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Hugo Alberto de Pedro

El heroísmo de los piqueteros

"Abrigamos una fe inquebrantable, que nos alienta y enardece: la fe en el hombre y en sus destinos, en los valores morales, en la libertad como bien supremo, en la infinita potencia de superación y ascensión. Y esa fe por la que trabajamos y combatimos, es la fuerza inagotable que nos dinamiza"
Alfredo L Palacios

Por Hugo Alberto de Pedro
hugo_de_pedro@speedy.com.ar
http://usuarios.advance.com.ar/hugo-de-pedro/hdp.htm

El título de éste artículo nace no sólo de un convencimiento personal, sino del repudiable título de la nota editorial publicada en el diario La Nación del 31 de enero pasado: "El salvajismo de los piqueteros".
La Nación, por su línea editorial y no por sus trabajadores y algunos de sus profesionales, es el vocero de la oligarquía y de las ideas represivas que tanto su fundador, Bartolomé Mitre, como los que le han seguido siempre demostraron desde 1870 en adelante desde la impronta de considerarse "Una tribuna de doctrina". Mitre masacrando al pueblo paraguayo en 1865, combatiendo desde sus páginas a las luchas obreras de principios de los 1900, apoyando periodística e ideológicamente a cuanta dictadura militar usurpó el poder no sólo en Argentina sino en toda Latinoamérica y guardando un táctico silencio durante los negros años del último gobierno de facto; no pueden hoy intentar criminalizar la protesta.
Resulta que para "los Mitre" los piqueteros son "salvajes" y "se ubican al margen de la más mínima noción de solidaridad para con sus semejantes y en la ilegalidad", son los "jóvenes portadores de invariables capuchas y amenazadores garrotes" y que "se mofan de la existencia y el alcance de los derechos ajenos". Para el periódico, que estuvo mudo mientras el neoliberalismo llevaba al país al actual desolador estado de situación, resulta que a los piqueteros "Los guía el erróneo precepto ideológico de que sus necesidades los habilitan a ser desconsiderados con los demás y los eximen del cumplimiento de la ley, incluso a sabiendas de las gravísimas consecuencias que puede llegar a tener esa clase de protestas, que ya son francamente salvajes", y como si éstas sentencias no alcanzarían califica a las movilizaciones como "reprochables y tozudos procedimientos, cundiría la anarquía y se tornaría imposible la paz social" ya que se trata de "abusivos grupos contestatarios".
La fascista y falsa denuncia editorial realizada contra argentinos que genuinamente protestan se toma el trabajo de recordar que "A las autoridades les corresponde entender la inexcusable obligación de mantenerlas francas" con referencia a las rutas, avenidas y calles.
Es tal el nivel de complicidad que, el diario La Nación, tiene con las fuerzas represoras que confunde al artículo 22 -el que habla del delito de sedición- con el artículo 14 y hace una deliberada omisión de los derechos prescriptos en el artículo 14 bis de la carta magna que consagra los derechos al trabajo, jubilación, protección integral de la familia y sus bienes como también de la vivienda digna.
Como sucedió días antes de la represión del 26 de junio del 2002 en el Puente Avellaneda, en éstos días algunos personeros y hasta el mismo provisorio presidente, como también comunicadores y medios, van dando señales de la necesidad de confrontar con los movimientos sociales que el próximo lunes 3 reanudarán con mayores fuerzas las protestas y los cortes de ruta para que se cumpla con la asistencia a los desocupados y carenciados. Desde algún lugar Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, los argentinos muertos a manos de la policía bonaerense de Felipe Solá con la complicidad de la Gendarmería Nacional y la Prefectura Naval de Eduardo Duhalde, estarán presentes como verdaderos mártires de las políticas del hambre represivo que el modelo liberal y el sistema capitalista imponen al sonar de los "disparos de sangre".
Para no buscar más allá del último año, donde solamente encontraremos las prácticas políticas llevados a cabo para postrar a las mayorías en la desocupación y la desesperanza, lo que sigue son datos de la realidad que pretenden aumentar cada vez más las diferencias sociales y terminar con los principios de independencia, libertad y soberanía de nuestra patria.
Argentina ha pagado durante al año pasado y lo que va de éste a los organismos internacionales de crédito y "de la dependencia", o sea desde la toma del poder por parte de los gobernadores justicialistas con Duhalde a la cabeza previo acuerdo con Raúl Alfonsín y luego del vuelo a la nada de Fernando de la Rúa el 20 de diciembre del 2001, la suma de 6.800 millones de dólares que representan unos 136.000.000 de Planes de Jefas y Jefes de Hogares a razón de los miserables 150 pesos o Lecop. En ese período se han otorgado menos de 19 millones de planes a los 2 millones de beneficiarios de entre los 3 millones anotados. Obviamente que las imposiciones de los rectores organismos de crédito establecen que deben ser 1,7 millones los que deben llegar a obtener esta asistencia conforme a los últimos acuerdos.
El 10% de aumento operado en los niveles de pobreza e indigencia desde mayo a octubre del 2002 que colocan a 20.000.000 de ciudadanos debajo de sus límites mínimos, al no alcanzar a un ingreso familiar de 716 y 324 pesos respectivamente, surgen de los datos oficiales del INDEC. Esto significa que el 58,1% de la población es pobre, y el 30,5% es indigente cuando se eliminan del cómputo los planes. Lo que lleva a que el 46,2% y el 21,9% de los hogares sean pobres e indigentes.
