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Latinoamérica

Rodríguez, de juez a presidente

 
BBC Mundo

A Eduardo Rodríguez, el nuevo presidente de Bolivia, le toca conducir el país en medio de una grave crisis política y social, algo que quizás nunca esperó que ocurriera.

Eduardo Rodríguez, nuevo presidente de Bolivia
Rodríguez era presidente de la Corte Suprema desde 2004.

Es que el nuevo mandatario de 49 años, quien hasta ahora se desempeñaba como titular de la Corte Suprema, tiene un perfil más técnico que político.

Nacido el 2 de marzo de 1956 en la ciudad de Cochabamba, en el centro del país, estudió derecho en la Universidad Mayor de San Simón y se graduó de abogado en 1981.

Rodríguez tiene, además, una maestría en administración pública que cursó en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.

A lo largo de su carrera fue subcontralor de servicios legales y asesor general del ministerio de Relaciones Exteriores, entre otras funciones.

Participó en la elaboración de numerosas normas, entre ellas ley de procedimientos administrativos y el estatuto del funcionario público.

Además se desempeñó como docente y fue jefe de estudios de la carrera de derecho de la Universidad Andina Simón Bolívar y de la Universidad Mayor de San Andrés, en la ciudad de La Paz.

En 1999 el Congreso lo eligió ministro de la Corte Suprema, a cuya presidencia llegó en 2004.

Vida discreta

Los observadores afirman que su carrera como letrado y técnico de la administración, considerada intachable, le permitió a Rodríguez una vida discreta y sin ambición política, que se ha visto interrumpida por el hecho de ser el tercero en la línea de sucesión constitucional en Bolivia.

Rodríguez llegó a la presidencia luego de que Carlos Mesa renunciara al cargo y los jefes del Senado, Hormando Vaca Díez, y de la Cámara de Diputados, Mario Cossío, no aceptaran el mandato.

Protesta en Bolivia
Bolivia, un país convulsionado.

A este abogado no se le conoce afiliación con ningún partido político boliviano.

Tal vez por eso contó con un amplio apoyo del Poder Legislativo y de algunos líderes sociales que convocaron las protestas que han paralizado el país.

Asimismo, Rodríguez era considerado el preferido entre los posibles herederos del cargo, los impopulares Vaca Díez y Cossío. El propio Mesa se había manifestado en favor de su sucesión.

La tarea del nuevo presidente no será nada fácil: deberá conducir un país convulsionado, con protestas en reclamo de elecciones generales anticipadas, la convocatoria a una Asamblea Constituyente y un referendo de autonomía.