J.W.
Cooke definía así al Peronismo:
"Nosotros no nos
integramos al peronismo, el peronismo no es un club o un partido burgués
al que uno puede afiliarse, el peronismo es fundamentalmente una experiencia
de nuestro pueblo, ahora es descubrir que siempre habíamos estados
integrados a ella(...) en el sentido que está integrado a la experiencia
de su pueblo todo hombre que se identifica con los intereses de los más"
En ese sentido, Evita encarna como pocos esa integración a la experiencia
y la memoria popular.
Hoy, cuando a la definición de Cooke le han pasado por encima décadas
de luchas, rebeldías y actos heroicos, pero también de vacilaciones
y traiciones, la figura de Eva Duarte debe revelarse a la luz del pasado,
el presente y el futuro, no para preguntarse qué sería Evita
si viviera ( y qué no sería) sino para repensar la mayor experiencia
de masas de nuestra historia.
Claro que este debate, imprescindible, excede largamente las posibilidades
de estas páginas, no sólo por incapacidad teórica,
si no porque esa discusión debe ser una creación colectiva.
Mientras tanto este 26 de julio, a medio siglo de su muerte, cuando han
nacido generaciones enteras que sólo la conocen – y no siempre- apenas
por el anecdotario de su figura, vale el rescate, es un hito en la larga
lucha del pueblo.
Ay Evita, si vivieras
no mancillarían
así nuestra bandera
Volveremos tus millones
volveremos, a pesar de los traidores.
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