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Contaminación de huevos de gallina con dioxinas, PCBs y hexaclorobenceno
Este es un informe nada alentador que forma parte de la campaña "¡Cumplan la promesa: eliminen los COPs!", del grupo de trabajo sobre dioxinas, PCBs y residuos de la Red Internacional para la Eliminación de COPs
IPEN
La Jornada Ecológica
Introducción
Los compuestos orgánicos persistentes (COPs) dañan la salud humana y el medio
ambiente. Los COPs se producen y liberan al medio ambiente principalmente como
resultado de actividades humanas. Permanecen en el ambiente largos periodos y
pueden viajar grandes distancias a través del aire y los cursos de agua. Algunos
COPs se producen para ser utilizados como plaguicidas; otros, para su uso como
químicos en la industria, y otros como sub-productos involuntarios de procesos
de combustión o químicos que ocurren en presencia de compuestos clorados.
Actualmente, los COPs se encuentran ampliamente presentes como contaminantes en
el medio ambiente y en los alimentos de todas las regiones del mundo. Los
humanos de todo el mundo portan una carga de COPs en su cuerpo que contribuye a
la aparición de enfermedades y problemas en la salud.
La comunidad internacional dio una respuesta a la amenaza de los COPs adoptando
el Convenio de Estocolmo en mayo de 2001. El convenio entró en vigencia en mayo
de 2004 y su primera Conferencia de las Partes (COP1) se llevó a cabo en mayo
pasado en Punta del Este, Uruguay. El convenio fue firmado por 151 países y
había sido ratificado por 97 países al momento de redacción de este informe.
El Convenio de Estocolmo tiene como objetivo proteger la salud humana y el medio
ambiente reduciendo y eliminando los COPs, comenzando por una lista inicial de
los doce más notables, la "docena sucia"; todos químicos que contienen cloro.
Entre esta lista de COPs hay cuatro sustancias y grupos de sustancias que se
producen de forma no intencional: bifenilos policlorados (PCBs),
hexaclorobenceno (HCB), dibenzo-paradioxinas policloradas (PCDDs) y
dibenzofuranos policlorados (PCDFs). Los dos últimos grupos son conocidos
simplemente como dioxinas.
La Red Internacional para la Eliminación de COPs (IPEN, por su siglas en inglés)
se preguntó si los huevos de gallinas de campo recolectados cerca de las fuentes
potenciales de COPs de producción no intencional señaladas en el Convenio de
Estocolmo contendrían estos compuestos. Entre estas fuentes se encuentran:
incineradores de residuos, plantas de cemento, la industria metalúrgica, quema
de residuos a cielo abierto en basurales y procesos de producción química que
involucran el cloro. Se investigaron esos puntos clave en los siguientes países
de cuatro continentes: Bielorrusia, Bulgaria, Egipto, Eslovaquia, Estados
Unidos, Filipinas, India, Kenia, México, Mozambique, Pakistán, República Checa,
Rusia, Senegal, Tanzania, Turquía y Uruguay.
Granjero
transportando gallinas domésticas por las calles de Viet Nam
Se utilizaron dos enfoques principales para investigar las relaciones entre
los niveles de PCBs y dioxinas en los compartimentos ambientales y en la carne o
huevos de aves. Un método estuvo constituido por estudios controlados de
exposición en los que se monitorea la bio-acumulación durante la ingesta de
dietas específicamente formuladas, que contienen concentraciones específicas de
PCBs o dioxinas.
La segunda técnica se enfocó en los niveles de PCBs y dioxinas en gallinas
criadas en sitios que se sabe están contaminados con estos químicos.
Los resultados de ambos tipos de investigación indican claramente que incluso
niveles relativamente bajos de contaminación ambiental pueden conducir a la
acumulación de PCBs y dioxinas en tejidos y huevos de aves. Se encontraron
cantidades detectables de PCBs y dioxinas en alimentos comerciales, hierbas,
mantillo y agua para consumo, pero pareciera que el suelo (o posiblemente los
organismos del suelo) fuera la principal fuente de exposición para las aves
forrajeras.
