El
Fallo que anuló
la obediencia debida y el punto final Texto completo
El fin del
eufemismo
El
fallo del juez federal Gabriel Cavallo implica el fin del eufemismo.
Hasta ahora en decretos del Poder Ejecutivo, leyes del Congreso y resoluciones
judiciales se había hablado de métodos ilegales para combatir el
terrorismo subversivo. La Cámara Federal de la Capital dijo que los hechos
habían obedecido a un plan criminal, pero juzgó apenas 700 casos
y condenó a Videla, Massera & Cía. por homicidios, tormentos,
privaciones ilegítimas de la libertad y reducciones a la servidumbre. Sólo
contaban los artículos del Código Penal, concebido para regular
las relaciones entre personas normales en tiempos normales. Esa lectura fue confirmada
por la Corte Suprema de Justicia en 1986.
Debieron pasar quince años para que otro fallo histórico superara
esa limitada perspectiva y calificara lo sucedido en la Argentina en la década
de 1970 como un genocidio, delito de derecho internacional que ofende a toda la
humanidad y que en forma imperativa clama por castigo. Por eso los tratados y
convenciones que condenan esos delitos tienen prioridad sobre la ley nacional
y descalifican las limitaciones temporales, las amnistías y las justificaciones
de sus autores por el deber de obediencia, como ya habían declarado órganos
de las Naciones Unidas y la OEA.
El fallo también vuelve operativo el artículo más citado
y menos respetado de nuestra venerable Constitución: aquel que fulmina
al órgano legislativo que conceda al ejecutivo la suma del poder público,
o coloque a su merced la vida, el honor o las fortunas de los argentinos. No fue
otro que el ex presidente Alfonsín quien dijo que la nulidad constitucional
se extendía a los actos posteriores que perfeccionaran la asunción
de la suma del poder público.
El estudio de abogados del mayor Jorge Olivera, que la jefatura de Estado Mayor
del Ejército suministró al torturador policial Julio Simón,
confía en que la Corte Suprema de Justicia volverá las cosas a su
viejo quicio. El propio fallo que hoy publicamos ofrece las más sólidas
razones para creer que la Corte no volverá a aislar a la Argentina del
"pueblomundo, el género humano formando una sola sociedad superior
y complementaria de las demás", según las palabras de Juan
Bautista Alberdi.
Entretanto, el fin del eufemismo estimula a ejercer la conciencia reflexiva sobre
nosotros mismos que el propio Alberdi consideró imperativa para constituir
una Nación. De eso se trata.
* Material extraido de Pagina 12.