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CHE, AYER, HOY Y SIEMPRE

11 de octubre del 2003

Entrevista a Harry Villegas Tamayo, "Pombo"


Las enseñanzas del Che

Néstor Kohan

Harry Antonio Villegas Tamayo, conocido popularmente por su nombre de guerra "Pombo", ha sido uno de los pocos privilegiados que tuvo la suerte de acompañar a Ernesto Che Guevara en los diferentes escenarios de la gesta antimperialista y revolucionaria que continuó en nuestro tiempo la que San Martín, Bolívar y Martí encabezaron en el siglo XIX.

Desde muy joven combatió junto a él y a Fidel Castro en la Sierra Maestra, participando luego de la toma del poder en la construcción económica de la transición socialista. Posteriormente fue elegido por Guevara para la misión internacionalista cubana de ayuda a las tropas lumumbistas del Congo, y luego para la del cono sur donde luchó, junto a los bolivianos, en el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en aras de la revolución continental. Tras el asesinato del Che, comanda el grupo que logra llegar a Chile superando los cercos de aniquilamiento tendidos por la CIA. De regreso en su país, marcha nuevamente al África donde participa de la lucha que Angola estaba desarrollando contra el régimen racista de Sudáfrica. Por estos numerosos combates ha recibido la máxima condecoración de "Héroe de la República de Cuba". Actualmente es miembro del Partido Comunista Cubano y general de brigada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Ejército Occidental.

Néstor Kohan: Usted acompañó al Che Guevara desde antes del triunfo de 1959. ¿Tuvo oportunidad de conocer los debates entre él y los revolucionarios argentinos que en 1962 estaban en La Habana, cuando el Che pronunció su célebre discurso "Mensaje a los argentinos" [25/5/1962]?

Pombo: Mira, esa etapa de las discusiones con los argentinos no la domino en sus detalles. Creo que la proyección del Che para la lucha en la Argentina queda bien en claro con el apoyo que le diera a Jorge Ricardo Masetti. El tenía la concepción de que era factible realmente hacer la revolución en Argentina, independientemente de todas las diferentes aristas que tenían las fuerzas revolucionarias. Porque una de las experiencias que el Che adquirió en Cuba es que sin unidad revolucionaria no puede haber triunfo ni éxito revolucionario. O sea que es necesario agrupar todas las fuerzas, que el sectarismo no lleva a ningún lugar. Puede haber hecho todo el debate acerca de la forma y los métodos, explicar en que él tenía confianza, donde él fundamentaba su experiencia más reciente, pero no negaba el empleo de todas las formas de lucha. En todos sus llamamientos, en todos sus escritos acerca de la guerrilla como un método revolucionario, él analiza estas corrientes de un modo versátil. Analiza la guerrilla pero no se circuncribe únicamente a ella. En su libro Guerra de guerrillas también llama a la organización de los aparatos urbanos, de acción y sabotaje, de información, de propaganda, etc. O sea que él concibe una lucha integral, por todas las vías y todos los medios. E incluso la concibe desde el punto de vista de que si hubiera la posibilidad de crear un movimiento de apoyo -en el contexto de apoyo de las vías diplomáticas, de las relaciones exteriores- él también era partidario de eso. Y una prueba de esta concepción del Che es la presencia en Bolivia de Régis Debray. El papel que él pensaba que debería jugar Debray en el movimiento revolucionario del cono sur era justamente el de servir como un vínculo de las relaciones exteriores, el organizar un aparato urbano, y que él constituyera con los intelectuales progresistas de Europa un grupo de apoyo a todo este movimiento por la liberación del cono sur y por alcanzar un nivel de vida superior y más humano que requiere de esfuerzo. Creo que partió en gran medida del ejemplo de la revolución cubana, de como allí la unidad fue determinante, de como Fidel magistralmente, a pesar de que la lucha se desarrolló por diferentes vertientes y en diferentes lugares, al llegar al poder lo que hizo fue aglutinar y atraer a todas las fuerzas a un solo movimiento. Y de ahí que nosotros pasáramos por el Partido Unido de la Revolución, que no era un partido hegemónico sino que era la unión de todas las fuerzas unidas de manera amplia ya que todo aquel que había luchado por la revolución estaba integrado. Ese fue el primer paso, después la gente fue adquieriendo conciencia y se fue identificando desde el punto de vista ideológico de manera más definitoria. Y recién allí surge el Partido Comunista Cubano. De manera que en nuestro país no es el Partido Comunista el que hace la revolución. Es un movimiento progresista que lucha contra una tiranía, contra una opresión, y que después de que llega al poder llega a hacer realidad lo que nuestros próceres Martí, Céspedes, Maceo y Gómez habían soñado. Y en ese momento nos encontramos con que nuestro enemigo, los EEUU, nos quiere anexionar -lo que había sido históricamente una constante-. Y en esa lucha por impedir que nos anexionen nosotros tenemos que ir radicalizando gradualmente nuestras posiciones. De todas formas las teníamos que radicalizar porque es imposible hacer la patria que Martí soñó, en la cual el respeto por la dignidad plena del hombre sea lo que encabece la ley primera de la nación, en una sociedad de explotación. Es también imposible hacer una república de todos y para el bien de todos con explotación.

N.K.: Usted plantea que el Che veía el apoyo a la revolución argentina en la experiencia de Masetti. ¿Hizo alguna evaluación una vez que el EGP de Masetti es derrotado?

