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Latinoamérica

Arranca la cumbre antiimperialista en La Paz

Econoticias

Una nutrida marcha de trabajadores de La Paz y El Alto acompañaron hoy a decenas de delegados de diversas partes del mundo que se han concentrado en Bolivia para organizar la lucha contra el imperialismo, las transnacionales y el neoliberalismo.

Las banderas de la Central Obrera Boliviana (COB), de la Federación de Mineros y los estandartes de las organizaciones más combativas de la ciudad de El Alto se fusionaron esta mañana con las pancartas y gritos de los sindicalistas y organizaciones revolucionarias de Argentina, Venezuela, México, Brasil, Ecuador, Paraguay, Francia, España, Gran Bretaña, Italia y otros países de América y del mundo.

'Aquí, allá, la lucha obrera continúa', 'muera el imperialismo y las transnacionales', 'viva la lucha de los pueblos', coreaban los internacionalistas que recibieron en las calles de La Paz y El Alto un cálido recibimiento de los sectores revolucionarios de Bolivia, que intentan canalizar el fervor del internacionalismo proletario para derrotar en el Altiplano a las transnacionales del gas y el petróleo.

El encuentro internacionalista se prolongará hasta el domingo y se aguarda que sus deliberaciones definan las formas y modalidades de apoyo a la lucha del pueblo boliviano por la liberación nacional y la revolución social. En la vanguardia revolucionaria de indígenas, campesinos y trabajadores de Bolivia hay la certeza de que muy pronto retornarán las movilizaciones y la lucha social, lo que plantea el destino del poder político, tal como ya se vislumbró en las jornadas de octubre del 2003 y, con mayor nitidez, en la ofensiva popular de mayo y junio del 2005. En estas jornadas se derribaron gobiernos y presidentes, pero no se pudo tomar el poder por la ausencia de un instrumentos revolucionario que dirija la insurrección popular, según destacan los análisis autocríticos de las organizaciones sindicales y populares del país.

Sin embargo, la emergencia de los gérmenes del poder revolucionario, como son las Asambleas Populares en El Alto, La Paz y Cochabamba, ya es un preanuncio de la intención de la población más empobrecida de Bolivia para destruir al Estado burgués y constituir su propio autogobierno de obreros, campesinos y clases medias empobrecidas.

Varios de los delegados internacionalistas destacaron, en sus primeros contactos con la prensa alternativa, los avances revolucionarios que se dan en Bolivia y adelantaron que buscarán los mecanismos más adecuados para rodear de apoyo y solidaridad a la ejemplar lucha de los bolivianos por liberarse del yugo norteamericano.

El encuentro internacional que se desarrolla desde este 12 fue organizado por la COB, la Federación de Mineros y las Centrales Obreras de La Paz y El Alto, las que han convertido la cuestión de la nacionalización del 100% del petróleo y del gas, valuados en más de cien mil millones de dólares, en 'un objetivo de vida o muerte, porque esta riqueza, que pertenece al pueblo boliviano, debe ser utilizada en su beneficio, y no para la rapiña de las transnacionales' (como Repsol, British Petroleum, Total, Petrobras, Enron, Shell y otras).

'Es una cuestión esencial, que determina la supervivencia misma de nuestro pueblo, la soberanía y la unidad de Bolivia (...) Nuestra lucha es la misma de los pueblos hermanos de América Latina y del mundo, los mismos que igualmente sufren las consecuencias de la política de guerra y superexplotación liderada por el gobierno de Bush de EEUU. Nuestra lucha es contra el imperialismo y su política de destrucción de las naciones', ratificó el dirigente de los mineros, Miguel Zubieta.

'La lucha por la nacionalización de los hidrocarburos se entronca con la lucha contra las privatizaciones, en defensa de los servicios públicos, contra los tratados de libre comercio, en defensa de los derechos sociales y laborales, en defensa de la tierra para los campesinos sin tierra, que gana cuerpo en todo nuestro continente'.

'La clase obrera y el pueblo boliviano están dando una demostración cabal de la voluntad, que es la de todos los pueblos, de ser dueños de su destino. En el proceso de la lucha misma, la cuestión de la auto-organización de los trabajadores, campesinos, vecinos, estudiantes en una Asamblea Nacional Popular Originaria, con delegados electos, revocables y con mandatos concretos, que tomen en sus manos la imposición de la voluntad soberana del pueblo en contra de las oligarquías corruptas y entregadas al imperialismo, es un avance histórico por el que debemos trabajar todos', recalcó Zubieta, ratificando las características del encuentro internacional.