 
VOLVAMOS A PENSAR EN LA COMUNICACIÓN EDUCATIVA 
El estado de homogeneización en el que estamos inmersos requiere de nuevos 
planteamientos de educación en materia de comunicación. 
Sabemos que muchos educomunicadores seguirán repitiendo las mismas experiencias 
y prácticas exitosas desarrolladas en los últimos 20 años. Son fórmulas que 
funcionaron en otras épocas y que requieren de revisiones y replanteamientos 
metodológicos, pedagógicos, tecnológicos, económicos…En los años 60 y 70 el 
objetivo principal fue enseñar las posibilidades de la imagen a través del 
estudio del lenguaje cinematográfico, en los 80 y comienzos del 90 le tocó el 
turno al vídeo y a la radio. 
En estos 30 años se ofrecieron metodologías que permitieron conocer y expresarse 
a través de los diferentes medios. Hubo un predominio de una formación técnica y 
estética y se trató de desmitificar a los medios, sobre todo, el televisivo. Se 
hicieron interesantes avances para el logro de la autonomía, la independencia, 
la crítica y se generaron diferentes espacios de reflexión y de producción 
diferentes a los masivos. 
Pero todo esto forma parte del pasado. Y tenemos que volver a aprender aprender 
y a actuar de otra manera. Tenemos una ventaja con respecto al pasado, que lo 
inventábamos casi a diario. Pero en todo este tiempo hemos articulado 
curriculums, grupos de trabajo, sabemos cómo aprende el alumnado en función de 
sus estadios evolutivos y todo esto será muy útil para volver a crearnos, volver 
a organizarnos, volver a inventarnos. 
LA ALFABETIZACIÓN DIGITAL 
En el mundo anglosajón cuando se habla de alfabetización informática y digital 
se refieren a una destreza instrumental y mecánica, es decir conocer la 
herramienta sin considerar los profundos cambios que conlleva la introducción de 
una tecnología en un determinado ámbito. La máquina de vapor significó un cambio 
en los modos de producción, el coche un cambio en la concepción del tiempo y del 
espacio. 
Las nuevas tecnologías en el campo de la educación implica investigar en nuevas 
formas de informar, comprender y enseñar. El surgimiento de nuevas estructuras 
narrativas como el hipertexto implica organizaciones conceptuales de otro orden 
y el desarrollo de metodologías de escritura y lectura no lineales. 
Un proceso de alfabetización implica un acto de comprensión-acción con el fin de 
actuar y modificar en un determinado entorno. 
Por consiguiente, algunos de los grandes objetivos que han de tenerse en cuenta 
en un proceso de alfabetización digital son: 
1.- Localizar en la red las informaciones que se vinculan con el entramado 
comunicacional analógico. 
2.- Descubrir los espacios de publicidad y marketing que usan en la red. 
3.- Denunciar las estrategias de captación de usuarios y los procedimientos que 
atentan contra la seguridad. 
4.- Divulgar todos los sitios que ofrecen información controvertible y 
diferentes a las estandarizadas por los grandes medios. 
5.- Ofrecer procedimientos para diferenciar la información de la infobasura. 
6.- Integrar la enseñanza y práctica multimedia en los procesos de enseñanza 
analógica y virtual. 
7.- Detectar el entramado, pactos y maridajes que realizan diferentes grupos 
políticos que aseguran que la información dará poder a la ciudadanía y salvará a 
las democracias. Piénsese hasta qué punto eso es verdadero si analizamos las 
persecuciones y extrema vigilancia que realizan los diferentes servicios de 
seguridad al movimiento antiglobalización por el sólo hecho de organizarse a 
través de la red y poner en práctica uno de los principios que los diferentes 
sectores publicitan: hacer ejercicio de la ciudadanía. 
y 
8.- Aprender a manejar la herramienta. 
Un proceso de alfabetización tiene que ofrecer propuestas, procedimeintos y 
mecanismos para no perderse en la sobreabundancia de datos- Roszack (201)en ese 
sentido dice: 
"En una democracia vital, lo que importa no es la cantidad sino la calidad de la 
información. ¿Cuáles son los criterios de calidad? Pertinencia, coherencia y 
percepción íntima. ¿Cómo hemos de aplicar estos criterios? Expresando la 
información como problemas- Los problemas estarán, a su vez, bien formulados 
cundo ayuden a concentrar la atención, plantear interrogantes, facilitar las 
críticas y, finalmente, cuando nos permitan elegir empleando el sentido que de 
forma inteligente habremos distinguido entre todas las opciones que se nos 
ofrecen". 
Este texto forma parte del libro: 
"Comunicación Educativa en la Sociedad de la información"