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Fracasó la privatización rápida del mar
Ernesto Carmona
A pesar del lobby y las presiones del gobierno, la sala del Senado
rehusó ayer martes aprobar un nuevo reparto de la riqueza pesquera que
notoriamente beneficiará al grupo económico de Anacleto Angelini. Contra todas
las previsiones de una rápida y sigilosa aprobación, los senadores acordaron
devolver el texto a la Comisión de Pesca y Acuicultura para un "mejor estudio",
por 26 votos a favor y sólo 8 en contra. Los lobbystas del gobierno, el ministro
de Economía Jorge Rodríguez Grossi, y el subsecretario de Pesca (viceministro)
Felipe Sandoval Precht, presentes en el hemiciclo, se mostraron visiblemente
contrariados ante este traspié de una legislación que califican de "urgente".
La votación fue transversal, es decir, votaron en contra legisladores del
gobierno y de la oposición. El público pudo presenciar las vehementes señales
que hizo Sandoval agitando su índice derecho para aconsejar ¡No! a la devolución
del proyecto a la comisión de origen. "Hemos ganado", dijeron representantes de
la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapache) de la
8ª y 10ª Región que viajaron a Valparaíso a presenciar la sesión del Senado.
"Vinimos a ver jugar a Chile con Argentina en un escenario hostil, algo así como
el estadio de River Plate, seguros de perder, pero nos llevamos una gran
sorpresa", comentó Andrés Recabarren, uno de los activistas de la fundación
Océana que acompañaron a una veintena de dirigentes de los pescadores. Empero,
la "noticia" no fue publicada absolutamente por ningún medio de información
chileno.
La Ley General de Pesca, más conocida como "ley larga de pesca", se propone
consagrar por décadas las cuotas de extracción de los recursos marinos sin que
la opinión pública se entere", comentó Marcel Claude, director ejecutivo de
Océana, quien se mostró sorprendido por la decisión, a pesar del intenso lobby
desplegado por el gobierno de Ricardo Lagos. "Espero que en esta nueva discusión
en la Comisión se realice un debate abierto y transparente, donde por fin se
escuche a científicos, dirigentes de la pesca artesanal, ambientalistas y "todo
un sector que hasta el momento ha estado excluido de una decisión que es
fundamental para el futuro de miles de familias de pescadores en nuestro país, y
para la continuidad de nuestros recursos marinos".
El economista Claud libra una lucha casi solitaria contra las iniciativas que
destruyen el ambiente en favor de los grandes grupos económicos. Ahora espera
"que se realice un debate abierto y transparente, donde por fin se escuche a
científicos, dirigentes de la pesca artesanal, ambientalistas y todo un sector
que hasta el momento ha estado excluido de una decisión que es fundamental para
el futuro de miles de familias de pescadores en nuestro país, y para la
continuidad de nuestros recursos marinos".
La mayoría de los senadores mostró un profundo desconocimiento del tema.
Precisamente, se opusieron a despachar rápidamente la ley para dar tiempo a un
estudio más responsable del proyecto. "Lamentablemente, muchos parlamentarios no
entienden el problema, pues atribuyen la reducción del esfuerzo pesquero y de
las capturas a un efecto de la ley corta de pesca, cuando en realidad es la
dramática reducción de la biomasa, producto de la sobreexplotación, la que ha
desencadenado esa disminución de la extracción", explicó.