Pombo: Él evalúa los errores que se cometen con el grupo de Masetti. Por ejemplo cómo se circunscribieron mucho tiempo a una misma área, cómo hubo algunos elementos de falta de autoridad en la dirección. Autoridad que no se gana por imposición sino que se va ganando por el quehacer. Eso lo saca él de su propia experiencia. Cuando el Che fue a Cuba no era un experto en la guerra irregular. Cuando se produce el primer combate él tiene una indecisión acerca de si seguir participando como el médico de la guerrilla que era o convertirse en un combatiente. En Pasajes de la guerra revolucionaria, cuando él dice que en el primer combate -que fue una derrota para las fuerzas de Fidel- él se ve en una disyuntiva: o tomar la caja de balas o tomar el equipo de médico. A partir de allí el Che Guevara va transformándose desde el punto de vista de sus concepciones militares. Y esto lo llevó también a ser uno de los dirigentes más destacados que nosotros tuvimos en nuestra guerra revolucionaria. Cuando tú analizas todo esto te das cuenta que Che ve que Masetti tenía también un proceso de formación pero no deja de ver las deficiencias y errores que se cometieron. Porque hubo también mucha incomprensión, mucha falta de unidad y de criterio. Te estoy comentando esto no porque yo sea un especialista en el tema. Yo he leído después algunas de estas cosas porque uno de los compañeros que murió con Masetti era como un hermano mío. Se llamaba Hermes Peña y era el segundo de Masetti. También era parte de la escolta del Che. El era mi segundo en la escolta. Cuando se desarrolló lo de Masetti se seleccionó a alguna gente. Hermes Peña era de origen campesino, muy noble y muy bueno. Yo creo que a Masetti se le escapó un poco el control, algo que en este tipo de cosas es determinante. Justamente el movimiento de Salta no fracasa por la acción militar sino por los errores que permitieron que la gendarmería -que es la fuerza que actúa- los capturara y los aniquilara en un período de tiempo muy corto.

Yo creo que en todo esto la enseñanza más importante para subrayar es que la concepción del Che es la unidad, que el Che subordina todos los elementos de la estrategia a algo muy importante que es la unidad. Porque cuando hay unidad, hay posibilidad de unidad de criterio y por lo tanto de unidad de acción. Si tú no logras esto, por más sólida que sea tu teoría y tu concepción, el movimiento revolucionario no va a triunfar.

Luego en Bolivia participan también argentinos, como Tania -que en realidad venía de Alemania aunque había nacido en Argentina- y Ciro Roberto Bustos, a quien el Che lo conocía mucho desde antes. Siempre hablaba mucho de "el pelao". Yo a Bustos lo conocí en Bolivia.

N.K.: Siguiendo con la relación entre el Che y los argentinos, y ya que usted la mencionó, ¿qué papel jugó la argentina Tamara Bunke (Tania) en el movimiento de Bolivia?

Pombo: El papel de Tania fue muy importante. Es un papel que se conoce poco, pero que en la historia de la inteligencia es un gran logro que en un período de tiempo tan corto y limitado se haya logrado adquirir tanto. Porque es una figura que se siembra -en términos de inteligencia se denomina a esto "sembrar"- con el objetivo de que gradualmente vaya teniendo inserción en la sociedad y pueda jugar un papel informativo, de medidas de seguridad, etc, sin que despierte ninguna sospecha. Gracias a su personalidad Tania logró insertarse en la sociedad boliviana y en un período de tiempo muy limitado -dos o tres años- llegó a tener acceso a las altas esferas de dirección del país con una confianza absoluta como se lo había encargado el Che. El Che siguió puntualmente su preparación. Los bolivianos, por sus características, la sintieron como boliviana. Como ella conocía mucho de la cultura y del folklore bolivianos pudo realizar este trabajo. Podía servir para la lucha en Bolivia o también para apoyarse en ella y poder venir a la Argentina. Ella realizó con calidad su cometido. Después, su fervor revolucionario la llevó a querer estar en la guerrilla, aunque el Che le había planteado que esa no era su misión sino permanecer en un compás de espera. El hecho de la no participación de Mario Monge, de la no participación del Partido Comunista determinó que nos viéramos obligados a reorganizar el aparato urbano y todo esto obligó a que Tania de forma improvisada se viera obligada a participar en la lucha. Ya después de esto la sorpresa, el inicio de la lucha de forma no prevista -pues no estaba en nuestros planes comenzar así- sino escoger nosotros el momento, el lugar, y aplicar nuestra voluntad...pero bueno, al ser descubiertos nos vimos obligados a comenzar y en ese momento estaba Tania, estaba Debray y de una forma u otra se abortó el proceso. Comenzó antes del tiempo previsto, como se había planificado para organizar todo lo necesario.

N.K.: Pero antes de marchar a Bolivia, usted combatió en 1965 junto a las tropas cubanas que comandadas por el Che, ayudaron a los seguidores del líder anticolonialista Patricio Lumumba en el Congo. ¿Por qué eligieron el Congo y no otra colonia africana?

