César Jerez
Agencia Prensa Rural

En lo que podría ser catalogado como el primer evento público de la, anunciada por el Estado colombiano, defensa internacional de la ley de impunidad, conocida como "justicia y paz", se realizará en la ciudad de Medellín, los días 8 y 9 de Julio, el "primer foro internacional de ideas para la paz".

La lista de invitados es muy peculiar. Entre los invitados se destacan Edén Pastora, el otrora "comandante cero" de la revolución sandinista, devenido posteriormente en comandante paramilitar de los "contras" nicaragüenses, financiados por los Estados Unidos; otro invitado es Facundo Guardado, que junto a varios de los líderes guerrilleros del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional como Joaquín Villalobos (asesor de contrarrevoluciones y neo-estudiante de Oxford) o Guadalupe Martínez, traicionaron la causa de cambio político y social por la lucharon miles de salvadoreños que murieron en la guerra.

Los organizadores del foro son los "desmovilizados" de los bloques Cacique Nutibara y Catatumbo, de propiedad de Diego Fernando Murillo, más conocido como "Don Berna", a quien el Nuevo Herald de Miami cataloga de "narcotraficante que actualmente participa de una controvertida mesa de negociaciones de paz con el Gobierno del Presidente Álvaro Uribe y que goza de una guardia personal de más de doscientos policías y de aeronaves oficiales para sus desplazamientos".

Al evento convocado por la creada por los "desmovilizados" Corporación Democracia, que busca ser "una mesa de donantes de ideas para la paz", fueron invitados los colombianos Jose Galat (rector universitario conocido por sus propuestas contra el aborto y las relaciones homosexuales), Rocio Arias, vocera de los grupos paramilitares en el congreso y Salvatore Mancuso, un latifundista costeño de origen italiano, vocero de las AUC en las cuestionadas negociaciones con el gobierno de AUV.

Dice el Nuevo Herald en el citado artículo de Gonzalo Guillén que "tanto Mancuso como Don Berna están solicitados en extradición por Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico y son reclamados en Colombia por múltiples masacres y hechos de terror pero todas las órdenes de captura en contra de ellos fueron congeladas por el Presidente Uribe".

Mientras se prepara el encuentro internacional no cesa la lluvia de críticas internacionales al "monólogo gobierno – paras – narcotraficantes".

Las últimas críticas son las del editorial del New York Times, que sobre la ley de impunidad ha manifestado: "la nueva ley, que refleja el considerable poder político de los paramilitares, bloqueará la extradición de los líderes paramilitares requeridos por traficar a los Estados Unidos y les permitirá perpetuar su tráfico de drogas, extorsión, el hurto de tierra y otras actividades criminales, sin ser perturbados. El gobierno de Bush podría haber presionado al presidente Álvaro Uribe para que se aprobara una buena ley. Al contrario, el embajador William Wood respaldó con entusiasmo la nueva ley, dándole el aval de Washington a la capitulación de Colombia a una mafia terrorista".