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Ley de fuero sindical:
Los empresarios se oponen - El partido nacional sale a defenderlos
Haciéndose eco de las protestas elevadas por las cámaras empresariales,
legisladores del Partido Nacional han iniciado una ronda de contactos con sus
colegas oficialistas, con el fin de introducir modificaciones a la ley de Fuero
Sindical que el gobierno pondrá a consideración del Parlamento en los próximos
días.
El diputado herrerista Pablo Abdala dijo que "el Partido Nacional no se opone al
fuero sindical, pero algunas de las disposiciones del proyecto no nos parecen
admisibles". La primer cuestión que resulta "inadmisible" para los empresarios y
la oposición, refieren a que la nueva ley establece que los empleadores deberán
justificar fehacientemente la razón de los eventuales despidos o traslados a los
que someta a sus empleados, probando que no ha tomado dichas medidas como
represalia por su actividad sindical.
La segunda, atañe a la creación de un Registro de Infractores a la Libertad
Sindical, y a la imposibilidad de quienes en él figuren de participar de los
procesos de licitación, llamado a expresión de interés o contratos a los que
convoque o en los que participe el Estado.
De acuerdo a lo que informa hoy el semanario BÚSQUEDA, el Encuentro Progresista
y el Partido Nacional comenzaron a negociar la introducción de modificaciones al
proyecto, para tratar de llegar a un acuerdo que permita su aprobación con
el mayor respaldo posible. Sin embargo, el dirigente de la central obrera
uruguaya (PIT-CNT) Juan Castillo, dijo ayer a radio EL ESPECTADOR que el
proyecto no es negociable y debe estar aprobado en "15 o 20 días" para darle un
marco legal a los trabajadores que están negociando en los Consejos de Salario.
El subsecretario de Trabajo, Jorge Bruni, dijo que el proyecto es claro,
completo y establece garantías para trabajadores y empleadores.
El dijputado Juan J. Bentancor, uno de los autores del proyecto, explicó que lo
que se busca es "darles a los trabajadores las mínimas herramientas para
negociar" con los empresarios. A tales efectos, declara como "absolutamente
nula" cualquier "discriminación tendente a menoscabar la libertad sindical de
los trabajadores en relación con su empleo o con el acceso al mismo", y
establece que la ley será retroactiva al 1° de marzo de este año (fecha en la
que paralalamente a la asunción del nuevo gobierno se desató una ola de
represión antisindical).
El texto prohibe "sujetar el empleo de un trabajador a la condición de que no se
afilie a un sindicato o a la de dejar de ser miembro de un sindicato", y
despedir a un trabajador o perjudicarlo a causa de su afiliación sindical o de
su participación en actividades sindicales, "incluyendo aquéllas tendentes a la
constitución de organizaciones o de coaliciones de trabajadores". También
establece que la reinstalación del trabajador despedido o discriminado es el
principal objetivo, y que ello será competencia de los juzgados laborales.
La ley también establece que los trabajadores afiliados a una organización
sindical tendrán derecho a que -a requerimiento expreso- el empleador descuente
de sus salarios la cuota sindical; y a que los delegados que actúen en nombre de
un sindicato tengan derecho a colocar avisos sindicales en los locales de la
empresa en lugar o lugares fijados de acuerdo con la dirección y a los que los
"trabajadores tengan fácil acceso".
Por su parte, las patronales pretenden que el fuero sindical alcance sólo a los
dirigentes, y a la menor cantidad posible de ellos, piden que "se delimite la
cantidad de dirigentes sindicales a los que alcanza la protección, en función
del tamaño de cada empresa", y reclaman que se elimine el artículo que obliga a
las patronales a probar que al eventualmente despedir a un trabajador, la medida
no se toma por su actividad sindical. Los dueños del capital reclaman que el
tema sea tratado en el Consejo Superior Tripartito, integrado por el gobierno,
trabajadores y empleadores.
Al respecto, Juan Castillo afirmó enfático que los trabajadores no se sentarán a
discutir la posibilidad de modificar la inversión en la carga de la prueba "bajo
ningún concepto". Dijo claramente que "Nosotros vamos a defender el proyecto de
ley tal cual está, como fuimos a fundamentarlo al Parlamento. Sí estamos
dispuestos a negociar, pero no sobre la base de lo que quieren los empresarios,
que quieren sacarle prácticamente el alma que tiene ese proyecto de ley, que es
la inversión de la carga de la prueba.
Eso, para nosotros es un elemento fundamental. Si hubiera que discutir algo,
estamos dispuestos a hacerlo sobre dos o tres aspectos, pero no de este
precisamente".