La Izquierda debate
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Amnistía Internacional, el arma humanitaria
Jesús Legasa Barberena
Amnistía Internacional (AI) muestra cada día, con transparencia cristalina,
su filiación, su ideología, su dialéctica, y su doble rasero pro-occidental. A
pesar de las evidencias, la noqueada izquierda europea sigue usando sus
"denuncias" (irrisorias y protoliberales), sobre países otánicos, para después
tener que dar pábulo y cerrar el pico ante las campañas realmente contundentes
de AI: las realizadas en favor del imperio y contra los países del llamado "eje
del mal", como Yugoslavia, Irak, Sudán, etc.
1. El enfoque de los "derechos humanos" de AI
El enfoque "humanitario" de AI es nítidamente prooccidental o liberal: enfatiza
los derechos formales de las "democracias" del primer mundo y obvia los derechos
básicos, de pura supervivencia, de decenas de millones de personas condenadas a
la miseria por cortesía de dichas "democracias". Los derechos económicos de los
distintos pueblos, base material de cualquier otro derecho humano, son del todo
irrelevantes para los chicos occidentales de AI.
Por ejemplo, el derecho humano y político de los iraquíes a gestionar sus
propios recursos, (rentas del petróleo nacionalizadas y socializadas por el
Baasismo, es decir, la razón principal de la agresión rapaz contra Irak), es
totalmente irrelevante para AI.
Por ejemplo, para AI, (y para las elites acomodadas de cualquier lugar), es más
importante que una iraní pueda leer el "New York Times" o votar al hijo del Sha,
a que esa misma chica tenga trabajo y seguridad social (gracias a los malvados
ayatolás que nacionalizaron el petróleo).
Por ejemplo, para AI es más importante "la libertad de expresión" de un
"disidente" chino que el derecho a la comida, vestido, sanidad, educación, etc.
de mil millones de sus compatriotas.
Por ejemplo, la miseria del segundo y tercer mundo (y el expolio que de ellos
hace el primero, incluso mediante guerras ilegales), como vulneración masiva de
los DD.HH., es del todo invisible para los blanquitos [1], neonazis de AI.
Y es que la especialización en "presos de conciencia" de AI, ignorando a los
millones de "presos o marginados por razón económica" del capitalismo, no es en
absoluto casual: se ideó precisa y exactamente para criminalizar al Socialismo.
La virtualidad acusatoria de AI
AI denuncia "violaciones de DD.HH." por doquier, (aunque con muy distinto tono y
beligerancia, como veremos después), pero, cómo solo es posible perseguir tales
"violaciones" a través de una superestructura política, económica, militar y
judicial, y como tal superestructura es, casualmente, el imperio capitalista
occidental, pues resulta que AI le es en la práctica, totalmente funcional (como
también lo son muchísimos izquierdistas occidentales que hacen suyo el discurso
de AI).
Por tanto, las denuncias de AI sólo tienen virtualidad frente a los países no
otánicos, ya que, ningún ente supranacional está en condiciones de juzgar a los
líderes occidentales incursos en delitos contra los DD.HH.
Es más, Amnistía Internacional plantea la resolución ejecutiva de sus denuncias
de forma radicalmente distinta según se trate de la OTAN o de otros y muy
concretos países: para la OTAN consagra la "autoinvestigación" y la "autojusticia";
para los demás, la "justicia" otánica, es decir, la "intervención armada
humanitaria" y la muerte o el apresamiento de sus dirigentes. Simplemente por
ello se puede afirmar, sin duda alguna, que Amnistía Internacional es una
organización al servicio del imperio.
Por ejemplo, Amnistía Internacional apoya al TPI para la ex-Yugoslavia, obviando
que los mentores y financiadores de dicho "tribunal", es decir la OTAN, son con
mucho los grandes criminales de guerra de aquel conflicto. Conflicto que la
propia OTAN azuzó para conseguir sus objetivos estratégicos, (objetivos
publicitados como "pacificadores" y "humanitarios" con la inestimable
colaboración de AI).
