Che:
Vida e ideales de un revolucionario
Nace en la ciudad de Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928.
Ser�a el mayor de 5 hermanos. Su primer ataque de asma apareci� a la temprana
edad de dos a�os y esta afecci�n lo aquejar�a durante toda su vida. Mas su
infancia en Alta Gracia, junto al asma, dejaron en �l una profunda huella que se
tradujo en la formaci�n de esa especial voluntad de sobreponerse a los mayores
obst�culos. Ya en los a�os del bachillerato emprende con ah�nco la lectura y
entre otros autores lee a Freud, Neruda, Quiroga, Bocaccio, Marx, Engels, Garc�a
Lorca, Mart� y Gandhi.
A finales de 1950 le fue otorgada la Matr�cula Profesional de Enfermero y ejerce
como tal en sanatorios, hospitales y barcos. En su bicicleta con motor hace un
recorrido por todo el norte argentino, llegando a conocer con mayor profundidad
los problemas econ�micos y sociales de su pa�s y criticar su pol�tica de
gobierno.
Un a�o despu�s, el 29 de diciembre de 1951 un gran sue�o se hace realidad para
�l: junto a su amigo Alberto Granados parte de viaje por el continente
suramericano; pero la moto en que viajaban se rompe y para continuar tienen que
trabajar como transportadores de mercanc�as, hombreadores de bolsas, marineros,
polizontes, m�dicos y hasta de fregadores de platos.
Conocen gente de pueblo y sus miserias. Chile, Per�, Colombia y Venezuela lo
marcan en su sensibilidad humana. La realidad de los pueblos de Am�rica es
terrible.
Regresa a Buenos Aires en agosto de 1952 yse enfrasca una vez m�s en los
estudios de la carrera de Medicina. Aprueba 14 asignaturas en seis meses, que le
permiten obtener el t�tulo de Doctor en Medicina. Por amor a los hombres y por
inter�s en aliviar sus dolores �l escogi� este oficio.
Muy temprano inicia su segundo viaje por los pa�ses de Sur y Centro Am�rica,
esta vez en compa��a de Carlos Ferrer y el 7 de julio de 1953 se despide de su
familia en la Estaci�n Retiro del Ferrocarril Central de Buenos Aires. En pocos
d�as arriba a la Paz, capital de Bolivia. Se encuentra con el ascenso al poder
del Movimiento Nacionalista Revolucionario que trajo a ese pa�s un despertar de
cambios sociales. Su estancia all� fue muy significativa en su formaci�n
revolucionaria. Transita luego por Per�, Ecuador, Panam�, Costa Rica, Nicaragua,
Honduras y El Salvador, para finalmente llegar a Guatemala en diciembre de 1953.
Su estancia en Guatemala constituy� uno de los per�odos m�s fruct�feros de su
vida. Se vincula al Partido Guatemalteco del Trabajo y labora como m�dico para
los sindicatos. Participa activamente en la pol�tica del pa�s en defensa del
gobierno progresista de Jacobo Arbenz. Es en este pa�s donde termina de perfilar
su formaci�n marxista-leninista y latinoamericanista.
A ra�z de la invasi�n mercenaria a Guatemala organizada por la CIA, dado a su
posici�n en defensa del gobierno democr�tico y revolucionario de ese pa�s, no
puede permanecer por m�s tiempo all� y se traslada a M�xico, entrando por el
Estado de Chiapas.
En la capital mexicana se dedica a la fotograf�a, el reportaje gr�fico deportivo
y muy especialmente a la investigaci�n m�dica. All� conoce a Fidel. Junto a �l y
a un grupo numeroso de futuros expedicionarios, el Che fue apresado en una
c�rcel migratoria.
Una vez en libertad continu� incorporado a los preparativos, ya
clandestinamente. En su condici�n de m�dico, integra el destacamento comandado
por Fidel que el 2 de diciembre de 1956 desembarca por la costa suroeste de la
antigua provincia de Oriente en Cuba a bordo del yate Granma, para dar comienzo
a la guerra revolucionaria en las monta�as de la Sierra Maestra.
Desde los primeros momentos se destaca como combatiente. Che participa en las
acciones m�s significativas desarrolladas durante la lucha revolucionaria en
Cuba contra la tiran�ade Fulgencio Batista.
A finales del mes de abril de 1958 parte desde el J�baro, en la Sierra Maestra,
al frente de la Columna No. 8 en marcha invasora hacia la regi�n central del
pa�s.
Despu�s de incontables vicisitudes, los combatientes al mando del Che logran
llegar a la Sierra del Escambray en la antigua provincia de Las Villas, y
asentarse all�.
Dirigi� personalmente importantes combates y batallas - en especial la Batalla
de Santa Clara - que coadyuvaron de manera importante al desplome militar de la
tiran�a y a la victoria revolucionaria del Primero de Enero de 1959.
Con la huida del dictador en la madrugada de ese d�a, Che recibe la orden de
Fidel de trasladarse de inmediato a la capital de la rep�blica y tomar bajo su
mando la fortaleza de La Caba�a. El 3 de enero, en horas de la madrugada, las
fuerzas de la Columna No. 8 llegan a la Habana y cumplen la misi�n.
A partir de ese momento Che comienza a centrar sus actividades en la
consolidaci�n y fortalecimiento de la Revoluci�n. Ocupa diversas
responsabilidades gubernamentales de car�cter militar y econ�mico. Fue Jefe de
Departamento de Capacitaci�n de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y Jefe de
Departamento de Industrias del Instituto Nacional de la Reforma Agraria, hasta
la fecha en que es nombrado en 1959, Presidente del Banco Nacional de Cuba.
