Hugo Alberto de Pedro

por Hugo Alberto de Pedro
http://usuarios.advance.com.ar/hugo-de-pedro/hdp.htm

Si algo le faltaba a la farsa electoral, montada desde el gobierno encabezado por el ex presidente de Carlos Saúl Menem, o sea, Eduardo Alberto Duhalde, era el de terminar en forma bochornosa e inconclusa. Aunque al menos nos evitamos de quedar nuevamente comprometidos por estos politiqueros, sumando a Néstor Carlos Kirchner en este caso, que se han pasado toda una campaña electoral insultándose y como corresponde olvidándose de sus amoríos políticos pasados. El revés electoral del radicalismo nos salvó de sumar a Raúl Ricardo Alfonsín a los cuentos del olvido.
La actitud asumida por el riojano al presentar su renuncia a su candidatura a presidente antes de que se realice el balotaje es una muestra más de la falta del respeto que nos ha tenido desde el momento que llegó por primera vez a la primera magistratura.
Menem lo hizo
Ha sido la década del 90 donde el "menemato" realizó todos los atropellos necesarios para vaciar de contenido a la democracia misma, como también postrar a todo un pueblo en las peores de las humillaciones como ser: hambre, pobreza, indigencia, desocupación, subocupación, abandono de la educación y la cultura, destrucción del sistema de previsión social, desarticulación de la salud pública, entre otras.
El ex "presidiario" llevó al extremo todas las políticas neoliberales que hicieron desaparecer a la economía nacional, aumentó la deuda externa a valores intolerables, entrego todas las empresas nacionales restándole al país capacidad de desarrollo futuro al no contar con sus rentas, propició que la banca privada y extranjera se apoderen del sistema financiero, llevó a la quiebra a miles de empresas nacionales que no resistieron la indiscriminada importación, para dar algunos ejemplos.
El personaje de las "relaciones carnales" que nos llevó a participar de la guerra del Golfo contra Irak, no dudó en hacer de nuestra política exterior una vergüenza de alineación automática tras el Imperio e inaugurando la condena y agravios hacia la República de Cuba.
La injusticia "menemista", que se vio prolongada por cuatro años más merced a los pactos llevados adelante con el radicalismo, permitió hacer una verdadera ocupación de la Corte Suprema de Justicia, tribunales y cámaras federales que irían convalidando cada una de las políticas futuras de todos los gobiernos que siguieron actuando de espaldas a la ley y al pueblo. Llegando hasta el extremo de indultar a los genocidas y trabar cualquier posibilidad de anular las leyes del olvido radicales.
Todo lo realizado por uno de los personajes más perversos que parió la "clase política" estuvo enmarcado en la corrupción institucional que iban dejando a las mafias el manejo de la cosa pública, siendo actualmente una práctica que necesitan instalar al momento de asumir responsabilidades de cualquier tipo en todo el arco que abarca la representación de los ciudadanos.
Duhalde lo hizo
A partir del 25 de mayo, fecha revolucionaria solamente en el año 1810, un nuevo presidente llegará a la Casa Rosada que desde hace años se ha convertido en una fortaleza impenetrable y policíalmente vallada y controlada. Kirchner con el más bajo porcentaje de votos a favor en nuestra historia, y después del frustrado balotaje, deberá cumplir cada una de las promesas electorales contenidas en su "Proyecto de Gobierno". Él hasta estos momentos gobernador de Santa Cruz deberá demostrar que es capaz de cambiar la forma de conducir desde el sitial ejecutivo que durante más de una década manejo en forma hegemónica, autoritaria y sin buscar el más mínimo de los consensos con aquellos que no le respondían lacaya y obedientemente.
Conocemos que "Lupín" llega condicionado, y en alguna forma rendido, ante el impresionante aporte realizado, por Duhalde, en todos los sentidos imaginables una vez que sus otros "delfines", De la Sota y Reutemann, fueron dando su negativa para competir contra el otrora jefe político de La Rioja. El senador bonaerense, que en diez días dejará de ser un transitorio presidente que agudizó las penurias del pueblo, se irá luego de utilizar todos los medios posibles, los sucios y los que permite esta famélica democracia, para contribuir a la aniquilación política de su hoy enemigo Menem. Dejará en la historia argentina demostrado que pueden ser violentados los sistemas electorales como ha sido el de los "neolemas" utilizados para evitar las elecciones internas que lo hubieran dejado como perdedor y fuera de carrera a él y a sus elegidos.
Kirchner lo hizo
Será muy difícil, aunque no imposible si el pueblo unido no se lo permite, que el "caudillo" santacruceño maneje los destinos de la Nación de forma diferente a como lo hizo en la provincia patagónica. Trae consigo doce años de entrenamiento autoritario en los cuales realizó todas las arbitrariedades imaginables.
El "Amo del Feudo" vació a los organismos e instituciones de control de la gestión gubernativa y de los organismos del estado austral, nombró activos militantes de su riñón en la justicia como camaristas y supremos, expulsó al Procurador General por no pertenecer a su entorno y no lo restituyó en su cargo a pesar de la orden de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, arrinconó a los intendentes convirtiendo a los municipios en sucursales de la gobernación, quitó cualquier tipo de autonomía e iniciativa en las municipalidades, dejó condicionados por la publicidad oficial a casi todos los medios de prensa orales y escritos, manejó a su gusto a los canales de televisión de aire y de cable, dejó de rendir cuentas ante la legislatura de las ejecuciones presupuestarias y llevó los fondos públicos al exterior no rindiendo ningún tipo de cuentas sobre los mismos como tampoco de sus rentas y disposiciones.
