Medio Oriente - Asia - Africa
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La desconexión y las heridas pendientes:
El shock de la vuelta a casa
Iosi Sarid
Nueva Sion
Comentario: El presente artículo se trata de una ironía de la teatral
desconección de Gaza. El término "retornados" que usa el autor es una alución a
la forma como llaman a los judios laicos que se vuelven religiosos. Siendo que
la mayoria de los colonos de Gaza presumian de su religiosidad. Él ironiza con
esta palabra para referirse a su regreso a las fronteras de antes de
1967.Probablemente se trate de una traducción directa del hebreo al español ya
que estas notas no tienden a aparecer en ingles.
Jacobo Serruya W.
A "nuestros heroicos hermanos" de Gush Katif les espera, lamentablemente, no un
trauma sino un trauma doble. El primero: la desconexion en sí, por la cual se
derramaron suficientes lagrimas y palabras como agua. Pero respecto al segundo
trauma no se ha escrito aun nada...
Luego de la desconexion se producirá, en los "retornados", el trauma de conocer
la realidad de Israel. Durante muchos años ellos vivieron en una especie de
estrella galáctica que les ofrecía condiciones envidiables. El encontrarse de
cerca con la vida en Israel descolocará a los retornados que retornan a los
limites que fijó el Estado. Este es el momento de prevenirlos del shock tratando
de suavizar el impacto por el cual sufrirán hasta los más fuertes. Los
"retornados", que durante mucho tiempo estuvieron desconectados, (¿de la
realidad?) descubrirán rápidamente, que en Israel hay muchos sin trabajo. Son
los desocupados. Como buenos sureños, sabrán diferenciar que justamente en el
sur los índices de desocupación son los más elevados. Y los que sí tienen
trabajo, perciben migajas en calidad de sueldo. Las cosas no son así en los
terrritorios ocupados. El ministro del Interior, Ofir Pines, informó que el 60%
de los "retornados" están cerca de la 'torta' parlamentaria, la que los alimenta
y los mantiene gracias al tesoro público. Por otro lado, casi no hay desocupados
en los territorios. En sus nuevos lugares descubrirán que su país ya no está en
pos del bienestar social, sino que se ha transformado en un "Estado de
beneficiencia". También a los agricultores de entre los "retornados" les esperan
sorpresas. Descubrirán rapidamente que:
- Esclavos y esclavas dispuestos a besarles las manos por un plato de sopa de
lentejas ya no viven en sus barrios.
- Cada vez se les permite menos la entrada a los palestinos, y aquellos que son
legales, no siempre pueden llegar.
- Es cierto que tahilandeses, chinos y filipinos los reemplazan, pero hoy en día
son un hueso duro de pelar. No por nada en los últimos años la Franja de Gaza
fue el refugio de los trabajadores extranjeros, ya que en "Gush Katif" no hacen
falta permisos ni visas y no hay necesidad de pagar impuestos al gobierno por
trabajadores extranjeros.
- La "Policia de inmigracion" definió a la Franja de Gaza "tierrra de nadie" a
ese nivel.
- Esta "tierra de nadie" también rigió en relación a los permisos para la
construccción y planificación. Es importante que los "retornados" sepan que en
Israel todavía se necesitan permisos para construir, restaurar o planificar
hasta tanto un balconcito. Aquí no es común levantar un asentamiento en la
tierra privada del vecino, y si el vecino llama a la Policía, ella viene y no
siempre está del lado del saqueador. Ya nos ocurrió que estuvo del lado de los
saqueados.
- A los padres de entre los "retornados" se les explicará en la "Guía para el
retornado" que, desde ahora, la educación no es gratuita para todas las edades,
que las guarderías son carísimas y que no todos pueden pagarlas.
Algunas escuelas dan alimentos a los niños y a los "retornados" no les será
difícil ver chicos con hambre.
- La tierra de Israel entera es devorada por sus habitantes y, por otro lado,
Israel devora a sus habitantes; los "retornados" serán iguales a los demás (sera
dificil "lamer miel").
El gobierno y el parlamento lo están demostrando, ellos no serán echados a la
calle.
El largo camino de regreso
Todos sabemos que el proceso de abstinencia de "leche y miel", es doloroso y
largo. Pero el camino de regreso a casa, ha sido tapizado también desde el punto
de vista económico. Rino Tzur en su programa televisivo reveló un dato
estruendoso: en Israel son desalojadas, diariamente, 20 familias que no pudieron
pagar las cuotas de sus hipotecas. 20 familias son desalojadas de sus casas y
echadas a la calle, 100 familias por semana, 5.000 por año (muchas más que las
de la Franja de Gaza). ¿Acaso se ha escuchado a alguien llorar por ellos?
¿Alguien se interesó por sus "traumas"? ¿Se ha escuchado que han enviado
psicólogos para contenerlos en estos momentos difíciles, o de la alternativa
temporal de caravanas lujosas?
El verdadero dolor
Desde que salieron nuestros "heroicos hermanos" a los territorios, nuestra
tierra ha cambiado y es difícil reconocerla, "ellos" (por un lado) se
convirtieron en la "sal de la tierra", o sea lo mejor de lo mejor (melaj haaretz),
pero la tierra se llenó de heridas. Ese será el real encuentro traumático para
todos, el de la sal con las heridas
Traducción libre: Elena Fleischman