Es probable que otras aves domésticas terrestres, como las bantam (un tipo de
gallina), compartan una dieta similar, pero la afinidad de los patos por los
cursos de agua como estanques o corrientes podría hacer que estén expuestos a un
espectro algo diferente de fuentes potenciales de PCBs y dioxinas.
Se escogió hacer el estudio en base a huevos de gallina porque son elemento
común en la dieta alimentaria; porque su contenido de grasa los vuelve
apropiados para monitorear químicos que se disuelven en grasas, como los 10 COPs;
y porque los huevos son un fuerte símbolo de la nueva vida. El estudio se
realizó con gallinas de campo o de traspatio porque éstas pueden acceder
fácilmente a los animales del suelo y por ende sus huevos son una buena
herramienta para bio-monitorear la contaminación ambiental.
Como lo describieron Pirard et al.: "En el pasado, los huevos de gallinas
de campo ya habían sido investigados y mostraban niveles relativamente altos de
dioxinas, en comparación con las gallinas de criaderos comerciales. El suelo y
los organismos que tiene incorporados parecen ser la principal fuente de
contaminación con dioxinas para aquellas aves forrajeras dado que el suelo actúa
como una matriz conservante para la deposición de dioxinas a largo plazo.[…] Los
animales forrajeros, y especialmente las gallinas y las vacas, pueden por ende
ser utilizados como eficientes bioindicadores de la contaminación potencial con
dioxinas. Por ende, con frecuencia se monitorean los niveles presentes en la
leche o los huevos de esos animales criados en los alrededores de fuentes de
emisión tales como incineradores de residuos químicos, plantas de tratamiento de
madera que utilizan pentaclorofenol, o incineradores de residuos sólidos
urbanos".
Este estudio se enfocó en sitios de países en desarrollo y con economías en
transición debido a que allí frecuentemente escasean los datos sobre COPs. Para
algunos países, los datos de este estudio representan la primera documentación
sobre la presencia COPs de producción no intencional en cualquier parte del
ambiente. Para muchos países, ésta es la primera documentación registrada sobre
COPs de producción no intencional en huevos de gallinas. Los diferentes informes
nacionales pueden ser consultados en
Basural en Manila, Filipinas
IPEN seleccionó sitios de muestreo de huevos cerca de fuentes potenciales de
COPs de producción no intencional. El Anexo C del Convenio de Estocolmo contiene
una lista con las categorías de fuentes de estas sustancias, entre las que se
encuentran incineradores de desechos, hornos de cemento, producción de pulpa de
papel, industrias metalúrgicas, quema de residuos a cielo abierto, calderas
industriales y producción química. La Tabla 2 muestra que en este estudio se
utilizó una variedad de sitios y que muchos de ellos están ubicados cerca de
áreas residenciales y ríos.
Niveles de referencia para dioxinas en huevos
Por definición, los COPs de producción no intencional viajan largas
distancias desde sus fuentes de origen y se bioacumulan en la cadena alimentaria.
Esto genera un nivel existente de COPs presentes en el medio ambiente, los
alimentos y los humanos, sin que exista un sitio sin contaminar que pueda servir
de control verdadero. Para comprender si determinados sitios contienen niveles
elevados de COPs de producción no intencional sería deseable compararlos con
niveles de referencia. Sin embargo, los niveles de COPs de producción no
intencional pueden variar considerablemente dentro de los países en desarrollo y
con economías en transición, lo que hace difícil identificar un nivel de
referencia único.
Estaba más allá de los objetivos de estudio realizar un muestreo extensivo para
caracterizar y definir acabadamente niveles de control de COPs de producción no
intencional en los 17 países. Sin embargo, para algunos países, como República
Checa, Eslovaquia y Estados Unidos, existían datos sobre COPs en huevos que
brindaban información sobre los niveles de referencia. En otros países como
Bulgaria, Egipto, Pakistán y Rusia existían datos sobre la contaminación de ese
mismo sitio con COPs, o sobre la contaminación del país en general.
