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Latinoamérica

Arrolló la izquierda en Uruguay

Histórico: la izquierda le ganó dos municipios a los colorados y cinco a los blancos Golpe de timón: ocho intendencias claves están en manos de la izquierda

Resumen

La guillotina de las urnas cercenó ayer de un solo tajo la cabeza hegemónica del conservadurismo de tierra adentro. Una verdadera revolución democrática tuvo lugar ayer en las urnas al producirse el alumbramiento de un nuevo Uruguay donde por primera vez en su historia se quiebra la hegemonía conservadora en el interior del país y la izquierda obtiene 8 departamentos esenciales para la vida de la Nación, Montevideo, Canelones, Maldonado, Salto, Paysandú, Rocha, Florida y Treinta y Tres, 5 de los cuales generan más del 80% de la riqueza nacional.
Sumando a Montevideo, las fuerzas progresistas gobiernan localmente al 75% de la población uruguaya.
La cirugía de la historia se concentró ayer en el interior del país donde la izquierda sólo en departamentos del Interior pasó a gobernar a más de la mitad de los habitantes de tierra adentro. En el Interior el progresismo demolió a los partidos conservadores y pasó a gobernar localmente a 991.600 habitantes, un 54,54% mientras los tradicionalistas sólo pudieron conservar su hegemonía en 826.500 pobladores, sólo un 45,46%.
Mientras la izquierda se adueñó de toda la costa uruguaya, el Partido Nacional lo hizo en el Interior profundo.
Las banderas del cambio se impusieron desde el río Santa Lucía hasta el Tacuarí pasando por toda la zona del Río de la Plata y del Océano Atlántico, incluyendo la Laguna Merín e incorporando gran parte del río Uruguay al dominar Paysandú y Salto.
Parecía un calco de los comicios estadounidenses donde los demócratas ganaron en toda la costa mientras que Bush y sus conservadores se imponían en los sectores más atrasados en las profundidades del país.
El terremoto electoral hizo estragos en el Partido Nacional y en el Partido Colorado.
El Partido Nacional, que dominaba desde hace 5 años 13 intendencias, debió resignar 5 de ellas --Maldonado, Paysandú, Rocha, Florida y Treinta y Tres-- a manos de la izquierda pero como le ganó a los colorados en Artigas y Río Negro, quedó con 10 intendencias, 3 menos que las que dominaba, una pérdida de la cuarta parte de sus dominios.
La mayor humillación blanca se registró en Paysandú, el feudo del temperamental presidente del Directorio del Partido Nacional y candidato a la Presidencia de la República, el senador Jorge Larrañaga, quien fuera intendente de la heroica.
Larrañaga no sólo resignó a manos de la izquierda su propio departamento sino que cedió a favor del lacallismo a quien había derrotado ampliamente en los comicios nacionales, la mitad de las intendencias blancas.
Mientras que su sector sólo obtuvo: Colonia, Tacuarembó, Soriano y Río Negro, las huestes alineadas con Lacalle ganaron en San José, Cerro Largo, Artigas y Durazno mientras que en Flores el candidato ganador sin ser herrerista contó con el apoyo de ese sector. El candidato del senador Gallinal y de Correntada Wilsonista sólo triunfó en Lavalleja. El candidato de Larrañaga en Montevideo también llegó último, muy lejos de los colorados