Éste supuesto "militante setentista" permitió que las empresas nacionales -vendidas o concesionadas- realicen dentro del territorio cualquier clase de negociados, diseño un esquema de obras públicas para solamente dos empresas que manejan en la realidad allegados al gobierno, privatizó al banco oficial entregando el gerenciamiento a capitales extraños al desarrollo provincial después de haber permitido una gran fiesta de créditos que han quedado incobrables, querelló a quien denunció algunas de sus políticas y desarrollo una política de empleo público que dejó condicionadas a la mayoría de las familias de la provincia de una u otra forma hasta los límites del silencio.
Al no poder tolerar los cuestionamientos ciudadanos arengó a sus serviles partidarios -que convertidos en una Guardia Blanca como en la época de la Patagonia Trágica- para que realicen golpizas que tuvieron como resultado decenas de heridos en las calles de la ciudad capital, cerró en toda oportunidad que tuvo cualquier posibilidad de disenso político aún en los proyectos legislativos de la oposición que siempre terminaron archivados, actuó a través de la policía provincial para acallar cualquier protesta popular y de los trabajadores y persiguió a los trabajadores de prensa para los cuales la justicia siempre se encontraba distraída llegando a verificarse hasta con los pertenecientes a medios nacionales.
Afortunadamente la política nacional no es igual que la provincial santacruceña -aún considerando que está plagada de incapaces y vividores de ella- porque hay intereses regionales y sectoriales no tan simples de domesticar, tampoco los medios de comunicación pueden ser silenciados como lo han podido comprobar en Santa Cruz al ver, oír y leer cuestiones que hubieran sido inimaginables que sean permitidas anteriormente. Será muy difícil que pueda ejercer un hegemónico modelo de poder sin recibir serios cuestionamientos. Los controles a su gestión serán con seguridad mucho más efectivos tanto desde la legislatura como por parte de los organismos públicos que puedan mantenerse independientes.
Hay una realidad que no podemos despreciar y ésta es la participación ciudadana, la sociedad argentina nacional no caerá tan fácilmente en las trampas que su poder quiera imponer. Hay vastos sectores que vienen sosteniendo luchas por demás de justas y que solamente mediante su criminalización intentarán ser controladas, aunque la experiencia que se ha ido acumulando en estos años seguramente frenara cualquier intento de autoritarismo.
Néstor Carlos Kirchner tiene todos los antecedentes necesarios para intentar seguir convirtiendo a la política en una cuestión de sus propias conveniencias de poder y para eso tiene en el aparato bonaerense un buen aliado con experimentados políticos en corrupciones y malversaciones de fondos públicos.
Néstor Carlos Kirchner tiene la obligación de cambiar. No podrá gobernar si no encuentra los consensos necesarios que le permitan seguir al frente de la gestión ejecutiva y para lo cual deberá aprender a escuchar a las voces que disienten y no la de Torcuato S. Di Tella que le aconseja manejarse con "algo" de autoritarismo.
Solamente de Kirchner depende demostrar que es capaz de dirigir los destinos de la Patria con desprendimiento patriótico, aún a pesar de que algunos personajes históricos que vemos dar vuelta a sus alrededores nos traen tristes recuerdos de épocas pasadas del menemismo, la alianza y el cavallismo. Si decide abandonar su historia de caudillo provincial encontrará que muchos estarán dispuestos a colaborar en su gestión. Esto puede estar bastante alejado de la realidad que los hechos seguramente confirmarán. Si lo logra seremos los primeros en reconocerlo a pesar de nuestras profundas y por demás de válidas dudas.
Nosotros lo haremos
Si Kirchner no lo hace, muchos seguiremos denunciando y oponiéndonos ante las nuevas o remozadas arbitrariedades, mentiras, corrupciones, mafias, ilícitos, avasallamiento de cualquier tipo de libertades populares, entrega de nuestro patrimonio y obviamente funestos acuerdos con los organismos internacionales de crédito como con los acreedores externos que Roberto Lavagna no garantiza en lo más mínimo sean diferentes a los anteriores.
Sería bueno que sepa el nuevo presidente Kirchner, que somos muchos los que no tenemos miedos, que las intolerancias y las descalificaciones nos dan más fuerzas para reivindicar cada uno de nuestros derechos, que nadie nos ha podido arrodillar jamás, que somos militantes de la vida y la libertad, que somos solidarios por definición ideológica, que amamos profundamente a nuestra Patria para permitir que una vez más nos lleven por los caminos equivocados y esquivos de la politiquería de mentiras, entregas y acuerdos de trastiendas.
Solamente deseamos el mejor futuro para la Argentina. Trabajaremos y lucharemos para que sea la tierra en la que nuestros hijos se puedan desarrollar plenamente en libertad y absoluta e irrestricta democracia.
14 de mayo del 2003