Las pistas sobre los niveles de referencia de dioxinas en huevos se revelan en
varios estudios científicos realizados en países industrializados. Utilizaron
huevos como marcador de referencia que contenían 1,07 pg EQT-OMS/g grasa.
Utilizaron huevos de mercado como nivel de referencia, cuyos niveles medidos
variaban entre 1,13 a 1,35 EQTOMS/g grasa.
En un estudio que tomó huevos de gallinas de campo en Newcastle, Reino Unido,
afectados por cenizas volantes de incineradores, midieron huevos de la granja
Hawthorn como muestra de control, que observaban niveles de 0,2 EQT-OMS/g grasa.
Usamos los resultados de estos estudios como nivel de referencia general para la
presencia de dioxinas en huevos, cuyo rango varía entre 0,2-1,2 pg EQT-OMS/g
grasa.
Este rango también concuerda con el estudio de Goldman, L.R. et al. para
huevos de gallinas forrajeras. Es más difícil definir los niveles de referencia
para no-orto y mono-orto PCBs debido a que las dioxinas son químicos que se
miden más comúnmente en huevos, en comparación con los PCBs. Un estudio del
Reino Unido sobre los impactos de la quema de animales con fiebre aftosa sobre
la presencia de dioxinas y PCBs en alimentos de producción local brinda algo de
información sobre los niveles de referencia para PCBs, pero no especifica cómo
se seleccionaron los lugares de muestreo.
Los niveles de PCBs observados en estas muestras de control variaban entre los
1,4-2,4 pg EQTOMS/g de grasa. Se observaron niveles mucho menores en huevos de
gallinas que no fueron criadas en libertad, tomados de mercados en Holanda, que
frecuentemente constituyen el tipo de muestra utilizada para control. Los
niveles de PCBs en esos huevos variaban entre 0,1-1 pg EQT-OMS/g grasa. Winters
et al. reportaron niveles de PCBs de 0,1 pg EQT-OMS/g en peso fresco para
huevos de Estados Unidos.
Para HCB consideramos como nivel de referencia la concentración observada en
huevos comerciales en República Checa, es decir 1 ng/g de grasa.
El límite de la UE para dioxinas en huevos
La chimenea de una planta generadora de electricidad en Estados Unidos
En noviembre de 2001, la Unión Europea (UE) estableció una reglamentación que
creaba un umbral límite de 3 pg EQT-OMS/g de grasa para la presencia de dioxinas
en huevos y productos derivados que se venden en el mercado. La reglamentación
abarcó los huevos de gallinas de campo desde el 10 de enero de 2004.
La UE estableció la reglamentación, "…para asegurar la protección al
consumidor…" y decía que "…se deberán hacer esfuerzos continuos para limitar las
liberaciones de dioxinas y 14 compuestos relacionados al ambiente a los niveles
más bajos factibles". Además, la UE declaraba que "Los niveles máximos de
dioxinas y PCBs son una herramienta apropiada para prevenir la exposición
inaceptablemente alta de la población humana y para prevenir la distribución de
alimentos contaminados a niveles inaceptablemente altos, por ejemplo como
consecuencia de la contaminación y exposición accidentales.
Asimismo, el establecimiento de niveles máximos es indispensable para la
aplicación de un sistema normativo de control y para asegurar su aplicación
uniforme".
En 2002, la UE estableció una reglamentación para alimentos que limitó la
presencia de dioxinas en productos animales, incluidos huevos y productos
derivados, a 0,75 pg EQT-OMS/g de grasa. La misma reglamentación pone un límite
a las dioxinas en grasa animal (incluyendo grasa de huevo) a 2 pg EQT-OMS/g de
grasa. En caso de no acatamiento de la reglamentación, la Comisión Europea
recomienda efectuar una investigación para identificar la fuente de
contaminación, un análisis para verificar la presencia de PCBs, y la aplicación
de medidas que apunten a reducir o eliminar la fuente de contaminación.
