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Latinoamérica

Declaración del Centro de Acción Internacional sobre la Extradición de rebelde colombiano por los EEUU y Colombia

"Es un golpe a la soberanía de Colombia"


Centro de Acción Internacional
Fondo Ramsey Clark/New York/www.anncol.org


El viernes 31 de diciembre el presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez entregó el líder rebelde Ricardo Palmera al FBI para su extradición a los Estados Unidos. Este acto sin precedente marca la primera vez que un miembro importante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -Ejército Popular, FARC-EP, es extraditado a los EEUU para su procesamiento.

A pesar del bloqueo total de noticias en este país, la nación de Colombia es una de las más agredidas en la región. Colombia es el lugar más peligroso en el planeta para los sindicalistas así como para los periodistas. Uno de cada tres asesinatos de líderes sindicales en el mundo ocurre en Colombia. Más de tres millones de personas han sido desplazadas debido a una sangrienta guerra civil que por más de 40 años ha devastado al país. La mayoría de los tres millones son niños, campesinos y afrocolombianos.

La extradición del líder rebelde en diciembre es un golpe a la soberanía de Colombia. Es ejemplo de que la responsabilidad de los problemas que enfrenta el pueblo colombiano se coloca en aquellos y aquellas que resisten heroicamente la represión y la dominación imperialista a pesar de obstáculos abrumadores.

Palmera, mejor conocido por su seudónimo inspirado por Simón Bolívar "Simón Trinidad" había sido detenido, o dicho mejor, secuestrado en Quito, Ecuador el 2 de enero de 2004. Su asignación según declaraciones de las FARC, era encontrar un lugar conveniente para una reunión con el Secretario General de la ONU, Kofi Annan y otras personalidades internacionales, para tratar de buscar una solución para el retorno de los prisioneros de guerra de las FARC a través de un intercambio humanitario.

Fue extraditado a Colombia donde permanecía en prisión de máxima seguridad por 100 casos judiciales con cargos de terrorismo, secuestro, narcotráfico y rebelión. La transferencia a una cárcel de Bogotá fue hecha con helicópteros Black Hawk estadounidenses. En Washington, Trinidad fue acusado de secuestro, terrorismo y narcotráfico.

Repetidamente, las FARC han negado las acusaciones por narcotráfico. Al mismo tiempo, a más de 35 bancos de los EEUU se les ha probado que han lavado dinero proveniente del narcotráfico y sólo han sido penalizados con un golpecito en la mano.

La acusación de secuestro proviene de un incidente en febrero de 2003 cuando las FARC dispararon a un pequeño avión tripulado por agentes-contratistas de los EEUU que volaba sobre territorio controlado por los rebeldes.

"La urgente situación en Colombia exige la solidaridad inmediata de todos los activistas por la paz y la justicia social del mundo" indicó Teresa Gutierrez, Co-Directora del IAC-CAI. "mientras se permita al gobierno de los EEUU realizar sus sangrientos planes militares y económicos en Colombia representados en la Iniciativa Andina (mejor conocida como el Plan Colombia de $3 mil millones), el pueblo colombiano nunca obtendrá la paz que desesperadamente necesita. Esta extradición sólo exacerbará una situación ya peligrosa para los colombianos."

"El gobierno de los EEUU no tiene por qué extraditar a nadie", indicó LeiLani Dowell organizadora del FIST. "la administración de Bush secuestró al presidente haitiano Jean Bertrand Aristide lo que comenzó un ataque contra su pueblo. Los EEUU tienen que salirse de América Latina y del Caribe." Dowell viajó a Haití el pasado mes de agosto como parte de una delegación investigadora.

La complicidad de presidente colombiano Uribe con los EEUU indica que su administración está totalmente en las manos del imperialismo estadounidense. Berta Joubert-Ceci, Co-Directora del IAC-CAI en Filadelfia dijo, "la extradición de Trinidad a los EEUU ha sido vista negativamente por muchos en Colombia, incluyendo parientes de cautivos por las FARC. Tienen miedo de que Uribe, como lo ha hecho en el pasado, intente una solución violenta militar a la situación de los rehenes, lo cual podría perjudicarles, en vez de una solución negociada."

Joubert, Gutiérrez y Dowell han visitado Colombia varias veces como parte de delegaciones investigadoras. Innumerables entrevistas con sindicalistas, activistas, mujeres, campesinos, grupos de jóvenes y otros colombianos, señalan el hecho de que el verdadero problema en Colombia es un gobierno represivo que hace el trabajo para los EEUU; los escuadrones de la muerte que son responsables de más del 80% de los asesinatos en el país; y corporaciones de los EEUU como la Coca Cola, que dicta políticas que benefician la dominación por las empresas a costa del pueblo colombiano.