El desenlace de los casos Pinochet-Milosevic ilustra clarísimamente la
funcionalidad de AI: los mismos que dejaron ir a Pinochet teniéndolo ya cautivo
-gobierno británico-, no dudaron, con la bendición explícita de AI en ir a
secuestrar al presidente yugoslavo en su propio país.
La retórica de AI
Además de su arbitrariedad conceptual, AI dota a su discurso de una evidentísima
discriminación valorativa: cuando se trata de países otánicos, se expresa en
literalidades como "AI muestra su preocupación", "no al uso excesivo de la
fuerza", "por favor, no tiren bombas de racimo" (que además de matar, como las
demás, dejan los cadáveres muy poco fotogénicos), e "investiguen los abusos",
(es decir, investíguense a sí mismos y en última instancia, si las cosas se
ponen muy feas ante la opinión pública, auto-júzguense también); cuando se trata
de estos países, AI jamás apela a medidas punitivas superestructurales, o en
todo caso, cuando se aviene a hacerlo, la determinación que hace de tal
superestructura está totalmente viciada en origen, pues solo existe una a día de
hoy: "comunidad internacional" y "ONU", o sea OTAN y EEUU.
Cuando se trata de países declarados enemigos por la OTAN, ("eje del Mal"), AI
califica de "sistemáticas" "brutales" y "graves" las "violaciones de los
derechos humanos", "exige" su fin inmediato, "pide" la intervención de la
"comunidad internacional" (léase OTAN) para ponerles fin (eso sí, "sólo como
último recurso") y el enjuiciamiento "imparcial" de sus autores. Dichos "juicios
imparciales" serán por supuesto ejercidos por tribunales imperiales, (TPI para
Yugoslavia, o fuerzas ocupantes de EE.UU. y Gran Bretaña para Irak).
Y es que la dialéctica y semántica de AI es una copia exacta del lenguaje
diplomático bipolar, (según se trate de aliados o rivales), del Foreing Office
británico, el Departamento de Estado de los EE.UU. o la OTAN.
El grado de difusión de las denuncias de AI
Lo mismo cabe decir del dispar grado de difusión de los comunicados de AI sobre
"violaciones de los derechos humanos":
- "Violaciones de DD.HH." en todo tipo de países: difusión limitada mediante
página web.
- "Violaciones de DD.HH." en Yugoslavia, Irak, Sudán: difusión amplia mediante
campañas publicitarias propias [1], multiplicadas además por los medios
capitalistas occidentales [2] (con su consiguiente intervención armada
"humanitaria").
Otras características de las denuncias de AI sobre violaciones de DDHH según se
trate de unos y otros:
- Potencias occidentales: denuncias sobre los estratos bajos de la cadena de
mando, como policías y soldados, exonerando de facto a sus dirigentes, así como
una tipificación menor de los delitos.
- Países del "eje del Mal": denuncias directas sobre sus dirigentes, elevando
sin ningún pudor la transcendencia penal de la acusación.
¿Quién financia a Amnistía Internacional?
Aparte de donaciones de ciudadanos mayoritariamente occidentales,
¡organismos estatales de países miembros de la OTAN! y ¡Fundaciones de la
plutocracia estadounidense!
Comentarios de AI sobre su financiación, que evidencian, una vez más, la
falsedad y el cinismo de esta "ONG" imperial (extrapolable a otras ONG’s también
financiadas por gobiernos y fundaciones "benéficas").
1.- "No aceptamos dinero de los gobiernos para cubrir nuestro trabajo de
investigación ni las campañas contra las violaciones de derechos humanos".
2.- "El Secretariado Internacional de Amnistía Internacional depende también
de la generosidad de diversas fundaciones y donantes benéficos. En el año 2000,
algunos de los que contribuyeron con fondos al movimiento fueron el consejo de
sociedades benéficas de la lotería nacional del Reino Unido, la Fundación Ford
[3], la lotería de códigos postales de los Países Bajos -a través del fondo NRK
(fondo mundial de la sección neerlandesa) recaudado mediante un telemaratón
organizado por la entidad nacional de radiodifusión noruega NRK (Norsk Riks
Kringskasteng)- y otros patrocinadores más modestos". (