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Hugo Alberto de Pedro

¿ Qué quiere el General Bendini ?

Corresponde al Congreso:
Fijar las fuerzas armadas en tiempo de paz y guerra,
y dictar las normas para su organización y gobierno
Art. 75 inc. 27 de la Constitución de la Nación Argentina
por Hugo Alberto de Pedro
http://usuarios.advance.com.ar/hugo-de-pedro/hdp.htm
Las afirmaciones del General de Brigada Roberto Fernando Bendini ante los militares que estudian en la Escuela Superior de Guerra, sobre la existencia de enemigos, aún no definidos por suerte para nuestra integridad física, que podrían ser "pequeños grupos israelíes que llegan detrás de la cortina del turismo", o bien, "algunas organizaciones no gubernamentales (ONG´s)" será un tema que jamás se podrá confirmar o rechazar.
Quienes no aceptamos la "lógica militar", desde los datos que nos brinda la historia nacional, no podemos imaginar que los dichos y la intervención en la conferencia del Jefe del Estado Mayor General del Ejército los podría confirmar la investigación de una comisión "ad hoc" dispuesta por el ministerio de Defensa que fue integrada por el secretario de Asuntos Militares, Julián Domínguez que es un hombre perteneciente al riñón de Carlos Federico Ruckauf, el General de Brigada Néstor Pérez Vovard quien fue testigo de la conferencia de Bendini en su carácter de comandante de Educación y Doctrina del Ejército y el Teniente General (R) Juan Carlos Zabala ex jefe del Estado Mayor Conjunto.
Sería como pretender reconocer que la ley de Obediencia Debida no existió y no fue arrancada a la democracia a punta de fúsil.
Dictamen de la Comisión
La estructuración mental de las fuerzas armadas, su credo católico, su siempre manifiesto antisemitismo y la búsqueda constante de "amenazas" es en definitiva lo que sale a la luz una vez más.
Si después de veinte años de ininterrumpida democracia ha sido imposible lograr que los militares reconozcan alguno de los actos de terrorismo de Estado realizados durante más de siete años, cómo podemos esperar que una investigación que parte de los mismos hombres ligados a los uniformados tendría una conclusión diferente a la del dictamen, a saber: "Los elementos documentales anexos al expediente, el informe presentado por el director de la Escuela Superior de Guerra, el escrito de consolidación de los trabajos requeridos a los cursantes preparado por el jefe del grupo académico y la reconstrucción de los informes confeccionados por algunos, suscriptos por los mismos, demuestran cabalmente que no hubo mención alguna a grupos israelíes como potenciales amenazas, ni ninguna otra expresión que pudiera atribuirse al señor jefe del Estado Mayor general del Ejército y ser considerada como discriminatoria o antisemita".
Necesariamente debemos recordar la hoy anulada ley de Obediencia Debida.
Un Ejército protagonista
El número 94 de la revista "Soldados" del presente mes, en su página 7, contiene una columna titulada "Un Ejército protagonista del renacimiento nacional. Comprometido con el desarrollo del país y la inserción regional". Su autor Roberto Fernando Bendini. Allí sin necesidad de investigación alguna se puede leer: "...el Estado nacional está en crisis y es quizás en el área de Defensa donde se produjeron los efectos más devastadores. La realidad nos demuestra que las teorías utópicas de la década pasada no tenían sustento: el conflicto está en la naturaleza misma del hombre y de las relaciones sociales. Donde hay intereses hay conflictos", "Los soldados somos los primeros que debemos entender que nuestros problemas están en nuestro territorio y en la protección de nuestros recursos. Esto significa que se debe trabajar en la prevención y la disuasión, lo que implica conocimiento y obtención de información que requieren potenciar en la medida de lo posible todos nuestros sistemas de inteligencia. Sobre esta base, nuestra Fuerza debe tener un diseño disuasivo que desaliente la agresión o las interferencias, para eso son necesarios una organización, un equipamiento, una instrucción y un despliegue acordes con las necesidades del país".
Crisis, teorías utópicas, conflicto, somos los primeros, prevención, disuasión, inteligencia, agresión. Todos conocemos muy bien el sentido que los militares le dan a éstas palabras.