Pombo: En el viaje del Che por África, él llevo el ofrecimiento de Fidel de ayuda a estos países. El le habló a Fidel en ese sentido, pero no con la intención de ir personalmente. Se buscó al principio en tres direcciones: el Congo francés, el belga y Mozambique. Y también se le dio ayuda a Guinea. Pero el Che tenía el plan de ir para Sudamérica. Sin embargo, cuando se evaluó la situación había en el cono sur toda una posibilidad de penetración e infiltración de la inteligencia enemiga en las organizaciones revolucionarias. Se consideró entonces que era más conveniente esperar. El Che vio que quedaba más céntrico y cercano que la gente estuviera por el Congo belga, pues desde allí se podía distribuir la gente por varios flancos. Creo que esa pueda haber sido una de sus valoraciones aunque sinceramente no estuve en la decisión y por lo tanto no conozco porqué se eligió el Congo. También había algunos datos, que luego se supo, no eran todos verídicos. Los congoleños decían que tenían las dos terceras partes del país bajo su control y no era así. Sí había miles de hombres bajo las armas, eso sí era cierto. Recibieron armamento y logística, en forma bastante fuerte, de los chinos. Después entró alguna gente que habían preparado los búlgaros. Con los soviéticos -por lo menos que yo conozca- no había una relación muy directa en la preparación del Congo.

En general, el Che siempre pensó que los chinos podrían llegar a ser más consecuentes en la ayuda, pero no excluía tampoco a los soviéticos, ni siquiera para Bolivia. Y en este punto partía de una enseñanza de nuestra revolución, según la cual -nuevamente- el tema de la unidad de los pueblos es un factor fundamental. Sin la unidad, los norteamericanos pasean por el mundo y hacen lo que les dé la gana. La unidad de pensamiento que permitiera lo fundamental, la unidad de acción, era uno de los requisitos imprescindibles que el Che planteaba como condición para comenzar la guerra. Por eso todos los llamamientos políticos que hace cuando está al frente de la guerrilla en Bolivia son llamados a la unidad. Son llamados a que todo hombre honesto, independientemente de su filiación política, de su filiación ideológica, participe en la independencia de su patria.

N.K.: El Che dice en su Pasajes de la guerra revolucionario (Congo) que la lucha en África podría durar cinco o diez años...

Pombo: Bueno, eso era un decir. Siempre se previó una lucha larga y prolongada. Es una característica de la guerra de guerrillas que se tiene que pasar por muchas fases. Mientras más prolongada es la lucha, más formación logran adquirir los combatientes. Y salen más sólidos, más preparados y toman más conciencia. Pero eso no quiere decir que tengas que esperar diez años. Eso depende de los acontecimientos. En un momento de su Diario en Bolivia él pensó que si tenía cien hombres más, tomaba el poder y apenas habían transcurrido siete u ocho meses. Todo depende entonces de como se precipiten los acontecimientos. En el caso de Cuba fueron dos años. Si tú analizas la primera fase, una fase muy compleja en que la guerrilla es totalmente incipiente, muy débil, en que tiene que protegerse de todos... porque el campesinado te apoya pero no solamente porque tú te identifiques con todas sus reivindicaciones sino porque ve que tiene posibilidades de éxito. Y para que esto se produzca tú tienes que tener una fuerza en donde puedas estabilizarte en una zona en donde se establezcan los vínculos con los campesinos, en donde de verdad se pueda persuadir, en donde el campesino haya visto éxitos de parte de la guerrilla.

Este proceso de derrotar con lo poco a lo mucho requiere de muchas estratagemas. La gente que ha hecho guerra irregular, por ejemplo, los españoles contra las invasiones napoleónicas tuvieron este tipo de características. Y había una efervescencia del pueblo de defender su nacionalidad, no era una lucha fraticida. Porque en alguna medida la lucha del pueblo en Bolivia era una lucha fraticida. Era una guerra que comenzaba con el carácter de lucha interna, independiente de nuestra presencia. Por eso nosotros no entendíamos, no comprendíamos cuando Gary Prado sostenía que nosotros los invadíamos. No se puede concebir seriamente un acto de agresión, una invasión con cuatro personas. Nosotros sencillamente, como fue a Cuba Máximo Gómez, como fue el Che, con un espíritu de voluntariedad, desde una posición ideológica, consideramos que era justo luchar -y lo seguimos considerando-. Y cuando terminó lo de Bolivia fui a Angola y a Etiopía... Me parece que pasa por un problema de conciencia, no se puede entonces concebir como un problema de Estados y decir "un Estado nos invade con treinta personas". No señor, no se puede eso decir seriamente. Treinta hombres que fueron voluntariamente a colaborar con un pueblo y con su lucha por su independencia. Nosotros, los cubanos, recibimos en la guerra de 1868 mucha gente. El mayor general del Ejército mambí -el de la independencia de Cuba- Máximo Gómez, era dominicano. Y hubo un polaco, un norteamericano, diez o doce mexicanos hasta chinos hubo... Por eso es tan natural para nosotros el internacionalismo, porque nosotros mismos somos producto de una solidaridad internacionalista. En la columna del Che del Ejército Rebelde, ya en nuestro siglo, había un norteamericano que peleaba. Para nosotros esto del internacionalismo es una verdadera y auténtica tradición, en el sentido fuerte de la palabra.

N.K.: ¿El Che hizo algún balance de la derrota del Congo?

Pombo: Sí, hizo un balance. Hay un libro que él tiene escrito, se llama Pasajes de la guerra revolucionaria (Congo) y Fidel consideró que ese balance era muy duro, muy fuerte, muy crítico. Que debía mesurarse un poco. Era muy crítico consigo mismo -el Che era muy crítico siempre-, con los mismos africanos y con los compañeros que lo acompañaron. En definitiva, la coyuntura no dependía de la actitud de la gente sino de que el nivel de desarrollo del Africa de aquellos momentos no permitía una comprensión del concepto de nación, del porqué luchar, había un atraso muy grande. Para poder vencer hubiera hecho falta un desarrollo del concepto de porqué luchar, de qué significa tu tierra y eso en esos momentos no estaba totalmente maduro en el África para que se pudiera alcanzar la victoria. El Che consideró que realmente harían falta veinte años más y ni siquiera veinte años después se pudo lograr un poco de mayor conciencia nacional. E inclusive yo no sé hasta que punto los congoleses pudieran haber podido alcanzar ese tipo de conciencia con un país tan grande y con tan pocas vías de comunicación. En estos momentos se debe haber retrocedido mucho más de lo que se estaba por las luchas intestinas. El Zaire, producto del imperio belga, era realmente la posesión inidividual más grande que haya existido en el mundo. Era un país de una riqueza natural increíble. Se veía por donde uno pasaba que ya habían hecho las excavaciones geológicas.

