Derrota del Nazi-Fascismo |
El sesenta aniversario del triunfo sobre el nazismo alemán
Rescatar la historia
Néstor Núñez
El nueve de mayo próximo la humanidad celebrará el sesenta aniversario del triunfo sobre el nazismo alemán. Fue una cruenta batalla fomentada por las contradicciones inter imperialistas, donde descollaron y resultaron fundamentales los esfuerzos y la entrega del pueblo soviético, que con más 20 millones de muertos fue el que pagó la cuota humana mas elevada en la contienda.
Sin embargo, desaparecida la URSS y el campo socialista europeo, hubo y hay algunos interesados en borrar y tergiversar la historia, esfuerzo en el que están involucrados todos los medios que en occidente de una forma u otra trabajan en la esfera de la ideología.
Se trata de brindar las glorias a unos aliados que, mientras pudieron, dejaron a las fuerzas alemanas libres para lanzarse contra la Unión Soviética, y para lo cual demoraron hasta lo indecible la apertura de un segundo frente europeo, idea materializada únicamente cuando el Ejército Rojo desbancó a las fuerzas nazis en Stalingrado, el arco de Kurks, y otras históricas batallas.
Y para las nuevas generaciones cubanas es importante conocer estas verdades y saber la realidad histórica, teniendo en cuenta la lluvia de propaganda enemiga que acciona en este sentido.
Filmes que se exhiben en las pantallas cubanas sobre la Segunda Guerra Mundial, y confeccionados en los Estados Unidos, por ejemplo, glorifican el desembarco aliado por Normandía o circunscriben las atrocidades de los campos de concentración de los judíos.
Sin restar méritos ni desconocer las cuotas de sacrificio que cada quien hizo, es obligado ser justos con la realidad. Se impone la necesidad de rechazar el ocultamiento deliberado de la tremenda epopeya que para el pueblo soviético devino la agresión militar nazi.
No por gusto aquella gesta fue bautizada como Gran Guerra Patria, y constituye muestra fehaciente y clara de que resistir y luchar era y es el arma popular por excelencia para enfrentar la barbarie y llegar a vencerla.
Sobre los hombros de aquella generación de soviéticos descansó buena parte de la suerte del planeta, y fueron las armas del primer Estado de obreros y campesinos de la historia las que, en gran medida, pusieron fin al centro neurálgico del fascismo en el planeta.
Por demás, millones de combatientes luchadores progresistas (incluso germanos), y simples ciudadanos de toda Europa, fueron asesinados en los campos de exterminio nazi, de manera que el holocausto fue realmente universal.
En consecuencia, se hace necesario relatar y dominar toda la historia y no una parte de ella, de manera que las apreciaciones sean las reales y no las que ciertos círculos quieren imponer en consonancia con sus intereses unilateralistas.