|  
        Libros sí, Alpargatas también | 
 
   Mario Muñoz
  La Ventana
  11-Ene-2004 
 
  Por modestia, Orlando Borrego dice que su relación con el comandante Ernesto 
  Guevara está fundada en casualidades históricas. Sin embargo, amigos y colaboradores 
  del Che sostienen que no resultaba fácil ganarse su entera confianza. 
  
  Borrego fue uno de esos hombres afortunados. Se ganó ese lugar gracias a su 
  total dedicación al trabajo y al desarrollo de la naciente Revolución. Primero 
  se incorpora al Ejército Rebelde en la Sierra del Escambray (centro del país), 
  en la Columna 8 Ciro Redondo que dirigía el Che. Luego continuará bajo su mando 
  en diferentes puestos y misiones. Desde la creación del Ministerio de Industrias, 
  al entonces joven contador sólo lo separarían de su jefe algunas visitas al 
  extranjero y las misiones en el Congo y más tarde en Bolivia, donde encontraría 
  la muerte. 
  
  "Logramos una gran identidad -recuerda-. No quiere decir que no discutíamos, 
  pero la comunicación siempre fue la mejor en todos los sentidos. Y le agradezco 
  que me haya dado la oportunidad de aprender de él", comenta Borrego a Granma 
  Internacional, mientras conversa sobre su más reciente título Che: el camino 
  del fuego, en el que recoge la esencia del pensamiento económico y político 
  de Ernesto Guevara, a partir de la experiencia que le regalaron los varios años 
  que pasó a su lado y el análisis profundo de su obra. 
  
  Usted ha centrado gran parte de sus estudios en el pensamiento económico del 
  Che, ¿lo considera un profesional de esta ciencia? 
  
  -Pienso que sí. El Che fue un pensador con alto nivel científico en el campo 
  de la economía política, de la filosofía, sobre todo. Y lo considero un economista 
  porque ésta es una ciencia que se puede estudiar de forma autodidacta. Con voluntad, 
  con tesón se puede aprender mucho. Está el ejemplo de Carlos Marx, que fue un 
  gran autodidacta y se reconoce como un genio en el campo de la economía. 
  
  "Y el caso del Che es similar, un hombre con un amplio acervo cultural desde 
  niño, que comenzó a leer sobre estos temas siendo muy joven y que después con 
  toda esa voluntad, con ese rigor investigativo que poseía y su profundo sentido 
  analítico se dedicó a estudiar economía, conocimientos que complementó con un 
  sólido aprendizaje de las matemáticas, herramienta fundamental para el dominio 
  de esa ciencia. Por eso considero al Che como un economista en el más amplio 
  sentido de la palabra." 
  
  ¿No cree que Che: el camino del fuego es un título muy sugerente? 
  
  -El título tiene su propia historia relacionada con el Che. En un acto en la 
  Central de Trabajadores de Cuba al culminarse una larga jornada de trabajo voluntario 
  él nos leyó una poesía de su amigo, el poeta español León Felipe tomada de su 
  libro El Ciervo, donde dice: «Pero el hombre es un niño laborioso y estúpido 
  que ha convertido el trabajo en una sudorosa jornada, convirtió el palo del 
  tambor en una azada y en vez de tocar sobre la tierra una canción de júbilo, 
  se puso a cavar, quiero decir que nadie ha podido cavar al ritmo del sol, y 
  que nadie todavía ha cortado una espiga con amor y con gracia...» 
  
  "Después de recordarlo, el Che, con esa sensibilidad poética que lo caracterizaba, 
  tuvo una fugaz inspiración y en un reto fraternal al poeta le contestaba: ... 
  porque nosotros podíamos decirle a ese gran poeta desesperado que viniera a 
  Cuba, que viera cómo el hombre, después de pasar todas las etapas de la enajenación 
  capitalista y después de considerarse una bestia de carga uncida al yugo explotador, 
  ha reencontrado su ruta y ha reencontrado el camino del fuego. Hoy en nuestra 
  Cuba el trabajo adquiere cada día más una significación nueva, se hace con una 
  alegría nueva. 
  
  "Fue una expresión en la que trataba de resumir aquella sensación que estaba 
  viviendo de la libertad del hombre ante el trabajo. Esa frase y su extraordinario 
  significado motivaron el nombre de este libro. Porque además, la propia vida 
  del Che marcó senderos por el camino del fuego." 
  
  ¿Por qué este libro, 34 años después de su muerte? 
  
