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Latinoamérica

Santofimio Botero, Uribe Vélez, pablo escobar, harina de un mismo costal

Revista Insurrección

En Colombia los despeñaderos históricos siempre se han construido con fina maña por las clases dirigentes.Su egoísmo ancestral deviene de las formas congénitas de la República cuando triunfan los criollos de Santander sobre las ideas de Bolívar.

La oligarquía colombiana, que ha construido una maquinaria explotadora bien aceitada, donde cada cual cumple su papel, tiene en los políticos su mascarón de proa, su progenie fervorosa que levanta la armazón de la plusvalía y el miedo.

Son centenares de ejemplos, donde la impunidad se campea, donde los políticos y los militares, otra pata de la mesa oligárquica, conjugan sus fechorías y nada ocurre.

Un caso no muy particular es el de Santofimio, político tolimense, cuatro veces prisionero, asesor de presidentes y narcotraficantes, de paramilitares y reinas de belleza, de académicos y poetas, de banqueros y latifundistas.

Uribista hasta la médula, no era para menos, no resistió en tiempos de elecciones el soplo de un sicario y un colega, quienes lo vinculan al asesinato de Luís Carlos Galán, candidato presidencial en las elecciones más violentas de la historia de Colombia. Es una acusación de vieja data, que había pasado olvidada y que dentro de la campaña presidencial del candidato presidente y de los otros precandidatos revive con fuerza.

La detención del ex ministro de Estado, ex senador de la república, etc.,Alberto Santofimio Botero exponea la opinión pública varios e interesantes cursos sobre los cuales se ha construido este pandemónium que es nuestra tierra colombiana.

  1. La clase política siempre ha estado unida a los negocios y al dinero, no importan su procedencia ni su legitimidad.
  2. La clase política siempre ha manejado el poder con una matriz violenta, incluso dentro de sus mismas huestes, utilizando o instrumentando sus propias formas de exterminio.
  3. La clase política es una casta que se mantiene singularmente unida y sobre todo a partir del Pacto del Frente Nacional de 1958 que desdibujó por completo las fronteras ideológicas y como decía Gaitán conformaron el partido único de la oligarquía, que se dedica a administrar el Estado y exprimir las arcas públicas, estructurando una economía y una situación política y social que dé el máximo de plusvalía para los verdaderos dueños del país.
  4. Para la clase política el problema no es ser amigo de los narcotraficantes,sino el descaro con que usted lo sea. O de los banqueros y usureros y los privatizadores, o de los paramilitares ladrones de tierra de los 90, o de los esmeralderos, o de los contrabandistas, o de los que se robaron las tierras en la violencia de los 50, o de los que asaltaron las propiedades de los alemanes en la década de los 40, o de los que se apropiaron del dinero del canal de Panamá, etc. hasta la llegada de Cristóbal Colon.
  5. Siempre habrá impunidad, amnistías, espíritu de cuerpo. El proceso 8000 y sus anexos. Los mil y un peculados, los saqueos a los departamentos, desfalcos, estafas, autopréstamos, crisis del sector financiero, robos del erario, coimas, quiebras ficticias, tráficos de influencias, etc., que llenarían varios tomos de ignominia y venalidad.
  6. El uso del magnicidio ha marcadoa las clases gobernantes desde la colonia. Magnicidios impunes. ¿Quiénes mandaron a matar al Mariscal Sucre de quien Bolívar dijo que lo habían asesinado porque era susucesor? ¿Quiénes dirigieron la mano asesina contra Jorge Eliécer Gaitán, verdadero líder popular? ¿Quiénes diseñaron las muertes de Pardo Leal, hombre popular y de claro pensamiento, de Pizarro, de Jaramillo, de toda la Unión Patriótica, de los miles y miles de luchadores y dirigentes políticos que aún continúan entregando su sangre noble y solidaria?
  7. ¿Quiénes mandaron a asesinar a Álvaro Gómez Hurtado, al profesor Jesús Bejarano y al General Landazábal Reyes, atentando además contra el inefable politólogo del establecimiento, sustanciador de la guerra integral de Cesar Gaviria, Eduardo Pizarro León Gómez?
  8. ¿Quiénes mandaron a asesinar a los defensores de derechos humanos y políticos, Eduardo Umaña Mendoza, Alirio Pedraza, Héctor Abad Gómez, Jaime Garzón y muchos más?
  9. ¿Quiénes mandaron a atacar a los sindicalistas y los maestros, quiénes amenazan sistemáticamente a los hombres democráticos y luchadores de nuestro pueblo, a los periodistas que rompen el cerco informativo?
  10. ¿Quiénes crearon, alimentaron y mantienen la diabólica estrategia de las masacres contra nuestro pueblo, que conlleva el terror indiscriminado, realizada por los grupos paramilitares en clara concupiscencia con las Fuerzas Armadas del Estado colombiano?
  11. ¿Quiénes permitieron que los asesinos de la motosierra y la barbarie se convirtieran en una fuerza política, a costa de la sangre de cientos de miles de colombianos, por encima de la dignidad, la ética y el honor de los colombianos, perfeccionando de hecho un régimende ultraderecha, donde las omisiones, son la suma de la cobardía y la codicia de la clase política gobernante de nuestra nación?
  12. ¿Quiénes se han enriquecido hasta lo indecible con este estado de cosas, con este orden económico inhumano, sustentado en la represión y el terrorismo de Estado?
  13. ¿Quiénes legitiman desde la propaganda de los medios de desinformación el status quo? ¿Quiénes son los dueños de estas empresas fabricantes de mentiras y de dominación? ¿De quiénes son Caracol Medios, RCN medios, El Tiempo, etc.?

Se podría continuar con decenas de preguntas más y la respuesta sería una catilinaria inequívoca: los verdaderos dueños de este país y sus empleados. Es decir la oligarquía y la clase política, los militares, los periodistas del régimen, los intelectuales adocenados.

Colombia es república desde 1819. Su recorrido histórico ha estado signado por el ejercicio de la violencia del Estado y las clases en el poder contra los pobres, los trabajadores, los intelectuales honestos. Ese es el eje sobre el cual se ha construido la tragedia nacional.

Álvaro Uribe Vélez, representante actual de todo este monstruoso arsenal de maquinarias conjugadas es el administrador de la finca de los verdaderos dueños de país (Santodomingo, Ardila Lulle, Sarmiento Angulo, Sindicato antioqueño, etc...)

Tiene expediente de la DEA, aparece activo en todos los libros apócrifos o no sobre el narcotráfico, él y su padre; mantiene una relación carnal, de vecindario y compadrazgo con Salvador Mancuso, capo paramilitar; su inicio político y personal está vinculado a Pablo Escobar y al clan Ochoa en Medellín, etc., etc. y para vergüenza nacionales Presidente de la República de Colombia, con posibilidades de ser reelecto.

Alberto Santofimio es uno de los cientos que como Uribe Vélez han sostenido este monstruoso y criminal Estado, que en los últimos cincuenta años ha generado casi quinientas mil víctimas y un desastre social y humanitario de incalculables proporciones.

Los cursos de estos tiempos no son casuales. Los despeñaderos se reeligen, se reeditan y el signo de tragedia anda en contra de las genuinas ideas libertarias de Bolívar que viven aún en los hombres y mujeres que luchamos y soñamos con una Colombia digna, profundamente democrática, plena de ciudadanos honestos y trabajadores, con justicia social y soberana.