También agrega en su columna: "...tenemos que trabajar y debe aumentarse la presencia del Ejército y su acción...", "Las Fuerzas Armadas son un componente fundamental del sistema integral de defensa y dentro de ellas, el Ejército, que fue la primera expresión de vocación de Patria de los ciudadanos. También fue un instrumento vital de la integración territorial, la constitución y la organización del Estado y en el desarrollo del potencial nacional, es decir, la existencia misma de la Nación y volverá a serlo, porque tenemos capacidad y vocación de ser protagonistas del renacimiento nacional", "Un concepto esencial que se maneja actualmente es el del control territorial, que para nosotros significa presencia. No hay forma de controlar que estando sobre el terreno".
Al leer el párrafo anterior nos deberíamos remitir a las proclamas que fueron precediendo a las diferentes intentonas golpistas. Eso lo establece nuestra historia en repetidos pasajes de ella.
Como corresponde, abunda en su idea con "La Patagonia y otras regiones del país necesitan tener cerca al Ejército porque es la única presencia real y efectiva del Estado y es el que mantiene esos espacios ligados a la Nación", "La acción del Ejército en la comunidad no debe limitarse a los desfiles, participación de las bandas o a las "jornadas de puertas abiertas" sino que debe ser mucho más activa".
Sin comentarios...
Servicio Militar Obligatorio
Bendini no solo habla en éstos días sobre sus ideas, tanto en la prensa como a puertas cerradas en los cuarteles. En el año 2002 presentó un proyecto para que se vuelva al Servicio Militar Obligatorio mientras se desempañaba como Comandante de la XI Brigada Mecanizada con asiento en Río Gallegos, Provincia de Santa Cruz y donde conoció al actual presidente de la Nación, Néstor Carlos Kirchner.
Se manifestaba por entonces de la siguiente forma: "En ese proyecto yo había enviado la presupuestación de cuánto saldría la incorporación de una cierta cantidad de jóvenes haciendo un sistema mixto manteniendo a los soldados voluntarios e incorporando a soldados conscriptos. Hace siete años el servicio militar obligatorio se eliminó por una cuestión política o ideológica, habían cosas que cambiar, el Ejército era consciente y desde el año 1982 estaba haciendo estudios para modificar el sistema pero debido a una presión mediática el presidente Menem decidió eliminar el servicio militar obligatorio".
De lo que se trataba en esos momentos era del asesinato de un soldado, Omar Carrasco, y de las prácticas lamentablemente habituales que se cometían en los cuarteles que denigraban a miles de jóvenes obligados a cumplir actividades militares.
Agregando también: "Estoy de acuerdo con que el servicio militar tenía cosas negativas que había que modificar, pero se podían haber modificado esas cosas sin sacar el servicio militar obligatorio", "Reimplantar el servicio militar pero de carácter social en áreas donde la vida se hace difícil, es no significa a los jóvenes marginales sino chicos que no concurren a la escuela, que no tienen qué comer, o tal vez que han recibido una educación muy limitada y han tenido que salir a ganarse la vida por sus propios medios. Esto realmente sería una herramienta útil para reorientar a muchos jóvenes y reinstalar un servicio militar que estaría enfocado a un sector de la población".
Nadie en su sano juicio puede aceptar que los temas mencionados deben ser solucionados por los militares, porque sencillamente es una obligación ineludible del Poder Político y sus políticas activas deben estar enmarcadas dentro de los criterios civiles, sociales y populares.
Como si se hubiera convertido en un economista o laboralista abundaba con lo siguiente: "Existen dos maneras para implementar este servicio, una sería manteniendo el servicio militar voluntario como está y la otra es reducir el número de voluntarios a 8.000 personas porque actualmente son 16.000 en todo el país y con lo que se economiza en voluntarios se puede incorporar a 20.000 soldados al Ejército en forma obligatoria. De esta forma con el sueldo que se ahorra en la reducción a la mitad de los soldados voluntarios, cuyo sueldo promedio es de 650 pesos, puede abonarse el monto de 150 pesos a los soldados que ingresen en el servicio obligatorio. Un soldado enmarcado dentro del servicio militar obligatorio estaría costando 5.000 pesos al año, mientras que un soldado voluntario cuesta 12.000 pesos al año", "La incorporación debería ser por el término de un año, en seis meses no se puede alfabetizar a un joven, enseñarle un oficio y hacerlo practicar".
Otra vez, sin comentarios...
La idea de volver al servicio militar obligatorio no es solamente producto del pensamiento de Bendini, han sido los legisladores de Acción por la República quienes propiciaron hace un año atrás con un proyecto de ley la creación de Servicio Social Voluntario a cargo de las Fuerzas Armadas. En un artículo del 17 de octubre del 2002, bajo el título "Jamás volver al Servicio Militar", analizaba éste tema, informaba sobre quienes estaban detrás de éstas ideas y mi total rechazo a la implementación del servicio militar.