N.K.: Los cubanos se han destacado por su solidaridad internacionalista, no sólo en nuestro continente sino también con pueblos de otros continentes como el caso del Congo y Angola, por ejemplo. En la misma época que ustedes combatían en el Congo, Viet Nam desarrollaba la lucha por su independencia del imperialismo. ¿Hubo cubanos internacionalistas que hayan combatido en la guerra de Vietnam?

Pombo: No a pelear, pero sí puede haber habido gente nuestra que haya ido a tomar experiencia. Porque en definitiva los vietnamitas son un pueblo que han tenido una extraordinaria experiencia de combatividad, desde el punto de vista que los vietnamitas derrotaron a los franceses, a Japón -lo pusieron en jaque-, a Estados Unidos. De modo que la experiencia y heroísmo de ellos viene de lejos. Ya nuestro José Martí hablaba de la heroicidad de los ananitas en la segunda mitad del siglo XIX. La tradición heroica de resistencia que tiene ese pueblo hace que nosotros los admiremos profundamente. En la reflexión teórica también aportaron los escritos de Giap, que hemos estudiado mucho.

Aunque nosotros hemos estudiado a los vietnamitas hemos elaborado nuestra propia teoría de la guerra irregular. Y hoy la tenemos en la concepción de la guerra de todo el pueblo, que es una concepción teórica nuestra. La participación de todo el pueblo, en las diferentes formas, incluyendo la diplomática. Todos los factores de la sociedad participan y tienen la posibilidad de actuar. En eso se basa la actual doctrina militar cubana. Y el Che fue también coartífice de esta doctrina militar. Su manual Guerra de guerrillas, fue considerado por los norteamericanos como lo más acabado que se había elaborado en cuanto a guerra irregular. Lo tomaron como texto de estudio -además de su profundidad, porque el Che es muy didáctico-, hasta que ellos lograron desarrollar un texto propio. Lo estudiaron como texto a raíz de la efervescencia e inconformidad de los pueblos (no te olvides que en esos mismos años de Vietnam había guerrillas en Venezuela, Colombia, Perú, Guatemala, Nicaragua, etc.,etc.). A comienzos de los años sesenta pretenden asumir el papel de los gendarmes del continente. La respuesta de ellos fue doble: económica -la Alianza para el progreso y toda la ayuda que fue una respuesta puntual a esa lucha creciente, pues nunca la habían hecho antes-, y la respuesta militar, los boinas verdes, que estudiaban con el texto del Che -obviamente mirándolo al revés, oponiéndose-.

N.K.: ¿Cómo fue que salieron de África para pasar a Bolivia?

Pombo: El grupo de cubanos que acompañaba al Che que decidió salir, unos ciento y pico, retornó vía Moscú a La Habana. Se le pidió ayuda a los soviéticos, nos dieron dos aviones y retornamos de Dar Es- Salaam (Tanzania, colindante con el Congo). Nosotros, el grupo al cual Guevara nos había pedido que continuáramos con él, salió en dos días. Uno, en el cual iba el Che, salió vía Madrid y otro que salió -el mío- con dos miembros del Comité Central (Osmany Cienfuegos y Tony Perez) vía París-Moscú y nos reunimos con el Che en Praga. Estuvimos unos meses con él en esa ciudad. El envió a Papi a Bolivia y Fidel lo convenció de que retornara a Cuba. En eso nos envió una semana a ver a nuestra familia. Él estuvo un mes y pico en Cuba, participó en los entrenamientos de los compañeros que después fueron para Bolivia (de allí es la foto que se le presenta a él pelado y con anteojos, que es como entró a Bolivia). Nosotros, después de ver a la familia retornamos y nos fuimos para Bolivia, con pasaporte falso. Yo entré por Brasil (San Pablo-Santa Cruz de la Sierra) y llegamos a La Paz por carretera. Allí hicimos todo este trabajo de coordinación con los bolivianos que relata mi diario.

N.K.: ¿Existió antes de partir para Bolivia una reunión previa de dirigentes revolucionarios del cono sur para planificar las acciones y los objetivos?

Pombo: A mí me parece que no. En ningún documento de Cuba aparece que hubo alguna vez una reunión previa de ese tipo con dirigentes del cono sur. Si hubiera habido una reunión previa de ese tipo, nosotros no nos hubiésemos visto en la necesidad -si tú lees el diario- de discutir los detalles con Mario Monge. Si en la lectura del diario que escribí en aquella época pudieras apreciar la coyuntura de cómo surgen las decisiones, te podrías dar cuenta de que realmente el Che no pretendía ir a Bolivia. El Che pretendía ir a Perú. Cuando nosotros salimos del África, la línea principal era ir a Perú. Y los bolivianos se comprometen con nosotros en darnos la ayuda para organizar la manera de ir a Perú o a Argentina. Entonces no existe esta reunión de todos los militantes, de todos los dirigentes del cono sur. Esto te lo afirmo a partir de lo que yo conozco y de lo que se acordó.

