Hugo Alberto de Pedro

A Videla, yo sé que lo sobreseyeron, hubo una amnistía, pero ahora me enteré de que el general Videla está preso por robo de bebes.
¡No lo puedo creer! No puedo creer que un general de mi Ejército haya hecho una cosa tan monstruosa
6 de julio del 2000 – Elena Cruz
por Hugo Alberto de Pedro http://usuarios.advance.com.ar/hugo-de-pedro/hdp.htm
Ya poco importa si la señora Elena Cruz ocupará por 81 días un lugar en la legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, luego de haber ocupado en las elecciones del año 2000, y no por casualidad, el lugar "22" en la lista.
Creemos que la sociedad y sus representantes, casi en su totalidad, han tenido la oportunidad de repudiar a ésta fascista mujer como se lo merecía por haber reivindicado a la genocida dictadura militar y a sus criminales personajes.
Las declaraciones y acciones de Elena Cruz a favor del genocida Jorge Rafael Videla y en especial aquel 24 de marzo del 2001, sí un 24 de marzo, con la entonación del himno nacional frente al domicilio donde cumple prisión perpetua han sido delitos de apología del terrorismo de Estado, ese mismo que ha sido defendido por todos sus compañeros de ruta política y que hasta nuestros días no permite conocer a los hijos de los desaparecidos su verdadera identidad y nos presenta la dolorosa verdad de las fosas comunes del cementerio cordobés de San Vicente.
Si bien no podemos incentivar los actos provocados por algunos ciudadanos con ésta cínica y colaboracionista actriz, tampoco podemos ni debemos repudiarlos y menos aún condenarlos porque son la clara expresión de una sociedad que tiene muy en claro su pasado histórico y que no está dispuesta a tolerar el más insignificante acto que permita aceptar cualquier apoyo o consideración "especial" hacia los que torturaron y mataron a decenas de miles en nuestra Argentina.
El pueblo porteño y del país entero tiene en éste caso, el de la esposa del actor pro militar Fernando Siro, el paradigma más exacto de lo que significa el contubernio político y la utilización de las listas sábanas para elegir a sus representantes.
La señora Elena Cruz no existió ni existe políticamente, no tiene la menor historia personal que la ubique en la posibilidad de representar a muchos ciudadanos de la ciudad y desconocemos de sus capacidad más allá de las tablas del espectáculo. Lo que si nos ha demostrado son sus bravatas macartistas y que su expulsión de la Asociación Argentina de Actores es una confirmación de que la memoria no se regala a nadie y menos a personajes como ésta actriz "alsogaraycista", "menemista", "cavallista", "bélizista" y "pattista" ha manifestado "No hay 30.000 desaparecidos, debe ser la cifra que dieron para que una película argentina ganara el premio Oscar" en referencia a La Historia Oficial.
Pero está ahí, ahora sentada en una banca como "representante del pueblo". Antes de ingresar a la lista de Encuentro por la Ciudad de Domingo Felipe Cavallo y Gustavo Béliz, había estado cercana a Carlos Saúl Menem, militado en las huestes de Luís Patti y propiciado en el año 2001 la formación de un partido político de orientación liberal por el que pretendía llevar a Álvaro Alsogaray como candidato a senador nacional. Acuerdos todos éstos al mejor estilo de "Matrimonios y algo más".
Seguramente el actual jefe de gabinete de Ministros, Alberto Fernández, y el actual ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos podrán dar crédito de la impronta de la señora Cruz, ya que llega a la cámara de Diputados porteña por la renuncia del primero y habiendo sido puesta en la lista por el segundo. De no poderlo hacer, como está comprobado por el silencio que ambos mantienen, será una palmaria demostración de las estafas que permite realizar nuestra vapuleada democracia.
Elena Cruz es repudiable y repugnante seguirá siendo nuestra forma de hacer política sí los partidos políticos tienen en cuenta las conveniencias del momento que les permiten "poner" algunos nombres en sus, siempre manchadas, listas sábanas.
No debemos olvidarnos del caso de Elena Cruz la próxima vez que nos inviten a votar.
19 de setiembre del 2003