20 de septiembre del 2003
Proyectos Populares Chilenos: Derrotas desamparadas
El Uribe
El 11 de septiembre de 1973 fue derrotado el "Proyecto Popular" chileno que venía gestándose desde los años 50. Varias coaliciones de partidos con distintos nombres se formaron para organizar y conducir el proyecto desde la primera postulación de Salvador Allende en 1954. Independiente a una prolongada historia de contradicciones en la conformación del Proyecto Popular, éste mantiene a través del tiempo elementos comunes que lo distinguen. Entre otros, un magno objetivo a largo plazo se encuentra sintetizado la "vía chilena al socialismo". Había un claro sentido que se luchaba por el socialismo independiente a sus múltiples contenidos y acepciones. La formula para lograrlo era mediante la conquista de parte del poder político empleando la propia institucionalidad del estado burgués: Un triunfo electoral para obtener la presidencia de la república. Desde allí y con un amplio y revolucionario programa, con la indispensable participación de las grandes mayorías, en una suerte de "correlación de masas en necesario e imparable ascenso" a favor del proyecto popular, garantizarían la continuidad y seguridad del proyecto.
Los fundamentos ideológico históricos -entre otros- que sustentaban tales ideas, nacían de una también particular interpretación de la historia de las luchas de clases en Chile. Había una "larga tradición democrático republicana" que permitiría el empleo de sus propios instrumentos para cambiar las bases mismas de la sociedad. Las clases paulatinamente desalojadas del poder -no sin lucha- finalmente aceptarían el mandato popular. El pueblo con una capacidad y fuerza organizada tal, debía ser capaz de defenderse y avanzar en su Proyecto Popular. Las Fuerzas Armadas, como parte integrante de esa "tradición histórico democrática", no intervendrían militarmente ante tales contradicciones. Se les oponía una colosal "correlación de fuerzas de masas" que ante tan gigantesca capacidad de movilización y lucha, era lo más probable que parte de esas FFAA podrían ser ganadas para el Proyecto Popular. Habría violencia en múltiples formas, los enfrentamiento podían tener las mas variadas características y escenarios, pero no habría lucha armada ni la lucha de clases se agudizaría a tal punto de poder culminar en una escenario de guerra.
Los conductores principales -independiente a destacadas personalidades y varios partidos políticos- fueron el Partido Comunista y el Partido Socialista. Columna vertebral y estratégica desde los propios orígenes del proyecto. El Partido Comunista, tal cual su tradición, fue más seguro y monolítico no solo en su orgánica sino que fundamentalmente en la estabilidad de sus bases ideológicas durante todos esos largos años de intensa lucha política y social.
Mucho se ha escrito sobre toda esa historia, variadas y contradictorias las interpretaciones del triunfo del Proyecto Popular y de su posterior derrota. No es ningún descubrimiento decir que múltiples son las causas de la derrota. Las de carácter internacional con el Imperialismo y todos sus instrumentos empleados en Chile están desenmascarados y documentados hasta la saciedad. Han sido demás estudiadas la infinidad de maniobras del mas diverso carácter de la ultra derecha chilena y los partidos burgueses tradicionales que se emplearon a fondo por derrotar el proyecto con todas sus herramientas financieras, crisis económicas, terror propagandístico, artimañas políticas y hasta el empleo de acciones terroristas durante los mil días del Gobierno Popular. Y ante la ineficacia de tan amplia batería de recursos el poder tradicional recurre a las FFAA. Esta sería una de las razones principales de la derrota.. La intervención de las FFAA no solo provocaron la caída o término del Gobierno Popular, por el carácter del golpe militar fascista se derrotó no sólo al Proyecto Popular y a sus estructuras políticas y de masas, también fue derrotado el proyecto en principales fundamentos políticos e ideológico histórico.
Esas -y todas aquellas no reseñadas de similar origen- podríamos agruparlas en "causas externas", que no dependen de las fuerzas populares ni de sus fuerzas conductoras. Son ajenas al pueblo y a sus partidos, son lógica de la lucha de clase. Las otras podríamos agruparlas en "causas internas o propias". Que en esencia responden a los conductores ideólogos del proyecto. Allí aparecen desde las más oportunistas que simplemente no las reconocen, como que las causas de la derrota sólo hay que buscarlas en el enemigo. Otro grupo de causas estarían en otras organizaciones de izquierda muy críticas al proyecto como el MIR (caballo de Troya). Otras causas estarían en conductas y políticas coyunturales de cada partido protagonista. De eso hay acusaciones mutuas. La falta de unidad y cohesión en momentos claves le facilitaron la lucha a la reacción.
Hasta hoy carecemos de una revisión de las bases mismas del proyecto. La tesis del "vacío histórico" del Pleno del Partido Comunista de 1977 que apunta a la ausencia o insuficiente "política militar" no responde al fenómeno integral de que el proyecto popular se basa en la apreciación de un país que no era tal. La lectura de la lucha de clases en la historia de Chile debe ser interpretada de tal manera que corresponda con la brutal conducta de la gran burguesía nacional y de sus FFAA. El sentido de pertenencia de país, la decisión de emplearse a fondo en la destrucción de las fuerzas populares, el militarmente innecesario bombardeo a La Moneda, la sistemática y salvaje represión, la reorganización del país y su dominio por casi dos décadas en manos de sus sectores más reaccionarios, son entre muchos otros, antecedentes que nada tienen que ver con el país y el carácter de las clases que sirvieron de bases al Proyecto Popular.
En 1973 no aparecieron la felonía y el terror masivo por obra de la "generación espontánea". No existe razón aparente que nos indique que en un mañana cercano, bajo formas que hoy no podemos ni atisbar, intenten otra vez destruir a las organizaciones populares. Solo hará falta que por cualquier formula y vía, un proyecto popular ponga en peligro la estabilidad del sistema establecido .
Nuestra derrota todavía no tiene un dueño político.
(Colectivo, página:www.fpmr.org, Frente Patriótico Manuel Rodríguez)