Cuando tú lees lo que se escribió en aquel momento y las indicaciones que nos dieron a nosotros que fuimos los que participamos, tú te das cuenta que no hay ninguna reunión previa. Sino ¿por qué hizo falta que Monge fuera a discutir a Cuba? Monge va a Cuba antes de entrevistarse en Bolivia con el Che. Él va a Cuba porque nosotros insistimos en que vaya a allá a discutir. Todas estas cosas pertenecieron a la primera etapa organizativa. Las instrucciones que a mí me dieron cuando yo salí de Praga era que le explicara a Papi concretamente que ya no íbamos para Perú. Que había que explicarle a Sánchez -que era el representante del grupo peruano que teníamos en Bolivia- las razones. Y todo esto se fundamentó en que el movimiento peruano estaba penetrado, infiltrado, como se podía ver por los golpes que le habían dado. Esas eran las instrucciones que me dieron. Cuando empiezas a ver cómo discutimos con Monge, tú te puedes percatar de que no hay una reunión anterior. Porque Monge sí acepta ir a la lucha con nosotros, no con el Che. A nosotros no nos habían autorizado a decirle que iríamos con el Che. Nosotros le prestaríamos nuestra colaboración, como revolucionarios, al Partido Comunista boliviano (PCB). Eso es lo que empezamos a organizar con Monge. Este último se da cuenta de que había algunas pretensiones de una cosa más grande y entonces empieza a plantear criterios de que el que va a dirigir es él. Por eso a nosotros la traición de Mario Monge no nos sorprende en forma absoluta, porque él la fue anunciando. Por eso proponemos que Monge viaje a Cuba, antes de que viniera el Che para que discutieran todos estos problemas. Eso te muestra de que no hubo una reunión previa de coordinación. Porque si hubiese existido entonces implicaría acusar a todos aquellos dirigentes revolucionarios y de izquierda del continente de no haber cumplido alguna resolución o acuerdo que se haya tomado o de no haber sido consecuentes con la línea que se acordó, y eso no es así. Ni siquiera hubo una reunión previa con Monge. La reunión previa es ésta que te digo, cuando él viaja a Cuba y allí se le dice que se va a entrevistar con el Che. Hay una entrevista posterior de Monge, que se publicó mucho tiempo después en Italia, en la cual él aborda todos estos temas. En esa entrevista italiana él dice que cuando aquella vez fue a Cuba se le dijo que se iba a entrevistar con el Che. No se le dijo en que país sería pero él sabía que era Bolivia, por nuestra presencia allí y por otros elementos que él dedujo. Y fíjate que tampoco Monge menciona ninguna reunión de coordinación previa.

Sí hay una reunión, pero posterior, que se hace con el dirigente comunista boliviano Kolle, cuando Monge ya había abandonado la dirección del PCB.

N.K.: ¿Por qué Monge abandona la dirección del PCB?

Pombo: Él sostiene que deja la dirección para incorporarse a la lucha, porque él no tenía autoridad para llevar al Partido Comunista a la lucha, por las diferencias en el Comité Central. Hizo al comienzo una evaluación de la lucha que fue superlativa y dijo que él consideraba que ésta era una gesta tan importante como la de Murillo.

N.K.: La negativa de Monge de llevar a la práctica esos planteos generales tuvo que ver con la posición de los soviéticos?

Pombo: Existe un video italiano que todavía no se publicó pero que se está por publicar donde se trata de demostrar justamente eso. En ese video entrevistan al viceministro de relaciones exteriores para América Latina de los EEUU - no recuerdo el nombre ahora- y él trata de situar en tiempo y espacio la decisión de Monge en función de los acuerdos de los EEUU y la URSS, y llega a la conclusión de que Monge sí estaba bajo influencia de los soviéticos. Monge dice que él sí les dijo a los soviéticos, después que salió de Cuba, toda esta concepción de la posibilidad de la lucha y que los soviéticos no le dieron ninguna orientación, que él actuó por sus propias convicciones...

N.K.: Pero ¿la posición de Monge era una posición aislada? Si a partir de lo que usted dijo uno piensa que el Che quería venir al cono sur para pasar luego a la Argentina, y que en Argentina la vieja dirección de Victorio Codovilla tampoco le tenía "demasiada simpatía" a la posición del Che...

Pombo: No sólo Codovilla, los dirigentes de los partidos comunistas, ninguno. En mi diario tú puedes encontrar que Rodney Arismendi, en una reunión de los dirigentes de los partidos comunistas en Brasil, exigen a Monge que se haga pública la presencia de los cubanos en Bolivia. El Che sabía que los partidos comunistas no estaban en la línea de la lucha armada y que los partidos nunca aprobaron esa línea, ni siquiera el cubano, el Partido Socialista Popular (PSP). Por eso nosotros hicimos el partido -el Partido Comunista Cubano- después. Cuando el PSP vio que cambió la correlación antes de tomar el poder mandó a algunos dirigentes...

N.K.: ¿Hubo apoyo argentino para el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia?