No dejarnos sorprender
La mejor forma de establecer el rol que le cabe a las Fuerzas Armadas es el fiel cumplimiento de las leyes y la Constitución Nacional. Sí aceptamos que desde la máxima autoridad del Ejército se pretenda establecer quienes son los supuestos enemigos que tendría nuestro país es una historia tan vieja y agotada que nos remiten a sus actos golpistas y genocidios realizados. Aún tienen pendiente explicarle a toda una sociedad que destino le han dado a miles de ciudadanos desaparecidos y reconocer ante la justicia cada uno de sus actos de persecución ideológica, torturas, muertes y robos de bebés.
Los militares, para nuestra tranquilidad y seguridad, únicamente pueden estar articulados desde el poder político civil, representativo y democrático. Éste debe ser el encargado de acotar sus acciones y controlarlos con el mayor sigilo y rigor, y más aún en momentos que estamos advirtiendo grandes cambios en la impronta política y económica. Sabemos que han sido los militares el brazo armado de todas las conspiraciones contra los gobiernos elegidos por la voluntad popular, y que actuaron para preservar los intereses de la oligarquía y el establishment de turno, o sea, de los mismos que siempre han tenido ideas sectarias y antidemocráticas.
La República Argentina no tiene la necesidad, menos aún urgencia objetiva alguna, de incrementar los gastos y las inversiones militares. No hay en nuestra Latinoamérica hipótesis de conflictos, muy por el contrario las relaciones entre los países hermanos está pasando por uno de los mejores momentos de la historia. Los desgraciados conflictos armados en el mundo han demostrado que existe un solo y hegemónico poder imperial capaz de hacer la guerra, invadir y colonizar a la medida de sus necesidades, en un marco mundial que no ofrece ni posee un contrapeso a sus políticas de colonización terrorista.
Por lo mencionado hasta aquí, podemos encontrar en los pensamientos de Bendini, o sea del Ejército, o sea de las Fuerzas Armadas, la "necesidad" de crear el marco apropiado para aumentar las unidades militares en la Argentina y sobre esa idea la "necesidad" de incrementar los gastos en equipamiento y armas; para llegar a la "necesidad" de implementar el servicio militar obligatorio bajo premisas mendaces como la siguiente: "realizar un censo sanitario en todo el país y así poder llevar la evolución antropométrica del hombre argentino" como lo afirmara Bendini tiempo atrás y que sin dudas sigue pensando lo mismo, porque de aumentarse las unidades militares también lo sería la cantidad de tropas necesarias para hacerlas operativas.
Memoria activa
Ayer, hoy y mañana seguiremos pensando que la integración de los militares a la vida democrática debe recorrer en primera instancia el camino de la justicia. Bendini y muchos de sus "genocidas camaradas" deben dar todas las explicaciones sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el terrorismo de Estado por ellos implementado; y a partir de ser procesados terminar sus días en prisión. Ese es el punto de partida de cualquier discusión futura.
El poder civil, ese que siempre reivindicaremos como exclusivamente democrático y republicano, no puede dejar que sean las Fuerzas Armadas las que diseñen su propio futuro y destino. No se puede dejar sin control civil a sus reuniones, encuentros, conferencias, cursos, publicaciones, clases, escuelas, instrucciones, etc. En la medida que los poderes ejecutivo y legislativo ejerzan un exhaustivo control sobre sus actos y movimientos, procediendo a la aplicación de las más severas sanciones ante sus excesos de cualquier índole, evitaremos que "mañana" tengamos que lamentar cualquier intento de quebrar el orden impuesto por nuestra Constitución Nacional.
El deterioro generalizado de nuestra economía ha impuesto marginalidad y exclusión sobre más de la mitad de la población que puede convertirse en el caldo de cultivo a cualquier locura golpista, sabemos que los errores de la clase política ha permitido que militares y policías vayan ocupando sitios democráticos que deberían estar reservados a la sociedad civil.
Ahora quieren imponernos el cuento de que hay que defender la integridad territorial frente a la "amenazas", comienzan a señalar enemigos por todos lados y reclaman mayores presupuestos. Esa historia ya la conocemos. Siempre comienza igual. Siempre termina igual.
¿ Qué quiere el General Bendini ?
28 de setiembre del 2003