COPs de producción no intencional en 20 localidades de 17 países
Los datos recabados señalan que las muestras de huevos de los 20 sitios de
17 países contienen altos niveles de COPs de producción no intencional. Hasta
donde sabemos, este estudio representa la primera información sobre la presencia
de COPs de producción no intencional en huevos de gallinas en Bielorrusia,
Bulgaria, Egipto, Filipinas, India, Kenia, México, Mozambique, Senegal,
Tanzania, Turquía y Uruguay.
Para el límite de nivel más bajo se utilizó cero para los valores debajo del
límite de detección. Para calcular el límite de valores más altos se utilizó el
límite de detección. En la mayoría de las muestras, las dioxinas resultaron las
principales contribuyentes a los valores totales de EQT-OMS. Las tres
excepciones son los huevos recolectados cerca de un basural en Bielorrusia, en
los que las dioxinas constituyeron menos del 30 por ciento de los EQT-OMS
totales, y los huevos recolectados cerca de plantas de cemento en Uruguay y en
Mozambique, en donde las dioxinas constituyeron el 35-50 por ciento del total.
Las mayores concentraciones de PCBs se encontraron en los huevos recolectados
cerca de un establecimiento que produce químicos a base de cloro en Rusia: 18 pg
EQT-OMS/g grasa; los huevos recolectados cerca de plantas metalúrgicas en
Egipto: 12 pg EQT-OMS/g grasa; y los recolectados en Bielorrusia: casi 10 pg EQT-OMS/g
grasa.
Una gallina cruza la calle en Holbox, México
Las menores concentraciones de dioxinas en las muestras de huevos analizadas
en este estudio resultaron más de dos veces mayores a los niveles de referencia
observados en huevos recolectados en áreas en las que no había fuentes evidentes
de dioxinas (0,2-1,2 pg EQT-OMS/g de grasa). El setenta por ciento de las
muestras estaban lo suficientemente contaminadas como para exceder el límite que
la Unión Europea fija para dioxinas en huevos: 3 pg EQT-OMS/g de grasa.
De hecho, todas las fuentes de COPs de producción no intencional incluidas en el
presente estudio presentaron al menos un sitio de muestreo en donde los huevos
estaban contaminados al punto de sobrepasar el límite de la UE para dioxinas. El
60 por ciento de las muestras incluidas también excedían el límite propuesto por
la UE para PCBs en huevos. Éstas incluyen los huevos muestreados cerca de
basurales, una central termoeléctrica, plantas de cemento, incinerador de
desechos hospitalarios, incinerador de residuos sólidos urbanos, plantas
metalúrgicas y fabricación de cloro-soda.
Tres muestras de huevos en este estudio contienen unos de los más altos niveles
de dioxinas jamás reportados en huevos de gallinas. Las muestras recolectadas
cerca de fábricas de cloro-soda en Rusia, una central termoeléctrica en Bulgaria
e instalaciones de metalurgia en Egipto contienen niveles de 15 dioxinas de 44,
65 y 126 pg EQT-OMS/g de grasa respectivamente.
Muchas muestras de huevos estaban contaminadas con HCB, si bien sólo una excedía
el límite reglamentario de la UE. Los huevos recolectados cerca de un
incinerador de residuos sólidos urbanos en la ciudad de Liberec, en la República
Checa (que también tiene una planta metalúrgica), tenían 250 ng/g de grasa de
HCB, en comparación con el límite de la UE de 200 ng/g de grasa. Otras muestras
tomadas en zonas donde hay fábricas químicas que utilizan cloro en Rusia,
República Checa y México también mostraron altos niveles de HCB.
Se encontraron altos niveles de los siete congéneres de PCBs en las muestras de
huevos del área cercana a un incinerador de residuos peligrosos y un sitio de
almacenamiento de residuos obsoletos en República Checa, un incinerador de
residuos sólidos urbanos en Eslovaquia y un área de fabricación química con
cloro en Rusia.
En cuanto a los niveles de COPs de producción no intencional en muestras de
huevos, expresadas en peso fresco, los valores para dioxinas se pueden comparar
con el cálculo declarado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de
Estados Unidos: en caso de que los huevos contengan concentraciones de dioxinas
de 1 pg O-EQT/g peso fresco o más, deben ser considerados "adulterados".