Pombo: No hubo una coordinación previa. Sí se intentó analizar alternativas viables. Dentro de la estrategia del Che de atraer a todas las fuerzas, él empieza a conversar con toda la gente que tiene la posiblidad de borrar algunas cuestiones tácticas e incorporarse a la lucha desde el punto de vista de un frente amplio, porque no quería que se circunsbriera y se limitara a la línea de lucha de nosotros sino que cada quien, con su propia línea pueda colaborar para obtener la victoria. La concepción del Che es amplia, no sectaria, es aquella con la cual el Che desarrolla todo su trabajo, como experiencia de lo que logramos nosotros en Cuba, que lo hicimos después de la revolución. El Movimiento 26 de julio había sido el de más prestigio, el de más autoridad, eso se sabe, pero se coordinó con todo el mundo que luchó por derrotar a la tiranía. Después, aprendiendo de toda esa experiencia de unidad sale el Frente Farabundo Martí, el Frente Sandinista, etc, en aras de algo que es lo más importante y determinante para alcanzar la victoria, que es la unidad.

N.K.: En Bolivia, ¿con qué grupos locales ustedes intentaron forjar la unidad?

Pombo: Nosotros hablamos en primer lugar con el Partido Comunista, pero también con el grupo de Zamora, que eran pro-chinos y con una escisión de ese grupo encabezada por Moisés Guevara.

N.K.: ¿Intentaron con el Partido Obrero Revolucionario (POR) de orientación trotskista, dirigido por Guillermo Lora?

Pombo: No, con Lora no.

N.K.: Usted plantea que el objetivo final del Che era pasar a la Argentina. ¿ Tenía algún plan para la lucha en Argentina?

Pombo: El tenía un plan global para el cono sur, y dentro del cono sur el país más importante era la Argentina. El Che pensaba que como los norteamericanos suponían que no podía haber una revolución, no se habían preparado en Bolivia. Y además, que con la participación del partido (PCB), que era una fuerza sólida, en unión con el resto de todos estos grupos que te mencioné, más la participación de Lechín que después se incorpora luego de discutir en Cuba, el Che pensaba que se podía alcanzar el poder en un período de tiempo muy corto, porque se iba a utilizar el beneficio de la sorpresa. Y la sorpresa es uno de los elementos determinantes en las acciones militares para la victoria. ¿Por qué la sorpresa? Porque íbamos a coger un ejército que no estaba preparado para esta lucha y a un gobierno que tampoco estaba preparado porque estaban confiados en que no habría allí una segunda revolución, después de la de 1952. Incluso con la estrategia económica que los norteamericanos utilizaron para frenar la efervescencia, que fue la "Alianza para el progreso", no le dieron mucho a Bolivia. Y con la estrategia militar de los boinas verdes, tampoco les dieron nada en preparación. El Che sabía que si tomábamos el poder, había que construir un movimiento de base muy fuerte para que al defender su revolución Bolivia se tornara en internacionalista. Con la preparación de todos los peruanos, los argentinos que participaran, iba a ser recíproca la ayuda. Y saldrían de allí columnas internacionales -junto con los cubanos que también participaríamos-. Entonces la lucha se trasladaría a los grandes escenarios. Ya en la primera etapa iban a participar los revolucionarios argentinos, que realmente lo hicieron. Hubo una división argentina que marchó hacia la frontera y se acercaron en busca de nosotros, también los revolucionarios brasileños asumieron la responsabilidad de financiamiento económico. El objetivo fundamental era combatir en Bolivia y lograr su independencia. Hacer con Bolivia lo que en Cuba se había hecho con la Sierra Maestra: una base de la cual irradiaran otras columnas a combatir en otros lugares. Y además defender esta revolución contra cualquier fuerza. Pensábamos que en la segunda etapa irían los norteamericanos, invadirían ellos mismos sin confiar en ningún ejército local.

N.K.: En su plan de triunfar en Bolivia y pasar a la Argentina, ¿el Che no había evaluado que el Ejército argentino era mucho más poderoso que el boliviano y que aquel sí estaba ya preparado para la lucha contrainsurgente?

Pombo: Debe haber evaluado, yo creo que sí. Lo primero que hay que hacer es evaluar al enemigo. Pero el Che nunca planeó enfrentar frontalmente al Ejército argentino. El había concebido una guerra irregular y en este tipo de guerra, cuanto más poderoso es un ejército y está construido sobre los métodos y formas de abastecimiento, más difícil le es ir a luchar en la guerra irregular, a luchar en pequeños grupos, a dispersarse en pequeños pelotones, a meterse en la selva, esto es mucho más difícil. Morder y huir, no aceptar el combate, aplicar todo lo que es la táctica guerrillera propiamente dicha. Eso podía ser destruido o podía triunfar. En una guerra tú llevas dos sacos, el de vencer o el de perder. Y no puedes concebir que una guerra siempre tiene que ser totalmente victoriosa. Si tú te fijas en el contexto social, tú puedes tener un revés, pero si las necesidades sociales todavía están latentes...en Bolivia perdimos un combate pero las proyecciones sociales no desaparecieron, entonces tú nos has perdido la guerra. Como hay miseria las luchas de los mineros siguen latentes. Mientras que sigan las condiciones que propiciaron la lucha, no se puede decir que no existan posibilidades para que surja un movimiento revolucionario.

Hay que partir de que el revolucionario aplica los métodos irregulares que pueden ser de diversas formas y de diversos tipos, porque el que tiene que vencer al fuerte, siempre es débil; tiene que vencer a lo mucho con lo poco, y por lo tanto tiene que jugar la habilidad, la estrategia, la picardía. Eso es lo determinante. No puedes circunscribir la guerra irregular al método de la guerrilla. Hay diversos métodos y diversas formas. Y surgirán más formas y más métodos en virtud de las condiciones concretas. La guerrilla en el desierto no es igual que la guerrilla en la selva. La lucha urbana no es igual que la guerrilla en el monte. Cada una tiene sus propias particularidades en función de las condiciones concretas.

