Latinoamérica
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Allende versus Lula
.Emilio Pizzocaro
Rebelión
Hace unas pocas semanas, en el Foro Social del Mediterráneo, un amigo
brasileño sentenció a quienes queríamos escucharle..." la experiencia de la
Unidad Popular en Chile fue una aventura, era imposible gobernar con un 34 por
ciento y menos llevar a cabo los profundos cambios que emprendió Allende"
Con tranquilidad explique que en las primeras elecciones después del triunfo de
Allende la izquierda obtuvo el 49 por ciento de los votos y que además una
importante fracción de la democracia cristiana ( la izquierda Cristina) se fue
de su partido para apoyar el gobierno popular.
Precisamente por eso, dije, porque no pudieron destituir al gobierno legalmente,
porque eran minoría, la derecha y el gobierno de Nixon deciden dar el golpe de
estado. Más adelante, agregue, mira un solo ejemplo, la nacionalización del
cobre se aprobó en el congreso por unanimidad.
"De cualquier manera, insistió nuestro amigo carioca, en Chile el proceso
revolucionario no tenía raíces, no era un movimiento político-cultural, no se
explica de otra manera, que la dictadura haya durado tanto y que todavía, 17
años después de su caída, no haya una izquierda fuerte en Chile ".
Ahí el auditorio, encontró la razón al brasileño. Tímidamente hable del vasto
movimiento cultural que fue de la mano en Chile, desde siempre, del movimiento
obrero y social. Claro... hable de algunos lugares y figuras comunes tales como
Violeta Parra, Pablo Neruda, Víctor Jara.
Allende, sostuve, fue derrocado por su consecuencia política, en menos de tres
años cumplió religiosamente el programa prometido al pueblo.
Lo que no dije en esa oportunidad fue recordar otra promesa que Allende cumplió
escrupulosamente "en el gobierno popular, afirmaba, se podrá meter la pata, pero
nunca las manos"
Y así fue. Inmediatamente dado el golpe junto con la represión los militares se
dieron a la búsqueda de algún elemento que pudiera incriminar a Allende y a los
dirigentes de la izquierda chilena que sobrevivían malamente en los campos de
concentración... No encontraron un solo caso de corrupción.
Puede hoy que para algunos parezca imposible, ocurrió tal como se lee. Hoy a la
distancia podemos apreciar que Allende y la Unidad Popular no solo son
importantes por su consecuencia política sino que también por su legado ético
Parece que el mundo ha cambiado mucho desde entonces.
Cuando subió Lula al poder una tremenda ola de esperanza se extendió por América
Latina y el mundo.
Y no era para menos. Llegaba al poder un obrero metalúrgico, fundador del
principal partido de izquierda del subcontinente, impulsor de los Foros Sociales
y de las políticas anti-neoliberales.
¿Pero que ha pasado en Brasil con Lula?
Según Emir Sader: "La opción por el continuismo de la política económica
heredada de Cardozo, inicialmente considerada "herencia maldita", pero después,
adoptada e intensificada por el equipo económico, bloqueó la capacidad de
promover la prioridad de lo social, compromiso histórico del PT y reafirmado por
la campaña de Lula, en 2002. Si hubiera osado, como hacen otros gobiernos de
América Latina con mucho menos condiciones que el propio gobierno Lula, habría
no solo mantenido y ampliado el apoyo popular, sino conseguido el apoyo
parlamentario, porque pocos arriesgarían quedarse fuera de un proceso inédito de
democratización de la mayor dictadura social del mundo"
Los economistas que sustentaron dicha política han dicho y seguirán
diciendo que Brasil no tenía otra alternativa, que cumplir el programa prometido
al pueblo era una aventura, que lo pragmático es aplicar una política que
mantenga los equilibrios macroeconómicos... en fin estas y otras explicaciones
sacadas del catecismo neoliberal.
Lo cierto es que Lula no ha cumplido con el programa ni con el poderoso
movimiento popular que lo llevo hasta Planalto. Lo que sí ha cumplido han sido
las exigencias del FMI para gran regocijó de las trasnacionales y del gobierno
de Bush.
A las promesas incumplidas, el gobierno de Lula ha sumado una corrupción de
proporciones que lo tiene al borde del precipicio
La corrupción de Lula y su gobierno es un fuerte golpe para el pueblo brasileño
y para todos los que en el mundo entero abrigamos la esperanza en el proceso de
cambios de ese importante país.
Será largo y difícil para el movimiento popular brasileño superar esta crisis,
que huele muy mal como todas las traiciones.
El pueblo chileno ha tenido lo suyo, la famosa transición modélica fue una
negociación entre Pinochet y parte de la oposición, que aseguraban su impunidad
y la mantención del modelo neoliberal.
En ese proceso un sector de la izquierda, al igual que en Brasil, asumió como
propio el neoliberalismo, olvidando al pueblo que se las había jugado con todo
contra la dictadura.
No debemos olvidar que quién salvo a Pinochet en dos oportunidades de la prisión
( una en Londres y otra en Chile)fue el dirigente "socialista" José Miguel
Insulza, actual secretario general de la OEA y anterior todopoderoso Ministro
del Presidente Lagos.
En esta vergonzante conversión al neoliberalismo, encubierta con el discurso del
pragmatismo, podremos encontrar una poderosa razón que nos explica porqué
todavía la izquierda chilena no recuperar su fuerza de antaño.
En realidad todos los actuales juicios contra Pinochet han sido solo posibles
por la lucha incansable de las victimas de la dictadura y de la izquierda
consecuente, esa que no renuncio a los valores de Allende
Para los conversos, el gran argumento para explicar sus renuncias, ha sido el
pragmatismo, el que no es pragmático, es aventurero, voluntarioso, fanático.
Lula es un político pragmático, según los propagandistas del sistema, ahora la
culpa de la corrupción es de otros, incluyendo su hermano, el no sabía nada,
vivía al margen de todo, el hedor no llegaba a sus narices. Difícil creerle.
Allende, no acepto el avión que le ofrecieron los militares golpistas para que
dejara el país con su familia, asumió su responsabilidad política hasta el
último, sabía que iba ha morir, pero hizo de la ética, una palabra hoy para
muchos olvidada, su bandera y declaración de principios.
Ante la crisis por la corrupción que vive Brasil el Teólogo de la Liberación
Leonardo Boff ha escrito recientemente:
"Lula es visto como arquetipo colectivo, resultado de una acumulación de
decenas de años de luchas, la realización de un sueño secular de resistencia, de
contestación del orden presente y del deseo de otro tipo de sociedad que haga
justicia a los millones de destituidos. Esta herencia que pesa sobre los hombros
de Lula y que él no puede traicionar, merece ser preservada celosamente."
Lamento no estar de acuerdo totalmente con Leonardo Boff.
Lula nos sorprende por su apego al poder y su viraje sostenido hacia, digamos el
"centro político". Veremos en que termina esta dolorosa historia.
En lo que estoy de acuerdo con Boff es que hay que preservar el sueño secular de
resistencia, pero tal como lo dijeran Allende en sus últimas palabras
"El tono tranquilo de mi voz ya no os llegará. Poco importa eso, vosotros la
seguiréis oyendo. El recuerdo que guardéis de mí será de un hombre digno, leal a
mi patria.
Trabajadores de mi patria otros hombres superaran este momento gris y amargo...
"
Esos hombres no serán como Lula .