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El Frente Amplio consolida su avance en las municipales
Serpal
La coalición de izquierdas que en octubre pasado ganara en primera vuelta las
elecciones presidenciales, consolidó ayer su posición política dominante al
ganar por primera vez las más importantes ciudades del interior del país. El
Frente Amplio - Encuentro Progresista - Nueva Mayoría, retuvo por cuarta vez
consecutiva el gobierno de Montevideo con aproximadamente el 60 por ciento de
los votos. Allí, en l
a capital, residen más de un millón de ciudadanos, de los casi dos millones y
medio habilitados para votar en todo el país.
Pero además, desbancó a los partidos tradicionales de algunos de sus feudos más
significativos: Paysandú y Rocha a los blancos, y Canelones y Salto al Partido
Colorado. El frente de izquierdas también tiene mayoría en Treinta y Tres y
Florida y lleva ventaja en
Maldonado donde habrá que recontar unos cientos de votos observados para
definir.
El diario "La República" de Montevideo, indica que el frente de izquierdas "se
adueñó políticamente de la costa uruguaya desde el río Santa Lucía hasta el
Tacuarí, pasando por toda la zona del Río de la Plata y del Océano Atlántico,
incluyendo la Laguna Merín e incorporando gran parte del río Uruguay al dominar
Paysandú y Salto."
El partido colorado, hegemónico desde el nacimiento de la república, solo
mantuvo el gobierno de Rivera, departamento norteño limítrofe con Brasil. Su
fuerte retroceso en el interior, se compensa sin embargo por los resultados en
Montevideo, donde su candidato Pedro Bordaberry logró triplicar los votos
colorados obtenidos en la elección presidencial de octubre pasado, alcanzando
ahora el 25 % .
Pero este es más bien un fenómeno personal, que los observadores atribuyen al
perfil del candidato. Bordaberry, fue uno de los ministros ( Turismo e Industria
) más rescatables del último gobierno colorado de Jorge Batlle, y logró este
buen resultado a pesar del lastre que signfica su apellido y su ascendiente, ya
que es hijo del dictador Juan María Bordaberry, presidente constitucional que
encabezó el golpe militar de 1973 y gobernó hasta 1976. Por su parte los blancos
del Partido Nacional, perdieron en las ciudades más pobladas y que generan más
riqueza, y retienen 11 departamentos que constituyen el Uruguay "profundo" del
interior, el más distante de la vida urbana.
Uno de los resultados más significativos se produjo en Canelones, feudo
tradicional colorado, donde el Frente Amplio superó el 60 por ciento de los
votos.
Las corrientes internas
En cuanto a las "internas" dentro de las tres fuerzas políticas uruguayas, el
Movimiento de Participación Popular en Montevideo, liderado
por José Mujica, obtuvo el 25 por ciento de los votos y cinco ediles, mientras
que Asamblea Uruguay de Danilo Astori tiene el 17 %. El resto se lo reparten
socialistas, Nueva Mayoría y otros integrantes menores de la coalición.
En el Partido Nacional, ( blancos ), los seguidores de la corriente que lidera
el ex presidente Lacalle consiguieron un avance importante obteniendo cinco
intendencias, mientras los partidarios del ex candidato presidencial Larrañaga
consiguieron cuatro; ( el senador fue derrotado en su propio feudo, Paysandú que
pasó a manos del Frente Amplio.) Los "wilsonistas" obtuvieron una intendencia.
En el partido colorado, que sigue el rumbo de naufragio que inició en las
presidenciales de octubre, la excepción lo constituyeron los buenos resultados
de Pedro Bordaberry en Montevideo, que mencionábamos en esta misma nota. Dentro
de la debacle colorada, no
hay dudas que este político es la figura emergente en esa colectividad política.
La nueva situación
"La República" definió de modo contundente el giro electoral en estas
municipales: "La guillotina de las urnas cercenó ayer de un solo tajo la cabeza
hegemónica del conservadurismo de tierra adentro. Una verdadera revolución
democrática tuvo lugar ayer en las urnas al producirse el alumbramiento de un
nuevo Uruguay donde por primera vez en su historia se quiebra la hegemonía
conservadora en el interior del país y la izquierda obtiene 8 departamentos
esenciales para la vida de la Nación, 5 de los cuales generan más del 80% de la
riqueza nacional."
Este nuevo reparto de influencia política, favorece el proyecto del presidente
Tabaré Vázquez y de la coalición, porque le facilita articular
algunas de sus propuestas fundamentales en el interior del país. La estructura
unitaria del Uruguay potencia los poderes del Ejecutivo y el Parlamento y relega
el de los municipios. Pero inevitablemente, esos espacios locales, resultan
indispensables por su vínculo directo con los ciudadanos en la prestación de los
servicios básicos y atención primaria.
Una de las piezas claves en la primera etapa del gobierno frentista es el
desarrollo del Plan de Atención a la Emergencia Social, un conjunto de acciones
dirigidas a cubrir las necesidades básicas de unas doscientas mil personas.
Sobre esta cuestión, el analista Daniel Chasquetti, del Instituto de Ciencia
Política de la Universidad de la República declaraba a la agencia IPS que "Si se
cumple la promesa de incorporar a las intendencias al Plan, habrá un punto de
tensión. Eso exige coordinación institucional, algo a lo que el Estado uruguayo
no está acostumbrado y en la que pueden chocar distintas lógicas, cuando hay
intendentes que privilegien el clientelismo". En síntesis, será un nuevo desafío
para el gobierno uruguayo, pero ahora con la ventaja de tener el
control político en ciudades claves del interior.
Lo que viene
Los miles de nuevos votos que permitieron este avance del frente provienen del
desengaño y el hartazgo de uruguayos que hasta ahora votaban por las fuerzas
tradicionales. Son un "préstamo" con el que ponen a prueba la capacidad de la
coalición de izquierdas para resolver los problemas urgentes e iniciar un cambio
de progreso para Uruguay.
Pero el cemento de esa victoria, lo constituye la militancia, la inclaudicable
base social de los partidos, movimientos y corrientes de la coalición que desde
hace años vienen sembrando para esta y futuras cosechas que aseguren un tiempo
mejor para el pueblo uruguayo.
Es significativo haber logrado romper el tejido clientelista urdido durante
tantos decenios por blancos y colorados.
Pero la coalición tendrá que responder a esas expectativas y justificar con
hechos el paso decisivo que dieron miles de ciudadanos.
No será fácil, pero nuna se ha estado tan cerca de conseguirlo.