En febrero de 1961, en virtud de la creaci�n del Ministerio de Industrias, ocupa
la cartera de ese ministerio, iniciando con ello una colosal actividad en la
esfera econ�mica.
Desde el propio a�o 1959, presidi� misiones oficiales como representante del
Gobierno Revolucionario y fue un excelente portavoz de la pol�tica exterior de
Cuba.
Durante todo ese per�odo, particip� activamente en la toma de decisiones del
Gobierno Revolucionario. Ocup� la jefatura militar en la provincia de Pinar del
R�o cuando el ataque mercenario de Playa Gir�n en abril de 1961 y la Crisis de
Octubre en octubre de 1962.
Fue el precursor del trabajo voluntario en todo el pa�s, que lleg� a convertirse
en tarea cotidiana del pueblo.
A pesar de sus responsabilidades, se dedic� a escribir art�culos de diversos
temas en varias publicaciones peri�dicas, as� como algunos libros que
constituyen piezas te�ricas e hist�ricas de un inigualable valor.
Profundas y abarcadoras son sus intervenciones y escritos sobre econom�a,
internacionalismo proletario, formaci�n de la juventud y del hombre nuevo e
innumerables temas relacionados con la construcci�n de la sociedad socialista en
Cuba.
En 1965 solicita a la Direcci�n de la Revoluci�n cubana su liberaci�n en las
responsabilidades que ten�a en Cuba para reiniciar la lucha armada en
solidaridad con los pueblos.
De esa manera, en cumplimiento de un acuerdo expl�cito con Fidel desde la etapa
de M�xico, eleva al m�s alto nivel la aplicaci�n de sus profundas convicciones
internacionalistas y antiimperialistas. Como le dijera a Fidel en su carta de
despedida: otras tierras del mundo reclamaban el concurso de sus modestos
esfuerzos.
En su carta de despedida a Fidel, el Che describe la escena de la primera
entrevista entre ambos:
"Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conoc� en casa de Mar�a
Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensi�n de los preparativos.
Un d�a pasaron preguntando a quien se deb�a avisar en caso de muerte y la
posibilidad real del hecho nos golpe� a todos. Despu�s supimos que era cierto,
que en una revoluci�n se triunfa o se muere (si es verdadera)."
Aquellos dos hombres se entendieron en el acto, se inici� de inmediato y para
siempre, una amistad que solo pueden profanar quienes no saben lo que es el
honor y la lealtad. En el fondo de esta relaci�n estaba la cultura espiritual de
nuestra Am�rica, relev�ndose en una hermosa historia con caracteres
de leyenda.
No era un encuentro circunstancial y ligero, sino algo muy profundo con ra�ces
antiguas: los hilos invisibles que unen a los grandes de la historia de que
hablara Jos� Mart�.
En el mes de abril de ese a�o, 1965, llega al Congo, antigua colonia belga, y se
incorpora al frente de un destacamento de combatientes internacionalistas
cubanos. Participa junto a los combatientes africanos en varias acciones
armadas. Ante decisiones de la direcci�n del movimiento revolucionario del Congo
se retira de la lucha en el mes de noviembre de ese propio a�o.
Un a�o despu�s entra clandestinamente en Bolivia y funda, junto a un peque�o
grupo de combatientes bolivianos, cubanos y de otras nacionalidades, el Ej�rcito
de Liberaci�n Nacional de Bolivia. Intervino directamente en los preparativos,
organizaci�n y desarrollo de la insurrecci�n, y dirigi� y particip� en los
principales combates de la guerrilla.
En la tarde del 8 de octubre es herido y hecho prisionero en la Quebrada del
Yuro. El hombre convertido en s�mbolo de la entrega a las causas justas de los
pueblos y, promotor de la lucha armada contra el imperialismo no pod�a quedar
vivo.
El d�a 9, a las 13:10 horas fue alevosamente asesinado en la escuelita del
poblado de La Higuera, en el departamento boliviano de Chuquisaca.
Desde aquel acontecimiento, el Comandante Che Guevara se convirti� en un mito de
la justicia universal entre los hombres y de la solidaridad entre los pueblos,
el cual, lejos de extinguirse con los a�os, crece y crecer� m�s hacia el futuro.
El Che fue una s�ntesis de hombre de acci�n y pensamiento que trasciende en la
historia americana y le infunde, a la vez, nuevos aliento y riqueza al ideal de
un mundo m�s justo, al ideal del socialismo.
Che, conociendo el valor hist�rico que tiene el ejemplo del sacrificio en la
lucha por una aspiraci�n pol�tica, social y moral m�s alta, decidi� forjar su
car�cter para asumir con la consagraci�n de su vida el compromiso que estim�
irrenunciable de defender el derecho de los pobres del mundo. Y la aspiraci�n
bolivariana y martiana de integraci�n moral de las patrias latinoamericanas.
Lo primero en el Che es su sentido heroico de la vida y su voluntad dispuesta al
sacrificio de ser �til en favor de la humanidad. Esto lo expuso de modo sencillo
en respuesta a una carta que le enviara una admiradora desde Marruecos, en la
cual le informaba que pod�a ser parienta suya, �l le contest�:
"De verdad que no s� bien de que parte de Espa�a es mi familia (.) No creo que
seamos parientes muy cercanos, pero si usted es capaz de temblar de indignaci�n
cada vez que se comete una injusticia en el mundo, somos compa�eros, que es m�s
importante."
* Antonio Guerrero, uno de los Cinco H�roes Cubanos, presos pol�ticos en los
Estados Unidos por defender a su patria.