N.K.: Ya que menciona la estrategia político militar guevarista, fíjese usted que tras su muerte y en una época de reflujo revolucionario, el enemigo y muchos "amigos" han intentado neutralizar al Che presentándolo como un simpático héroe romántico, un Quijote, un Robin Hood o un monje laico, pero cuestionándole sus aportes a la teoría revolucionaria atribuyéndole y rechazando su supuesto "foquismo". ¿Son completamente asimilables la concepción política guevarista y la concepción foquista que Régis Debray tenía en los años sesenta, o existe una diferencia entre ambas?

Pombo: Mira, Régis Debray ponía el foquismo como una cosa superlativa, en cambio el Che consideraba que no era superlativa ni la única vía, que eso era muy mecánico. El Che consideraba que era una vía posible, que fue la que dio resultados en Cuba. Aunque aquí tampoco era foquismo. Nosotros los cubanos empezamos allí, porque había que empezar en algún lugar y después nos expandimos durante la guerra revolucionaria antes de 1959. Esa era una de las concepciones fundamentales en que el Che ponía mucho énfasis. Y además existen otras razones para la diferencia entre ambos. Al Che no le había gustado ese trabajo de Debray titulado Revolución en la revolución. Le hizo críticas.

N.K.: ¿Qué libros leía y estudiaba con ustedes el Che en Bolivia?

Pombo: Hicimos una biblioteca bastante amplia. Teníamos muchos materiales de carácter económico, de carácter histórico. El tiempo que estuvimos en Bolivia haciendo vida clandestina nos permitió ir adquiriendo unos 500 ó 600 libros. Nos dedicábamos a leer y a hacer trabajo organizativo. Cuando el Che llega le informamos y nos dijo "Vamos a recogerlo todo". El iba haciendo análisis de carácter filosófico... Parece que él tenía la intención de escribir acerca de la nueva sociedad de manera un poco más sólida. Leía a los clásicos, a Marx, a Engels, también a Lenin e iba subrayando y tomando notas, y después lo pasaba a cuadernos y sobre estos cuadernos él iba elaborando sus ideas, sobre cada uno de los aspectos y estudios que él iba desarrollando. Sus anotaciones las tiene hoy en día el ejército boliviano. Nosotros hemos insistido mucho ante el gobierno boliviano para ver si se pueden recuperar todas estas libretas que son muy valiosas.

Además de estas cosas, leía colectivamente con todos nosotros novelas costumbristas de forma tal que entendiéramos al hombre sudamericano. Date cuenta de que nosotros estábamos muy alejados y aunque tenemos las mismas raíces, la misma lengua, gran parte de las costumbres del indio nos son muy lejanas. En Cuba los españoles desaparecieron al hombre autóctono y después está la mezcla de nosotros, los negros, con los gallegos, y surgió el criollo. Entonces acá había otros hábitos...El Che trataba de transmitirnos la psicología de la gente de Bolivia.

N.K.: ¿Fue determinante el papel de la CIA en la derrota de la lucha guerrillera en Bolivia?

Pombo: La CIA tomó una participación activa cuando evaluó por los rasgos del movimiento, por la agresividad, que había gente con preparación y que había gente con dominio de la guerra irregular. Al valorar eso hizo una selección de cuadros y la CIA mandó sus cuadros cubanos tomando en cuenta que era muy posible que estuviera el Che allí. Ayudaron a organizar la inteligencia, el sistema de espionaje, pero eso no fue determinante. Si realmente la dirección del partido (PCB) hubiera asumido la responsabilidad que le correspondía ante su pueblo -al que nosotros estábamos ayudando- o se lograba como resultado la independencia de Bolivia o al menos se hubiera logrado una gran efervescencia del continente. Bolivia era realmente el lugar idóneo para poder luego irradiar columnas a los demás países -que era lo que originalmente quería el Che-. Y digo puntualmente "la dirección del partido" y sobre todo Monge porque la responsabilidad no fue de todos los militantes del partido. Inti, Coco, Ñato, Aniceto, la Loyola Guzmán...o sea que ni siquiera toda la dirección ni todo su comité central tiene la responsabilidad, muchos de ellos combatieron y murieron con nosotros. Es fundamentalmente Mario Monge el responsable.

N.K.: ¿El Ejército boliviano tenía ya una doctrina de guerra contrarrevolucionaria?

Pombo: Debe haber tenido una doctrina de la lucha irregular pero los norteamericanos no le habían prestado toda la atención al ejército boliviano porque presuponían que después del proceso de reformas de 1952 no habría una nueva revolución allí. Ya sobre la marcha ellos deciden mandar la compañía fracción de los rangers estructurada de forma tal que con un batallón formaban un regimiento y entonces ellos se desplegaban como instructores hasta diferentes niveles y el resto lo hacían con los "naturales", los "nativos". Así formaron las compañías que actuaron contra nosotros. Nosotros sí nos dimos cuenta cuando cambio la correlación cualitativa del enemigo. Empezaron a combatir con mayor preparación y nos dimos cuenta automáticamente de que teníamos un enemigo más fuerte y teníamos que ser un poco más cuidadosos. No fuimos todo lo cuidadosos que se hubise requerido porque la propia vida nos lo impuso, no porque no supiéramos las cosas que estábamos violando. Estábamos violando principios de la lucha de guerrillas pero había que violarlos en aras de la confraternidad humana. Por ejemplo, nosotros no podíamos dejar a Joaquín aislado allí, lo teníamos que buscar costara lo que costara para poder sacarlo e irnos a combatir adonde teníamos que hacerlo y esto nos llevó mucho tiempo. Y ya al final el tema de los enfermos, no los podíamos dejar. Tú sabes que el Che cae en combate en aras de permitir que los enfermos lograran salir del cerco. Y entonces no podríamos decir que nos derrota la táctica del enemigo sino principios de nuestra propia táctica que no podíamos aplicar y no quisimos aplicar en aras de tener la obligación moral de auxiliar a nuestros compañeros. Si una guerrilla no crea esta confraternidad, esta solidaridad humana, no responde a la causa por la cual ella existe que es el bienestar del ser humano. Pero el bienestar del ser humano no puede ser abstracto, pues cuando tienes un hombre cercano no puedes ser capaz de abandonarlo. Esta es una contradicción, es muy altruísta y muy humano pero es una contradicción. El socialismo busca que el hombre sea más humano y más colectivo, que el hombre sea menos Robinson Crusoe, menos individualista, y estas son las consecuencias de esta visión del mundo.

