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Latinoamérica

Diplomacias de círculo y raya
El viaje circular de Condoleezza Rice y el rectilíneo de Chávez, representan dos propuestas para América Latina

Insurgente
Colectivo Cádiz Rebelde

Antonio Maira

Rice, que empuña el garrote con igual facilidad que el lipstick, viaja por Brasil, Colombia, Chile y El Salvador, buscando cerrar las grietas que le salen al Imperio por todas partes. También sondea a Lula para medir fuerzas y aliados e intentar aislar a lo que ya es un conjunto sólido: el binomio Venezuela-Cuba. Simultáneamente, Chávez, tan querido en Cuba como en su propio país, visita la isla caribeña para establecer los detalles concretos de una alianza estratégica: la Alternativa Bolivariana para las Américas. El proyecto está impregnado por el espíritu martiano-bolivariano y comienza por grandes acuerdos económicos.

La primera escala en el periplo circular de Condoleezza fue Brasil en dónde todavía resonaban las imprecaciones contra Venezuela que soltó Rumsfeld hace unas semanas. "No nos gusta Venezuela", "Venezuela es un peligro continental", es el estribillo de cualquier declaración hacia América Latina. El lugar común de un discurso que hace un año planteaba muchas más urgencias que hoy. Ya no vuela "la halcona" -como le llaman algunos medios- con gritos tan agresivos y petulancia tan provocadora.

La respuesta de Lula, ante Rumsfeld entonces y ante Rice ahora, fue la de afirmar la soberanía del país vecino. Sin embargo, Lula ha sido mucho más comprensivo con EEUU en relación con su política contra Cuba. Algunas alusiones sobre la "conveniente democratización de Cuba" y, sobre todo, la abstención en la votación contra Cuba de la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra, han abierto los que a juicio de Washington puede aparecer como un posible terreno de convergencia futura. La incorporación de Lula, y en los últimos días del propio PT, a la ortodoxia económica neoliberal con el entronamiento del "equilibrio presupuestario y macroeconómico" aumentarán sin duda las expectativas de incorporar a Brasil como aliado estratégico.

El debate se ha producido entre Condoleezza Rice y Celso Amorim. Mientras el canciller brasileño afirmó que: "los problemas venezolanos deben ser discutidos por el pueblo venezolano y lo que nosotros podamos hacer para ayudar... siempre será respetando la soberanía"; Condoleezza replicó que esos temas "no deben entenderse como asuntos entre su país y Venezuela, sino como problemas de "de libertad y democracia". Brasil reclama soberanía para los pueblos de América y Rice exige una nueva doctrina de "Seguridad Hemisférica".

Días antes de la visita de Rice, el gobierno brasileño había manifestado la retirada del asunto ALCA de su agenda política. Brasil, según Lula, intentará consolidar mecanismos de relación con sus vecinos del subcontinente a través del Mercosur y la Comunidad Sudamericana de Naciones. Un disgusto, sin duda, para el "amigo del norte".

En Colombia, Rice expresará sin tapujos y con la confianza de ser comprendida y coreada, el contenido completo de la estrategia estadounidense, con sus elementos políticos, económicos e ideológicos: Plan Colombia, ALCA y "extensión de la libertad y la Democracia modelo USA". También hablará de cómo estabilizar la situación en Ecuador y en Bolivia.

En Chile el tema volverá a ser el ALCA y, sin duda, los acuerdos para asegurar un presidente de la OEA que responda lo más posible al perfil de Washington.

En El Salvador, Rice dará instrucciones sobre como manejar la crisis centroamericana que ha estallado en Nicaragua –otra revuelta popular no coloreada por Washington-, y también, probablemente, "negociará" el refugio del terrorista Posada Carriles.


El viaje de Chávez a Cuba estrechará lazos comerciales y políticos de enorme importancia. "Ambos países vamos a demostrar lo que es una integración verdaderamente justa, una integración liberadora, una integración en beneficio de los pueblos", anunció Fidel Castro.

Para ello se firmarán varios acuerdos de comercio y de cooperación en el marco de la concreción de la Alternativa Bolivariana de Las Américas" que trabajan incansablemente los dos países. El proyecto se contrapone frontalmente al ALCA que promociona Washington como instrumento de apertura de fronteras y vinculación continental bajo hegemonía de los EEUU.

El intercambio comercial entre Venezuela y Cuba alcanzó el año pasado la cantidad de 1.500 millones de dólares pero la cifra aumentará este año en unos 250 millones.

Otro acuerdo fundamental es el de la instalación en La Habana de una oficina del Banco Industrial de Venezuela que contará con un capital binacional de 400 millones para facilitar las operaciones comerciales entre los dos países.

Fuentes oficiales cubanas y venezolanas han resaltado la importancia de este encuentro en la definición y proyección de los dos documentos que establecen el marco de las relaciones entre Cuba y Venezuela: el Acuerdo para la aplicación de la "Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y la Declaración Conjunta.

Dos viajes simultáneos, dos estrategias, dos proyectos para América Latina.