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Sección especial: Bolivia

¡La hormonocracia!...

CAYETANO LLOBET T.

Ni Aristóteles en sus tiempos ni Polibio después, hubieran imaginado, cuando estudiaban las diferentes formas de gobierno -las buenas y las degeneradas-, que muchos siglos más tarde, en Bolivia, un partido, el MIR, iba a terminar proponiendo una política basada en las hormonas.
"El MIR gobernará desde el Parlamento con transparencia y dedicación. El voto popular nos lo mandó, nos pidió que no seamos gobierno". El sólo enunciado de este galimatías define la hormonocracia o gobierno de las hormonas. Pero, más allí de las disquisiciones teóricas y de los aportes miristas a la historia de las ideas políticas, ¿cuándo, en qué ocasión, el pueblo le pidió que sea gobierno? El pueblo nunca se lo pidió y nunca fue más que tercero en una elección: otra cosa es que siempre, o casi siempre, hubieran sido gobierno porque nunca les faltó la habilidad para inventarse los trampolines de sus espectaculares saltos mortales… ¡lo del triple empate fue brillante!
Hace una semana recordé lo del MIR con Banzer y su actual odio a Goni y afirmé que el hígado pesa más que la ideología. Jaime lo ratificó el jueves. Quizás no en este momento -porque todavía tienen a Oscar Eid para inventar justificaciones-, pero dentro de unos años, los nietos de los miristas de hoy les preguntarán a sus abuelitos cómo fue aquello de los ríos de sangre, alguno de ellos preguntará qué pasó con la tía Cecilia, cómo fue lo del perdón a Banzer y el nieto de don Jorge Torres le pedirá que le cuente lo de su bisabuelo Juan José. Les va a costar entender que la Presidencia de Jaime valió tragarse todo lo que se tragaron, muertos incluidos, pero nadie les va a entender cómo, después de todo aquello, ¡terminaron odiando más a Goni que a Banzer!
Y como van a "gobernar desde el Parlamento", encuentran en Manfred Reyes Villa el complemento perfecto para instaurar la hormonocracia. ¡Porque hay que ver el alboroto de rabia que se trae el frustrado capitán!... aunque en parte tenga razón después del paquetito con moño de seda que le anticiparon algunos medios como regalo del 30 de junio. Amigos y asesores ya tenían ministerios, seguramente hablaron de embajadas, ¡soñaron con la administración de los gastos reservados!, la comisión ad hoc fue prácticamente a pedir las llaves del despacho presidencial y creo que ni siquiera faltaron las averiguaciones sobre la vajilla y los muebles de la residencia presidencial. No hay que ser muy sabio ni consagrarse como adivino para ver con anticipación los orgasmos que van a sentir eneferistas y miristas disfrutando cada plato del banquete preparado con odio de bruja ante cada derrota del MNR en la elección de directivas, de comisiones, de delegaciones, de asesorías, de vehículos y secretarias: ¡la hormonocracia funcionando!
Y hay más hormonas: pero como todavía tienen investidura presidencial, me las guardo para el mes de agosto.

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