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Latinoamérica

EE.UU. podrá controlar reservas bolivianas


Adital


Los bolivianos están preocupados con la base que Estados Unidos está construyendo en Paraguay. Es que esta base pude ser la primera medida para consolidar el control sobre las reservas energéticas de Bolivia. La base estadounidense tendrá capacidad para 16 mil militares. Ahora las tropas pueden entrar y salir, trasladar armamentos y medicamentos y actuar en cualquier lugar del territorio sin nuevas autorizaciones. Paraguay no podrá investigar los delitos que pudieran cometer estos soldados y no podrá demandar a Washington ante la Corte Penal Internacional (CPI), violando su propia legislación ya que está suscrita a ésta. 
Los expertos regionales afirman que tropas incursionarán sobre la zona de la Triple Frontera (Paraguay, Brasil y Argentina), lugar elegido por Washington desde hace tiempo para instalar un asentamiento militar. Esto estaría dentro de los planes geoestratégicos de Washington de extender las bases en las cuales los sitios fronterizos son "ideales" para mantener tropas de Despliegue Rápido y otras dentro del renovado esquema de la Guerra de Baja Intensidad (GBI) y los proyectos de contrainsurgencia, bajo el disfraz de la guerra antiterrorista.
 
Según la prensa boliviana Washington logró establecer una cabeza de puente en Latinoamérica. En Paraguay, cerca de la frontera boliviana y de la Triple Frontera, construyendo una base que le permitirá aterrizar aviones Galaxy y desembarcar armamento pesado. El secretario de Defensa norteamericano comprometió el envío a Paraguay de expertos del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa, una institución dependiente del Pentágono, a fin de desarrollar un "Seminario de Planificación del Sistema de Seguridad Integral Nacional", programado para septiembre.
 
El Congreso paraguayo aprobó el ingreso de tropas de Estados Unidos al Paraguay, con inmunidad, permiso de libre tránsito y permanencia para sus soldados con vigencia hasta diciembre de 2006 y prorrogable automáticamente.
 
EE.UU. así podrá, según algunos expertos, parlamentarios y activistas, controlar las reservas de gas y petroleras de Bolivia, ya que el pozo boliviano de "la vertiente", ubicado en Tarija (la reserva de gas más grande del mundo), está conectado con el pozo "Independencia 1", a 100 kilómetros de distancia, en la zona de Gabino Mendoza, en el territorio paraguayo, el cual ya vierte gas natural de la misma cuenca, pero a mayor profundidad, petróleo. De ahí que apunten sus miras al enclave de Estigarribia, a unos 250 kilómetros de la frontera con Bolivia, un punto clave para la Casa Blanca después de que masivas protestas sociales forzaran la renuncia de dos presidentes en 20 meses.