Sin embargo más de 20.000 millones de pesos han podido ser dispuesto por el Gobierno Nacional para atender a los redescuentos de los bancos dando la espalda, como siempre sucede, a las necesidades del pueblo que genera las riquezas con su trabajo, como también haber realizado una pesificación asimétrica que con sus bonos han hipotecado el futuro una vez más para salvar a la banca local y la de afuera y a los grandes deudores del sistema financiero que no dudaron en fugar capitales al exterior antes del debacle de la convertibilidad de Carlos Menem y Domingo Cavallo mantenida por la Alianza a rajatabla con Megacanje, Déficit Cero, Canje de Deuda, Corralito, Bancarización y demás parafernalias financieras.
En los hogares pobres los chicos mueren por desnutrición y falta de atención sanitaria, millones están quedando condenados a no poder crecer sanos y sin las posibilidades de una vida digna, los desposeídos se ven obligados a buscar en las calles la comida diaria o una ínfima suma que le permita sobrevivir y los que aún conservan el trabajo han visto perder su poder adquisitivo en más de un 70%. Esto se lo debemos a los políticos, los presidentes, los gobernadores, los intendentes, los legisladores y los jueces que son los autores intelectuales de éstos males para todo un pueblo, mientras que los vemos en "verdaderas orgías" políticas y eleccionarias para intentar conservar el poder.
No entienden, no saben y no quieren escuchar a todo un pueblo porque están preocupados en ajustar las tarifas de los servicios públicos, en ver como llegan a las elecciones sin que estalle la República, en entregar la negociación de la deuda a los mismos acreedores externos, en estudiar reformas a las leyes de represión social entre otras barbaridades cívicas. Se están equivocando demasiado esta vez.
¿Qué respuestas y soluciones tiene el Gobierno Nacional y los Provinciales para terminar con la exclusión y la pobreza? Ninguna indudablemente.
¿Cuáles son las políticas activas para reestablecer la cultura del trabajo y el bienestar? Ninguna, sin dudas.
¿Qué han hecho en un año para detener el hambre y la muerte de inocentes niños? Nada, absolutamente nada.
Eso sí, se presentan como los Excelentísimos, los Honorables, los Doctores, los Supremos, las Autoridades. Para el pueblo ellos son los Mafiosos, los Corruptos, los Narcotraficantes, los Mentirosos, los Ladrones, los Fraudulentos, los Represores y los Asesinos. Casi nada la diferencia ¿No?.
Es por todo lo mucho que nos mienten, de la forma en que tratan de esconder la verdad, en cómo nos quieren encerrar en una elección presidencial fraudulenta, en cómo quieren perpetrarse en el poder, de la forma que siguen garantizando las ganancias de los concentrados grupos de poder económico, de cómo acuerdan con el FMI, el BM y el BID, y demás cuestiones que la inmensa mayoría de la juventud argentina aún, a pesar del diario La Nación, los que usan capuchas para que luego no los reconozcan en la barriadas y sean sometidos a persecución y amenazas seguidas de agresiones, persecución y muerte no creen nada de los políticos y sus políticas, de los medios y sus parcializadas noticias, de la justicia y sus compromisos con el poder.
Son esos jóvenes los que acompañan y forman parte de las nuevas organizaciones sociales del pueblo que comenzaron la marcha para establecer su propio destino y su futuro que necesariamente terminará en un triunfo. Ellos serán los que más tarde o más temprano se convertirán en el "Poder" que cambie las reglas impuestas desde el discurso único, la hegemonía política de ideas mercantilistas, rentísticas y financieras a ultranza y fundamentalmente terminarán con éste sistema-modelo capitalista-liberal. ¿De ahí qué el diario La Nación los trata de salvajes?.
Desde abajo donde las miserias se hacen insostenibles va creciendo un movimiento popular y social que no se da por vencido -aunque le hagan creer que está vencido-, luchan y se van convirtiendo en los abanderados de la Solidaridad con mayúsculas no la que pretende con discursos el poder avasallador de turno. Con los pocos recursos con que cuentan van tejiendo políticas sociales solidarias para colectivamente mitigar la exclusión: ollas populares, comedores comunitarios, construcción de viviendas, talleres textiles y metalúrgicos, bloqueras, empresas que van recuperando para seguir trabajando, instrucción y educación, imprentas, etc. Estos son algunos ejemplos de un movimiento que está vivo y en franco crecimiento. ¿Será éste el miedo del matutino La Nación?.
Los políticos no pueden ingresar en éstos movimientos con sus mentiras, traiciones y clientelismos, sus sucias manos llenas de corrupción y olientes a mafias no penetran a través de sus punteros y manzaneras. Éstos son despreciados, corridos y denunciados constantemente. En éstas organizaciones se responden a criterios de horizontalidad y autogestión, son no violentos por definición y convicción, saben mantener la calma ante las agresiones que no son pocas. Es por eso que cualquier ciudadano de buena fe y los trabajadores los respetan. Queda para las oligarquías, las corporaciones y los financistas -que siendo el 10% se quedan con el 80% de las rentas y las riquezas- entender de una vez por todas que el cambio es inevitable. ¿Puede ser que para La Nación sean los piqueteros los abusivos grupos?.
Los piqueteros, resumiendo en ésta palabra a los muchos que no bajan las banderas de la dignidad, son héroes dentro de éste despreciable sistema político y económico, son héroes por estar vivos y lo son sus muertos, son héroes que sobreviven a la persecución, represión y muerte, son héroes porque están haciendo una acción heroica desde sus muchos e inquebrantables principios, son héroes por socializar aún lo poco que tienen.
Por todo esto, si heroísmo es: "El esfuerzo de la voluntad que lleva al hombre a realizar hechos extraordinarios" nuestros ideales y compromisos deben estar dirigidos a respetar y defender "El heroísmo de los piqueteros".
1 de febrero del 2003