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Latinoamérica


Vamos a la disolución


Alfredo Vera

Quito

¿Quiénes empujan con fuerza a la disolución del país?

Los primeros son aquellos que se han olvidado lo que fue el Ecuador hasta el 20 de abril en que el cobarde Gutiérrez huyó incumpliendo su repetida y falsa promesa de morir en el intento.

Y luego una serie de presuntos o reales actores del proceso de institucionalización posterior a la dictocracia. En el círculo cercano al Presidente Palacio, en el que no sólo figuran deudores de dinero sino también de inteligencia, de ética y de capacidad política, las cosas se deterioran vertiginosamente.

Vean a ese Luis Herrería abominando de la política habiendo sido desertor de la Izquierda Democrática y luego del socialcristianismo evidenciando el despiste ideológico que lo afecta, con un pasado dudoso, ahora abortando una desquiciada visión y abriendo contra Palacio un nuevo frente de lucha, cuando habla sin fundamento sobre una supuesta conjura del presidente Chávez de Venezuela para intervenir en la vida interna del Ecuador, y calumniando al movimiento bolivariano, al decir que el esbirro de Bush, Gutiérrez, tenga algo que ver con Venezuela: sólo falta que le pida al Presidente Palacio que se declare, como el antecesor, el mejor amigo del gringo.

Vean a esos voceros de instituciones que parecían serias, dejándose manipular oportunistamente por supuestos forajidos, como esa señora Merino, que comandó el sabotaje a la norma jurídica para renovar la Corte Suprema de Justicia impidiendo una instancia provisional, con lo que se despeja el camino para que Gutiérrez pretenda formar un gobierno en el exilio y, como todo gusano, recibir la protección del gobierno norteamericano.

Vean esa gran prensa, propiedad de los intereses financieros y bancarios, desplegando una frontal promoción de Gutiérrez, en denunciada confabulación con inversionistas y compradores de deuda externa abriéndole espacio en la CNN, BBC, etc., buscando brujas en las entretelas a los "delincuentes" minúsculos, que deben a la banca hoy del Estado, cuando ellos son los precursores y verdaderos usufructuarios del dinero ajeno.

Vean esos periodistas de pantalla proyectando a mayor dimensión los errores, no con el propósito de que enmiende y rectifique Palacio, sino generando desconfianza, pesimismo y confusión, para decir que estamos viviendo episodios iguales a los de Gutiérrez y su combo.

Vean a los usurpadores del espíritu de los verdaderos "forajidos", gestando una confusa anarquía, unos petardeando cargos, otros hablando de una "revolución" fraguada en 6 días exactamente, pretendiendo desconocer la política, los políticos, los partidos, las ideologías, la historia, como que la lucha por librar a la Nación del azote Gutiérrez, protegido por la Embajada y la oligarquía derechosa, se inició recién el 13 de Abril.

Un país tan frágil, que hoy no tiene estructurada la justicia, que el Congreso mantiene en su seno la pústula del gutierrismo, que el Ejecutivo está asediado por los chuchumecos y comete errores en las designaciones de amigazos, con contadas excepciones, está propenso a la disolución. ¿Ese jugar con fuego es lo que queremos?.

El que puede prender una luz al final del túnel, si se da un baño para limpiarse de los aprovechadores enemigos internos, es el Presidente Palacio, cuyo antecedente de integridad moral y decencia personal, da lugar para esperar que no permita arrastren al Ecuador a la disolución.-