  -Es cierto, debió haberse escrito mucho antes. No hay justificaciones creíbles. 
  Sin embargo, la realidad es que al escribir este libro cumplía un sagrado compromiso 
  personal que tenía con el Che. 
  
  "En una oportunidad, él me envía unas notas desde Praga, luego de culminada 
  su campaña en el Congo. En una de las misivas escribe: Estoy pensando iniciar 
  un trabajito sobre el manual de Economía de la Academia (se refiere al Manual 
  de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS) pero no creo que 
  pueda acabar; si adelanto algo se los envío para que trabajes con Alvarez en 
  él, aunque sea como ejercicio. Está sólo a nivel de ideas. 
  
  "En aquel momento, yo no había hecho estudios formales de Economía. Sólo era 
  contador profesional. Por supuesto, aquella misión me causó un gran problema 
  personal porque entonces no me sentía capaz de abordar ese trabajo. No me sentía 
  con la preparación suficiente. 
  
  "Dejé pasar el tiempo con el firme propósito de adquirir una formación más sólida 
  desde el punto de vista científico. Así terminé la Licenciatura en Economía 
  en la Universidad de La Habana y posteriormente hice el Doctorado en la misma 
  materia. Ya cuando concluí estos estudios me sentí con un poco más de seguridad. 
  
  
  "Entonces tampoco se dieron las condiciones, pero ya había decidido que debía 
  hacerlo. Vino el derrumbe del bloque socialista europeo y el Período Especial 
  (crisis económica) para nuestro país, y me pareció una herejía ponerme a escribir 
  un libro en tales circunstancias, pensé que el Che no me lo perdonaría. Por 
  eso se dilató más la preparación del libro hasta hace tres años, en que sentí 
  que a la edad alcanzada no debía aplazar el cumplimiento de mi compromiso con 
  el Che. 
  
  "Así que con mucho esfuerzo, en medio del trabajo, fue saliendo el texto, que 
  no es exactamente lo que el Che indicaba, pero que abarca, a mi entender, casi 
  todo el enfoque crítico acerca de la economía política, como él aspiraba. 
  
  "La elaboración del libro contó con un alto nivel de complejidad: la conjugación 
  de la teoría con la práctica. He tratado de presentar toda la fecunda obra desarrollada 
  por el Che en Cuba al frente de las difíciles tareas de dirección que desempeñó 
  hasta su partida de nuestro país. 
  
  "Por otra parte, se dedica un capítulo completo al análisis de las notas inéditas 
  que me enviara desde Praga, donde con su deslumbrante visión de pensador marxista, 
  anticipa "proféticamente" el retorno de los países socialistas de Europa al 
  capitalismo. Esta última parte representa, sin dudas, el aporte teórico más 
  significativo y audaz del Che para el futuro de la humanidad en medio de la 
  globalización capitalista neoliberal que hoy vivimos." 
  
  ¿Tres décadas después cree que tiene vigencia el pensamiento del Che? 
  
  -Yo he pensado muy seriamente sobre eso, porque no podemos ver todas sus ideas 
  como absolutas, como válidas en todo momento. Ello significaría volver a la 
  apologética ciega y al dogmatismo, algo que tanto criticó el Che. Pienso que 
  sus aportes al pensamiento económico y político del Socialismo son fundamentales. 
  No sólo lo considero yo, sino todas las personas honestas del mundo que han 
  sabido valorar justamente su obra revolucionaria. 
  
  "Ahora, en el momento actual, hay un conjunto de ideas y conceptos desarrollados 
  por el Che que tienen total vigencia, como puede haber otros que deberían ser 
  ajustados a los nuevos tiempos para su posible aplicación. 
  
  "En el caso de Cuba, resultan totalmente válidas sus ideas y concepciones acerca 
  de la necesidad de alcanzar un desarrollo económico sostenible buscando la mayor 
  eficiencia en términos internacionales. Cuba está inserta en un mundo de economía 
  globalizada donde el desarrollo científico-técnico y la innovación representan 
  la base fundamental para el desarrollo económico en condiciones de competitividad. 
  
  
  "Hoy están totalmente vigentes sus conceptos sobre la calidad de la producción, 
  la reducción de los costos, el aumento de la productividad mediante el uso de 
  las más modernas tecnologías, y junto a ello la superación técnica y profesional 
  del individuo en la nueva sociedad. 
  