De hecho, Estados Unidos se dispuso a detener importaciones de huevos y
productos derivados de Bélgica, Francia y Holanda a menos que los importadores
"…pudieran brindar resultados de análisis de laboratorio que mostraran que no se
detectaban niveles de PCBs y/o que los niveles de dioxinas no eran mayores que 1
parte por trillón (ppt).
En el estudio se señala que los grupos de muestras de huevos de los 20 sitios
contienen niveles detectables de PCBs. La información también demuestra que los
grupos de muestras de huevos de muchos sitios portan niveles de dioxinas que
exceden el nivel de 1 ppt.
Entre esos sitios de muestreo se encuentran Kovachevo, Bulgaria (cerca de una
central termoeléctrica); Helwan, Egipto (las industrias metalúrgicas se
observaron como las fuentes más probables); Lucknow, India (varios incineradores
de desechos hospitalarios); Barangay Aguado, Filipinas (vecindario donde hay un
incinerador de desechos hospitalarios); Eloor, India (la fabricación de DDT
parecía la fuente más probable); Dandora, Kenia (la quema de residuos en un
basural a cielo abierto fue señalada como la fuente más probable), Mbeubeuss,
Senegal (la fuente más probable parecían ser los residuos químicos clorados,
incluyendo un basural); Kokshov-Baksha, Eslovaquia (un incinerador de residuos
sólidos urbanos fue identificado como la fuente más probable); Coatzacoalcos,
México, y la región de Dzerzhinsk, Rusia (las instalaciones de fabricación
química con cloro fueron detectadas como las más probables fuentes).
Comparación con otros estudios sobre COPs de producción no intencional en
huevos
La mayor concentración de dioxinas medida en huevos de gallinas es
aparentemente 713,1 pg EQT-OMS, detectada en una de las granjas belgas afectadas
por la contaminación de alimentos en 1999. Los segundos niveles de dioxinas y
PCBs más altos reportados fueron encontrados en huevos en otros sitios
contaminados. Para más información sobre estudios previos de COPs en huevos de
gallinas, favor de contactar con el grupo de trabajo que elaboró este reporte.
Por ejemplo, las muestras del incinerador de residuos peligrosos en Pontypool,
Reino Unido; fabricación de clorosoda y pentaclorofenol en Rheinfelden,
Alemania; contaminación con cenizas volantes de incineradores en Newcastle, RU;
incinerador de residuos sólidos urbanos en Maincy, Francia; planta de
pentaclorofenol en Oroville, EU; fabricas de la industria química que usan cloro
en Chapaevsk, Rusia; fabricas de la industria química que usan cloro en Libis y
Lysa nad Labem, República Checa y fabricas de la industria química que usan
cloro en las oficinas centrales de Dow Chemical. en Midland, Estados Unidos.
Agradecimientos
En la elaboración de este informe participaron: Jindrich Petrlik, MSc de la
Asociación Arnika, República Checa; Joseph Di Gangi, PhD de la Environmental
Health Fund, Estados Unidos.
Con la colaboración adicional de: Pat Costner, asesora científica senior, IPEN,
EU; Jack Weinberg, de la Environmental Health Fund, EU.
IPEN agradece la participación de las ONG de interés público y los criadores de
gallinas de campo de todo el mundo por su ayuda en el muestreo de huevos y la
caracterización de los sitios de recolección.
También agradece la ayuda esencial de los integrantes del equipo de Arnika Hana
Kuncova, Martín Skalsky, Lenka Maskova y Kristina Beranova y al diseñador
gráfico Jakub Nemecek para la preparación de este informe.
Además, a quienes tuvieron a su cargo la revisión del mismo: Valery Petrosyan,
PhD, profesora del Departamento de Química de la Universidad Estatal de Moscú,
Rusia; Tom Webster, PhD, profesor asistente del Departamento de Salud Ambiental
de la Facultad de Salud Pública, Universidad de Boston, Estados Unidos de
América.