N.K.: ¿Ustedes participaron en la segunda etapa de la guerrilla de Bolivia?

Pombo: En la segunda experiencia guerrillera de Bolivia, participamos en la organización. Cuando te digo "nosotros" estoy hablando de mi persona. Y también Beningo, Tamayo no participó. Inti pidió ayuda y en una región que se llama Baracoa, todo este grupo se entrenó con nosotros y cuando terminamos el entrenamiento de carácter militar Inti salió para La Paz, para organizar la recepción de toda la gente. A mí me hicieron un tratamiento para alizarme el pelo pero me quemaron y tuve entonces que quedarme un poquito para que no se me infectara, mientras salió Benigno. Pero Inti, mientras tanto, en lugar de mantenerse quieto, intentó tener algo del Che y empezó con alguna gente a buscar las manos del Che, u otros elementos...y de una forma o de otra esto precipitó que lo emboscaran. Cayó en una trampa y murió en un combate en Cochabamba, cercado en una casa. En la casa había una muchacha nueva, muy valerosa, que se había incorporado. Se habían integrado también unos estudiantes que estaban en Alemania, otros en la Unión Soviética y el resto en Cuba. Eran parte de una intelectualidad progresista avanzada. Con la muerte de Inti se truncó esta idea y nosotros no pudimos salir de Cuba porque hubiese sido entregarnos. No sabíamos que era lo que había ocurrido. El Chato Peredo -uno de sus hermanos- intentó dirigir lo que quedaba del grupo pero no tenía condiciones y el grupo se disolvió.

N.K.: ¿Cuál sería la principal enseñanza que en lo personal usted extrajo de todos los años que estuvo luchando junto al Che y cuál sería la herencia que legó para el mundo actual?

Pombo: Yo creo que la principal enseñanza que el Che ha dejado a la humanidad es su capacidad y su convicción plena de la necesidad de transformar al mundo, y de hacer cambios profundos en la sociedad. Y ha sido su desprendimiento de todo lo que personalmente pudiera haberlo satisfecho. Porque para él la concepción de una sociedad mucho más justa tenía más importancia y lo hacía más feliz que tener un automóvil o tener riquezas. Era una persona con una concepción altruista muy completa. Creo que dio también una enseñanza de optimismo, de confianza en la victoria. En las condiciones difíciles en que se comienza la guerra en Bolivia, sin estar las cuestiones organizadas, cayendo de arriba un ejército con miles y miles de gentes, combatiendo permanentemente todos los días... y si tú lees el Diario del Che en Bolivia no encuentras un síntoma de falta de confianza en la victoria. Inclusive, toma su análisis de septiembre u octubre y te vas a dar cuenta que él todavía mantiene un entusiasmo en que se puede ganar la guerra, cómo dice "salimos del cerco". O sea que está imbuido claramente de aquello en que Fidel es un maestro: el entusiasmo. La confianza plena en las masas, la confianza en el pueblo. El Che no busca en el pueblo las dificultades, los problemas, sino las vías y las virtudes para empujar al pueblo a conseguir los objetivos que le permitan transformar y hacer una sociedad distinta.

Tú siempre tienes que partir de que el militante revolucionario es un soñador, un soñador despierto pero un hombre que sueña, un hombre que quiere modificar la sociedad, que quiere el bienestar para todos, eso no es fácil alcanzarlo en una sociedad como la que vive el mundo actualmente, dividida en clases. La sociedad y el mundo actual están hegemonizados, después de la desintegración de la URSS, por una sola superpotencia. Con todos estos elementos tú te das cuenta de que los revolucionarios lo hacen todo por conciencia y de que la concepción revolucionaria está dada justamente por la comprensión de la justeza de aquello por lo cual tú luchas. Los norteamericanos están tratando de desintegrar inclusive la Nación-Estado. A los italianos los han dividido en dos. Reducen de este modo toda la lucha de Garibaldi e intentan en toda Europa reavivar las luchas religiosas y étnicas. La desintegración de las naciones-estado le ayuda mucho, pero ellos mismos no permiten que sus propios estados se desintegren. Pretenden también dividirnos a nosotros, los cubanos, para anexarnos, para convertirnos en el estado número 52. Y como plantea Fidel, no se lo vamos a permitir de ninguna manera. Así es la situación del mundo actual [1996]. La gran falencia de nosotros, los latinoamericanos, es la falta de unidad. Por eso creo que la principal enseñanza que nos dejó el Che es la necesidad de la unidad inquebrantable de los revolucionarios, como base para alcanzar la victoria.