Ley "corta" y ley "larga"
La llamada "ley corta", aprobada en 2002, consolidó un sistema de extracción de
recursos del mar que está provocando un brutal descenso de la biomasa, según
científicos que colaboran con la Fundación Océana. Por ejemplo, la biomasa de
merluza disminuyó en un 80% en dos años, desde que su captura se concentró
privilegiadamente en el sector industrial, que resultó beneficiado con más del
70% de "los derechos de pesca" de la Ley Corta, en desmedro de los pescadores
artesanales. La Ley Larga, que fijará las cuotas, se dejó de discutir
misteriosamente en diciembre de 2004 para reaparecer abruptamente en la tabla de
la sesión del 3 de mayo, sin que haya existido ningún debate público sobre el
tema, bajo el pretexto gubernamental de supuestos beneficios para el sector
artesanal. El senador demócratacristiano José Ruiz di Giorgio, presidente de la
comisión de Pesca, renunció a la comisión una vez que el subsecretario de Pesca,
Sandoval, se negó a entregar los antecedentes científicos que respaldarían este
proyecto de Ley. "Sandoval convirtió a los mineros en peluqueros", comentó un
jocoso Recabarren, aludiendo a su nefasta participación en el desempleo generado
por el cierre de las minas de carbón de Lota y Coronel. (Ahora se echan de menos
ante la crisis energética que vive el país por la improvisación gubernamental
que convirtió a la Argentina en el único proveedor de la generación de
electricidad a partir de gas natural. Sandoval ha sido uno de los funcionarios
públicos que ha puesto en práctica con mayor entusiasmo el proceso de
privatizaciones post dictadura impulsado por los últimos tres gobiernos civiles.
Anoche se le vio haciendo un agitado lobby en los bares que rodean la sede del
Congreso en Valparaíso.)
Según la Fundación Océana, el proyecto consolida procedimientos instaurados por
la Ley Corta que deterioran la sustentabilidad de los recursos marinos. El
actual sistema de asignación de cuotas y de administración no considera, por
ejemplo, una regulación de la destructiva pesca de arrastre, que daña el fondo
marino. Tampoco aumenta los recursos para fiscalizar la extracción ni provee
fondos para generar evidencia científica. Es decir, no hay cambios sustantivos
entre las leyes Corta y Larga. Los efectos devastadores de la Ley Corta se deben
al predominio del gran sector pesquero industrial y a la ausencia de una
regulación seria del Estado sobre los recursos del mar. Los 60 mil pescadores
artesanales son los más afectados, por el riesgo de perder sus precarios puestos
de trabajo, en un país que exhibe buenos índices de crecimiento económico sin
que haya disminuido el desempleo, sino al contrario.
Otra curiosidad fue la presencia del senador demócrata cristiano Adolfo Zaldívar
en la Comisión, cuestionado porque posee acciones de la empresa pesquera Eperva,
del holding de Angelini. Se trata de una de las pocas comisiones que tiene dos
senadores del mismo partido, tras un cupo obtenido por Zaldívar con apoyo de la
derecha. Su hermano Adolfo, que preside el partido Demócrata Cristiano, también
posee acciones de Eperva. Marcel Claud destacó que esta vez el senador Andrés
Zaldívar dio una señal de transparencia respecto a sus vínculos con el sector
pesquero, puesto que se abstuvo de votar el proyecto.
Océana aportó informes científicos sobre el estado real de los recursos marinos
en Chile bajo dos años de "Ley Corta". La información sobre el estado de la
biomasa pesó en el ánimo de muchos senadores que se tomaron el trabajo de leerla
y probablemente, esa lectura influyó en la negativa de los senadores de derecha
Antonio Horvath Kiss y Mario Ríos Santander, ambos de renovación Nacional,
quienes también se opusieron a despachar alegremente el proyecto. En cambio,
Jovino Novoa, presidente de la ultra derechista Unión Demócrata Independiente,
votó por aprobar la ley tal como estaba. El senador Nelson Ávila, del partido
Radical, hizo una maciza intervención oponiéndose a legislar a favor de Angelini.
El socialista Ricardo Núñez fue otro de los que votó en contra, ante el estupor
de Rodríguez Grossi y de Sandoval. A medidas que los senadores fundamentaban su
voto, se esfumó velozmente la esperada aprobación rápida de la ley.
El senador De Giorgio aseguró que la demora en la tramitación de la Ley "Larga"
de pesca es responsabilidad exclusiva del subsecretario de Pesca Sandoval, quien
"ha actuado con tozudez al no reconocer las serias dificultades que están
produciéndose por el agotamiento de los recursos pesqueros nacionales". "Aquí no
hay ningún afán de dilatar innecesariamente el denominado proyecto de "Ley Larga
de Pesca", pero por el bien de la pesca artesanal necesitamos saber cuál es el
estado de nuestros recursos", argumentó Núñez.