  "De importancia esencial resulta ahora, como nunca antes, el desarrollo de la 
  conciencia del hombre como ser social. Algo que el Che situó como elemento central 
  de todas sus preocupaciones para el futuro de la humanidad. Por eso su lucha 
  infatigable por la formación del hombre nuevo en la sociedad cubana con todos 
  los atributos de honradez, honestidad, conciencia internacionalista y valores 
  tan diferentes a los que desarrolla la sociedad capitalista. 
  
  "En resumen, puede afirmarse que el principio defendido por el Che de construir 
  la nueva sociedad mediante el desarrollo de las fuerzas productivas junto a 
  la formación del hombre nuevo está totalmente vigente, y forma parte esencial 
  de la política de la Revolución para la formación de las nuevas generaciones. 
  
  
  "El papel del dirigente en la sociedad socialista es otro de los puntos cardinales 
  en el pensamiento del Che y que la Revolución Cubana preserva y trata de consolidar 
  a toda costa como uno de los más preciados atributos de la obra revolucionaria." 
  
  
  ¿Cuál es la estructura del libro? 
  
  -El objetivo central es reflejar, en un ejercicio nada fácil, la conjunción 
  del pensamiento teórico del Che en parejo desarrollo con las complejidades de 
  la práctica social en el escenario de la Revolución Cubana. 
  
  "En la medida en que el Che profundiza en sus estudios científicos recién triunfa 
  la Revolución, comienza a cuestionar, desde una posición dialéctica y militante, 
  la situación que se venía presentando en los países socialistas europeos, en 
  relación con el sistema de dirección económica que estaban aplicando. 
  
  "Llega un momento, entre los años 1961 y 62, en que se convence de que el modelo 
  utilizado en esos países está marcado por un férreo determinismo que no responde 
  necesariamente a los objetivos esenciales de la sociedad socialista y mucho 
  menos a las características propias de determinados países que como Cuba presentan 
  situaciones muy diferentes a las de la Unión Soviética y otros países socialistas. 
  
  
  "Es cuando comienza un estudio intensivo de la situación económica en todos 
  esos países y una fatigosa búsqueda de cuál podría ser el modelo más idóneo 
  para la dirección económica en las condiciones de la sociedad cubana. El Che 
  tuvo el privilegio de que Fidel le facilitara todas las condiciones para que 
  pudiera trabajar en ese sentido. Fue entonces cuando puso todo su empeño en 
  la elaboración de ese nuevo modelo, que luego sería 'bautizado' con el nombre 
  de Sistema Presupuestario de Financiamiento. 
  
  "Precisamente el libro aborda toda esa etapa, desde los primeros pasos que diera 
  el Che en su fecunda labor de dirección al frente del Departamento de Industrialización 
  y luego como Ministro de Industrias hasta que partiera de Cuba en abril del 
  año 1965. 
  
  "Junto a la elaboración teórica sistemática, el Che fue desarrollando toda la 
  concepción organizativa del nuevo sistema. Simultáneamente comenzó a aplicar 
  novedosos métodos y estilos de trabajo basados en los últimos adelantos de la 
  ciencia de dirección, acorde con los avances obtenidos por los monopolios capitalistas 
  en técnicas de dirección, sin miedo a una supuesta contaminación ideológica. 
  
  
  "Todo ese conjunto de elaboración teórica y aplicación práctica de su pensamiento 
  aparece en el libro Che: el camino del fuego, de manera organizada y de forma 
  cronológica, como parte de un proceso dialéctico originado por el propio desarrollo 
  de la Revolución Cubana. 
  
  "Esa evolución teórica, a la par con la lógica complejidad de la práctica, junto 
  a las contradicciones y barreras existentes en aquellos primeros años, son presentadas 
  en el libro como testimonio de la ardua labor desarrollada por el Che en su 
  papel de estadista en el seno de la Revolución Cubana. 
  
  "En el capítulo final, como se explica en el libro, tuve la oportunidad de analizar 
  con el Che varios elementos esenciales sobre sus últimos aportes al arsenal 
  teórico del marxismo. Como hecho curioso, esos análisis se desarrollaron en 
  el fragor de sus intensos preparativos para la organización de la guerrilla 
  boliviana. Otro referente excepcional de la dedicación del Comandante Guevara 
  a la obra revolucionaria. 
  
  Che: el camino del fuego trata de honrar la memoria de un hombre que dedicó 
  lo más valioso de su existencia al bienestar de la humanidad. Tal como lo dejó 
  escrito para la posteridad, también está dedicado a la juventud cubana y del 
  mundo en quienes depositaba todas sus esperanzas como constructor de la sociedad 
  del futuro." 
  
  El libro lo podes descargar en este 
  enlace, en formato pdf (3,3 mb)