Nuevamente golpes, gases y represión en Argentina
"Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de
residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los radiactivos"
del Art. 41 de la Constitución Nacional
"... prohibir el ingreso en el territorio de residuos tóxicos
o radiactivos..."
del Art. 28 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires
Por Hugo Alberto de Pedro
http://usuarios.advance.com.ar/hugo-de-pedro/hdp.htm
Ahora el "poder político y policial" ha encontrado a terribles
"subversivos de su orden" a los manifestantes y activistas de Greenpeace
que manifestaban, éste sábado 26 de octubre, su repudio al dictamen
de la comisión de Energía y Combustibles y la de Relaciones Exteriores
que posibilitaron el tratamiento en la próxima sesión de un Acuerdo
Nuclear con Australia que permitiría el ingreso de residuos radiactivos
a la Argentina.
A primeras horas de la mañana unos treinta ciudadanos vestidos muy elegantemente
se encontraban sentados sobre inodoros en las escalinatas del Congreso Nacional
–ese parlamento que debería ser de todos- dejando testimonio pacíficamente
de su rechazo.
Con el correr de las horas, con la orden presidencial y la complicidad de los
Senadores y Diputados –los únicos que pueden ordenar a la policía
actuar en el ámbito del Congreso, la ordenada y correcta manifestación
fue reprimida, como nos tiene acostumbrada esta "Policía Federal
que es una verdadera vergüenza nacional". Son éstos mismos
poderes, con el silencioso visto bueno judicial seguramente, quienes al tratar
éste tema estarán violando a la Constitución Nacional y
la de Buenos Aires establecer la prohibición del ingreso de residuos
peligrosos.
Como siempre sucede la represión va acompañada de prisión
y procesos judiciales, en éste caso por "desobediencia y resistencia
a la autoridad civil" con todo el Código Penal encima, en medio
de gases lacrimógenos para contener a "tanta bestia".
La reacción popular ante éste nuevo atropello no se dejó
esperar, cientos de vecinos de la ciudad, asambleístas, militantes políticos
se dirigieron a la dependencia policial convertida en una verdadera cárcel
para el pueblo, para exigir la inmediata liberación de los detenidos.
Pero como corresponde desde la Comisaría 6ta. Se impartía mayor
cantidad de gases, bastonazos y represión.
La represión, golpes, gases e intimidación se encontró
con "desarmados" civiles en pie de lucha para conseguir el cese de
los procedimientos dictatoriales y represivos. Ellos también encontraron
la sanción que éste poder político corrupto ejerce en cuanta
ocasión tiene oportunidad, y hace que las armas de la Nación sean
encañonadas contra el pueblo.
No interesaba si había menores, mujeres o discapacitados, como pudimos
observar, a la hora de repartir intimidación -las caras desencajadas
de los policías lo decían todo-, golpes, y más detenidos
por el simple hecho de estar manifestándose pacíficamente en la
vía pública.
Reflexionemos entonces:
Están "locos", son unos "desequilibrados"
que son funcionales a un sistema-modelo que los tiene como brazos ejecutores
de represión y vandalismo. Tienen permitido matar como lo han realizado
a todo lo largo de nuestra historia, la más reciente recuerda que hace
solamente cuatro meses dos piqueteros (Santillán y Kosteki) fueron ejecutados
cobardemente por la Policía Bonaerense y que hace diez meses a decenas
le quitaron la vida (19 y 20 de diciembre del 2001). Las investigaciones, el
juicio y castigo están aún pendientes, y lo seguirán estando
mientras perdure la trilogía de esta vergüenza nacional (Poderes
Ejecutivo, Legislativo y Judicial) que encuentran en cada argentino a un enemigo
que debe ser callado, intimidado y si es necesario también eliminado.
Vaya, en consecuencia, mi solidaridad con los detenidos, reprimidos y procesados.
No dejaremos un solo minuto de exigir, como ciudadanos de buena voluntad que
somos, la inmediata libertad de todos ellos y el cese de los procesos iniciados.
Solamente le han hecho frente al sistema-modelo y van poniendo su conducta militante
en la cabeza de las luchas populares que cada día son más urgentes
y necesarias.
Lo que se tiene que acabar en esta Argentina es la forma de "Reprimir
y Matar", lo vuelvo a reiterar "Los militares, los radicales
y los peronistas gobiernan con el temor y golpean, persiguen y encarcelan, matan
y desaparecen, nos traen hambre, pobreza e indigencia en un país inmensamente
rico". Y ahora que no nos vengan con la defensa de la democracia y
el estado de derecho, porque son ellos los primeros que la atacan desde esos
"convertidos en inmundos sitiales" que les hemos permitido
ocupar desde donde gobiernan, legislan y juzgan para beneficio de estabhisment,
pero jamás para el pueblo.
27 de octubre del 2002